Un café, un helado y un lápiz, por favor ~libre~

Mensajes : 32

Hacía un día grisaceo, el cielo parecía haberse cubierto con un manto de nubes con el mero fin de esconder la luz, y la todo indicaba a que iba a llover. Incluso los pájaros habían dejado su cántico para refugiarse, las baldosas del suelo parecían más sucias y todo parecía haberse reducido a pinceladas de color en un mundo en blanco y negro.
Eso no importaba demasiado a la multitud de Bucarest, seguía el movimiento frenético y los vaivenes en la acera, continuaban los cláxones sonando y las voces de la gente por encima del ruido del tráfico.

Un cuerpo se deslizaba entre el laberinto de calles, indiferente a todo lo que le rodeaba, esquivando a las personas casi con elegancia, extrañamente despacio frente a las prisas que azotaban a la gran mayoría, destacando por una gabardina granate oscura hasta las rodillas.
Finalmente posó las manos sobre el cristal del café y empujó la puerta haciendo sonar la campanilla.
La muchacha miró a su alrededor, satisfecha, a la par que se quitaba el abrigo doblándolo en su brazo, dejándose guiar por el camarero a una mesa libre
- Un café solo, un helado de yogur y... un lápiz, por favor- preguntó curvando ligeramente las comisuras de sus labios en una misteriosa media sonrisa, acomodándose en la silla y dejando su bolsa a su vera

Humano Mensajes : 31

Un chico delgado y de piel pálida se desliza por entre la gente, caminando con aspecto desganado y con la mirada perdida. Lleva unos pantalones algo caídos, unas deportivas, una camiseta y una cazadora de cuero algo manida. Es su favorita, por muy rota que llegue a estar jamás irá a la basura. Sus llamativas orejas llevan los auriculares de un iPod recién adquirido, en el cual no ha tardado nada en meter sus canciones favoritas, en las cuales hay más guitarra eléctrica y batería que otra cosa. Bueno, y en alguna que otra algo de piano.

Avanza despreocupado hasta la puerta de un café, el primero con el que se ha cruzado, y empuja la puerta con el hombro. Sigue con la mirada extrañamente vacía y perdida, y es que cuando escucha música se ve como transportado a un nuevo mundo único y particular. Por desgracia se ve obligado a retirarse uno de los auriculares y a bajar el volumen de la música cuando se acerca a la barra, situándose junto a una chica que no conoce absolutamente para nada. Le dedica una corta mirada antes de mirar al que debe de ser el dueño del bar.
- Un capuccino, por favor.

Ni una sonrisa, ni un gesto. Solo palabras. Eso es Devynne. Saca de su bolsillo el dinero suficiente para pagarlo, y en el acto le da un codazo a la chica que momentos antes había mirado.
- Oh, lo siento -Se disculpa mientras deja las monedas sobre la barra- No me había percatado de... nuestra cercanía.

Mensajes : 32

A pesar de la sorpresa del camarero ante la petición, el hombre asintió confuso girándose para anotar el extraño pedido.
Abbie no tardó en hacerse una idea aproximada de los clientes del local, al menos de los pocos que había. Una pareja no demasiado lejana a ella parecían inmersos en lo que ella había terminado por catalogar como una conversación "eres la primera persona que...", a su lado, una mujer ya entrada en años que parecía llevar media hora solo dándole vueltas a su manzanilla, que ya ni siquiera echaba humo, y por último dos niñas pequeñas, vestidas ambas con vestidos de color rosa palo, gemelas, acompañadas de su madre, una ejecutiva seria de rostro tenso y ojos repintados de color marrón oscuro.
La campanilla de la puerta anunció la entrada de otra persona, a quién Abbie dirigió un rápido resguardo evaluador. El chico era indudablemente apuesto, aún con las gafas de sol puestas, y parecía incluso inmerso en su mundo, de pocas palabras y seco en cuanto a gestos.
Facciones suaves y... peinado original.

