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 Nunca apuestes por un carrito

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Darren Owen
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Darren Owen


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MensajeTema: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyLun Mar 15, 2010 4:17 pm

En mi día a día ocurrían cosas como ésta, por lo que, cuando terminé montado en un carrito de la compra descontrolado en medio de una larga bajada que terminaba en una de las carreteras más transitadas de la ciudad, no se me hizo extraño. Lo curioso fue el modo en el que llegué a encontrarme en aquella situación. Y es que todo comenzó en uno de mis interesantes días en los recreativos, cuando podía pasarme horas y horas jugando a una de esas máquinas de videojuegos, con pistolas de láser matando zombies o subido a una tabla simuladora de snowboard. Aquel día, después de una docena de intentos por hacerme con un peluche con la única ayuda de una pinza que tenía menos fuerza que un viejo con parkinson (para al final terminar dándole patadas a la máquina sin conseguir el peluche aún así), me apeteció pasarme por el simulador de skating mientras me comía un regaliz rojo que había cogido liberadamente del bote del bar. Tenía mono de superar de una vez por todas al maldito SobreRuedas, que por más que lo intentaba, no conseguía llegar a su puntuación. Con los segundos puestos nunca me conformaba. Y cuán grande fue mi cabreo cuando me encontré con un par de niñatos haciendo cola para el juego. Por lo visto el que lo estaba usando en aquellos momentos llevaba rato y parecía no tener prisa en terminar. No se podía decir que tuviese mucha paciencia para hacer colas, así que me salté como si no los hubiese visto siquiera a los dos críos que iban delante de mí y me apoyé en la barra de metal de la atracción, mirando sin mucho interés el juego del niñato que lo estaba acaparando en aquel momento. Para mi sorpresa y frustración, no pude burlarme de su jugada, pues rápido comprendí que el maldito crío lo hacía de perlas. Me crucé de brazos mientras terminaba la partida, y me hinchó las narices al ver que guardaba su partida a nombre de SobreRuedas. ¿¿Aquel criajo encogido era mi mayor rival?? ¡Venga ya! ¿Dónde estaban las cámaras? Lo peor fue cuando ambos vimos la gran cantidad de partidas mías justo debajo de él a nombre de Flash y el renacuajo soltó una risita entre dientes. Aquello ya fue la gota que colmó el baso.

- Eh, tú, umpa lumpa. Yo que tú no me reiría de Flash. Le conozco lo suficiente para saber que te aplastaría la cabeza con una sola mano si te pillase burlándote de él. Lo he visto en la calle y es un genio con el skate, ¿sabes?- le solté con tono amenazante y chulesco, pero para mí renovada frustración, los renacuajos volvieron a soltar risitas, al parecer, riéndose de un chiste que sólo ellos conocían. Pronto SobreRuedas lo aclaró con voz de pito repelente.

- Y ese Flash eres tú, ¿no?

Herido en el orgullo por aquellos mocosos, me recordó a los momentos de bullyng que había sufrido en primaria, y aquello no me gustó un pelo. Con las veces que había deseado vengarme de aquellos niñatos... y aún hoy en día tenía que aguantar a aquellos bastardos retorcidos. Con la cabeza bien alta, sacándole más de una cabeza a aquel crío (aún subido en la máquina), no desistí y esta vez usé mi tono de voz de reto.

- Ríe lo que quieras, pero ¿a que no te atreves a hacer una carrera contra mí en la calle? Ya sabes, nada de simuladores ni tonterías de niñitos. Tú, yo y la bajada de la muerte.- conseguí con aquel último nombre que los dos chicos que observaban la conversación soltar un Oh de admiración. Todo el mundo sabía que aquella cuesta era muy peligrosa si no sabías frenar a tiempo. Y cómo no, como siempre me pasaba con mi dificultad para mantener la boca cerrada, proseguí animado, inclinándome hacia SobreRuedas con chulería y mirada entrecerrada.- Pero yo no utlizaré skate. Sería demasiado fácil para mí ganarte. Te superaré montado en un carrito de la compra.

