Café con leche y notas de guitarra (libre)

Tema: Café con leche y notas de guitarra (libre) Sáb Feb 27, 2010 7:21 pm

Normalmente suelo cogerme sitios tranquilos con el otro guitarrista de mi grupo para ir componiendo cosas y después enseñárselas al resto. Él hace rato que se ha ido, y por ello me he quedado yo solo con mi café, sentado en un rincón de la cafetería, sobre uno de esos sillones empotrados a la pared, con la guitarra apoyada en la pierna. Mis dedos puntean suavemente las cuerdas, envolviendo el ambiente con una sauve melodía baja, a la cual algunos prestan atención y otros no.
Realmente ni molesto ni me molestan, ergo, estoy bastante cómodo ahora mismo con la música danzando por mi mente creando nuevas melodías de la nada, delante de los papeles y partituras llenas de apuntes y pequeñas anotaciones al margen...

Solo paro para darle un sorbo al café antes de que se enfríe demasiado, y al momento se me ocurre otro acorde que empeizo a intentar encajar en algún lado de la canción...

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Eithne paseaba por las calles de la ciudad, aprovechando que aún era por la tarde y faltaban horas para que tuviera que enfrentarse a la noche y al frío que durante esta pasaría. Aquella semana no le había ido del todo mal y, por eso, cuando se dio cuenta de que sus pies le habían llevado hasta esa cafetería, pensó que podía permitirise un café calentito que le ayudase a tener energía para su posterior rutina nocturna.

Enfundada en unos pantalones negros, ajustados, una camiseta morada algo escotada, y su cazadora de cuero, que lleva abierta, se encamina hacia una de las mesas, algo apartada de la gente, tomando asiento y pidiendo un café bien cargado al camarero, que enseguida desaparece dejándola sola.

Es entonces cuando se percata del sonido de una guitarra y sus ojos azules rodean el lugar buscando la procedencia de esa melodía. Reconoce al causante, sí, sabe quién es... Porque ha oído su música. Pero enseguida aparta la mirada, creyendo que a un artista es mejor no molestarle en su momento de inspiración, por lo que vuelve a abstraerse, escuchando la música que envuelve el ambiente.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Lun Mar 01, 2010 12:01 am

Vuelvo a parar para darle otro sorbo al café, que se me ha quedado frío finalmente, y al rato empiezo a tocar otra melodía que no apunto, sino que hace años que no toco y que simplemente ejecuto con delicada precisión para desentumecer un poco los dedos y vaciar mi mente de posibles nota,s acordes y compases, dejándome guiar sólo por las notas aprendidas de memoria sin más.

Por casualidad, al alzar momentáneamente la cabeza, me fijo en una chica pelirroja que se me queda mirando, y después aparta la vista como si no debiera mirarme. No es la primera vez que veo esa reacción en alguien, y normalmente suele ser porque quien sea conoce a mi grupo de música.

En un momento dado, sonrío y espero a que vuelva a alzar la vista.

- Puedes hablarme, no muerdo, ¿sabes? - le digo en voz alta, ya que no está tan lejos de mi mesa, y además, no hay tanta gente presente ahora mismo.

Sigo tocando hasta que la canción en mi memoria se acaba, y una pareja de un rincón me aplaude. Yo se lo agradezco con otra spnrisa e inclinando la cabeza.

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Le traen por fin su taza de café, humeante y cuyo olor denota que la fama de aquel sitio no es en vano. Enseguida le echa el azúcar y la remueve, cogiendo después la taza pero sin llegar a beber, sino limitándose a obtener algo de calor en sus manos gracias a esta... Aquello, unido a la nueva melodía que el músico, Ketsuo si no recuerda mal, toca, logran abstraerla momentáneamente.

No se ha dado cuenta de que él la ha pillado mirándole antes, ni si quiera ve su sonrisa que, por otro lado, no habría sabido corresponder. Simplemente alza la vista en un punto concreto de la canción, encontrándose con sus palabras, ante las cuales en un principio no sabe que decirle... Por lo que espera que termine de tocar, para aplaudirle pausadamente junto con aquella pareja de otro rincón.

