Los malos dias siempre los pagan los clientes (Tabhyta) +18

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Tras todo lo ocurrido por la mañana con Tabhyta, me habia ido a casa, me habia duchado y me habia metido a dormir. Hacia apenas una hora que habia llegado al Nibelheim, donde aun con el local cerrado me esperaba todo el equipo de seguridad. Habia repartido las ordenes y me habia ido al callejon a fumarme un puro antes de que comenzara mi jornada, intentando calmarme pues habia estado todo el dia malhumorado y no debia de seguir asi, ella habia jugado conmigo y ya me las pagaria, ahora debia centrarme en mi trabajo y dejar los problemas fuera.
Cuando mire la hora, vi que el local acababa de abrir asique volvi para adentro viendo como las primeras personas entraban al bar, apoyandome en una esquina, observandolas entre las sombras esperando a que como era habitual comenzaran las broncas, los robos y todas esas cosas que solian pasar aqui una noche. Ademas, alli tal vez Tabhyta no me viese, al menos yo no queria verla, su comportamiento habia sido del todo mezquino, sali de mi escondite para pedirle a la camarera una botella de agua, tenia sed y no queria beber mientras trabajaba. Me bebi el botellin de trago, dejandolo en la barra y volviendo a mi esquina esperando a que fuera necesaria mi actuacion

Por la esquina de la calle, una harley tomo la curva demasiado acelerada, una carcajada se escucho mientras se apagaba el motor frente al aparcamiento de la dueña del Nibelheim.
Baje de la moto de un saltito, sacándome el casco y moviendo mi melena suelta. Una sonrisa dibujada en mi rostro resaltaba de todo mi aspecto. Iba vestida cómodamente, y lo mejor era que hacia buen tiempo. Sonreí al joven que vigilaba los aparcamientos dándole una palmada en el hombro mientras me adentraba hacia la oscuridad del local.
EL infierno estaba iluminado como de costumbre por las luces rojizas que le caracterizaba, dentro ya se palpaba el ambiente. Una pareja de borrachos comenzaban a pelearse y justo pase por el medio. Con buenos reflejos, le saqué la botella del whisky partiéndosela en la cabeza a uno de ellos.-Silencio, tengo jaqueca-era verdad, pero ante todo era que me apetecía joder. Me había levantado de buen humor y eso me hacia más cabrona.
Camine hacia la barra ignorando a mi jefe de seguridad que allí se encontraba y pedí un café, sentándome en el taburete.

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Me dirigi hacia los borrachos justo cuando se acerco Tabhyta a la barra, cogiendolos a ambos del cuello de la camiseta y como ya era costumbre, sacandolos por la puerta trasera, seguido de tres seguratas. Una vez fuera, comprobe que al que Tabhyta le habia roto una botella en la cabeza no estuviera muy mal, no era bueno para su negocio que alguien muriera a pocos metros de alli desangrado. Despues, dos de los vigilantes trajeron una furgoneta negra, donde tras propinarles unos cuantos golpes hasta dejarlos inconscientes se los llevaron, para alejarlos de alli mientras que yo me frotaba las manos un par de veces antes de volver a entrar al local, hablando con el segurata que habia entrado tras de mi, no queria muchos lios aquella noche, asique le pedi que se encargara de todo y que si necesitaba algo me llamara. Despues, disimuladamente me meti en el almacen, sentandome contra la pared oculto por unas cuantas cajas de bebidas, sacando mi machete y paseando mi dedo por el filo de este pensativo, deberia de haberme tomado el dia libre, ver a Tabhyta hacia que por un lado, me entraran ganas de repetir lo ocurrido en su salon, pero por otra, me entraban ganas de mandarla a la mierda, no entendia porque se habia comportado asi conmigo desde el principio, ¿acaso no era puntual? ¿acaso no habia intentado llevarme bien con ella? ¿acaso no le habia gustado lo que habiamos hecho? mi conclusion es que simplemente era una zorra egoista, pero seguia teniendo ese algo que me atraia.