El camarero se acercó por su lado, dejando el café sobre su mesa. La francesa alargó el brazo para alcanzar el lápiz y, accidentalmente, chocó con el recién llegado, cayendo el lápiz al suelo.
- Pardonnez-moi, culpa mía- respondió con una media sonrisa, bajándose de la silla y agachándose para recuperar su material- Por lo visto, yo tampoco

Humano Mensajes : 31

Escucha como algo cae al suelo. Sin duda alguna eso es un lápiz, no le hace falta bajar la mirada hacia el suelo para comprobar que lo es. Y no lo hace. Se dedica a mirar a la chica que se levanta para cogerlo mientras ella también se disculpa. No entiende a qué viene esa disculpa, pero le es igual. Lo único que hace es mostrar su buena educación y eso es algo que a Devynne le gusta. De ser cualquier otro chico él le hubiese sonreído, pero él no es de los que regalan sonrisas a todo el mundo. Las veces que ha sonreído casi se pueden contar con los dedos de las manos.

Acaba por apagar el iPod, pues no hace más que distraerle en todo y en volverle demasiado torpe. Y no le gusta dar esa impresión a las personas. Hunde las manos en los bolsillos de sus vaqueros antes de, con todo el morro del mundo, sentarse en la silla que pertenece a la mesa de la desconocida. Y se acomoda bien, apoyando su tobillo sobre su rodilla y entrelazando las manos sobre su abdomen.
- Espero que no te importe -Es igual que le importe o no, ya se ha sentado ahí y es bastante difícil que un comentarío de la chica le haga levantarse. A todo esto se da cuenta de que no se ha presentado. Que poca educación, por Dios- Por cierto, soy Devynne Jerkins... es un placer.

En realidad no puede decir que lo sea puesto que no la conoce todavía. Lo ha dicho más que nada porque es lo que se suele decir en estos casos. Justo en ese preciso instante llega el camarero con la consumición del chico. Murmura un ''gracias'' antes de inclinarse un poco hacia la mesa y comenzar a darle vueltas al café con la cucharilla.

Mensajes : 32

La ceja de la muchacha se curvó ligeramente, una gesto apenas perceptible pero que daba un aspecto de diversión a su rostro
- Para nada- respondió mordiéndole el labio inferior. No era un gesto que fuese destinado él, pues, era algo casi automático. Mucha gente lo consideraría casi sensual, o destinado a llamar la atención a esa parte de su cara, el modo en el que Abigail se mordía no tenía niguna sensualidad más allá del hecho de que estaba claro que escondía una sonrisa.

La chica hizo rodar el lápiz entre sus dedos, dejando la punta suavemente apoyada sobre reposavasos de cartón. Dio un suave trago a su bebida, apenas mojándose los labios y saboreando el gusto amargo del café
- Abigail, pero prefiero que me llamen Abbie- respondió- Lo del placer... ya se verá- dictaminó iluminándose unos instantes sus ojos con curiosidad antes de que los bajara para trazar una línea recta ligeramente desviada en el improvisado cuaderno de dibujo

Humano Mensajes : 31

¿Se podría decir que su afirmación lo deja más tranquilo? Para nada, le da lo mismo que diga una cosa que otra. No iba a moverse de su asiento de todos modos. La observa con detenimiento, sin perderse detalle de sus gestos. Algo que tiende mucho a hacer es analizar con la mirada a las personas, casi como si fuesen objetos de estudio. Podría decirse que para él los desconocidos son más o menos eso. Y más cuando resultan ser tan curiosos como lo es ella.