-Parecías inspirado, y no quería interrumpirte... -Responde finalmente, identificándole entonces como otro lobo- Además, tampoco tengo nada que decir... Mis aplausos ya han hablado por mí -Añade, antes de darle el primer sorbo a su taza de café.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Lun Mar 01, 2010 11:33 am

Yo sonrío de nuevo y me levanto de mi sitio, apoyando la guitarra en la silla para que no se caiga, mientras le pido al camarero otro café, porque el mío prácticamente está rozando el límite de l congelación. Me acerco a la chica mientras habla, y ladeo la cabeza mirándola con interés.

Lo cierto es que es... muy guapa. Bastante, tengo que añadir, y percibo en ella un olor que la hace aún más atrayente. Ella también es un lobo.

- Tus aplausos se agradecen... ¿Te importa si me siento? - le pregunto con una sonrisa amable, señalando la silla junto a ella. - Me presentaría, pero tengo lal igera sensación de que ya sabes quién soy, ¿verdad? ¿Cómo te llamas?

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Lo último que Eithne se esperaba es que, tras sus palabras, Ketsuo se levantase y echase a andar hacia ella. Y, ante aquello, su alarma interior se activa, advirtiéndole de que se proteja y activando todas sus barreras, aunque por fuera parezca estar completamente relajada.

Alza el rostro, fijando sus ojos azules en los de él cuando la mira, dándose cuenta de que seguramente la haya reconocido como a otra loba... Vale, quizá por eso se haya acercado.

-Te los has ganado -Responde, con un tono exteriormente educado que, en realidad, no expresa nada... Bueno, sí expresa cierta admiración implícita que no es fingida, pero nada aparte de eso- No, no me importa... -Contesta a su segunda pregunta haciendo un gesto con la mano que le invita a que tome asiento.

Da un sorbo a su taza de café, antes de asentir a lo siguiente que le dice... Sí, lo sabe, y piensa que quizá no sea justo que alguien como él se siente con ella sin saber lo que es, ante el riesgo de que cualquier paparazzi les vea, lo averigüe, y le arruine la carrera... Claro que es consciente de que no es la mejor forma de presentarse: "Hola, ¿eres Ketsuo, el músico? Yo soy Eithne, prostituta... ¡Admiro mucho tu carrera!". Y, además, su coraza le impide mostrar esa preocupación sincera, que se ve silenciada por el supuesto sentido común que no es más que un mecanismo de autodefensa...

-En efecto, lo sé, Ketsuo -Dice, mostrándose superficialmente amable nuevamente, aunque lo de que es superficial nadie pueda saberlo a simple vista- Eithne -Se presenta, sin añadir nada más por el momento.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Lun Mar 01, 2010 9:59 pm

- Eithne... Es un verdadero placer. - inclino la cabeza con respeto, dejando que la sombra oculte levemente la cicatriz de mi rostro.

El camarero me trae otro café, y yo lo cojo entre mis manso, agradeciendo que, para variar, no esté frío. Sonrío ante el tono de Eithne. No me considero un gran ingeniero social, pero será por mi sexto sentido lobuno el hecho de que vagamente percibo algo de tensión en esta chica, y no sólo por el hecho de que yo sea parte de un grupo conocido.

- ¿Llevas mucho tiempo aquí en Bucarest, te dedicas a algo...? l pregunto con cierto interés, dándole un trago al café, mientras la observo atentamente a través de mis ojos verdosos.

Oigo murmurar a la pareja del rincón y soi consicente de sus mriadas en mi nuca, pero de momento, mi bublo raquídeo ve mucho más interesante a Eithne que a los dos humanos.

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-El placer es mío... -Responde ante sus palabras, en parte sinceras y en parte fingidas, porque era cierto que no todos los días se conocía a alguien a quien admirabas, pero también que, como siempre, no encontraba la forma correcta de comportarse- Es poco usual tener la suerte de conocer a un artista en persona...

Da un sorbo a su taza de café, intentando relajar una tensión que sabe que seguro que se le nota. Le ha pillado por sorpresa, y le cuesta ser espontanea pero seguir oculta bajo su coraza si no va ya con la idea de que le va a hacer falta. Como siempre le pasa en situaciones similares, es incapaz de corresponder a su sonrisa, aunque quiera, por lo que se limita a mirarle fijamente a los ojos cuando él la observa...