Echaron a los borrachos y el local se quedo en calma, como de costumbre su ambiente normal. La joven camarera me sirvió el café y bebí un pequeño sorbo percatándome que Làszló se iba al almacén.
Eso si que no… a perder el tiempo no. Llamé a uno de los seguratas que se acerco hacia mí con algo de miedo.-Cachorrita…-murmuró agachando la mirada por temor a mi mal genio.-Llama a tu jefe, no pinta nada en el almacén y le dices literalmente que sino sale de allí iré hacia allí y le arrancaré la cabellera con el machete ese que tiene.Comenté finalmente con algo de crueldad. Aunque en el fondo una sonrisita traviesa se dibujaba en mi rostro. Lo de la noche anterior estuvo bien…pero mi salida triunfal seguro que lo dejo K.O. El segurata se fue hacia el almacén.

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Al entrar el de seguridad al almacen, me levante apareciendo entre las cajas, fulminandole con la mirada, mas le valia que ocurriera algo realmente grave para que viniera a molestarme.
- La bruja me ha dicho que vayas Lászlò - escuche decir a mi subordinado, ¿la habia llamado bruja? eso le habia salvado, sonrei al escucharle acercandome y dandole una palmada en el hombro - tranquilo, vete a seguir trabajando Mike, que yo me encargo - le conteste viendo como salia de alli y respirando con fuerza un par de segundos antes de salir del almacen. Hice como si que la buscaba con la mirada, aunque sabia perfectamente en donde se encontraba.

Cuando "la vi" me acerque hacia ella, sin prisa alguna, con las manos en los bolsillos hasta que llegue a su lado, apoyandome en la barra con uno de mis brazos - ¿que quieres? - le pregunte secamente mirando hacia otro lado, no queria que viera en mi mirada lo que pensaba asique fije mi mirada en las botellas al otro lado de la barra.

Podía oír perfectamente, mis sentidos estaban más desarrollados como buena loba y al escuchar como me llamo el joven segurata una sonrisa maliciosa se dibujo en mi rostro.
-Perfecto…-en cuanto llego mi jefe de seguridad me volví hacia él alzando una ceja.-No me tutee no le he dado el permiso para hacerlo.-lo comente con total seriedad antes de mirarle con malicia y añadir.

-Dele la noticia a sus empleados que este mes cobraran 300 euros menos. Por falta de ineptitud de su jefe de seguridad. En horarios laborales no hay que ir al almacén o a cualquier otro lugar donde no este desempeñando sus funciones.-un brillito de maldad y diversión brillo en mis ojos. Tras comentar aquello, me aleje hacia mi despacho contoneando las caderas con suavidad. Algún que otro segurata se había enterado y miraban mal tanto al jefe de seguridad como clavaban su mirada en mí. Disfrutando del momento, entré al despacho y cerré la puerta donde apoye mi espalda. Un suspiro de alivio broto de mi garganta, no se porque pero no podía estar cerca de él. Me saqué los tacones y acaricie con mi pie mi otro gemelo. Mis manos acariciaban mi escote sutilmente por lo que me fui hacia mi sillón acomodándome allí.

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Al escuchar como me decia que no la tuteara sonrei, tan solo habia jugado conmigo y seguia haciendolo. Aprete los dientes al escucharla furioso, mis culpas las pagaba yo, nadie mas. Vi como se iba y mire a todos los que me miraban disgustados, haciendoles un gesto de calma, iba a encargarme del asunto, no pensaba permitir que los chicos cobraran menos. Me acerque a uno de ellos para decirle algo antes de ir tras Tabhyta.
- Tranquilos, los 300 euros de cada uno saldran de mi sueldo - le susurre viendo en su mirada un tremendo agradecimiento, iba a pasar un mes bastante apurado pues gran parte del sueldo iba a ir destinado a las deudas de las ultimas modificaciones de mi coche y a la reforma de la casa, pero bueno, ya me las apañaria, no iba a dejar que los demas pagasen por el enfado injusto de Tabhyta hacia mi.

Tras susurrarle eso al vigilante me dirigi al despacho de Tabhyta como una furia, viendo como se apartaban todos, estaba muy enfadado pues Tabhyta no se estaba comportando como una buena jefa y me iba a oir. Al llegar llame a la puerta y tras esperar los segundos de rigor la abri, viendola sentada en el sillon, cerre la puerta tras de mi sin alejarme de la puerta, no pensaba estar demasiado tiempo alli y tampoco queria que me distrajera con sus encantos.

