Dafnée Moreau

Edad: Aunque su apariencia es la de una jovencita de 17/18 años, en realidad ronda los 34.

Nacionalidad: Francesa.

Actividad: Artista bohemia errante: se gana la vida tocando el violín e ilustrando paisajes y retratos. De cuando en cuando, no rechaza ejercer de cuentacuentos a cambio de unas pocas monedas.

Raza: Loba.

Orientación sexual: Bisexual.



Descripción física: Estatura media (1'68); rostro suave de grandes ojos pardos y labios en forma de corazón; cabello en una cascada natural ligeramente ondulada y roja, hasta la cintura y con flequillo. Curvas no demasiado voluptuosas, pero sí sensuales, y piel nívea e inmaculada (al menos en apariencia). Viste sin lugar a dudas de forma extravagante, alternativa y rompedora, destacando los tonos claros, los corsé, medias de rejilla, botas militares, faldas cortas, elaborados peinados altos y, en definitiva, una mezcla urbana y victoriana. Tiene un tatuaje tribal negro en el brazo derecho, y dos alas cerrando en semicírculo ambos lados de su ombligo, siendo una de ángel y otra de demonio. También suele pintarse un corazón en la mejilla, y el corazón en general representa su aspecto. Su atuendo es una forma de arte en sí misma.

Su apariencia 'sagrada' es la de una loba semiadulto de perlado pelaje blanco, a la vista como un prado nevado. Conserva el color de sus ojos humanos excepto en la noche, cuando se vuelven amarillos como soles nocturnos.

· Le parezco humana...
· ...solo a quien no sabe ver

Descripción psicológica: Se la puede describir como enigmática, la punta de un iceberg que resulta difícil desvelar del todo. Pese a su extravagante forma de vestir, posee un encanto natural que convierte sus prendas en algo elegante; y puede que sea pobre, pero su manera de expresarse refleja la educación de una autodidacta y, quizá, algo relacionado con su propia infancia. Generalmente silenciosa, muy observadora y algo melancólica, aunque al hablar con ella no parece en absoluto una chica triste, sino simplemente discreta, soñadora y muy apegada a su fertil mundo interior. Amablemente irónica; sus palabras y agudas bromas nunca irán destinadas a herir, sino a resaltar obviedades y a ayudar con inteligencia y prudencia a quien necesite ayuda y no la pida, pues sabe intuír esas cosas. Es ingeniosa, práctica, superviviente nata por necesidad y sorprendentemente sabia, lo que ha hecho que la gente a veces le eche más edad que la que en realidad tiene. No le gusta destacar y suele sentirse cómoda con el papel secundario, pareciendo a veces la sabia hada consejera de cualquier rey o reina que necesite un guía.

Quizá sea algo difícil, o imposible de discernir a simple vista, pero Dafnée es una auténtica iluminada, una niña prodigio bendecida (o maldecida) con una imaginación desbordante y una sensibilidad que traspasa los límites de lo humano. Quizá sea eso lo que, en parte, la insta a proteger su alma con una coraza fina y sutilmente hilada a base de misterios y ambiguedades. No se sabe de nadie que haya llegado a conocer de ella algo más que la superficie.



Historia: Solo se sabe con certeza que nació y pasó su infancia en París, una infancia desconocida dicho sea de paso. Los rumores afirman, sin embargo, que no siempre fue pobre, dada la extraña mezcla de educación y aspecto de gata callejera que ofrece la 'joven' Dafnée.

Huyó de algo, o eso se dice, embarcándose en un desesperado viaje para marchar de París con poco más que una bolsa de viaje y sus preciados tesoros: una muñeca de porcelana y un stradivarius que conserva como la más exclusiva piedra preciosa (obviamente su capacidad monetaria no le llega para un instrumento así, de modo que el cómo y cuándo lo consiguió es un misterio).

Llegó a Bucarest hará cosa de un mes, instalándose en un ático abandonado sustancialmente alejado de cualquier zona bulliciosa de la ciudad. Durante ese tiempo se ha dedicado a ganar dinero en las calles como artista ambulante, ya sea tocando piezas con su violín, escribiendo e ilustrando cuentos de su propia invención, haciendo retatos, mezclando
varias artes...