Por primera vez desde que ha entrado en la cafetería se retira las gafas para colocarlas sobre su cabeza, quedando casi ocultras entre todo ese pelo alborotado. Clava sus ojos azules en el lápiz que está a punto de dibujar algo, sin apenas hacer caso a lo que ella dice. Apenas.
- Sí bueno, eso que dices tú es bastante más acertado que lo que he dicho yo, no te lo voy a negar -Musita, siguiendo en el acto la trayectoria del lápiz. Ahora quien se muerde el labio inferior es él. No es cosa suya y tampoco le interesa meterse en los asuntos de los demás, pero la curiosidad mató al gato- ¿A... qué te dedicas, Abbie? Si puede saberse, claro.

Siempre parece que él no está prestando atención o que se encuentra en otro mundo, y como es tan callado tampoco da muestras de lo contrario. Y pese a ello se acaba enterando de todo lo que le dicen. Y no lo pasa por alto.

Mensajes : 32

La muchacha siguió el movimiento de la mano del chico, clavando su resguardo en los ojos azules y tranquilos de él, dibujando una media sonrisa antes de volver al papel.
Trazó una línea horizontal seguida de una paralela a apenas unos centímetros.
Todo apuntaba a que esta sería una tarde mucho más interesante de lo que habían sido muchas de las anteriores: un chico interesante, una conversación interesante, y unos ojos interesantes. Sí, tenía un buen presagio de esa charla. El camarero dejó el helado a su lado, resonando, a pesar del nivel de sonido del bar, la cucharilla tintinear contra el plato. Abbie lo ignoró.
Dibujó el redondel que marcaría el rostro, afinándolo por la barbilla.
- Soy... estudiante, aún, de bellas artes- respondió finalmente, levantando la frente para cruzar su mirada con la de él- Algo así como proyecto de artista, pero suele sonar demasiado prepotente- bromeó mordiendo el labio inferior- Tu... Chupa oscura de cuero, gafas de sol negras estilo Rayban para esconder tus ojos, peinado original y despreocupado- - analizó en voz baja.En realidad había estado fijándose también en la seguridad con la que se movía, en cómo bebía el café o incluso en el modo de quitarse las gafas, pero no era relevante en ese momento- ¿Modelo?- cuestionó finalmente, ladeando ligeramente la cabeza, casi siguiendo con su examen.
Luego volvió a hacer rodar el lápiz en sus dedos y perfiló ligeramente el rostro que estaba trazando en el posavasos, añadiendo el cuello y delimitando con suavidad la frente.

Humano Mensajes : 31

Por fin decide que ya va siendo hora de quitarle los ojos de encima a la morena para mirar al camarero que le trae el helado. Su rostro se tuerce en una mueca que demuestra lo poco que le gusta al chico los helados. Como él dice... están demasiado fríos, aunque ahí está la gracia de todo. Vuelve a estar, como siempre le dicen, totalmente sumergido en su mundo interior. Con deliberada lentitud agarra el pequeño sobre de azúcar y lo echa en el café. Casi se le había olvidado que ese regusto tan amargo no le gusta demasiado. Una vez hecho empieza a remover y a demostrar que, pese a estar de todo menos a ella, se ha enterado de todo lo que ha dicho.

- Uhm... debería de haberlo imaginado -Está bastante claro, teniendo en cuenta que, desde que ha entrado lo único que ha hecho es dibujar. Sí, hubiese sido bastante obvio, contando también con que la chica parece más joven que él. Ahora ella se dedica a examinarle a él, acertando en todo menos en su profesión. O pasatiempo, como prefieras llamarlo. Parece que la comisura de sus labios va a levantarse, sonriendo por primera vez desde que ha hecho acto de presencia. Pero como de costumbre esa sonrisa no llega a aparecer- Me halaga, pero has fallado.

No piensa decir nada más, prefiere esperar a que sea ella quien adivine su profesión, partiendo por ejemplo de que hace poco se encontraba escuchando música a todo volumen. Es inteligente, no lle cabe la menor duda de que en breves lo adivinará. Y mientras ella se lo piensa mejor él se dedica a observar con desinterés el dibujo, dejando por fin al café tranquilo.

