El dilema de los hermano McGregos [Ryan]

-Perro, perro, perro, perro, perro, perro...- le iba diciendo a mi hermano. Habíamos ido a hacer la compra para llenar la nevera y nos habiamos parado delante de una bonita teinda de animales. Lo empujé hacia dentro. Había muchos perros de muchos tipo. Era una tienda super grande. Yo miraba a cada animalito. Me encantaban.

-Venga hermano un perrito alegrara la casa y será una bonita experiencia..- le decía mientras miraba los cachorritos. ¡Eran tan monos! Y encima no era una tienda muy cara. Miré sonriente a mi hermano y lo miré con ojos de corderito degollado.- ¡Piensa que asi te daré menos porculo!

Cada palabra que indicara que menos le iba a molestar era algo a mi favor. Sabía que podía llegar a incordiarle mucho al igual que sabía que realmente aún andaba enfadado conmigo por lo que nos pasó...pensar en aquel día me ponía triste a si que negé con la cabeza y seguí insistiendole

1,2,3,4,5,6,7,8,9,10...!contar hasta 10 no servía de absolutamente nada¡.Habíamos salido a comprar,porque ya nos ibamos a morir de hambre sin nada en la nevera.Y a mi hermano se le había antojado comprar un perro...¿por qué razón?,sencillamente porque había pasado delante de una tienda de animalitos.Para colmo me empujó adentro.No se para qué,quizás para que me entrara pena o algo así.

-Pero vamos a ver Allen,yo contigo ya tengo bastante.-pero él nada,él seguía insistiendo en que compráramos un perro.Un jodido perro.-Que no, que eso da mucho trabajo.Puede ser una alegría y todo lo que tu quieras,pero es un coñazo.-y no se callaba,parecíamos un matrimonio peleando en medio de una tienda de animales.Pero entonces dijo algo que verdaderamente me convenció de aquello.

-Está bien,pero oyeme con las orejas de escuchar.Si compramos al perro dejaras de darme por culo y además tú te ocuparás de él,¿comprendido?.-estuve señalándole con el dedo índice mientras hablaba.Y después me crucé de brazos,convencido de que atodo quello no era buena idea.Pero ya sabía que no había vuelta atrás por mucho que yo quisiera.

Mientra em reprochaba me acordé de que... si no fueramos iguales la gente creería que eramos una pareja de homosexuales. Le iba a reprocha cuando me dijo aquello. Abrí muchos los ojos y después puse mi rostro en una posición más relajada. Junte las punta de mis dedos.- Excelente.- dije imitando la voz del Señor Burns.

Me di la vuelta y me dirigí a una de las vidrieras. Había un cachorrito muy mono de labrador. Uno era blanco y otro de color negro. Pensé en la de cosas que podríamos hacer: disfrasarlo de Hikamaru, del gato negro de Sailor Moon, de Kero y de muchos más. Sonreí y me giré para mi hermano.- A mi em gusta este.- dije señalando a los perritos. En realidad me daba igual de que color fueran. Me encantaban los dos aunque el blanquito era más bonito. Se le veía más la cara.

-¿Te gusta Soldado?.- le pregunté señalando al perrito blanco. Este se había acercado al crtistal e intentaba morderme el dedo. Miré al perrito y se me cayó todos los huevos al suelo.- Quiero este.

Rodé los ojos al oirlo imitar la voz del señor Burns.Cuando me dio la espalda y se dirigió a una de las vidrieras donde dos perros aguardaban que alguien los comprara.No reparé en ellos,simplemente me di la vuelta yo también y empecé a mirar a todos los animales que había por allí.Pájaros de todas clases que piaban a más no poder,haciendo que aquel sonido se te metiera hasta el oído interno.Ratoncitos,hamsters,conejos e incluso tortugas había en el lugar.Todo esto, hasta que la voz de mi hermano se dirigió hacía mí.

Miré el perro que él señaló,pero yo me fijé en el negro como el carbón que me miraba y daba saltitos dentro de la vidriera,agazapándose para que jugara.Me encantó aquel,aunque el de mi hermano estuviera muy bien,a mí me pudo el negro.-A mi me gusta el negro.-lo señalé por la vidriera,ya esperaba los reproches de mi hermano.-Ya que nos llevaremos un perro por tus caprichos,déjame escoger a mí el perro.-lo miré con cara de pez globo.

