Vytautas Vilks -Edad: Veintiséis. Trece años aparentes. -Don: Persuasión
-Nacionalidad: Letón
-Actividad: Parado
-Raza: Lobo
-Orientación sexual: Heterosexual
Descripciones:-Descripción física: Muchacho de rasgos nor-europeos, destaca la seriedad de sus ojos azules enmarcados en un rostro todavía pueril. Alto para la edad que aparenta (1,68mts). Acostumbra llevar el cabello cuidadosamente desordenado pues, aunque lo niegue y disimule, pone especial atención en su apariencia. Los únicos adornos visibles son un brazalete de hierro que usa sobre la muñeca izquierda y que contiene una serie de símbolos mitológicos y religiosos (incluyendo una estilizada “cruz de Pērkons” –swastika- que más de algún problema le ha traído), y un colgante de plata representando un antiguo símbolo prusiano. Tiene, además, tatuado sobre el omóplato derecho el “Lobo de Hierro” lituano (‘Geležinis Vilkas’), insignia no oficial de las manadas bálticas.
Acostumbra vestir como cualquier otro chico de trece años, privilegiando una estética callejera. Cuando está con otros lobos intenta actuar siempre de acuerdo a la edad que le corresponde, aunque el continuo trato con humanos y el rol que comúnmente asume en su presencia le llevan a mantener gran cantidad de gestos y expresiones más cercanas a la edad que representa… a veces derechamente infantiles.
Habla con un marcado acento letón que no se esfuerza mucho en disimular.
- Spoiler:
-Descripción psicológica: Pese a ser un individuo expresivo y bastante transparente cuando puede permitírselo, es, a la vez, un ejemplo de autocontrol. Nunca muestra más de lo que quiere, y en ese sentido tiene la habilidad de pasar de la sinceridad absoluta al cinismo más descarado sin manifestación exterior alguna.
Tradicionalista y celoso defensor de manada como tal, desprecia abiertamente a aquellos lobos que se arrojan al más reprochable hedonismo o individualismo, y mira con especial desdén a los que llevan su naturaleza como una maldición o martirio.
Crítico, reflexivo y muy atento de lo que pasa con los suyos, no duda en ofrecer su opinión sobre cualquier cosa que ataña a la manada, siempre dispuesto a su vez a cumplir con lo que se le asigne. Para Vytautas la tradición y el grupo lo es todo.
Pasado,presente
y futuro:-Historia: Vytautas nació en Grobi
ņa, pequeño pueblo del sur-oeste de Letonia durante la última década de la ocupación rusa. Criado en una comunidad predominantemente pagana, creció entre cánticos y plegarias a los antiguos dioses, ofrendas a los antepasados y maravillosos relatos sobre épocas pasadas cuando la dimensión sobrenatural de la realidad no había sido aún exorcizada de este mundo por las cruzadas cristianas en el báltico.
Tanto sus padres como el resto de la manada compartían esta particular visión religiosa, siendo, de hecho, fervientes practicantes de ella. En cierto sentido se sentían mucho más cerca de aquel mundo ancestral que cualquier otro mortal; no en vano eran ellos también criaturas mitológicas, reminiscencia vaga de los tiempos -no tan lejanos- en que lo mágico y lo maravilloso predominaba en la cosmovisión de los hombres y mujeres de las tribus bálticas.
Para cachorros como Vytautas esta formación religiosa y trasfondo cultural presentaba evidentes ventajas no exentas, sin embargo, de contradicciones. Por un lado, era fácil aceptar su condición de lobo y su lugar en el mundo con orgullo y seguridad, pero esta comodidad también contribuía con una creciente sensación de extrañamiento respecto del mundo más allá de su manada y su comunidad inmediata. En el caso de muchos lobos jóvenes esta desconfianza y cierto desdén hacia el frenético e inmoral “mundo contemporáneo” crecían hasta convertirse en manifiesto repudio y combativo rechazo. En efecto, eran conocidas las manadas bálticas en el resto de Europa (especialmente aquellas de entornos rurales y, muy especialmente, paganos) por su celo tradicionalista y su carácter folclórico.
Pero en gran medida este clima de comunión en la identidad y la fe contribuía en generar una falsa sensación de seguridad al interior de las manadas bálticas. Más allá de sus bosques el mundo continuaba su frenética y descarriada carrera hacia el progreso, y el peligro acechaba a la sombra de cada iglesia de madera y piedra.
Mindaugs, padre de Vytautas, fue uno de aquellos que se dejó engañar por este turbio clima de tensa paz. Motivado por la ilusión de dar un paso más en recuperar el lugar que a su gente –pensaba- le correspondía, cometió el fatal error de confesar a algunos miembros de su entorno religioso la verdad sobre sí mismo y su condición de licántropo. Tan sólo días más tardes le encontrarían muerto sobre una laguna congelada, la sien perforada por una daga de plata.
Los acontecimientos que siguieron a la muerte de Mindaugs son inciertos, pero acabarían con el exilio de Vytautas (con veintiún años de edad), y la posterior huida de su madre y su hermano menor a Lituania. Pese al silencio del joven licántropo y su familia, diversos rumores surgieron para explicar su expulsión. Algunos hablan de una trama de venganza contra el asesino de Mindaugs y la consiguiente violación de las tradiciones. Otros dicen que fue simplemente una forma de proteger a los Vilks y a la manada de las personas que habían asesinado al padre. No faltaron quienes murmuraron tras algunas cervezas que no habían sido sino Vytautas y su primo, Vytenis, los responsables del crimen, como una forma de castigar la tremenda ofensa y deshonra que significó para la familia la confesión de Mindaugs a humanos.
Tras un breve período en Alemania, Vytautas y Vytenis emigrarían a Rumania movidos por los rumores de ser el gran bastión lupino de Europa, hogar de lobos provenientes de diversas regiones... la promesa de una nueva vida.
-Mindaugs Vilks (Padre, 76) - Muerto. Lobo letón proveniente de la región de Kurzeme.
seguidora de Romuva (paganismo báltico). Su nombre de soltera es Laima Užugiris. Radicada en Lituania.
-Kurbads Vilks (Hermano, 24) – Radicado en Lituania.
compañero de viajes de Vytautas. Lithuano, actualmente radicado en Bucarest.
Ninguno que se conozca.
- Entrelazar los dedos tras la nuca.
- Cantar canciones letonas cuando está aburrido, concentrado, feliz, etc.
- Sonreir infantilmente cuando intenta enfadar a alguien.
- Ladear ligeramente la cabeza cuando no entiende algo.
- Celoso cumplimiento de todo ritual religioso según corresponda.
Tiene varios temores, pero ninguna que llegue a la fobia.
- Jugar, de vez en cuando.