Y con aquella actitud de sobrado conseguí ganarme el temor de mi mayor adversario (aunque fuese un enano). Así que allí acabamos, frente a la cuesta, yo subido a un carrito (no preguntéis de dónde lo saqué) y el umpa lumpa preparado con su skate. Cuando uno de los amigos del crío dio la señal de salida, me impulsé pendiente abajo con un grito de ímpetu, y para mi alegría, dejé al niñato rápidamente atrás. SobreRuedas, al sentirse herido en el orgullo por los comentarios que le iba soltando para retarle a que me alcanzase, cogió carrerilla, y con la mala leche propia de un pequeño diablo, empujó mi carrito de modo que me desvió del camino y bajé por la pendiente que no era. La que iba directa a la carretera por donde transitaban tantos coches. Y entonces se me terminaron los gritos de victoria para convertirse en maldiciones y pedidas de socorro. La velocidad del carrito de la compra ahora era tan descontrolada que temí morir por primera vez en mi vida, pero para mi "alivio", un Jaguar aparcó justamente enfrente de mi trayectoria. Al menos me pararía el auto... Pero saldría disparado por el impacto. Pensando con rapidez, terminé saltando del carrito en el último momento, rodando por el suelo aparatosamente, y al momento siguiente, oyendo el sonido del carrito aboyando una de las puertas del coche. Aún tumbado en el suelo, miré el desatre, y en ese momento, noté a alguien de pie junto a mí que me dio la impresión de que era el dueño del vehículo por su aura de mosqueo.
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Alexander Gontier
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Alexander Gontier


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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyMar Mar 16, 2010 1:35 am

¡Me cago en Dios!¡Me cago en mi suerte!¡Y me cago en el puto criajo de los cojones este!¡Me ha abollado el Jaguar!Uhhh...que mala ostia, con lo bien que iba el día...vengo precisamente de quedar con la dueña del restaurante donde frecuento desayunar...mierda, iba pletórico hoy, pero se tubo que joder, encima ya ni pienso con claridad, hace 46 horas que no echo una cabezadita...cálmate Alex, es un crío...tu has hecho cosas peores en esta vida y más con esa edad...¡Mierda!¡Que no me calmo!Ufff...pero creo que estoy demasiado de buenas para zumbarle...además prometí a mi mismo controlarme un poco...y dar de ostias a un criajo no es un ejemplo de autocontrol digno de un diccionario...pero madre mía...mi Jaguar...

Poco a poco parece que voy consiguiendo reprimirme a base de contar hasta diez en mi cabeza...además la reparación del coche me va a salir por una minucia, al menos para mi...aunque me pregunto si mi seguro cubrirá colisión contra carritos de la compra, aunque si ya me cubrió la reparación por aquel incidente de aparcar el coche en una fuente, supongo que esto no les parecerá ni siquiera extraño viniéndo de la mano del cliente más caótico que habrán tenido en mucho tiempo...pero que se jodan, para eso les pago. ¡Mierda! Diana...hoy iba a recogerla...y voy con el coche hecho polvo, no es que me importe mucho la impresión que se lleve y tal, pero a saber que creerá al verme el coche con una puerta hundida...porque al menos en lo que a mi respecta, no me creería a alguien que me dice que se hizo ese bollo por ser atropeyado por un jodido carrito de la compra. Bueno... ya va siendo hora de pedirle explicaciones al hombrecito aquí presente, con suerte esto tendrá una explicación que me haga sonreír ya que no se por que me da en la nariz que una explicación lógica sería mucho pedir...