Aquel perro tenía que venir conmigo,era tan mono y alegre.Como yo,aunque también como mi hermano,asique ese sería.Pues además era muy bonito,tenía un bonito colo de pelo.Detrás de las vidrieras ambos perros seguían jugueteando con nosotros tras el crital.

Negé rápidamente con la cabeza y observaba severo a mi hermano.- No! si yo lo voy a cuidar yo elijo. Quiero el claro.- dije dando un leve golpecito al cristal que provoco el ladrido del claro.- Miralo! si me ama! Quiero a Este además ya tengo pensado un nombre y tono!.- dije muy serio y me crucé de brazos.- Se llamara Vulpix!.- dije también tono serio aunque mi hermano se reiría. Pero es que aquel pokemon me encantaba.

El dependiente de acercó a nosotros. Era un chaval granoso. Nos propuso al idea de llevarnos los dos uno a mitad de precio. Como los comestibles del Continente. Miré a mi hermano y después al granoso.- De acuerdo! los dos.- sonreí ampliamente

Por mucho que mi hermano dijera que quería al perro blanco,a mi me daba igual.Al final se vendría el negro,encima que tenía que tragar a un perro en casa,por lo menos que me gustara.-Me da igual,encima que estuve de acuerdo quiero el negro.-miré al perrito que tenía aun la lengua fuera del jugueteo que había tenido hace unos instantes.-Además yo tambien le tengo un nombre,Brobi.-mi voz sonó tajante,sin prestar mucha atención a lo que mi hermano decía pues empecé a hablar a la vez que él.

Pero entonces el dependiente nos interrumpió y empezó a hablar de que si nos vendía los dos por uno a mitad de precio.Yo me quedé tras mi hermano haciéndole señales al vendedor de que se callara,de que cortara el rollo de que no hablara más...pero lo soltó todo y mi hermano aceptó el muy jodido.Me llevé una mano a la cara con desesperación.-¿Tú estás loco?,no quería ni uno y ahora me vas a encasquetar dos.-no loco me quedaba yo con dos.

Pero si lo miraba bien,así se acabarían todo nuestros conflictos sobre que color del perro nos llevaríamos.Por otro lado era el doble de trabajo y seguro que me tocaba cuidar de ambos por igual después de esto.Maldita tienda de animales situada en un mal sitio que nos encontramos.Maldito dependiente granoso que nos vende los dos por uno...

-No, no estoy locos ambos sabemos que en realidad soy el más cuerdo de lso dos y así no nos pelearemos a si que los dos.- dije tajantemente y asentí ante la propuesta del dependiente. Él sacó a ambos perrtios de su sitio y nos entregó uno a cada uno. Eran tan monosos los dos. Me encantaban.- Mira los nombres ya lo tenemos el negro se llamara Brobi y el clarito se llamara Vulpix.- dije con una sonrisita.- Si es que en realidad estaba todo planeado ¿verdad amigo?.- le dije a Vultix.

Le meti la mano en el bolsillo a mi hermano y saqué su cartera cogí un poco de su dinero y se lo devolví para después coger del mio. Lo pagaríamos entre los dos. Caminé feliz hasta el mostrador.- Soldado, tendremos que comprarle, collares, correas, cacharros para que coman y beban y unas camitas ¿no? .- dije volviendome y mirando la tienda. Había muchas cosas.... sabían que los dos labradores se acabarían poniendo muy grandes por lo que había que comprar la cama grande.

Encontré un cojin que me recordaba a una cama japonesa. De estas que se ponian en el suelo.- Mira esa!.- dije señalandolo- ¿te mola?