- Tabhyta, los 300 euros de cada uno los sacas de mi sueldo y se los pagas, sino lo hare yo tras cobrar asique aunque sea ahorrame los tramites y a la proxima, mis culpas me las como yo, no la pagues con los demas - le dije respirando bastante fuerte, estaba furioso con su comportamiento y me costaba mantener mi mirada en sus ojos pues no queria que me distrajera - y no entiendo a que viene tu enfado, pero no me importa, simplemente no pagues con los demas las broncas y castigos que me tengas que poner a mi - le dije intentando no alzar la voz aunque sin evitar que se notara mi enfado a la legua.

Se escucho el sonido de la puerta un par de toques, no le di permiso a entrar pero sabía de quien se trataba. Mirando unos documentos, escuche aquella petición y me negué en rotundo.
-Si lo vas a pagar de tu sueldo, se los ingresas tú bonito-alce la mirada encontrándome con sus ojos muy a pesar, le mire enarcando una de mis perfectas cejas y reí con suavidad.-Uhh el chico bueno se enfado-me acaricie el cabello, recogiéndomelo en una coleta alta .
-Pago con quien quiera lo que me apetezca recuerda tu papel aquí y quien manda. A parte, ¿qué coño hacías en mi almacén?. –quise saber frunciendo el ceño. Me puse de pie, a pesar de no llevar los tacones mi altura era destacable, si a eso le añadiamos el cuepazo que tenía y la vestimenta…estaba para violarme. Lo sabía y él lo sabía. Camine hacia él distraída y pose mis manos sobre sus hombros, quedándome a espaldas suya. Sonreí de medio lado, inclinándome hacia su cuello y dándole un lametón.-¿Ayer como te bajaste el calentón?-pregunté apoyando mis pechos contra su espalda y con mi pierna derecha, hice que abriera sus piernas, separándolas con mi rodilla. Deje mi pierna entre las suyas y comence a rozar su miembro desde atrás con mi muslo. Baje mis manos a su pecho y lo acaricie distraída.

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Asenti al oirla, ya me suponia que ni ese pequeño e infimo favor iba a hacerme, asique tendria que repartir yo mi sueldo entre los chicos a mano, seria algo mas largo pero si tenia que hacerlo asi, lo haria, no iba a dejar que pagaran los platos rotos, mas que nada porque ellos no habian sido los que habian roto un solo plato, aunque yo tampoco pero mejor yo que ellos.

- De acuerdo, se lo ingresare yo - le conteste aguantandole la mirada, aunque me costase, que me costaba mantenerle la mirada pero no pensaba dejar que viera mi debilidad. Mantenerle la mirada me ponia nervioso y no pensaba con demasiada claridad aunque seguramente se me notase tendria que disimularlo.

- Revisar que no hubiera nada raro, simple rutina de seguridad - mentia, estaba tocandome las pelotas, no estaba de humor para trabajar y habia ido a fumarme un puro tranquilo sin que me molestara nadie, aunque por lo ocurrido estaba claro que la proxima vez deberia esconderme mejor de Tabhyta. Aparte como pude, casi girandome la cabeza con las manos, de su hermoso cuerpo, respirando algo fuerte intentando no sentir sus manos en mis hombros o su lameton e incluso sus pechos en mi espalda y su muslo en mi miembro, no podia ceder o ella sabria que estaria alli cuando quisiera para darle placer y que me podria utilizar como quisiera y no, no pensaba ser el perro de nadie ni iba a dejar que jugara conmigo de aquella manera - me bebi una botella de whisky, me fume un puro y tras ducharme con agua fria me fui a dormir - le conteste, aunque sabiendo que a la minima volveria a calentarme como la otra vez.

El nerviosismo se notaba en su ser cuando le miraba fijamente, no me había pasado desapercibido y aquello solo me incitaba a seguir picándole, era tan divertido que podría asegurar que disfrutaba como niña haciéndolo.
-Làszló…no soy tonta-susurré contra su oído nuevamente, parando de acariciarle y sonriendo me di la vuelta quedándome frente a él.-¿No te tocaste?-pregunté descarada pero con un toque de curiosidad.-Yo me desperte con las braguitas mojadas, por lo que se ve, tuve un sueño algo movidito.-comenté con una sonrisilla traviesa, caminando hacia mi escritorio me incline para coger una cosa, dejándole la vista de mi perfecto trasero en aquella falda de tubo abierta por un costado hasta la mitad de mi muslo para facilitar los movimientos. Ladee mi cabeza para mirarle y contonee con suavidad mi trasero tentándole.-Te molesto lo de anoche…-reí como si fuese algo ilógico.-Ven-pedí con voz suave,aún en la misma postura.

