S.O.S Obi ha muerto [Libre]

Me había pasado toda la mañana buscando alguna empresa de informática... y nada, ninguna necesitaban un trabajador como yo. Decían que ya tenían el cupo completo. Ya... claro y yo me chupaba el dedo. Sabía que mis pintas lo habían echado hacia atrás y mira que no iba excesivamente raro. Unos pantalones vaqueros, mis converses negra y una camiseta naranja con la cara del gato Garfield. Pero que va a los señoritos no le gustaba mi look. Pues bueno se iban a enterar. Había conseguido la clave de accdeso a su ordenador principal y ahora se iban a joder bien.

Para llevar mi maléfico plan fui al parque. Me senté en una zona muy bonita del césped y lo abrí. Hacía buen día y se apetecía estar tirado sin hacer nada. Bien cogí mi portatil de mi mochila de Star Wars y empecé a crear un precioso virus.... Pero sin saber porque en el momento culmine de mi obra... el ordenador se apagó.- Me cago en...tú puto padre.!!!.- le di muchos porrazos al portatil. Cabreado y lo volví a encender... que va que no se encendía. Maldije.... eos tenía que ser por toda la meirda que tenía dentro. Abrí mi mochila y cogí mi quit de abre otdenadores y empecé a abrir el portatil.- Te juro que cuando llegue a casa te voy a matar...Obi, te juro que te mato... si esque hoy tenía que haber cogido a Picachu en vez de ati....- me quejaba en voz alta, sin importarme de lo que la gente pensara...

Acababa de salir del restaurante y estaba realmente agotada. ¿Cómo podía ser que estuviera tan lleno en un día cualquiera? Realmente era increíble me sentía muy agotada después de estar toda la mañana trabajando, tanto que había dejado al cargo a dos camareras porque yo necesitaba por lo menos un respiro, aunque solo fuera eso, un maldito respiro. Había conseguido lo que quería y me había metido de lleno en el mundo de la cocina, un mundo que era realmente agotador cuando el restaurante estaba lleno hasta las trancas.

Decidí salir a pasear y luego volver, no es que no me fiara de mis camareras pero la verdad es que tenía miedo de que a mi imperio le pasara algo, era realmente importante para mi aquel restaurante y no podía dejarlo en manos de cualquiera mas de tres horas, me relajaría y volvería a meterme en el caos. El parque, en un día soleado y perfecto era la mejor opción así que me dirigí a este a paso lento y tranquilo mientras dejaba que mi piel brillara, un día precioso para estar en invierno.
De repente, unos gritos, algo conocidos, desde un banco me hicieron girar la cabeza por completo para encontrarme con Allen, no pude evitar el echarme a reír un poco al ver su desesperación y sus "ostias" a uno de sus portátiles.

Cogí mi destornillador y empecé a quitarle la tapa aquel cacharro. Tenía que comprarme un ordenador mejor, estaba claro. Espere que no fuera nada del portatil y que se pudiera solucionar comprando alguna pieza o simplemente formateandolo. Lo malo es que perdería todo lo que tiene... y eran cosas muy valiosas tanto para mi como mi hermano ya que él usaba mis ordenadores sin mi permiso... pero bueno.

Levanté la vista desesperado y vi a Diana.- EEEEEEEyyyy!!!.- le grité moviendo una de mis manos en modo de saludo. Le hice señas para que se acercara. Ultimamente no la había visto mucho pero sabía que andaba muy ocupada en su trabajo y que seguramente estarí muy cansada. - ¿qué haces por aquí?- le pregunté con curiosidad mientras seguía abriendo el poratil y comprobando si los cables estaban bien conectados.

Negué un poco con la cabeza y me acerqué a él, una de las coas que lo hacían mi amigo era esas espontaneidad suya, esas risas que me provocaban ese amor hacia los ordenadores y la tecnología, yo era demasiado mala para eso de la tecnología, pera que mentir, siempre acababa cargándome algún ordenador, pero de manera sorprendente y sin tocar nada, era simple, tenía un gafe para esas cosas. Me senté a su lado con una sonrisa ladeada mirando lo que hacía.

- ¿Crees que este es lugar para destripar un ordenador? - le dije sin poder evitar que saliera de mi boca una sonora carcajada que cesé después de unos segundos - Bueno, necesitaba desconectar, el restaurante está hasta las tranca no cabe ni un alma y me estaba agobiando, me gusta la gente, pero no tanto - dije riendo levemente de nuevo mientras le sonreía, como de costumbra - ¿Y tú? - le pregunté con curiosidad.

