Esto se llamaba.. ¿Iglesia no?

Terminó de llenar aquel recipiente con el agua que su camiseta iba escupiendo al retorcerla y retorcerla tanto como el podía.No estaba seco,ni mucho menos,pero almenos ya no iría goteando todo el suelo a mi paso.Como todo chucho,Evan odiaba la lluvia con todas sus fuerzas.Si,le gustaba verla,era preciosa,pero aquello de encontrarse bajo ella le ponía de una mala hostia increivle.Aun que para mala hostia,la que le vino cuando quiso darse cuenta que la fuerte música que retumbaba en sus timpanos se había silenciado.

Nervioso, sacó el mp4 del bolsillo y empezó a toquetearlo todo,dando-le incluso pequeños golpes para ver si reaccionaba o algo,pero nada Joder, ahora esta mierda no tira! exclamó,maldiciendo su suerte y condenandose al infierno por utilizar aquel lenguaje en "la casa de dios" ,pero con toda la gente a la que había matado,por su cuenta en Londres,y junto a la manada en Bucarest, seguro que tenía ya una suite esperandole en el maldito infierno.

Vale,estaba chorreando y el mp4 se le había jodido,pero debía relajarse.Se acercó a uno de aquellos infinitos bancos donde la gente se sentaba a rezar y dejó reposar su trasero sobre la madera de este.Soltó un pequeño suspiro,metiendo la mano en el bolsillo de la chaqueta y sacando de ella un paquete de malboro,con el papel medio roto por culpa del agua.Lo abrió y rebuscó entre los cigarrillos el que estuviese menos mojado.En realidad todos lo estaban,así que cogió uno cualquiera y prendió su zipo,pasandolo por el papel para que se secase un poco.Después de aquello atrapó entre sus labios la boquilla de este y prendió ante la mirada de una monja que se planteaba si echarle.

Entonces,más calmado y con el humo en sus pulmones haciendole sentir mejor pudo darse cuanta de un caracteristico aroma que llegaba hasta su nariz,allí dentro había un lobo.Alzó la mirada,buscando donde demonios estaba aquel ser de su raza dentro de aquella Iglesia.Miraba de un lado a otro,rastreando como mejor sabía hacer,pero por mucho que miraba entre las columnas y estatuas de santos etcétera no veía a nadie.Olfateo mejor,intentando averguar de donde venía aquella olor tan especial,y su origen parecía estar por arriba,en alguno de los bancones pero.. ¡JÁ! como había pocos..

Su olfato no le daba más que unas simples indicaciones de la dirección en la que se encontraba aquel lobo -o loba- ,pero de todos modos no lograba verle y aquello me ponía nervioso.Empezó a dar golpecitos contra el suelo con la suela de sus bambas tambien mojadas,mientras iba soltando el humo y a través de él observaba la iglesia,y cada lugar en el que se podía encontrar aquel licántropo.En otra situación lo más seguro es que se hubiera limitado a ignorarle,pero no podía ser así en aquel caso. Quien quiera que fuese tambien le habría olido a él,y le reconcomía la curiosidad de por que se ocultaba.

Entonces fue cuando vio una paloma que salía volando de repente de uno de los blacones,como si huyera de algo,y esbozó una pequeña sonrisa.En ese momento hubiera apostado cualquier cosa a que se hallaba allí quien el buscaba.Dando una calada más observó un poco el terreno.El banco,aquella especie de cabina donde la gente se confesaba,una columna con salientes y finalmente el balcón,podía subir por allí.Podía,he dicho,pero cuando echó un vistazo todabía estaba aquella monja observandole y sería demasiado cantoso el hacerlo,además, aquella entrada tan de chulito no le iba demasiado.Así que se limitó a soltar un suspiro y tomar la opción B,las escaleras.