Resoplé como un caballo cuando el dijo que era el más cuedo de ambos,claaaaaaaaro y yo era el rey de Inglaterra amigo.No te jode...si el estaba cuerdo yo verdaderamente estaba para que me encerraran en una habitación acolchada de un manicomio.No obstante me quedé callaso y no hice ningún comentario que pudiera ofender a su persona.Entonces el dependiente nos dio los perros,el negro a mí y el blanco a él.Este pareció ponerse un poco tenso al contacto conmigo,le solía ocurrir a los animales.Pero pronto pareció más contento,comprendiendo que yo no le haría daño y empezó a lamerme la mano.-Si ya claro todo planeado,tú lo tenías todo planeado.-suspiré mirándo al perrito que ahora descansaba en mis brazos.

No pude defenderme cuando sacó dinero de mi bolsillo.-¡Encima la broma me cuesta el dinero!.-ahora sí que no había vuelta atrás...y ahora tenía razón mi hermano,comprarle todo lo necesario para que ellos estuvieran bien.-Pues nada,coge lo primero que veas y largémonos de aquí de una vez.-pero él se detuvo en una cama que parecía friki,exactamente como él mismo era.-Me parece algo...rara,seguiré mirándo por otro lado.-solté al perrito en el suelo,el cual empezó a seguirme por la tienda.Encontré una cestita con un cojín dentro,la mar de bonita y la verdad era bastante cómoda por lo que parecía.-¿Qué dices Brobi,te gusta?.-él ladró contento mirándome.

-Esta será entonces.-cuando ya tuve todo lo necesario para él,un collar azul,junto conuna correa del mismo color,platos para que comiera... fui hasta la recepción y pagué.DEspués le puse el collar y la correa a Brobi y me acerqué a mi hermano.-Nosotros ya estamos.-me cruce de brazos sujetando la larga correa que le había comprado a Brobi,el cual mordía mis zapatos.

Ignoré a mi hermano. Se... hablando con el perro. Sabía que en realidad le gustaba la idea aunque el nucna loa dmitiría ni en voz alta ni baja. Le cogí ese cojín tan friki, una correa negra que tenía dibujados huesesitos en blanco y una correa normal. De las de toda la vida. Le cogí unos platos normales que ya em encargaría de decorarlos yo y los pagé. Le puse la correita a Vulpix.- Yo también listo ¿verdad Vulpix?.- el perrito pareció entenderme a la primera y me ladro. Salimos de la tienda con los perritos y las cosas.

Me quedé afuera y miré a mi hermano.- Olle.... ¿dónde se quedaran? El salón es grande... pero lo suficiente para los dos perros...- estaba claro, ninguno de los dos perros entrarían en mi habitación especial. No quería que acabara comiendose a Joda o a Naruto. No era de mi agrado.

Una vez todos estuvimos listos,salimos de aquella tienda.Y esperé que no se le antojara comprar ningún otro bicho más,con dos ya teníamos suficientes y nos sobraba incluso.Cuando estuvimos fuera,empecé a caminar,con el perro siguiéndome porque lo tenía atado.Nunca me acostumbraría a esta clase de cosas,sobre todo cuando yo podría ir de igual manera...sonreí por ese pensamiento tan absorudo que se me había ocurrido en aquel momento.Cuando escuché la pregunta de mi hermano me quedé pensativo.

-Pues que uno duerma uno en tu habitación y otro en el mío y santas pascuas.-tampoco era muy difícil de deducir el tema.Los platos de comida a la cocina y que los perros andaran donde les diera la real gana,que para eso eran pequeños y tenían que tener libertad.-Lo que yo me pregunto es donde los vamos a emter cuando empiecen a crecer,y sean igual de altos que una mesa.Eso me preocupa más que donde se quedarán.-era una granpregunta aquella.

Ambos vivíamos en un retacado apartamento,estaba bien para dos personas como nosotros,pero no para dos personas y dos perros enormes que necesitarán un espacio vital normal.-Pero eso,lo dejo que lo pienses tú.El de la gran idea.-le sonreí sarcásticamente,pasaba de comerme el coco en ese momento ni nunca,que él pensara en ese detalle a partir de ahora.Yo me desentendía.

Me puse a pensar.- Bueno, realmente pueden seguir dormiendo en el salón. solo habra que sacarlos más tiempo para que se casen y que el tiempo que esten en casa estan descansando. Si quieres te los puede sllevar a correr o cando yo me valla al parque para hacer de las mías... pues que vengan conmigo. No hay nada como dos perriros bonitos para atraer a las chicas.- bromeé.