Mensajes : 32

Parecía que el helado había perdido interés incluso para la francesa, aunque eso no era del todo cierto- simplemente prefería endulzar el sabor amargo del café antes que amargar el sabor dulce del helado, por lo que siempre el postre iría después.
- No tendría diversión nunca equivocarse- fue su única respuesta, acompañada de una fugaz sonrisa.

Siguió centrada en el dibujo, casi como si el frusfrus del lápiz fuese el que pusiera en marcha el mecanismo de su cabeza que la llevaría a sacar la conclusión.
- Has eliminado mi opción más probable- dijo finalmente, sin levantar la vista, dando un trago de café, fijándose en las sombras del retrato- Estoy entre actor, músico o bailarín- dictaminó finalmente, golpeando con el dedo índice el dibujo para que se deslizara hasta las manos del muchacho- Tienes una cara para salir en pantalla- fue su única justificación al hecho de acabar de dibujarle en un posavasos.

Se apoyó sobre sus codos, con el vaso de café entre sus manos, y dejó la pajilla entre sus dientes, enarcando una ceja a la espera de saber si había acertado

Humano Mensajes : 31

Para Devynne equivocarse no es divertido. Que se equivoquen los demás si lo es. A medida que ella sigue dibujando el rostro que ve se le va haciendo cada vez más familiar, aunque visto desde el lado contrario no es muy fácil adivinar la persona. Es más bien complicado. Por eso espera a que ella termine para poder pedírselo. O quitarse, eso ya depende de su nivel de interés hacia lo que está haciendo. La mira pensativo, mientras ella dice qué profesiones tiene en mente para él. Tampoco va demasiado desencaminada.

- Todas relacionadas con la fama. ¿A qué se debe? ¿Por qué no podría ser... mecánico? Por ejemplo -No está diciendo que lo sea, de hecho ni siquiera le gustaría, y menos que lo hiciesen pasar por uno de esos. Le gustan las motos, no ser mecánico- Pero sí, es una de esas tres. Pongamos a prueba tu inteligencia y tu capacidad de asociación -Hay algo que deja bastante claro lo que es. Al menos desde su punto de vista. Como si un actor no pudiese escuchar música. O un bailarín.

Parece que al final no va a necesitar quitárselo o pedírselo pues ella se encarga de dárselo directamente. Y con razón le sonaba el rostro. Es él. Lo mira con detenimiento durante escasos segundos antes de levantar la mirada hacia ella.
- Dibujas francamente bien -Reconoce, cogiendo el posavasos y guardándolo en el bolsillo de su cazadora de cuero. Ya que él es el protagonista del dibujo tiene derecho a quedárselo, ¿no?

Mensajes : 32

La chica mordisqueó la pajilla, pensativa. ¿Qué respuesta podría dar a eso? ¿Por la forma en la que se movía? ¿Por cómo había pedido el café? ¿O incluso por su vestuario? Había tantas respuestas posibles que tuvo que estar unos segundos hasta que se decidió
- Estás acostumbrado a las miradas, no les das importancia, además... - la chica hizo un ademán con la cabeza señalando donde se había sentado- Destilas seguridad por todos los poros de tu cuerpo- esta vez si que sonrió, con diversión. No le molestaba, de haberlo hecho no estaría manteniendo una conversación con él, más bien le gustaba tener a alguien delante casi tan extravagante como ella misma.

Abbie volvió a dar un sorbo de café
- Vale, por lógica... - dijo finalmente, entornando la mirada- Actor descartado, me sonarías de vista o conocería tu nombre, no tienes pinta de ser uno de los del fondo- musito apoyando la mejilla en mi mano, con la cabeza ladeada y el codo sobre la mesa, notando el pelo cosquillear en mi antebrazo- Músico- dijo finalmente. Bailarín tendría más flexibilidad, a pesar de que estaba cómodamente sentado, la pierna de arriba no llegaba al ángulo recto con la de abajo, un bailarían llegaría y le sobraría.