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Ya sabia yo que no tenia un pelo de tonta y mas despues de lo que me habia hecho, eso no era tan facil de perdonar, al menos para mi, ella tal vez lo perdonase, pero yo eso era dificil que lo perdonara completamente.
- No, no me toque, me di una ducha fria, hace años que no me toco - era verdad, hacia años que no me autosatisfacia, simplemente tras haber probado a una mujer para mi eso no era ni la mitad de placentero que antes. Al escuchar lo de sus bragas trague saliva, controlando mis instintos que decian que fuera a comerle la boca y la tirara sobre la mesa del despacho, pero no, debia controlarme aunque fuera casi imposible.

- Claro que me molesto - le conteste recordandolo, no me habia gustado, a nadie le gustaba que le hicieran eso, sobretodo cuando le habia regalado dos momentos de placer extremo a la otra persona. Mis ojos se clavaron en su trasero, era imposible que los apartara, no podia mas, mis instintos me iban a dominar de un momento a otro y me levante, poniendome tras ella, pegado a su cuerpo.

Vaya que chico más duro…años decía. Sabía que vendría y justo lo note contra mi trasero.-Apriétate contra mi.-pedí abriendo un poco las piernas y girando mi rostro hacia él con una sonrisa.-¿Años?, pues a mi me encantaria ver como te tocas-comenté con carita de inocente pero primero quería calentarlo y calentarme.
-Me apuesto los 300 euros que les reste a tus seguratas a que no logras ponerme a 100 sin quitarme la ropa.-no, seguro que no era capaz de excitarme con ropa puesta, todo esto, a la vez que tentativo era muy excitante. Moví mi trasero contra su bragueta lentamente con una sonrisilla. Me volví a incorporar, sin apartar mi cuerpo del suyo, apoyando mi espalda contra su pecho y tomando una de sus manos entre las mías, entrelazándolas la guie hacia mi boca, dándole unos besitos por cada dedo. Seguí moviendo mi trasero con pequeños roce y nuevamente me incline sobre la mesa. Permaneciendo allí quietecita, se podría decir que dócil esperando sus movimientos.

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Hice exactamente lo que me habia pedido asique me aprete contra ella, notando y viendo como abria las piernas y me miraba pidiendome algo que hizo que enarcara una ceja, de eso nada, eso no iba a hacerlo. - Segun te portes tal vez algun dia lo haga para ti - le susurre al oido posando una de mis manos en sus caderas. Escuche su apuesta, era tentadora y no perdia nada, asique porque no iba a intentarlo, ademas, se lo debia a los chicos, asique volvi a acercarme a su oido - acepto tu apuesta - le dije sonriendo y dandole un pequeño mordisco en el lobulo de su oreja antes de que tomara mi mano y comenzara a darme besos en esta. Me estaba calentando muchisimo el roce de su trasero y como se movia, observando como volvia a agacharse apoyandose sobre la mesa, por lo que me incline tambien, apretandome aun mas contra ella y bajando la mano que tenia en su cintura a su pierna, acariciandola suavemente mientras que yo me dirigia a su hombro y a su cuello, dandole lentos besos y recorriendolo entero, apartando su pelo con la mano que habia besado hacia unos instantes. Comence a bajar por su espaldas hasta donde me dejaba su vestido, la apuesta era la apuesta y antes de continuar pensaba calentarla al maximo.

Aquel mordisquito tan minúsculo me hizo sonreír de medio lado, satisfecha de que le gustara mi propuesta. Al sentir su torso contra mi espalda y aquella protuberancia sobre mi trasero me lamí los labios de manera sensual.-a verlo…-alce un poco mi pierna, todo lo que me permitía la raja de mi falda y senti sus caricas sobre mi muslo.-mmm –fue lo único que murmure cerrando los ojos por los suaves besos que iban desde mi hombro a mi cuello. Solté un suave gemido al sentir sus labios sobre mi cuello y empuje mi trasero hacia él, sintiendo su erección contra este y excitándome bastante. Sostuve mis cabellos cuando él los aparto y con la otra mano me agarraba al filo de la mese que tenía enfrente mía.
-Oh-murmure al sentir como bajaba por mi espalda y sonreí encantada por el jueguecito era bastante excitante.

