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| Un comienzo desalentador | |
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Didier Chicot Humano
Mensajes : 120
| Tema: Un comienzo desalentador Vie Feb 26, 2010 5:33 pm | |
| Los agentes que pasaban por delante de aquel despacho no podían evitar lanzar miradas extrañadas a su interior, todavía no acostumbrados a la persona que provisionalmente se había convertido en su dueño. Algunos se atrevían incluso a quedarse parados, frente a la puerta entreabierta -de madera vieja, algo roída, en la cuál un letrero improvisado rezaba con el nombre de: Detective Chicot- para curiosear a la nueva adquisición del cuerpo de policía. Palabras en francés salían de aquella sala, agitadas y estresadas, señal de que Didier Chicot conversaba con alguien por teléfono. Los agentes rumanos se lanzaban miradas con cejas arqueadas, sin entender una palabra de lo que el detective escupía por la boca... pero si de algo estaban seguros, es que estaba enfadado.
-Sabes que nunca te he pedido nada, Gerard, ¡¿por qué cojones no me puedes hacer este favor?!- El detective caminaba en círculos rodeando su escritorio con el auricular pegado al oído y con ambas manos ocupadas tomando notas en un pequeño cuaderno -El expediente de Suso, solo eso, nada más. Esta archivado, no te afectará en nada. ¿Sabes que podría estar en Bucarest? ¿Qué posiblmente sepa algo sobre él?-
-Déjalo estar Chicot. Suso es una rata, y no tiene ninguna relación con tu hombre... En realidad lo sabes, pero no quieres verlo. Estas desesperado- la voz al otro lado del teléfono sonó hastiada, cansada por la insistencia de Didier. -No me arrastres a tu locura. Te has ido por propia voluntad tras una corazonada, sin fundamentos. No nos culpes ahora por comenzar a ver que te has equivocado-
-No te atrevas, ¿me oyes? No te atrev...-
-Voy a colgar Didier. Au revoir- finalmente, desde el otro lado de la línea el teléfono soltó un par de pitidos mostrando la desconexión.
El francés soltó un corto alarido de frustración, tiró la pequeña libreta contra la pared y colgó el teléfono de un golpe seco. Respiró hondo, llevándose las manos al rostro tapándoselo y frotándose la cara. Permaneció así, en esa posición clavado en el suelo durante un minuto, un solo minuto, en que se dejó llevar por la frustración y se lamentó por lo mal que le iba. Solo un minuto, ya que no podía permitirse más.
Suspiró, más relajado, y miró hacia la puerta. Un par de agentes le miraban con gesto jocoso desde fuera, por la ranura que quedaba abierta. Amablemente Didier se acercó a ellos y les cerró la puerta despacio, pero sin siquiera mirarles, como si no existieran para él. Se medio giró, observando el escritorio repleto de carpetas desordenadas y el tablón que colgaba de la pared, con decenas de recortes y anotaciones que los relacionaban... solo llevaba en esa comisaría una semana, pero daba la impresión de que había pasado entre esas cuatro paredes un año, una vida.
Sin pensárselo más, se acercó al perchero de donde colgaba su cazadora y la descolgo prendiéndosela. Salió del despacho y cruzó la sala de cubículos ante la más que significativa mirada de sus colegas -que, precisamente, no había caído muy bien desde su llegada-, bajó las escaleras al primer piso, atravesó el vestíbulo...
Y se encontró en la puerta principal, bajando las escaleras de piedra respirando algo de aire poco viciado. Rebuscó en su bolsillo el paquete de tabaco, sacó un pitillo, se lo llevó a la boca.
-...Mierda, el mechero- | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Un comienzo desalentador Vie Feb 26, 2010 6:23 pm | |
| Aunque la muerte del padre de Leanne ya estaba mas que discutida en la comisaria, pero ella, de vez en cuando volvía para saber algo mas de aquello, ya que no sabia porque su mejor amigo Erick había preferido y decidido por él mismo ahorrarle todo lo que supusiera un supuesto “trauma” ante el supuesto accidente, y ella una y otra vez había incidido en que quería saber lo que había pasado exactamente, sabia que su padre bebía mas de lo debido, mucho mas de lo debido, y que se podía pasar días sin pisar su casa, cosa que la mayoría de veces alegraba a la muchacha, pero por otro lado ni siquiera en el velatorio le había visto, es mas ni había sido ella la que había identificado al cuerpo, y por eso todo le resultaba mas extraño de lo normal.