-Tío...más te vale que me vayas contando la historia del porqué un carrito de la compra se ha empotrado contra mi coche...y espero que al menos sea divertida-Comento con tono amenazante mirándole indirectamente a los ojos a través de mis gafas de sol negras que me sirven para tapar las ojeras que recorren mi rostro, con los brazos cruzados y una cara tensa como la sonrisa de un rottwiler.
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Darren Owen
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Darren Owen


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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyMar Mar 16, 2010 4:54 pm

Aún tumbado en el suelo, levanté la vista hacia el dueño del auto que me miraba a través de esas gafas de sol tan imponentes propias de un profesional de CSI Miami. Por no hablar de la expresión de su rostro, que aunque estuviese viéndolo a contra luz, me pareció distinguir que le costaba horrores reprimir más de un insulto y golpe contra mi persona. Sin querer esperar a llevarme una patada traicionera, me puse en pie notando todo el cuerpo estumecido por la dura caída del carrito. Seguro que si alguien lo hubiese visto, me habría creído un profesional del riesgo, a lo James Bond. Pero una vez en pie, cuando posé mis dos pies en tierra, tuve que desechar esa idea. El espía no se habría hecho un esguince en el tobillo. Hice una mueca de dolor y fastidio mientras mi miraba el pie herido, y en ese momento el propietario del coche consiguió controlar su ira asesina, pues me pidió explicaciones con un tono bastante decente de autocontrol. Levanté la mirada hacia él, con una ceja arqueada por su última frase, preguntándome si siempre sería así, buscando lo gracioso de cada accidente que sufría su coche.

- Oh, sí. Es super divertido el vandalismo sin sentido. Te lo aconsejo si quieres echarte unas risas.

Le dije con arrogancia, aún cabreado por el juego sucio del criajo que me había llevado a aquella situación. Además, la vergüenza de sentirme engañado por un niño de menos de trece años era razón de más para no querer contarle a nadie lo sucedido, y menos a aquel tipo que no conocía de nada y me iba de simpático. Y antes de recivir respuesta por su parte, una voz chillona llegó desde lejos diciendo a voz en grito "¡Pringado!". Ambos nos giramos hacia el lugar de donde provenía la vocecilla y encontramos una cabecita asomada en lo alto de las escaleras que habían junto a la rampa, mirándonos con picardía. La rabia volvió a mí e intenté ir a por él, pero al primer paso sentí de nuevo el dolor de tovillo y tuve que desistir.

- ¡Enano cabrón! ¡Baja aquí y empújame otra vez si tienes cojones!
- frente a mi amenaza, la cabecita desapareció del firmamento y me dejó allí, aún junto al propietario del coche (que ahora me miraba interrogante) y con ganas de patearle la cabeza al niñato encogido. Solté un suspiro de frustración y viendo que no podía salir corriendo, desistí de seguir haciéndome el chulo y darle una razón de aquel espectáculo al tipo.- Reté a ese crío a hacer una carrera con el carro y me tiró cuesta abajo con toda su mala leche. No tiene más. ¡Tan pequeño que es y la mala ostia que lleva dentro...! Parece imposible.- dijes ésto último para mí mismo, mirando de nuevo el lugar por dónde había desaparecido el maldito, casi olvidándome del coche, pero entonces lo volví a recordar y me giré hacia la puerta abollada, frunciendo el ceño con una mueca de indiferencia.- Y sobre tu coche... No es que me deje llevar por las primeras impresiones, pero no pareces necesitado de pasta. ¿Te parece bien si dejamos todo esto en una anécdota divertida?- le pregunté al fin mirándole con la arogancia de antes, encogiéndome de hombros.
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Alexander Gontier
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Alexander Gontier


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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyMar Mar 16, 2010 11:06 pm

Empiezo a comprenderlo...el canijo este se ha empotrado con mi coche por culpa del piltrafilla ese...cojonudo...ya tengo un bollo hecho en el coche de todas formas, así que creo que el susto que estoy pensando en darle al chaval este, aunque hará que me salga más cara la reparación me la pela, de todas formas...ya que más da un bollo que dos, pero tengo que darme prisa o no llegaré.

-Tú, imbécil, menos bacilar y andando al coche ¡YA!-Le espeto al chico con la voz más autoritaria que puedo poner, soltándo un buen vozarrón en ese impetuoso "¡YA". Al ver que no reacciona doy una zancada hasta la puerta de atrás del coche y la abró con saña, agarrando ahora al chico sin importarme mucho el evidente traumatismo que presenta en un tobillo, visible por su cojera, y metiéndolo de un empujón en la parte de atrás del coche, cerrando detrás de él la misma.