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Vi su sonrisa e introduje la mano que tenia en su pierna por dentro de su falda cuando abrio las piernas, bajandole su ropa interior hasta las rodillas y volviendo a introducir mi mano por debajo de su falda. Mientras, seguia besando su espalda, subiendo esta vez lentamente de nuevo hacia su cuello, tal vez consiguiera ganar la apuesta, en el fondosabia que si tenia que pagarles a los chicos tendria serios problemas economicos durante un tiempo, aunque pensaba pagarles, luego yo ya me las apañaria como pudiera. Me acerque a su oido lentamente con mi mano aun por dentro de su falda, acariciandole su sexo.

- ¿Me vas a tratar bien a partir de ahora Tabhyta? - tal vez no fuera el mejor momento para hacer esa pregunta pero necesitaba saberlo, a cada momento que pasaba mi atraccion por ella aumentaba y no queria ser un juego para ella, ademas de que no queria que me hiciera sufrir, no era ningun estupido ni ningun masoca como para aguantar muchas mas tonterias, queria que me tratara bien, yo lo hacia con ella y como poco queria que fuera reciproco.

Su mano bajo hacia el pliegue de mi falda, por el cual subió hasta llegar a mi ropa interior, con facilidad me bajo la pequeña prenda hasta las rodillas y sinceramente pensé que se me iban a aflojar y dejarme en evidencia. Su mano volvió a pasar bajo mi falda, acariciando el interior de mi muslo y cada vez más cerca del centro de mi cuerpo. Eso combinado con los besos sobre mi espalda , me tenía media loca, quería besarle…pero no iba a mostrar esa debilidad, quería que se hundiera en mi interior y se clavara en mí una y otra vez. Pero nuevamente lo mismo…no iba a perder. Al menos lo intentaría. Justo en ese instante comenzó a separar los pliegues de mi sexo para acariciar aquel botoncito que solía darme tanto placer. Aquella escena había sido parte de la fantasía que la noche anterior tuve, y todo aquello me excitaba muchísimo más por lo que solté un gemido de placer. Tenía los sentidos entumecidos, escuche su voz contra mi oído y me estremecí levemente.
-¿Tratarte bien?-susurré intentando que no se notase el placer que me otorgaba con aquellas manos tan sabías de cómo tratar una mujer.-Lo intentaré-no se ni como aquellas palabras salieron de mis labios…pero la verdad el chico se lo merecía. Le mire coqueta, antes de ponerme recta con su mano sobre mi sexo, alzándome yo misma la falda hasta las caderas y mirando aquella manera que tenía de excitarme.
Mi espalda se apoyo contra su pecho y ladee la cabeza para robarle un beso largo, donde ahogue más de un gemidito.

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Tras el largo beso le di la vuelta lentamente, besandole el cuello y apretandola contra mi despues haciendo que sintiera hasta el punto que llegaba mi excitacion que era extrema. Volvi a besarla de nuevo, sin sacar la mano de debajo de su falda acariciandola todavia, sabiendo que estaba consiguiento que se derritiera por momentos, lo que me excitaba aun mas a mi. En un movimiento rapido le desabroche su vestido, bajandoselo lentamente mientras besaba la zona que dejaba al desnudo su vestido, bajando hasta su cintura, volviendo a subir de nuevo lentamente repitiendo mis movimientos a la inversa hasta llegar a sus pechos, los que bese avidamente e incluso mordisquee un poco, aunque suavemente.
Despues, cogiendola por la cintura la sente en la mesa, sonriendo malvamente mientras la miraba a los ojos, volviendo a acariciar su sexo, pero esta vez mas rapido mientras comenzaba a bajar hasta su entrepierna besandola por todo el cuerpo, posando mi mano en su tripa para que se tumbara y disfrutara de lo que iba a hacerle. Acerque la silla y me sente, mas que nada para no tener que estar en cuclillas y asi poder estar mas rato sin cansarme. Una vez comodo, mientras seguia frotando mi mano contra su sexo hundi mi cabeza en su entrepierna apartando la mano y acercandola hacia mi cara para poder hacer mi cometido mejor.

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