Primer café en Bucarest (LIBRE)

Hacía frío, mucho , llevaba mi abrigo de color blanco 3/4 abotonado , abotonado hasta arriba, una bufanda color gris a juego con mis botas colgaba de mi cuello y me tapaba hasta la nariz, este gélido viento no me gustaba mucho, pronto como campanitas tintineantes empezaron a caer los primeros copos de nieve, miré una vez hacia el cielo mientras seguía caminando por la acera con las manos congeladas, debido a que se me habían olvidado los guantes en la maleta que acababa de soltar en mi nueva casa.

Después de mi viaje desde Londres y una escala en Paris, llegué al ático y dejé las maletas dispuesta a darme la primera vuelta por Bucarest, aquí estaba observandolo todo al detalle, no tenía problemas con el idioma, pero me sentía bastante extraña, empezando una nueva vida y dejandolo todo atrás.

Ví habierto un Café, el Flash Coffe, parecía un lugar acogedor, y el lugar perfecto para comenzar a hacer amigos mientras me calentabba las manos con una taza calentita.Me acerqué a la barra y pedí un chocolate caliente. Acto seguido me senté en una de las mesas. Mientras miraba como la nieve caía por la ventana con un aspecto tan suave y tan blanco como el algodón.

Si señor, por fin un día de esos que hacia verdadero frio. Me encataba. Eran los clásicos dias para pasarlos en casa tapado con la manta mirando una pelicula con alguien pero no era mi caso. Jacqueline había decidido salir para hacer uans compras y yo había aprovechar para salir un poco, por que la verdad estaba aburrido. La tele se me hacia un tanto repetitiva. Cogí mi cazadora y salí del piso cerrando con llave, Jacqueline llevaba la copia así que si llegaba antes que yo podía abrir tranquilamente.

Al salir a la calle el frio de la calle me golpeo el rostro, en vez de arrepentirme sonreí para mi mismo. El invierno en Bucarest era el mejor que había vivido jamás y me gustaba disfrutarlo. Comencé a caminar con las manos metidas en los bolsillos de mi cazadora. Podía tener más problemas en la cabeza, pero era un día distinto y no me apetecía amargarme de buena mañana, un café sin duda me sentaría bien.

Caminando tranquilamente me tope con un letrero que anunciaba ''Flash Coffe'' quizás era un buen sitio. Al entrar noté rápidamente el cambio de temperatura que había, la sensación era tal que tuve que deshacerme de la cazadora, aunque bajo esta tan solo llevaba una camiseta de manga corta negra y algo ajustada. Si, era por si acaso, eran el tipo de camisas que daban más libertad de movimiento. Me acerqué a la barra y pedí un café, cuando me lo sirvieron busqué con la mirada un sitio donde sentarme.

Iba directo al sitio cuando pasé junto a la mesa donde había una chica sentada parecía mirar distraida algo que no se dio cuenta de que empujaba el movil con la mano y este se precipito hacia el borde. El movil de la joven se balanceó un segundo y luego cayó. Sujetando el café con una mano me agaché ligeramente estirando la otra con rápidez para que el objeto no cayera al suelo. Ventajas de licantropos. Lo deje junto a la mano de la chica.

- Por suerte no ha caido. -Dije sonriendo ligeramente.

Miraba la nieve caer por la ventana.Como hipnotizada.

Distraídamente me enargué yo solita de tirar el teléfono móvil al suelo, seguramente se hubiera desmembrado de sus partes por el suelo de no ser por una mano que lo recogió de forma casi imperceptible para mis ojos, con una gilidad tremenda.Después escuché la voz y miré hacia arriba para ver el gesto amable y sonriente de aquel chico que había recogido el dichoso aparato.

-¡Guauuu..menudos reflejos!

Exclamé totalmente sorprendida por la velocidad.Mientras dejaba el teléfono en el centro de la mesa alejándolo del borde.Luego miré al chico, tenía una sonrisa bastante bonita y amigable.Así que le devolví la sonrisa

-Muchisimas gracias...no se en qué estaba pensando ando algo distraida

Levanté ambas cejas sin dejar de sonreir ante su exclamación, vale, lo admitia era buenos reflejos per creo que tampoco era para tanto. Bueno, aun así se agradecía que alguien admirara algo de ti a voz de grito alguna que otra vez. La chica me dio las gracias cosa que verdaderamente no era necesaría puesto que había sido pura suerte o por casualidad.