Estaban enroscadas entorno a una columna,en forma de caracol y echas de madera,bastante clásicas.Las subió poco a poco y esperando por que a aquel alguien no le saliese la vena violenta y le tirase algo a la cabeza.Entonces llegó arriba y,asomando la cabecita por el marco vio allí a una chica que,a primera vista,parecía encantadora e inofensiva.Así que,más tranquilo,se atrevió a subir el ultimo escalón y entrar por completo en el balcón.Le miró desde su posición,analizante y subiendo una mano para rascarse el cuello,estrujando sus escasas neuronas para saber que demonios decir-le.

Su peresencia no pareció alegrar mucho a la chica loba, cosa que no sento muy bien a el muchacho de los tatuajes.Aún así,el se esforzó en achacar aquel bufido a cualquier otra chorrada que pudera haber pasado por la cabeza de la muchacha y se dispuso a iniciar una conversación con ella,cuando le cortó con ese comentario tan borde que,acompañado de esa cara de malas pulgas ponía la piel de gallina.

Eso es un peluche.. murmuró el chico algo nervioso cuando escuchó el mote que les daba Aun que en realidad es osos amorosos,no lobos y.. cantan cuando los estrujas.. apretó el puño para complementar su explicación.Negó con la cabeza al ver que acababa de quedar en ridiculo y llevó el cigarrillo a sus labios,dando una larga calada de la que después soltó todo el humo

Miró a su espalda para asegurarse de que la pared seguía tan cerca como la recordaba haber visto y se dejó caer,apoyandose en ella Si quieres estar sola,será que.. ¿Te pasa algo? preguntó mientras se mordía el labio, algo preocupado por la chica.Aun que no la conociese de nada, pensaba que alguna razon tenía que haber para que fuese tan rancia sin motivo alguno..

Allí fuera se escuchaba como la lluvia seguía taladrando insistente contra las enormes vidrieras por las que la luz podía entrar a aquel lugar tan tétrico que a Evan le daba algo de mal rollo,pero por ahora no tenía más opción que quedarse allí junto a una enorme figura de un tipo sangrando en una cruz,era eso o arriesgarse a coger una pulmonía. Y quizás se le pasara rápido el tiempo de estar en buenas compañías,pero con la mala leche que tenía aquella loba no podrían hacer muy buenas migas,como se dice.

Ladeó la cabeza cuando una bocanada de humo chocó contra su rostro,provocando que sus ojos se irritasen un poco y del izquierdo aflorara una pequeña lagrima que no tardó en secar con una rápida pasada de su dedo indice.Soltó un pequeño suspiro,alejandose de ella para evitar que aquella muchacha tan borde volviese a molestarle con alguna de aquellas acciones y le dio un toquecito a su cigarrillo medio consumido para que la ceniza cayese al suelo.

Entiendo.. murmuró al escuchar su explicación,tensando la mandibula por la rabia que le daba el echo de que se hubiese comportado así,cuando el solo se había preocupado por ella,algo que debería agradecer teniendo en cuenta el mundo de egoismo en el que vivía,donde cada uno iba a la suya importandole una mierda el resto Eres así de gilipollas con quienes intentan ser amables ¿no? dijo en un tono bajo,como una reflexion persona expresada en voz alta mientras deslizaba su espalda por la pared hasta quedar sentado en el suelo de cara a ella.

El blanquecino humo escapaba poco a poco de los labios del chico,dejandose llevar por las tenues corrientes que pasaban por aquella iglesia.Seguía allí con ambos brazos reposando sobre sus rodillas y mirando alternadamente la decoración de la iglesia y aquella chica loba tan borde con la que había topado por casualidad allí dentro.Se fijó en su pié,y en como este marcaba un ritmo que se le llegaba a hacer familiar,pero no lograba reconocerlo.

Alzó la mirada a sus ojos imponentes e hipnoticos cuando le escuchó hablar No deberías pensar así.. Vale,hay mucho capullo suelto por el mundo,pero tambien hay gente que se preocupa por los demás.. incluso por ti.. murmuró el chico del flequillo hacia el lado,casi susurrando la ultima frase y después de ella soltó un audible e infantil bufido que dejaba ver lo poco que le gustaba la actitud seca y desconfiada de la dama con un extraño tono del cabello.