Asintió con la cabeza ante el elogio, era estudiante de arte, de dibujar mal no estaría allí. Pero extrañamente, aceptó sin replicar

Humano Mensajes : 31

¿De verdad parece un chico tan seguro? Él no se ve así. Es más bien independiente, va mucho a su bola. Y le cuesta conocer a las personas, o relacionarse con ellas. Aunque sí que tiene razón en eso de que está acostumbrado a las miradas. No se intimida por cualquier cosa y cree necesario mirar a las personas a los ojos. Sobretodo cuando el tema que se está tratando es importante. Cuando carece de interés para él puede mirar casi cualquier cosa. La que sea. Mientras ella sigue deduciendo en voz alta él coge la taza de café, que está más bien frío, y le da un pequeño sorbo. No, no está lo suficientemente frío.

Vuelve a dejar la taza donde estaba antes, a la espera de que se termine de enfriar. Sí, Devynne es un chico al que le gustan las cosas frías. Incluso el café. Oh, por fin da con su verdadera profesión. Ladea ligeramente la cabeza, consiguiendo de ese modo que un par de mechones entorpezcan su campo de visión. No los aparta por el momento.
- Chica lista. Canto y toco la guitarra eléctrica -Afirma, volviendo a cruzar los brazos por encima del pecho- Creo que tampoco era tan difícil de adivinar, y menos para alguien tan observadora como tú -No lo dice a modo de halago, simplemente dice lo que él ve. Y lo que cualquiera vería en ella, visto lo visto.

Mensajes : 32

Hizo rodar de nuevo el lápiz en sus dedos, notando como cosquilleaba en la zona de sus nudillos al dar la vuelta. Sí, para ella era relajante incluso la textura del lápiz al girar, el sonido del carboncillo sobre la cartulina, los lápices de colores tintando arco iris sobre el papel.
- Yo también escucho música a todo volumen- contestó como única justificación. Después río entre dientes- En realidad fui incluso precipitada, podrías haber sido incluso DJ y no me lo he planteado- apuntó dando un largo trago a su café, sintiendo el líquido arder bajando su garganta. No tardó más de dos sorbos en terminarlo, y con calma, lo dejó a su lado, acercando el plato del helado. La zona más externa había comenzado a derretirse, cayendo gotas por ambos lados de la bola hasta el plato.
La francesa pasó la cucharilla por ellas, llevándoselas a los labios y notando el contraste en sus papilas. Era innegable, no había nada mejor que las crêppes o el helado de yogur, y menos que las crêppes con helado de yogur.
- Soy observadora, no adivina- dijo divertida- ¿Podrías saber tu mi edad con solo observar?- retó casi con picardía

Humano Mensajes : 31

Tampoco había reparado en eso, pero bueno, Devynne no tiene mucha pinta de ser DJ, no hay más que verle para darse cuenta de ello. Toma la taza de café entre sus manos. Al tacto la cerámica está fría, así que lo más seguro es que el café ya esté al gusto del cantante. Lo remueve un par de veces más antes de darle un nuevo sorbo, el cual le sirve para comprobar que efectivamente el café está tal y como le gusta. Por tanto no tarda nada en terminárselo. Ya ha esperado suficiente y tenía muchas ganas de tomárselo.

Entorna los ojos cuando ella dice que es observadora pero no adivina. Bueno, ya lo que le faltaba, que sea adivina. Se muerde el labio inferior, intentando no hacer el chiste fácil ni extenderle la mano para pedirle que la lea. No puede permitirse el coger confianza tan rápidamente. Todavía no sabe nada de ella, y ni siquiera sabe si ese gesto le va a sentar mal o bien. Se limita a encogerse de hombros como toda respuesta, escuchando después el reto que le propone. Alza ambas cejas, notablemente sorprendido. ¿Ahora trata de ponerlo a prueba? Estupendo.