- De nada, pero procura tratarlo bien. Estos trasto son muy caros y muy sensibles. -Si, cuanto mejor era el movil menos aguantaba, mucha tecnología y cuando se caian o le dabas un golpes... ¡Puff! a comprarte otro.

Miré hacia la mesa libre en la que me iba a sentar. Suspiré. Tendría que quedarme de pie en vista de que ahora todas las mesas estaban ocupadas. Bueno, no importaba, un día es un día y no iba a amargarmelo por cualquier tonteria.

Capté al momento que el chico acababa de quedarse sin mesa dónde tomar su café o lo que fuera que fuera a tomar en cuanto seguí su mirada hacia la mesa a la que parecía dirigirse.Así que decidi invitarle a sentarse, no acostumbraba a sentarme con desconocidos, y lo pensé durante un momento, pero él no me parecía peligroso.No parecía ser un delincuente ni nada parecido.

-Oye, puedes...sentarte aquí si quieres.No espero a nadie y no me importa compartir mesa...al fin y al cabo salvaste a mi teléfono móvil de su cruel destino.

Le dije bromeando intentando romper el hielo, ya que la situación era un tanto extraña.

-Me llamo Kelly.

Le dije mientras le tendía amablemente la mano para estrechársela

-¿Y tu eres...?

Vaya, que chica tan maja. Me había ofrecido asiento sin ni siquiera conocerme. Dejé el café en la mesa y me senté para luego reir por su comentario. Claro, uno va salvando moviles que se caen po ahi todo el día, por eso era poli. Sonreí y estreché su mano despacio, sin apretar demasiado su mano.

- Tyler Hawk, es un placer Kelly. -Dije sonriendole ligeramenté. Solté su mano y di un sorbo al café, procurando no quemarme, estaba hirviendo- No querría parecer descortes pero, no me suena tu cara en absoluto. ¿Eres nueva por aqui? - Pregunté mirandola a los ojos.

Ultimamente me cruzaba con mucha gente que llegaba nueva a la ciudad y ya me había pasado la noche anterior en el callejon con aquella chica que habian atracado. En fin, supongo que Bucarest estaba de moda como sitio vacacional.

-Lo mismo digo, encantada de conocerte Tyler.

Respondí educadamente, luego me puse a juguetear con la cucharilla removiénda dentro de la taza, me quedé algo pensativa cuando me preguntó aquello.Alcé la vista para mirarle.

-Si bueno, es normal que no te suene.No soy de aquí, soy de Londres, pero he venido para estudiar en esta universidad, ya sabes, diversidad, nuevos idiomas, nuevas culturas.Y bueno, esta ciudad me pareció interesante para acabar mis estudios.

Le dije quitándole importancia mientras me encogía de hombros.Le dí un sorbo a mi taza, y me crucé de piernas para ponerme más cómoda.

-¿Y tú qué?¿Llevas aquí mucho tiempo?

Pregunté, no me costaba en absoluto entablar conversación con desconocidos, si algo era innato en mí era esa extroversión que me caracterizaba, solía hacer buenas migas con casi todo el mundo

Escuché como me hablaba de que venía de Londre y había venido por que le interesaba esto. Sin duda Bucarest era interesante, pero la parte interesante estaba en los lobos, aunque eso, por suerte no lo sabía la gente. Me quede pensativo cuando me pregunto cuanto tempo llevaba aqui.

- Pues no llevo demasiado tiempo por aqui. Unos cinco o seis meses, tampoco es demasiado. Pero te puedo asegurar que es un sitio perfecto para vivir. - Eso si no tenía encuenta las cacerias que se celebraban cada luna llena.

En cierto modo comprendía que Bucarest fuera un destino para unas vaciones y un cambio de aires. Además, era una ciudad con mucha historia y muchos sitios que ver.

Sonreí complacida al ver lo que me dijo del lugar.
-Bueno, aún no se cuanto tiempo me quedaré, perq si encuentro trabajo y me gusta el sitio puede que me establezca definitivamente...

Me quedé pensativa un rato, sobretodo iba a hechar de menos a mi hermano si me quedaba, pero quizás esta nueva vida me gustaba, alomejor incluso encontraba por fin mi lugar en esta ciudad y podía ser independinte y libre, vivir mi propia vida.

-¿y cuáles son los sitios interesantes que visitar por aquí?
Le pregunté con curiosidad mientras removía mi café con cuidado, a este paso iba a marearlo.

-Porque el invierno es muy crudo en este sitio...el frío es lo único que me mata.
Me expliqué.
Miré por la ventana de nuevo caer la suave nieve, hacía tiempo que no veía nevar.