Miró a la chica levantarse y negó sutilmente con la cabeza,moviendola de un lado a otro.Igual sería mejor que se marchase,pero de todas formas le sabía mal no haberse podido hacer su amigo por culpa de que la lobita tuviera tan malas pulgas.Entonces,cuando le vio por detrás,se paró a leer aquella frase que sobre sus riñones se veía con esas letras tan "guays" Lista para la tormenta.. tradujo con un bajo tono de voz y justo en tonces el sonido de la lluvia que taladraba las tejas fue silenciado por un autoritario trueno que con su fuerte ruido pareció obligarles a callar por unos instantes Eso espero.. murmuró con cierta ironía,ladeando la cabeza para mirar al exterior por un ventanal.

Entonces escuchó un ruido que,pese a no llegar a ser tan fuerte como los truenos,le exaltó de todos modos y ladeó la cabeza para ver de que se trataba y una carpeta reposaba abierta en el suelo y rodeada de hojas con extraños dibujos,una de las cuales se deslizo por la madera hacía rozar la mano de el chico que descansaba en el suelo.La cogió y lleno de curiosidad ojeó lo que había.La miró de forma analítica cerca de cinco minutos,antes de morderse el labio inferior y en un suabe murmullo soltar un Mola..

Tampoco es que dejes hacerlo.. dijo jugando con el dibujo que sus dedos sujetaban.Evan había intentado ser amable,y sin ningún interes personal más allá de la educación y las normas morales,pero si cuando el se preocupaba por ella la chica le mandaba directamente a la mierda,la verdad es que dificilmente se podía seguir siendo amable después de eso.De todos modos quería seguir intentandolo.Por que la chica parecía agradable en el fondo,para demostrarle que no todos son unos capullos,y principalmente por que tendría que pasarse un buen rato allí metido hasta que la lluvia cesase y no quería hacerlo discutiendo.. claro que todo dependía de la chica y de como le tratase,por que todos tienen un limite.

Así que eres irlandes.. murmuró registrando aquel dato en su disco duro,dibujando una tenue sonrisa en sus labios por haber averiguado algo más de aquella muchacha Eso,y que eres una chica fuerte.Eso es bueno,hace falta ser fuerte para sobrevivir en este mundo de locos.. comentó analizando cada uno de los detalles del raro dibujo que sostenía en su mano Ahora solo me falta saber tu nombre dijo mordiendo-se el labio,alzando la vista a los ojos de la curiosa chica y esperando que aquella especie de "indirecta" llegase a la chica como la pregunta que quería él hacer.

Cuando escuchó aquello asintió y bajó de nuevo la mirada.Se inclinó un poco y de las ojas esparcidas por el suelo recogió unas cuantas,a penas cuatro, y las fue mirando de una en una No se mucho de celtas.. confesó,pasando a la siguiente hoja y analizandola tambien con curiosidad Pero molan dijo mirando por un instante a la chica,ofreciendo su mejor sonrisa.

A fuera la tormenta no hacía más que intensificarse,cada vez sonaba con más fuerza el impacto de las gotas contra el tejado,dando la sensación de que en cualquier momento una de ellas pudiese atravesarlo,romperlo.Aún así,y en cierto modo,ese sondo resultaba incluso relajante,pues era la naturaleza lo que lo causaba y la harmonía que la lluvia transmitía tansolo se podía comparar con la sensación que tenía cualquiera de su raza al observar la luna llena,esa calma interna,eso de soñar por un instante que el mundo que nos rodea es totalmente puro.Sencillamente,adoraba la lluvia.. pero no estando bajo ella,o almenos no en forma humana y es que ser un lobo cabalgando bajo ella con el pelo empapado le hacía sentir libre,bien..