Por alguna misteriosa razón parece evadir a conciencia el contacto directo no solo con humanos, sino con cualquier persona de su propia especie. Si no fuera porque los signos la delatan y el olfato de otros lobos es capaz de detectarla con facilidad, probablemente se haría pasar por joven normal y corriente sin un ápice de sangre de lobo en su interior. Conoce y se ha informado, no obstante, de la existencia de la manada y de datos no demasiado esclarecedores de su alfa... quizá con el único fin de mantenerse alejado de ellos.

Puede que algún día la encuentren, sin embargo. Hasta entonces...

Familiares: Ni tan siquiera el apellido Moreau, por lo demás muy común en su país natal, es capaz de ofrecer señales obvias de los lazos de sangre que Dafnée haya podido dejar en París. A simple vista no tiene familia, o no merece la pena hablar de ella.



Nivel de adquisición: Bajo. Sobrevive con lo que puede gracias a su arte.

Vehículo: No tiene, es una vagabunda.

Enfermedades: Teóricamente no, pero por vicisitudes desconocidas del destino posee una fuerza física débil para ser una loba, resultando menos resistente que otros de su misma condición y propensa a ser más sensible y vulnerable que otros a la plata. Su agilidad parece ser 'inmune', aunque dada la delicadeza felina de la mayor parte de sus gestos resulta algo difícil de aseverar.

Antecedentes: En Bucarest no tiene antecedentes de ningún tipo, obviamente. Su pasado en Francia es un enigma.

Manías: Tiende a embelesarse y sumirse en su poblada imaginación incluso cuando está hablando con alguien, momento en el que el mundo desaparece y sus ojos presencian y sienten cosas solo visibles para ella. También tiende a dormirse en los lugares más insospechados y con un fuerte componente romántico (cementerios, caserones abandonados, prados, bosques...). Es sensual de forma inconsciente y sus gestos recuerdan más a un gato que a un lobo, sobretodo cuando se despereza o ronronea en sueños.

Fobias: En general cualquier espacio o escenario demasiado urbano, metalizado o plagado de gente sumida en vanales conversaciones: aquello quiebra su burbuja de imaginación, tan necesaria para ella a la hora de sobrevivir sin resultar dañada, y puede llegar a sufrir profundos ataques de angustia y claustrofobia.

Gustos: Sabe tocar el piano y es una virtuosa del violín, instrumento con el que puede pasarse horas, y horas, y horas tejiendo las primeras y magníficas notas que se le pasen por la mente. Ama la música clásica, espiritual y en ciertos casos la alternativa. Tambén la literatura, especialmente del XIX y fantasía (Shakespeare, Baudelaire, Lord Byron, E.A.Poe, Lovecraft, Jane Austen, Bran Stoker, Tolkien...). Erudita de la mitología clásica, poetisa nata y artista por afición, siendo también ella misma la que se diseña gran parte de su vestuario empleando la ley del ahorro económico. Su pintor favorito es John William Waterhouse, tiene cierto talento para el dibujo gracias a su desbordante imaginación y siente una pasión especial por las muñecas de porcelana; tiene una, pero si tuviera dinero se haría con una colección.

Como buena poetisa maldita de vez en cuando tiende a los excesos: su pequeño vicio es fumar, aunque no llega a ser adicción, y el alcohol o el hechizo del hada verde consiguen sumirla en un estado de inspiración, para algunos, monstruosa (en el buen sentido). La cacería no es algo que entre en sus gustos, sino directamente una necesidad vital e intrínseca como loba y que acepta con pragmatismo, más teniendo en cuenta que solo busca sobrevivir; sin embargo no hay animal que cace sin tristeza u honre con unas palabras de disculpa. Le gustan los gatos, y algo tiene la esencia de Dafnée que consigue atraerles: la mayor parte del tiempo son sus únicos amigos.

Otros:

Nada importante, aunque corren rumores de que Dafnée llegó a Bucarest atravesando cierto armario... (nota: nada relevante, un comentario chorra que tenía que poner xD)

[Buen comentario chorra xDDD]

¡Bienvenida!

{Cierro}