Me iba a defender y decirle que no destripaba mi ordenador por pura diversión sino que el mamón me había dejado tirado en un momento muy especial. Esuché lo que me dijo ella. Realmente yo no serviría para estar así.... era realmente cortado con las personas que no conocía e incluso con chicos que conocía. Ya que con las chicas todo era diferente.- Pues quedate a dencansar un rato...- le dije como comentario a su historia.

-Veras he ido a buscar trabajo pero da la casualidad que las empresas me han dicho que no... aunque me imaguino porque será.- me señalé la ropa.- pero bueno, ellos se quedan sin un buen cerebrito. Después me proponía vengarme.- señalé mi ordenador.- peor el estúpido de Obi ha decidido no ayudarme y se ha jodido. Y los destripaba para saber si lo que le pasaba era algo de si fisonomía o psicológico..- sonreí y dejé el destornillador a un lado para observar mejor su interior.- por eso estoy así. Pero bueno, supongo que tendré que verlo mejor en casa. No tengo mucho money por lo que es mejor que se arregle o tendré que enterrarlo.- me encogí de hombros.

Aquel chico era tan... ¿Insolito? Quizás esa no era la palabra correcta pero realmente, aquel día no estaba yo como para palabras correctas, estaba agotada, cansada, abatida. Eché la cabeza hacia atrás en el banco mientras escuchaba su historia con atención.
- La verdad es que esas malditas empresas son un asco, cogen antes a un tipo o a una chica tremendamente "fashion" y atractiva que a una persona que en realidad rendiría en esa empresa - hice una mueca, y es que, en este mundo, todo se basaba ya en la imagen

- Yo te daría trabajo pero no creo que un informático en un restaurante pinte mucho, aunque bueno, si algún día se rompe algún aparatito electrónico de esos por mi torpeza con la tecnología no dudaré en llamarte - le dije divertida, yo para esas cosas era un auténtico desastre - Seguro que lo arreglaras, a ti estas cosas se te dan bien Allen - le dije con una sonrisa ladeada mientras ponía una mano sobre su rodilla, como si estuviera animándole.

-No gracias,trabajar en un bar no es mejor de mis opciones. Trabajar cara al público no es de mi agrado. Y seguro que tu jefe me diría que me quitara la barba y no gracias. Me gusta mi barba tal y como está.- dije poniendole la tapa a Obi. No había ganas de seguir indagando en sus entrañas.

Guardé todo el mi mochila y me senté al estilo indido. Así estaba más cómodo.- ¿qué has hecho durante este tiempo? Aparte de trabajar... porque supongo que te habras relacionado con las demás personas del lugar. ¿o te estas volviendo una rara como yo?

Sonreí de lado y negué un poco con la cabeza - La jefa soy yo, el restaurante ahora es mio, si, es un gran avance en mi economía, invertí todo mi dinero en el y ahora está empezando a dar frutos estoy muy orgullosa de mi negocio - le dije con una sonrisa radiante, feliz, mi típica sonrisa - Así que no tendrías problemas de trabajo, yo te lo daría sin problemas, no me importa tu barba ni tu forma de vestir - dije soltando una fuerte risotada, siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás, no me importaban las consecuencias.

- ¿Qué he hecho? - dije pensativa unos segundos, en realidad no lo sabía, había estado demasiado ocupada trabajando aquellos meses - ¿Si te digo que he trabajado y punto pensaras que miento, no? Bueno, supongo que he conocido gente, alguna más especial y rara que otros, ha habido algún chico en mi vida y esas cosas que suelen pasar a lo largo del tiempo - dije encogiéndome de hombros con una sonrisa - ¿Y tú? - le pregunté aún sonriendole.

-Eso mola de que seas ahor ala jefa. Me alegro mucho por ti. Realmente eso es genial.- dije desde lo más sincero de mi corazón.- Pero enserio. Soy demasiado cortado con gente que no conosco. No serviría y concino fatal! Pero te prometo que iré a comer para contribuir en tu riqueza.- solté una carcajada.

-Bueno, terminé de estudiar algunos cursos de informática. Conocí a muchas chicas... me hice aún más friki y me vine hacia aquí con mi hermano..- me encogí de hombros.- no es gran cosa. Tampoco es que halla hecho más.- Le sonreí.

Reí levemente - Si es genial eso de poder llevar tu propio negocio sin importar lo que te digan los demás poder hacer lo que te de la gana - le dije con sinceridad, la verdad es que era una sensación satisfactoria - Bueno, ya sabes que, aunque no quieras si algún día lo necesitas yo voy a estar ahí - le dije con una sonrisa enorme, yo siempre estaba ahí para todos.