- Diría que eres más joven que yo, y bueno, estás estudiando, así que... -Se fija bien en los rasgos de ella, analizándola con detenimiento. Sabe que no va a acertar la edad. Es algo bastante más difícil que lo otro. Pero lo intentará- Creo que estás entre los 19 y los 22. Aunque 19 me parece demasiado poco... no tienes cara de niña. O no me lo parece... -Y 20 años tampoco le parece que tenga- Me arriesgo a decir que 22.

Mensajes : 32

Saboreó el helado en su boca, dejando por primera vez en toda la conversación el lápiz a un lado. Probablemente en cualquier otro lugar seguiría con este entre los dedos, ya fuese jugueteando o dibujando su entorno. Ahora había encontrado un pequeño entretenimiento también divertido que estaba ocupando su tiempo.
- Casi- dijo riendo por lo bajo- Me has hecho solo un año más mayor- asintió, dejando claro que, por su parte, acababa de ganar un punto en su pequeña lista de méritos. Aunque eso seguramente él no lo supiese, era extraño y tan poco habitual como el que ella se sentase acompañada por un desconocido en una mesa de un café.
Su cucharilla jugueteó entre el helado fundido y, finalmente volvió a llevárselo a la boca.

Humano Mensajes : 31

Tampoco ha ido tan desencaminado, ¿no? Más o menos lo ha acertado. Ya no tiene nada más que decir. Por el momento no tiene interés por saber nada más de ella, y la chica por su parte no ha preguntado nada. La mira fijamente mientras ella se dedica a comer ese helado y a juguetear con el lápiz que tiene entre sus dedos. Y no hace ni dice nada más. Esperará a que ella diga o haga algo que pueda dar paso a una nueva conversación. Solo desvía la mirada de ella para ponerse a juguetear con los cascos que caen del cuello de su cazadora, con expresión distraída. En realidad se aburre lo mismo jugando que sin jugar, pero es una forma de no parecer una estatua que no tiene ganas de hacer nada.
Le resulta muy extraña la forma en la que ha conectado con la chica. Bueno, más que conectar... sí, podría llamársele así. Al menos por el momento no se ha aburrido de ella, algo es algo. Tiende a aburrirse muy rápido de las personas.

Mensajes : 32

No tardó mucho rato en terminar su helado, se relamió los labios por última vez y dejó el dinero sobre la mesa, al lado del vaso vacío de café y del plato de helado.
El lápiz siguió rodando entre sus dedos. La tentación de dibujar sus ojos era demasiado grande, pero ella ya había dibujado el rostro del chico, era una costumbre que jamás solía romper: no dibujar a una misma persona en un mismo momento dos veces.
Dejó unos instantes el lápiz sobre la mesa, tambaleándose hasta quedar en equilibrio precario, para recogerse el cabello sin muchas contemplaciones, apenas una coleta de caballo mal hecha de la que pocos mechones tenían una misma dirección.
- Así que músico...- sonrió pensativa- ¿Tendría que sonarme tu nombre?

Humano Mensajes : 31

Atrapa el cable del auricular entre sus labios, sin moderlos. Simplemente por querer hacer algo mientras ella se decide a hablar. O a marcharse. Llevan bastante rato aquí sentados, es posible que ella tenga que hacer algo o se aburra de la presencia de Devynne. Y no sería algo raro, teniendo en cuenta lo callado y reservado que es. A muchas personas les resultan aburridos esos rasgos. A Devynne le parecen normales.
- No, supongo que no. Acabo de empezar y solo nos dedicamos a cantar en algún que otro local a los que gustamos. De momento se podía decir que tan solo soy un aficionado. Nada del otro mundo -En realidad él no se considera un aficionado y es consciente de que tiene bastante talento. La modestia está entre sus muchas virtudes, sí- Pero creo que tenemos futuro. No somos tan malos después de todo.