...Hasta que hace aquella pregunta. Súbitamente, la taza que sostiene entre las manos se va al suelo, llenando la mesa con el líquido marrón y, para su desgracia, salpicando a Ketsuo. El camarero acude, mirándola bastante mal, a limpiar el estropicio, murmurando por lo bajini que eso es lo que pasa cuando se deja entrar a indeseables a ese lugar, algo que aumenta su malestar interno, sabedora de que él sí sabe lo que es ella.

La pregunta de Ketsuo, en apariencia normal, ha golpeado una de sus barreras, haciéndola tambalearse unos segundos: ¿Y ahora que le dice? ¿Por qué ha tenido que preguntarle aquello? Joder, joder... Es por esto por lo que sabe que no debe relacionarse fuera del trabajo... Por suerte, o eso cree ella que es, suerte, la barrera vuelve a su sitio y logra mantener la calma en su rostro:

-Lo siento... Se me fue la mano -Se disculpa, llevándose una mano a los labios, mordisqueándose las uñas distraídamente, algo que vuelve a delatarla por mucho que su tono de voz y su mirada parezcan relajados o inexpresivos- Sí... Llevo poco tiempo aquí... -Responde, deseando interiormente que con el espectáculo que ha dado se le haya olvidado su segunda pregunta.

Algo improbable, pero ahora mismo está demasiado concentrada en intentar recolocarse su coraza como para poder usar el sentido común e inventarse algo que pueda colar mejor que una, aunque no quiera admitirlo, nefasta evasiva.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Lun Mar 01, 2010 10:43 pm

Como si mi pregunta fuera una lanza que la ha ensartado, ella se pone más tensa que un cable de acero. Tanto que el café se le cae en la mesa con bsatante torpeza. Por suerte soy rápido y me levanto antes de que el líquido se me caiga encima, y simplemente me salpico un poco...

Observo a la Eithne extrañado, y algo preocupado, mientras una parte de mí se alegra de haber dejado las partituras en la otra mesa.

- No te disuclpes, sólo ha sido un accidente. - le digo, mientras el camarero malhumorado empieza a limpiar. No se le escapa a mi fino oído la palabra "indeseable" mientras limpia el estropicio. - ¿Te encuentras bien?

La pregunta es meramente formal, porque tengo la bien infundada sospecha de que no se le ha caído la taza por casualidad.
No ha contestado del todo a mi pregunta.

- ... lo siento, no quería entrometerme en tu vida ni nada por el estilo...

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-Sí, sí... -Responde a la pregunta de Ketsuo, secándose con un puñado de servilletas de papel la camiseta algo mojada- ...Gracias -Añade, aún sin mirarle, ocupada en ver cuanto se ha manchado la ropa... Genial.

El camarero se acerca a preguntar si va a querer otro café y ella, tras dudar, niega con la cabeza: se podía permitir uno, pero dos era derrochar para ella teniendo en cuenta que su economía iba en forma de altibajos constantes.

Vuelve a alejarse, murmurando algo más por lo bajini que no llega a entender, y Eithne por fin mira a Ketsuo, más calmada. Niega con la cabeza cuando se disculpa ya que, al fin y al cabo, su pregunta era normal... La que no lo es tanto, es ella.

-No, no has preguntado nada fuera de lo común... -Dice, volviendo a su tono de fingida educación, por más que ahora sea absurdo emplearlo- Digamos que mi oficio es... Hacer la calle-Total, lo iba a saber tarde o temprano- Supongo que ahora preferirás marcharte... Cosa que comprendo

Demasiado bueno para ser verdad que hubiese sido capaz de relacionarse con alguien sin que la haya encontrado trabajando... Algo que su mente le hace ver como una señal de que, directamente, no debe relacionarse y punto, como culpándola por haber tenido un momento de derrumbe de barreras y haber mostrado un ápice de lo que esconde con tanto ahínco. Solo queda, o eso cree ella, aprender la lección y mostrar su fachada de ironía borde la próxima vez; se le da mejor eso que comportarse de forma complaciente cuando no es por dinero.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Mar Mar 02, 2010 12:32 am

- ¿Hacer la...? ... Oh. - bueno... premio a la elocuacidad por mi parte.

Su repentino razonamiento hace que yo de un respingo en el sitio y niegue con la cabeza, moviendo las manos de forma exagerada.