Caminaba al lado de mi hermano y la gente nos miraba. No era normal ver a gemelos con perros muy parecidos, si no contamos el color, era realmente curioso aquello. Me intenté imaguinar lo que la gente pensaba. Miré a mi hermano... siempre hablabamos de tonterias.- olle, ¿qué has hecho desde que has llegado?.- no sabía nada. Ni siquiera nos preguntabamos cuando uno salía a donde había ido.

Era una buena idea,supuse.Si no tendríamos que acabar dándolos a alguna parte en la que pudieran estar mejor.Dado que eran perros grandes.-Bueno,esperemos que eso solucione el problema.-no tenía problema en llevarme a los perros a correr.Después de todo ellos también necesitarían ejercicio tanto como yo.Y no me molestaban a la hora de correr,solo esperaba que no me dieran demasiados problemas.

Luego seguimos andando,con un silencio que no me incomodaba.Nunca me incomodaban los silencios,asique mejor para mí.Pero entonces él habló,preguntandome que clase de cosas estuve haciendo desde que llegamos.-Pues...lo normal supongo,trabajar mucho y salir a dar paseos.Ya sabes que siempre hago lo que me da la gana,asique casi me paso los días fuera de casa incluso los días laborales.-sonreí,era la verdad nadie me decía nada,pero era tremendamente despreocupado en ese sentido.-¿Y tú qué?,no te he visto el pelo nada más que para dormir en mucho tiempo.-algo tenía que haber estado haciendo para estar tan entretenido.

Lo esuché, me imaguinaba que no me contaba muchos detalles. O no quería o no los habías y prefería pensar en lo segundo.- Bueno yo...sigo buscando trabajo- dije eso con cuidado... sabía que mi hermano me mataría. Yo todavía no tenía trabajo.-Me reencontré con un vieja amiga... y conoci a una chica que me llama mucho la atención. Es bastante rara... es una lobita.- sonreí. Recordé el dia en el bar. La verdad que era un ejemplar bastante raro y sádico.

-Pero no creo que funcione lo nuestro por lo que solo llegaremos a ser amigos....- le dije simplemente y seguí caminando. Con la mirada clavada en el suelo. Notaba como Vulpix mordía el bajo de mi pantalón de vez en cuando. Era bastante graciosillo. Pero no le hice ningun movimiento brusco dejé que siguiera a lo suyo. Ya se cansaría.

Seguramente mi hermano se hartaria de preguntarme cosas. Y se las pensaba responder a todas por lo que intenté recordar todo lo posible para que pudiera tener más información.

Vale,primero lo de que no tenía trabajo.Este chico tenía que encontrar trabajo,pues yo podía mantenernos a los dos con lo justo pero ahora que teníamos dos bocas más que alimentar-instintivamente miré a ambos perros-la cosa se tornaría difícil.Pero agardé,no hablé hasta que él terminara de hacerlo.Me explicó que había una chica que le había llamado la atención,pero que nunca llegarían a nada.Por las razones que fueran no congeniaban o eran tan parecidos que se repelían,o esa fue la idea que me hice.

-Bueno,primero de todo tengo una oferta de trabajo para ti.-lo había estado considerando y probablemente estaría bien que mi hermano trabajara junto conmigo en el periódico.Como diseñador gráfico o técnico,lo que él eligiera.Para algo tenía enchufe.-Y segundo,lo de la chica,me resulta muy extraño que tú precisamente me hables de este tema a mí,pero bueno me interesaré porque realmente me preocupo por tu felicidad.¿Cuál es el problema entre ella y tú para que no haya nada más?.-esperaba que me diera una razón de peso para eso.Si no le diría que insistiera con ella,si no para nada serio para algo que no lo fuera.

Me resultaba muy raro pensar en esas cosas,¿en darle consejos a mi hermano sobre mujeres?yo no servía para esas cosas.Pues había tenido pocas relaciones serias por no decir ninguna.