- Vaya, tu siempre tan aplicado eso eso de la tecnología, yo soy tan patosa para esas cosas, hace tiempo que rompí mi ordenador y acabé tirándolo y me parece que el nuevo va por el mismo camino, la tecnología me supera - dije riendo a carcajadas.

-Si quieres ofrecerme trabajo de verdad... solo llamame cada vez que creas que te estas cargando un ordenador. Y te lo arreglo.- solté una carcajada.- No me extraña que seas así hay mucha gente que no se le da bien. Pero bueno... solo es paciencia en realidad. Es lo único que hay que tener con los ordenadores.

-Pero me alegro normemente de que te vaya bien, ya sabes problemas tecnológicos. Llama a Allen McGregor.!- puse la voz de hombre de anuncio y solté una carcajada bien sonora.- Me encantaría crear mi propio videojuego bien bien. Con los medios que tengo solo puedo hacer uno de malos gráficos pero es dificl conseguir gente que te financie eso. En la creación de un videojuego puedes gastarte miles y miles de dolares. Es demasiado para alguien de clase media..- em encogí de hombro de nuevo. Algún día quizás lo consiga.

Reí a carcajadas sin poder evitarlo - Está bien aunque te aviso, si de verdad quieres que te llame cada vez que crea que el ordenador va a explotar debería a empezar a prepararte una habitación en mi casa - dije sin dejar de reír - Paciencia es lo que me falta querido, paciencia y tiempo para tenerla claro está - mi vida era la de una empresaria ocupada, empresaria de clase media pero, empresaria al fin y al cabo.

- Bueno, yo te ayudaría en eso pero creo que mis ahorros no llegan para tanto, tengo un buen fondo pero no es tan grande, sigo siendo una humilde trabajadora que se pasa el dia, en realidad, limpiado y sirviendo platos - dije en un suspiro, mi vida era un caos a veces, demasiado monótona y pesada.

La miré agradecido y le cogí de la mano.- No gracias, quiero conseguirlos por mis propios medios. Estoy ahorrando para comprarme un ordenador profesional.... y supongo que cuando lo consiga podre empezar a hacerlo. Solo es cuestión de tiempo.- me encogí de hombros de nuevo y miré a Diana.

-No me creo que no hayas encontrado ningún amor... eres una chica estupenda. Creo que deberías dejarte notar más. Seguro que acaba habiendo un chico que se fija en ti..- le dije sinceranmente y acabé por decantarme y echarme en el césped. Se estaba agusto y el sol calentaba mi piel. Me sentía como los gatitos que se iban a los tejados a tomar el sol.

Empecé a morderme el pelo un poco nervioso o por simple constumbre.

Acabé sentándome con las piernas dobladas sobre el banco y mi cabeza sobre estas dejando que el sol brillara en mi cara y perdiéndome en mis pensamientos unos segundos.
- Bueno, he conocido a gente, algunos más especiales que otros, aunque en realidad nada serio, y lo que ha sido serió ha acabado finalmente, mal - dije encogiéndome de hombros con una sonrisa ladeada en mi rostro.

Lo miré de nuevo con una enorme sonrisa decorando mi rostro como de costumbre.
- ¡Eh! ¿Y tú? Venga, no me digas no ha habido nadie, estoy segura que alguien te ha tenido que hacer tílin por ahí, si no es aquí pues en otro lugar, pero, hace mucho que no te veo así que estoy segura de que ha habido alguien, segurísima - dije imitando una risa malvada para después reír a carcajadas.

Solté una carcajada.- Solo liges d euna noche Diana, no ha habido nada más.- y no quería nada más desde que Emily murió. No recordaba si a Diana le había contado de Emily. Pero eso paso antes de que nos conociesesmos. A si que no tenía porque saberlo o sí... si ella realmente se quería interesar pues se interesaría.

Me arrasqué la cabeza y la miré.- no ha habido la chica suficientemente rara para que me robe el corazón. Cuando la haya te juro que te lo cuento..- levanté mi mano y la cerré en un puño. Dejando el dedo gordo mirando hacia arriba en forma de :OK!. Suspiré y miré a mi estimada amiga.

Entonces se me ocurrió una cosa. Solo se me ocurría cuando estaba aburrido y seguro que ella me acababa gritando. Me quedé totalmente quieto y mirandola fijamente. Estaría así hasta que ella me quisiera tirar de los pelos....