¡Socialicemos! Bueno, mejor no. {Libre}

Entre rapidamente en el primer bar de la esquina. Bueno no era exactamente el primero, es en el que todos los dias del larguisimo invierno tomaba un desayuno decente ya que no me daba tiempo a tomarlo antes de salir de casa, mejor dicho es que no me entraba. Me quite la chaqueta al entrar y fui despacio hasta la barra, me sente en uno de los taburetes altos y me puse a rebuscar en mi enorme bolso la cartera.
Era un bolso negro, grande, de estos en los que te cabe media casa y realmente era cierto. Aqui se podia encontrar de todo, al menos en el mio. Encontrar la cartera qui era como buscar una aguja en un pajar pero realmente a lo que me recordadaba esto era a la cancioncilla esa de las llaves en el fondo del mar. Tras rebuscar y rebuscar la encontra. La saque con una sonrisa triunfante, ya que habia tardado mucho menos de lo normal en encontrarla. Ibamos batiendo nuestros propios records eso me gustaba. Pedi lo de siempre. Cafe solo y un croissant de toda la vida. No me complicaba mas a la hora de pensar que desayunar. En esto que una chica se sento a mi lado, para hacer lo que parecia lo mismo que yo, desayunar. La mire de reojo, pelo largo y liso castaño claro... Me llamaron la atencion sus manos era mas delgadas de lo normal, sabia que a veces podia ser un poco pesada. Pero me gsutaba bueno, tenia la mania de observar a la gente y despues hacer suposiciones sobre ella, todo era un mero entretenimiento para desconectar

Me di cuenta como miro por el rabillo del ojo y despues como se giraba totalmente, desvie la mirada para mirar a un punto en la nada en frente mio. Tampoco era mi intencion molestar a nadie. Miraba a intervalos la hora y la cocina del cafe. Estaba bastante lleno por lo que el personal no daba a vasto. Estaba claro que aunque fueran las nueve y media de la mañana la clientela no disminuia. La mayoria como yo, como suponia tambien la chica a mi lado venian a desayunar.
En tanto en tanto me toquiteaba el pelo, hechandomelo hacia atras o enrollandomelo en el dedo, claro sintoma de mi nerviosismo nato. Era quiza uno de mis grandes defectos. Era muy nerviosa, pero lo peor, es que muchas veces estaba nerviosa sin tener verdaderas razones para estarlo. Me harte de mi pelo y comence a juguetear con mis pulseras y despues con el anillo que llevaba en el dedo anular de la mano derecha, haciendolo girar. Era uno de estos anillos con un pedrusco en medio. No era de esas personas que llenaban a joyas y bisuterias pero si tenia pequeños caprichos. Como ese anillo. Me traia buenos recuerdos en que las cosas eran otras.
Por fin llego mi adorado cafe y croissant, agradecia con una sonrisa al camarero. Al lado dejo el chocolate y crissant que deberian de ser de la chica. Ni siquiera le heche azucar al cafe, sabia que era extraño pero me gustaba asi, amargo y fuerte. Pegue un pequeño sorbito y volvi a apoyar la taza sobre su platito. Me gire momentaneamente hacia donde la chica, no sabia si la habia molestado o no... pero aun asi.
-Hola- dije un poco como si nada
Realmente, no se porque dije eso. Me salio y punto. Siempre me habia gustado conocer a gente nueva y cuanto menos corriente mejor ya que no me considerada exactamente corriente