¿Oferta de trabajo para mi? ¿Dónde pensaba meterme mi hermano? De puto... mira la parte positiva es que ya tenía el sida y no lo podía cogerlo otra vez. Era una broma un poco malévola pero a veces se me iba la pinza.- Bueno, y ¿qué es ese puesto? Digo de antemanos que si hay que ir bien vestido y afitarme no voy.- le dije con eld edo levantando y señalandolo. Odiaba tener que cambiar de aspecto para eso.

-Veras, lo de la chica. Es borde y un tanto rara. Pero eso es lo que me gusta y no es precisamente lo que me impediría tener algún tipo de relación, que no sea amistad, con ella. Pero...- odiaba esa barrera.- Digamos que tiene unos ciertos gustos sexuales. Que a mi no me importaria provar. Pero que... puede llegar a ser peligroso para el contagio. Es un tanto sádica y dice que le gusta morder y esas cosas. Y paso de que alguna herida mía toque alguna herida suya y acabe contagiandose. - suspiré. Odiaba eso. Aunque la gente se creía que lo llevaba bien no era así. Tenía que estar pendiente de muchas cosas. Incluso con mi hermano aunque él no se daba cuenta. Nuna tocaba sus cosas y había decidio tner mi propia taza para que si alguna vez...no contagiarle a mi hermano a atraves de malditas heridas. Incluso cuando me cortaba con algo. No le dejaba que se acercara.

Bueno era evidente que no pretendía que mi hermano cambiara de aspecto si él no quería,además ya se sabe,los informáticos son muy frikis...o eso se dice.Él desde luego da el tipo.-No tendrás que afeitarte ni nada parecido,puesto que lo que yo te ofrezco es un trabajo en mi periódico.Podrás elegir entre técnico o diseñador gráfico,yo te haré el enchufe.-me encogí de hombros,esperaba que al menos considerara que trabajar en el mismo lugar que yo no era nda malo.

Oí todo lo que me tenía que decir acerca de aquella extravagante chica con la que se había topado.Y los problemas que tendrían dado a su enfermedad y a los propios gustos de ella,odiaba admitir que eso era una barrera en toda relación que él tendría siempre.-En ese caso,creo que tendrás que dejarla pasar.-era un hecho,no se podía permitir contagiar a nadie.No era algo que debiera tomarse a la ligera y eso él lo sabía,tenía que aprender a elegir a las personas condicionadas por sus gustos y lo que él podía verdaderamente ofrecer y,desde luego todo aquello no sería buena idea.

La cosa era seria,sabía que todo eso le afectaba.Pues a todo el mundo le afectarían esas cosas,y más él con la personalidad que tenía.Igual sería cambiar de tema.-Allen,antes que se me olvide.El otro día cuando fui al hospital a por tu tratamiento,me encontré con Alex y tras hablar con ella salió el tema de ir los tres juntos a Nibelheim.Supongo que te apuntas ¿no?.-estaba claro que si vendría,o eso creía yo.

Miré de reojo a mi hermano. Eran muchas cosas que me había dicho y debía contestar ordenadamente. Si no se me iría la pinza y acabaría por no contestarle a nada.

-Veras, tarbajar contigo es algo que no me importaría... ¿pero sabes qué es tenerme casi las 24 hora de cerca? Sería como si volviesemos a la época de nuestra infancia. Donde caíamos en la misma clase y cuando dormiamos en la misma habitación...vale.- dije al final.- Trabajaré contigo como diseñador o técnico. Para ahorrarte dinero.

Cararspeé.- Bueno, respecto a lo de esa chica. Lo intentaré pero no sé como saldrá las cosas y..- sonreí.- ¡Claro qué iría contigo y con Alex! Hace mucho que no la veo ¿cómo está?.- le pregunté con curiosidad. Me entraron muchas ganas de verla.

Un momento,de repente me estaba arrepintiendo de lo que le había propuesto...que no,en realidad me daba igual pasarme con él 24 horas del día.Además allí no nos veríamos mucho.-No te preocupes si verme me vas a ver poco por allí.-ya sea porque no vaya porque no me salía de las narices o ya fuera porque estaba en plantas distintas donde él tenía que trabajar...el caso era que no me vería mucho por allí.