-Coleguita...creeme que lo superdivertido viene ahora...-Comento mientras me monto en el asiento del conductor, mirando por el retrovisor que refleja mis ojos , por encima de las gafas, y mi sonrisa, ambos formando una cara propia de un psicópata a punto de hacer una locura.-Y si...para ti puede que esto se convierta en anécdota.

Meto la llave en el contacto y me pongo bien las gafas de nuevo, arrancando el coche para acto seguido pisar a fondo y dando un volantazo para hacer un derrape que me pone justo en dirección para arriba de la cuesta...es contramano, pero me la suda, al final si que voy a echarme una risilla de esto. -Puto Umpa Lumpa de los cojones...se va a cagar- Acelero lo más que puedo, alcanzando rapidamente una velocidad bastante a tener en cuenta...bendito cambio de marchas automático.

En cuestión de segundos puedo ver al mocoso en el monopatín que se ve que me ha escuchado y trata desesperadamente de correr más rápido que yo...ainsss tierna infancia, un jaguar contra un monopatín...que tierno. Una vez lo he adelantado centésimas de segundo después es cuando me toca presumir de frenos, de modo que derrapo usando el freno de mano y los abs del coche, derrapando en seco delante del niño quedando atravesado frente a él, que al no esperárselo no tiene tiempo de parar y se estrella contra mi coche, callendo al suelo y saliendo despedido el skate.

-Uuu...eso duele-Comento divertido mientras abro la puerta para bajarme del coche, comprobando que el chico ha hecho otro bollo, más leve, a mi coche y que el se encuentra en el suelo con un pequeño chichón. Ahora me acerco a la puerta donde está el otro, abríendole y agarrándolo de nuevo como antes lo saco del coche de un jalón, tirándole al suelo a él también.

-Bien criajos de mierda, al menos me habeis servido para pasar el rato, pero si volveis a joderme ese chichón que tienes, umpa lumpa de los cojones va a ser una suave caricia en comparación...y a ti te digo lo mismo marica- Digo mirando ahora al chico que acabo de tirar al suelo, al capullo graciosillo del carro-Y por cierto, para ser chulo hay que tener cojones...y pasta, y como tú dices lo segundo lo tengo y lo primero...juzgad vosotros, hay os quedais.

Bueno, al menos me he desahogado de la mala ostia...ahora toca irse a casa a dormir para la cita de esta noche, tengo mucha curiosidad por ver como es Diana fuera de su restaurante... Cierro la puerta de los asientos traseros de antes y me monto en el coche, volviéndolo a arrancar y lléndome de allí...me pregunto que percepción de mi tendrán esos chicos... bueno, no creo que muy buena...pero eso también me la suda... Vaya cara tenía el del monopatín...juraría que se ha hecho pis encima...aunque el otro...joder, tenía gracia el tío, en otras circunstancias incluso podría haberme caído menos gordo...
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Darren Owen
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Darren Owen


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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyMiér Mar 17, 2010 1:44 am

Nada más ofrecerle aquella especie de trato en el que únicamente yo salía favorable, el tipo pareció en desacuerdo insultándome y luego apremiándome para que entrase en el coche. Sin enteder nada, le miré como si estuviese majareta y le pregunté con la mirada qué coño estaba diciendo. La verdad es que su bozarrón de paleta de obra me asustó un poco, pero cuando abrió con violencia la puerta de los pasajeros y tiró de mi brazo para meterme dentro sin poder poner muchos impedimentos por el dolor que sufrí al apoyar el pie malo en el suelo al acercarme al coche, supe que me había cruzado justamente con el psicópata del pueblo. Cuando cerró mi puerta y vi que se sentaba en el asiento del piloto, me apresuré a intentar abrir la puerta por la que había entrado. Y entonces oí el "click" del seguro puesto y el mundo se me cayó encima. ¡Joder, aquel hombre estaba como una cabra! No hacía falta más que ver su mirada de loco y esos comentarios que por alguna razón me resultaron lascivos. Temí por mi vida por segunda vez en un mismo día cuando arrancó y empezó a dar volantazos a una velocidad vertiginosa, nada propia para conducir por zona transitada de viviendas. Al menos por ahora no había ningún descampado solitario a la vista... Me acerqué un poco a él agarrándome a los reposacabezas para intentar hacerle cambiar de opinión, quizás de un modo algo desesperado.