- ¡No, en absoluto! Quiero decir, yo... a mi eso me da igual... - miro a mi alrededor, y veo a casi todo el mundo cuchicheando y mirándonos de roejo.

Ahora caigo que realmente no me están mirando a mi... Están mirándola a ella, y no muy bien. Y la actitud del camarero no ayuda. Suspiro y me paso una mano por el pelo, reovlviéndolo con gesto torpe.

- Y yo que pensaba que lso rumanos eran gente maja... - miro a Eithne y sonrío de nuevo con amabilidad. - Ven... - la invito con un gesto de la cabeza - Busquemos un lugar más tranquilo, ¿te parece? Y además te invitaré a un café como Dios manda... - miro de reojo al camarero, que con gesto ofendido, se mete detrás de la barra.

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Parece que Ketsuo no pilla el eufemismo que Eithne emplea para recibirse a su trabajo en un principio, y que cuando logra comprenderlo, se siente bastante cohibido. ¿No debería ser ella la que se sintiese así? No puede evitar ver divertidos sus aspavientos de manos cuando niega y reniega que le importe su profesión, algo que le sorprende.

-Pues a ellos no... -Comenta, cuando él por fin se percata de que los cuchicheos no iban relacionados con él por su carrera musical, sino con el hecho de verle acompañado por una puta. Alguno de los clientes o empleados debía de haberla visto alguna noche en la calle y haber corrido la voz al verla acompañada de un cantante, considerándola seguramente una aprovechada.

Ketsuo vuelve a sorprenderla, esta vez saliendo en su defensa, por lo que se pone en pie, aceptando su invitación a salir de ese lugar y librarse de ese bochorno. Al levantarse, rebusca en el bolsillo de su cazadora el monedero y abriéndolo, para acto seguido vaciar todo el contenido disponible, es decir, justo el precio de un café solo, en la mesa, con algo de desprecio.

-Estoy totalmente de acuerdo, si lo he derramado ha sido porque sabía a todo menos a café... -No es cierto, estaba bueno, pero le da exactamente lo mismo- ¿Vamos? -Lo único que desea es salir de ahí, como se nota en la súplica que, implícita en sus palabras, le dedica al licántropo con una mirada...

Esta claro que entre mantener su coraza intacta y permanecer en ese lugar, o aflojarla un poco y lograr irse de allí con la cabeza bien alta y respaldada, prefiere lo segundo. Su mirada, por tanto, es de gratitud cuando por fin abandonan el lugar:

-Gracias, no muchas personas habrían actuado como acabas de hacer... -Aunque sus palabras sigan dando la sensación de ser dichas por la parte más superficial de su persona, sí es cierto que al menos ahora no se muestra fría o tensa, simplemente sigue sin dejar ver la mayor parte de su interior, pero sin reflejar ahora ninguna apariencia exterior forzada- No es necesario que me invites a nada, de verdad... Ya has hecho bastante por mí.

Ciertamente, le da apuro que él le haya hecho un favor y ahora ella no pueda devolvérselo con una invitación... A veces sale con el dinero justo, puesto que tiene tan poco que si quiere ahorrar no puede permitirse llevar más, el derrochar no entra dentro de sus posibilidades, al menos en esta época.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Mar Mar 02, 2010 10:46 am

Sonrío ciertamente sorprendido por el cambio operado en la actitud de Eithne, y alzo amvas cejas, estirándose la cicatriz en mi rostro. Con un gesto de asentimiento, me vuelvo a mi mesa, dejo un billete para pagar los dos cafés, recojo el instrumento y las partituras, y me cuelgo la guitarra en la espalda.

Salimos de allí precedidos de un montón de miradas soreprendidas, y al llegar a la fría calle, puedo notar como si fuera mía la relajación de la joven al no sentirse observada. Me subo la crema llera d ela cazadora y encojo los hombros ante el frío, mientras empiezo a pensar dónde podemos ir, teniendo en cuenta que pronto caerá la noche y cualquier pub, garito o bar esatará a tope de gente, y que seguramente las cafeterías cerrarán en breves.
Su frase humilde y algo cohibida hace que de nuevo la mire sorprendido.