Había entrado en la comisaria como si nada, solía hacerlo, para algo su mejor amigo estaba allí, y esa era la excusa que siempre ponía “ Vengo a ver a alguien”, era el modo mas simple de entrar en la comisaria sin tener que hacer ver que te habían robado el bolso o cualquiera de esas bobadas. Después de hablar apenas cinco minutos con el que siempre era su excusa le esquivo diciendo que debía ir al baño, y como casi cada vez intento colarse donde los informes, ante su sorpresa lo consiguió, pero claro estaba que apenas pasarían unos segundos hasta que alguien se diera cuenta y así fue, esta vez era un muchacho joven el que la había encontrado, apenas cruzaron dos palabras, ella alego que se había perdido, que no estaba toqueteando nada, el chico acepto la excusa aunque era seguramente la peor que había escuchado en el tiempo que debía llevar allí, salió con prisas de aquella habitación, despidiéndose del mismo modo de su amigo y caminando por el mismo lugar que la había visto entrar hacia ya algo de rato, moviéndose entre los que andaban trabajando en el lugar, pasando tan desapercibida como siempre, no destacaba demasiado y aquello estaba mas que bien.
Finalmente termino saliendo del lugar mientras colocaba bien tanto su chaqueta como la bolsa que llevaba con sus pertenencias cruzada sobre su pecho. Suspiro profundamente mientras bajaba algo pesadamente las escaleras de piedra que comunicaban la comisaria con el exterior de la calle, sin ni tan solo mirar al frente, observando sus pies para no tropezarse y dándose en el segundo después contra alguien, mas bien contra la espalda de alguien – Mierda... joder... – murmuró, echándose de nuevo hacia atrás, por tanto subiendo un solo escalón de los que había bajado, con la mano en la nariz donde se había golpeado, sin ni tan solo mirar con quien había tropezado en ese momento.
off: el mío no es tan larguísimo como el tuyo, lo sientu u.u |
| | | Didier Chicot Humano
Mensajes : 120
| Tema: Re: Un comienzo desalentador Vie Feb 26, 2010 7:43 pm | |
| Didier entonces dió un respingo, levemente desequilibrado por el impacto que no vió venir, dando un paso al frente, colocando el pie en el siguiente escalón evitando así caer de boca. El cigarrillo saltó de su boca y voló medio metro hacia delante, cayendo sobre la acera de la calle frente a la comisaría. Por un momento, añadió otro mierda dándose cuenta que no solo cayó en la acera, sino dentro de un charquito que lo convirtió en inutilizable. Se giró con traquilidad sobre sus talones, para fijarse en quien había sido el artífice del empujón. Frente a él, subida a dos escalones de la misma escalera, una muchacha se frotaba la nariz con apariencia desorientada.
En su estado, que el detective Chicot -tan extresado, cansado y quemado del trabajo- le gritara con malas formas y la mandara a la mierda podría resultar comprensible... pero él no era así. Vale, perdía los nervios con asuntos relacionados con "Le Chien" con facilidad -que a día de hoy era casi todo lo que le ocupaba- y su caracter se crispaba hasta hacerle actuar como alguien desagradable. Desagradable, pero siempre educado. No, Didier no era de los que pagaban sus frustraciones con extraños, nunca había sido así y pasase lo que pasase no creía que algun día cambiaría.
-¿Estas bien?- dijo frunciendo levemente el ceño, no de forma hosca, sino para fijarse mejor en si la otra había recibido daño -Deberías ver por donde andas chica- no utilizó un tono de reproche, sino uno desenfadado y cordial.
Entonces se fijó mejor en la asaltante de escaleras. Era joven, más joven que él, calculaba que no llegaría a la veintena o recien la cumplió... y le sonó. Ya había estado antes en la comisaría, o la rondaba. En tan solo una semana de servicio en aquel lugar, ya tenía el recuerdo de la chica paseando por los pasillos como si nada, haciendose la sueca. En un primer momento no le echó importancia... pero ahora, se preguntó que haría de nuevo ahí.
Off. no te preocupes, ese post abrumador era el post introductorio xD | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Un comienzo desalentador Vie Feb 26, 2010 8:15 pm | |
| Siguió frotando su nariz, la verdad se había echo algo daño con aquel maldito y ridículo golpe, fuera quien fuera el que había estado en las escaleras tenia la espalda dura, eso fue lo único que llego a pensar la muchacha, un pensamiento algo infantil, pero en ese momento lo único que le había pasado por la cabeza, tampoco era de extrañar, al fin y al cabo intentaba pensar en cualquier chorrada para no ponerse a dar gritos frete a la comisaria de policía por un tropiezo que había tenido.