Mensajes : 32

¿Aficionado? ¿En algún que otro bar? Abigail se mordió el labio inferior, o era muy modesto, o muy mentiroso. Prefirió declinarse por la primera opción, no solía tachar deprisa a las personas, aún así, estaba claro, desde su punto de vista, que el chico no podía ser malo en lo que trabajase. Al igual que había dado por hecho que no sería un actor de fondo, tampoco podía ser un músico de fondo. Se notaba en su mirada.
- ¿Hay alguna oportunidad de que te viese?- preguntó con interés. Quería oírle, ver si había acertado en sus suposiciones.

Además, había encontrado una persona con quien extrañamente conectaba. Ahora cabía ver si eso sería de ahora en adelante o solo sería un día una hora o un momento.

Humano Mensajes : 31

Se esperaba esa pregunta por su parte, tanto que antes ha estado a punto de dejar bien claro que no quiere público conocido. No le gusta que lo vean cantar o tocar, pese a dedicarse muchas veces a tararear mientras pasa olímpicamente de las personas. Alza un poco la mandíbula, haciendo como que se piensa la respuesta. No tiene nada que pensarse. La respuesta va a ser negativa. Se ponga como se ponga.
- Lo dudo muchísimo -Tuerce un poco el gesto, esbozando algo que se parece muchísimo a una sonrisa, pero que todavía dista de serlo- A no ser que seas capaz de encontrar el local, cosa que también dudo que consigas, pese a ser una chica tan inteligente. Lo siento -Se encoge de hombros, esperándose por parte de la muchacha una mala mirada, palabrotas o incluso que se vaya.

Ahora, por puro entretenimiento empieza a jugar con la silla, echándose hacia atrás e intentando mantener el equilibrio. Al mismo tiempo sigue jugueteando con el cable del auricular entre sus labios.

Mensajes : 32

Y a pesar de que acababa de recibir una negativa, eso no borró la sonrisa del rostro de Abigail, solo convirtió en un sujeto aún más interesante al chico.
- Me parece justo- fue su respuesta- ¿Nada de público con rostro?- sí ,era una máxima que había escuchado más de una vez. No sería por vergüenza, si no por abstracción. Estar en un escenario sabiendo quién te mira no es una sensación que mucha gente persiguiese.

Abbie se echó hacia atrás, apoyando su espalda en el respaldo de la silla, haciendo rodar el lápiz en sus manos, con sus ojos fijos en el muchacho.
- Eres una persona bastante peculiar, Devynne- musitó divertida

Humano Mensajes : 31

Mentiría si dijese que el chico no se ha sorprendido ante esa respuesta. Lo ha aceptado como si nada, sin echarle nada en cara por esa decisión que acaba de tomar. Arruga la nariz, colocando la silla tal y como estaba en un principio. Apoya los codos sobre la mesa y se acerca un poco más a la chica, con los ojos entornados.
- Has dado en el clavo -Está a punto de retirarse cuando ella dice que es una persona bastante peculiar. ¿De verdad? Esto sí quee es nuevo. Es algo que en la vida le habían mencionado, y oye, no le importa escucharlo. Se queda en esa misma posición, inclinado hacia delante, con sus ojos azules fijos en los de ella- ¿Por qué crees que soy... una persona bastante peculiar? Realmente no creo que lo sea. Explícate.

Espera con infinita paciencia a la respuesta de la chica, sin variar su posición, atento a sus palabras y a sus movimientos. Él también podría decir que ella es una chica bastante peculiar, sin embargo no va a hacerlo.