- ¡Venga ya! No creo que sea el único capaz de ver más allá de sus narices en esta ciudad... y de todas formas... ambos somos lobos, ¿no es cierto? Ya sólo por eso tenemos más en común que cualquier otra persona humana. - hablo encogiéndome de hombros y ensanchando una sonrisa algo infantil, como la del típico niño despreocupado que ve las cosas de un modo rematadamente simple. - Bueno... si no quieres que te invite... ¿te apetecería venir un rato a mi casa? No está lejos. Y sé hacer té japonés.

Le hago con una invitación con la cabeza y me quedo mirándola. Y en ese momento me doy cuenta de que al chica podría interpretar mal mis palabras, y por ello empiezo de nuevo a mover las manos con forma de negación mientras me sonrojo levemente.

- ¡Aah! ¡Esto, esto... n-no te lo tomes como una proposición de trabajo, ya sabes, me refiero... ehm... sin hacer nada, solo... hablar y... eso. - carraspeo sonoramente intentando mantener la compostura seria. - Ejem... mi honor estarñia en entre dicho si no lo hiciera. - lo digo con una voz tan forzada y tan grave en mí que adquiero un tinte terriblemente cómico.

Las luces de la calle empizan a encenderse. Y yo ladeo la cabeza pasado el bochorno esperando su respuesta. Natsuri seguramente no estará en casa... y de estarlo, seguro que se alegra de verme con alguien que, para variar, es mujer.

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Se encoge de hombros, el único quizá no, pero uno de los muy pocos sí. Ella no tiene ese sentimiento tan arraigado de hermandad entre lobos, aunque sí es cierto que se siente más cómoda con cualquiera de estos que con los humanos, y que Bucarest debe estar ablandándola... Algo que quizá no se deba permitir, puesto que ni si quiera sabe cuanto podrá quedarse en esa ciudad.

-Sí, supongo que tienes razón... -Responde, aunque no sea precisamente eso lo que está pensando- Nunca he probado el té japonés... -Dice ante su propuesta, una forma de aceptarla... ¿Por qué? Sabe de sobra sin que le diga nada que no está interesado en contratarla y, sin embargo, acepta ir con él. Supone que será similar a lo sucedido con Gabriel: la curiosidad hace milagros, y más si la mezclas con el instinto de supervivencia que te hace saber que ir teniendo contactos es una buena idea para un futuro.

Le entran ganas de sonreír cuando empieza a explicarse y a aclararle para que la ha invitado, pero, como suele sucederle, es incapaz de realizar ese gesto, como si a sus labios se les hubiese olvidado la metodología. Por ello se limita a observarle hasta que termina de hablar y ladea el rostro hacia ella, encontrándose con sus dos ojos azules fijos en los de él:

-No me ofendería si fuese una proposición de otro tipo, sería de hecho absurdo que me molestase... -Le aclara porque, al fin y al cabo, trabaja de eso, no le sorprende nunca que alguien le pida eso- Pero no te preocupes, suponía que no se trataba de algo así y además, ¿quién soy yo para poner en duda el honor de un hombre? -Quizá el último comentario vaya dicho con algo de mordacidad, aquella a la que recurre cuando nota que todo se tambalea, pero se nota que va más bien dicho medio en broma.

No dice nada más, simplemente se centra mentalmente en no dejar visibles sus dudas o recelos, mientras espera a que Ketsuo eche a andar para seguirle en la dirección indicada.

Tema: Re: Café con leche y notas de guitarra (libre) Mar Mar 02, 2010 4:52 pm

- Uh, hay que ponerle remedio a eso... - chsqueo la lengua con imparcialidad fingida ante el hecho de que nunca haya probado el té japonés.

Sonrío complacido por su respuesta y asiento, haciéndole un gesto con la cabeza y una leve reverencia, invitándola a acompañarme.

- Así pues... será un placer llevaros a mi humilde morada - digo en un tonillo casi épico.

El resto de las farolas de la calle terminaron de encenderse, mientras me alejaba con Eithne. No puedo evitar pensar, mientras andamos, que a esta chica le falla algo en su expreisón, como si le faltara algo, ya fueran ánimos, quiza más vida, o sólo... ganas de sonreír sin más.

Llegamos hasta el Célica aparcado en la acera cercana y la invito a subir delante, arrancando segundos después de dejar la guitarra en el maletero. El coche rojo abandona el sitio y se aleja con el motor rugiendo suavemente por las calles de Bucarest.

FDR: ahora abro tema allí XD

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