Después de algunos segundos mas frotándola, intentando que el dolor se calmara un poco dejo su brazo donde tenia que estar, al lado de su cuerpo, pero aun así movía la nariz de vez e cuando, para que el movimiento le calmara de nuevo ya el casi inexistente dolor.
- Si, si, estoy bien – ella simplemente respondió, sin mostrar ningún tipo de sentimiento en aquella frase en lo que se refería a si realmente estaba bien o no, fue casi una afirmación que sonó a negación, algo extraño si empezaba alguien a pensar en ello. Cuando escucho que debía ir con mas de cuidado estuvo a punto de quejarse por aquello, pero había sido culpa de ella aquel golpe así que prefirió callar y suspiro – Lo siento – murmuro, bajando algunos escalones, quedando ahora mas debajo de aquel muchacho, ya en lo que se suponía que era la acera. Empezó a revolver su bolso, sin prestar atención al que también se encontraba allí, definitivamente necesitaba un cigarrillo para tranquilizar sus nervios un poco, mas de mil veces le habían dicho que no fumara, y cada vez que se lo decían le sonaba mas ridículo, ya tenia veinte años, cierto, tampoco era la persona mas madura del mundo, dudaba que ni siquiera fuera la mas madura entre sus amigos y conocidos.
Cuando encontró el paquete de tabaco dejo uno entre sus labios, encendiéndolo luego con rapidez, pero sin soltar aun el paquete de su mano, dio una calada y mientras expulsaba el humo se volteo de nuevo para volver a verle, ahora ella sonrió de manera leve y se acerco un poco, teniéndole el paquete – Creo que por mi culpa tu cigarrillo se ha muerto ahogado, toma uno – dijo asintiendo un poco, para no tener que insistir en aquello. |
| | | Didier Chicot Humano
Mensajes : 120
| Tema: Re: Un comienzo desalentador Vie Feb 26, 2010 9:22 pm | |
| -Gracias- contestó, asintiendo y alargando la mano para coger un cigarrillo. Mientras lo hacía bajó la mirada y vió que la marca que fumaba ella no le agradaba mucho -demasiado suave, pensó- pero tampoco le haría el feo de no aceptárselo. Se lo llevó a la punta de los labios sujetándolo, dejándolo un poco colgando de su boca, y esperó a aque le pasara el mechero. Tengo que comprarme uno pensó. Odiaba el no poder encenderse un pitillo cuando le apeteciese -que era demasiado a menudo y de seguidos- y tener que esperar que otra persona le diera fuego. Prendió la punta del cigarro y dió la primera calada, siempre la más amarga, que inundó sus pulmones para poco después exhalarlo por la nariz despacio. Lo necesitaba, ahora estaba un poco más calmado. Aunque a primera vista parecía que mantenía una actitud relajada, por dentro seguía irritado por su conversación con su compañero de París, Gerard. Un par más de caladas rápidas terminaron por hacerle olvidarse por un momento de la mierda que tenía hasta el cuello.
Parpadeó un par de veces y volvió a mirarla.
-¿Eres familiar de alguien de aquí?- preguntó como si nada, como si de una pregunta del tipo "vaya tiempo hace, creo que lloverá" se tratara. No tenía mala intención aquella pregunta, pero si una doble intención. Por un lado, rompía el hielo ante su nueva compañera de pitillos -tan típicos cuando se fuma al lado de un desconocido- y por otro, intentaba aclarar de forma desinteresada la cuestión de haberla visto ya paseándose por la sala principal de la comisaría, alejada de la recepción donde normalmente los afectados que debían tratar asuntos con la policía se quedaban.
Mientras le hablaba, un par de polis de uniforme subieron la escalera por la vera de ellos dos. Ambos, comentaron algo en rumano, inaudible para ellos, mientras lanzaban unas miradas para nada cordiales a Didier. Hasta la chica frente a él se podría dar cuenta que él con les caía bien a ellos, leyendo en los ojos de los agentes cierto desprecio. El detective se dió cuenta de que aquellos dos tipos lo taladraron con la mirada, pero no se giró hacia ellos ni hizo ningun tipo de gesto al respecto, dejandolo pasar simplemente. En todo momento la miró a ella, ignorando educadamente a los otros, para evitar cualquier tipo de problemas. | |
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| Tema: Re: Un comienzo desalentador | |
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