Mensajes : 32

Abbie no se movió a pesar de que el muchacho le mirara con fijeza a los ojos
- Por qué no consigo saber que piensas o qué dirás... créeme que no es habitual- respondió. Pero aún así la curva de sus comisuras seguía allí, algo faltaba por decir, algo que el misterio de sus ojos dejaba en interrogante- Oh, sí lo eres. Peculiar es no habitual, por lo tanto, cualquier cosa que se salga de la regla e inevitablemente destaca: tu... destacas- la chica cerró los ojos, sonriente aún, marcando el compás de una música inaudible con los finos dedos de su mano. Destacaba por observador, por extravagante, por solitario y por independiente. Ninguna de esas características eran visibles en un ciudadano cualquiera, por eso este, y solo este, merecía la pena, por eso Devynne se acababa de convertir, sin ni siquiera saberlo, en el objetivo de Abigail. Ella quería conocerle, quería saber más de él, ahora que su curiosidad había despertado, solo la apagaría una decepción, y no parecía que fuese a surgir ninguna.

Humano Mensajes : 31

Algo ha encontrado gracioso en sus palabras. Algo tiene ella que, después de mucho rato, lo ha animado a sonreír. Vuelve a echarse hacia atrás, hasta que su espalda da contra el respaldo de la silla. Ahora, no aparta la mirada de ella en ningún momento, todavía con esa media sonrisa curvando sus gruesos labios.
- Dices que no consigues saber qué voy a decir o qué pienso... ¿no me habías dicho hace unos minutos que no eras adivina? Acabas de contradecirte -Lentamente su sonrisa va desapareciendo hasta que su rostro vuelve a ser una máscara de seriedad- Bromas a parte. Dime. ¿Por qué no es habitual? La gente es previsible, fácilmente se puede adivinar lo que van a hacer. Pero también hay gente que no lo es. Yo podría estar dentro de ese grupo, lo cual no me haría ser diferente a los demás.

Destaca. Él destaca según ella. Tarda un poco en procesar esas palabras, y cuando lo hace se limita a sacar una caja de tabaco del bolsillo de su cazadora. Le tiende la cajetilla abierta por si quiere.
- Destaco... todas las personas destacamos por uno u otro motivo. No solo yo. Desde mi punto de vista sigo siendo una persona normal y corriente. Dame una buena razón que me haga pensar lo contrario.

Mensajes : 32

La francesa se quedó mirando al muchacho fijamente, incluso si hubiese tenido que apostar por una reacción, que sonriese ni siquiera hubiese estado entre las opciones. Quizás hubiese podido declinarse por un atisbo, o por un gesto como sacudir suavemente la cabeza. Pero no sonreír. Aún así, la muchacha trazó un esbozo de sonrisa también, entornando ligeramente los ojos, como quien analiza algo con profundidad. En aquel momento agradeció haber pensado antes en recogerse el pelo, sería una gran molestia si no.
- Cierto, estaría bien serlo- murmuró arqueando elegantemente una ceja- Las personas imprevisibles son diferentes, son aquellas que no siguen una corriente permanente, que piensan por si mismos, y por lo tanto, no se puede saber tan fácilmente en qué piensan- Abigail se apoyó sobre una mano, con el codo sobre la mesa, girando su cabeza para mirar a través del cristal a la calle. Una infinidad de personas cruzaban a toda prisa la calle, todos apresurados o dejándose llevar por la multitud. Todos ellos pequeñas hormigas revolucionadas de un lado hacia el otro -Solo centrándonos en un aspecto, por ejemplo, la ropa: ¿Cuantas personas es previsible saber qué vestirán?- dejó la pregunta en el aire antes de volver a mirar al chico, ahora apoyando la barbilla sobre sus dos manos

- Una frase muy bonita, muy poética incluso...pero...incierta- se mordió el labio inferior, seleccionando las palabras más... apropiadas- La gente trata de destacar, al hacerlo, deja atrás los motivos que les hacen destacar por si mismos y copian los que ven que hacen destacar a otros, ¿no lleva eso de nuevo a que no todos destacamos y que quién lo hace es peculiar?- oh, ahora sí que Abigail esperaba su respuesta, es más, quería escucharla. ¿Qué diría ahora para contradecirle?