Bueno,al menos pareció alegrarse del hecho de salir con Alex igualmente.Eso ya lo sabía yo desde un principio,asique no se de que me extrañaba.Solo me extrañaba que él no la viera desde hace mucho tiempo,teniendo en cuenta que es su mejor amiga - y que yo la hubiera visto hacía un escaso día,que se supone que no éramos tan amigos.Las cosas de la vida.-Bueno pues entonces,llámala y confirmale que iremos ambos.-supuse que eso sería más normal que la llamara yo en mi condición de amigo.

-Ea pues nada ya no te tengo nada más importante que decir...creo.-me quedé pensando mientras seguía caminando.Entonces vi una heladería...¿por qué no?.-¿Te apetece un helado?.-me paré y señalé con la mano la heladería que se encontraba a pocos metros de ambos.

De acuerdo la llamaría tan pronto como llegaramos a casa... ups! eso lo pensé no lo dije... da igual. Él se daría por sabido que lo haría. Miré a mi hermano. Era como mirarme al espejo. Pero con un look de vestir diferente. ¡Je Je Je! que gracioso...

Dijo una plabra mágica helado. Abrí los ojos.- ¡Claro! ¡Lo quiero de pocholate!.- reí y le cogí la correo de...no me acordaba del nombre del perrito negro... Ya se lo preguntaría más tarde. Miré a Vulpix que se estaba dedicando a moderme el cordón del zapato. El maldito había conseguido desatarmelo. Desde luego era realmente listo. Me encantaba.

Boztesé. No le había contado a mi hermano que cuando conocí a la chica... llevaba varios días sin tomar mi medicación. Ya había empezado de nuevo pero estaba mala de la garganta y sabía que el helado no me vendría bien... pero es que era helado de chocolate >.<.

Cuando me quitó al perro de las manos,entendí exactamente el mensaje."Ve tú a comprarlos que a mí me da la risa",levanté una ceja y fui a la heladería.Encima me tocaría pagar también,bueno pensaba que podría hacer eso por mi hermano,después de todo era un simple helado de chocolate.

Me puse a la cola a la espera de que me tocara y compré uno de chocolate para él y uno de vainilla para mí,no entendía como siendo gemelos podíamos tener gustos en las cosas tan diferentes.A pesar de que a mí también me gustaba el de chocolate,pero eso era caso a parte.Fui hasta él y me paré enfrente suya.-Aquí tienes de chocolate como le gusta al señorito.-le tendí el helado mientras comía algo del mío,que por cierto estaba bastante bueno.

Después de eso,cogí la correa de Brobi de nuevo y me quedé parado.-Bueno ¿qué,nos vamos?.-en realidad tenía ganas de llegar a casa de una vez por todas.

Cuando mi hermano se fue a comprar el helado mi mente se llenó de pensamientos sobre aquel día. Narvla había dejado una marca en mi.. ¿había llegado a ser un día especial? En realidad no sabía si era especial para ella. Aunque había algunas papeletas que me decían que sí... Suspiré.

Pronto me vi distraidos de mis pensamientos. Mi hermano acababa de llegar con mi helado. Rico, rico. Le di a su perrico y tomé mi helado. Metíendo la chuchara y sacando un buen trozo para metermela en la boca. Noté lo frío que estaba y fruncí el ceño. Y tragé. Soltando el aliento.- ¡Qué frío!...- dije y rápidamente seguí comiendo.

-De acuerdo, vamos para casa.- le dije y reanuré la marcha. Caminaba alegremente. Si estaba con chocolate yo era felliz.. aunque esos e veía a leguas. Amaba el chocolate y el me amaba ami.. lo sabía. Era amor verdadero pero Chocolate nunca lo diría en voz alta. Aunque yo si lo había admitido....

-Hermano..- dije casi llegando a la casa...- me prometes que verás conmigo esta noche ¿Donie Darke?- terminé mi helado y busqué una papelera. Y hasta que no di con una no solté el helado. Volví con mi hermano... ya casi estabamos en la puerta