- Vale, tío. Quizás para ti sea divertido secuestrar al primero que te chulea, ¿pero no está el mundo lleno de ellos? Porque creo que te saldría más a cuenta dejar a los menores de lado,¿sabes? Si abusas sexualmente de mí podrían caerte unos cuantos años de cárcel, por no contar lo que les gusta a los presos dar por culo a pervertidos como tú. - le expliqué con tono comprensivo para que recapacitase, y entonces caí en la cuenta de un detalle, preocupado.- No serás de los que les gusta que les den por detrás, ¿no?

Y nada más acabar la frase, dio un brusco giro con el volante que me hizo caer hacia atrás y empotrar mi cara contra la ventanilla de la izquierda. Cuando me recuperé de la ostia, me di cuenta de que su segundo objetivo era el niñato que me había hecho estamparme contra su coche. Me volví a incorporar, alerta, viendo sus intenciones de atropellarlo mientras el chaval intentaba escabullirse torpemente y la distancia entre ellos se reducía considerablemente en escasos segundos. Cuando el momento de la colisión llegó, cerré los ojos instintivamente como si el golpe fuese a recivirlo yo, soltando un grito de terror. La sorpresa fue que el conductor desquiciado hizo otro giro de los suyos hasta derrapar e impedir que el niñato siguiese avanzando, acabando por chocarse de pleno contra mi puerta de nuevo. Me pequé a la ventanilla para ver lo que quedaba del crío, horrorizado. ¡Aquel loco acababa de atropellar a un niño! Cuando fui a decirle cuatro cosas, el tipo ya había salido del coche y venía a por mí. Me alejé de la puerta rápidamente y le pegué una torpe patada a una de las manos que intentó agarrarme, pero rápidamente él se hizo con la suya cogiéndome del tovillo malo y arrastrándome hasta fuera por mucho a lo que intentase agarrarme. Una vez en el suelo me esperé lo peor, pero solo recivimos una advertencia y devolviéndome el adjetivo de marica que yo había utilizado con él dándolo a entender, se marchó sin más. Me puse en pie una vez comprendí que lo de psicópata solo había sido una farsa, y cogiendo la primera piedra que encontré, me apresuré a lanzarla contra el coche, ya a unos cuantos metros de distancia. Por desgracia o suerte, fallé. Solté unas cuantas maldiciones contra su persona a voz en grito, y cuando me calmé y me giré hacia el umpa lumpa, vi que él aún estaba en el suelo, al parecer el shock y con los pantalones misteriosamente mojados.

- ¡Oh, venga ya! ¡Te has meado encima!


Le espeté cruelmente mientras le miraba divertido por lo patético de su situación, pero aún así no reciví contestación. Negué con la cabeza, conformándome con que él hubiese salido más mal parado (sí, aunque fuese un crío!), y cuando pasé por su lado y éste se levantó, le empujé sin gran esfuerza y sin pararme siquiera, consiguiendo que de nuevo cayese al suelo. Aún cogeando, decidí irme lo más dignamente posible, encendiéndome un cigarrillo y regodeándome por dentro de haberme quedado con la matrícula del Jaguar. Se iba a enterar...
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Alexander Gontier
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Alexander Gontier


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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito EmptyMiér Mar 17, 2010 1:49 am

Rol terminado ^^

PD: Avisemos a Diana para la segunda parte, que promete dar guerra xDDD
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MensajeTema: Re: Nunca apuestes por un carrito   Nunca apuestes por un carrito Empty

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