The most beatiful song... {libre}

De regreso a casa por fin, presionada, cansanda, harta de estar todo el día corriendo porque las coas ene el periódico salgan correctamente; por un momento olvido quién soy, de donde provengo y lo que... en verdad represento, enfurruñada dirijo mis pasos a casa sin voltear por las calles a obscuras. Pasos cortos, suaves, el sonido de los tacones resuenan con serenidad entre los caminos de piedra, suspiro embelesada con la reacción de la naturaleza ante mis ojos.

Pronto, esucho un aullido entre el bosque, no puedo creerlo, más bien quiero salir corriendo de ese lugar pero inevitablemente me dejo embelesar por esa melodía; adéntrome en el bosque, me muerdo el labio inferior comenzando mi transformación, comenzando a correr a lo lejos me dejo llevar por la brisa del viento, dejándome guiar por aquella conversación privada con la luna. De repente ya no siento mis ropas, el pelaje está brotando sobre mi piel humana, el cabello se erizó y comencé a absorber todo lo que en meses había dejado por una vida medio anormalizada.

Corrí con fuerza llegando hasta donde estaba mi compañero, mis ojos se posaron sobre la luna sin más ni más, dejé caer mi enorme lomo allí mismo, miré a mi acompañante agachando la cabeza.

-Hola- repetí en mi cabeza preguntándome si me escucharía, era de las primeras veces desde que... había cambiado... que decidía transformarme, no me resultaba fácil ni una cosa para aplaudir, pero allí estaba y era una sensación de libertad que jamás experimentaba siendo humana.

La posición del lobo frente a mí, no era nada amigable, también me hubiese cuestionado que hacía un lobo más en medio de la noche apareciéndose sólo por diversión, me desplomé sobre la tierra sin prestarle mucha atención hasta su pregunta, guardé silencios durante unos segundos antes de responder.

-No...no te he seguido- afirmé cada palabra lo bastante seria mirándolo directamente, mis ojos clavándose en él, lo único que deseaba era un poco de compañía para olvidarme de mi vida humanitaria durante unos segundos, quizá me faltaba práctica, quizá no sabía manejar esto de ser licántropa del todo pero me estaba interesando.

-Sólo... venía caminando... y te escuché...quise sentirme libre por unos momentos- agaché mi cabeza hasta tocar mis patas recostada sobre el césped, desviando la mirada de él a la luna soltando un profundo aullido hasta ella.

-Lamento si interrumpo- musité después rascando una de mis patas delanteras ya que con la hierba (todavía no del todo acostumbrada) me daba cierta picazón sobre mí.

Era tan evidente mi situación? si creo que si pues estaba si incómoda, de hecho podía decir que ahora mismo estaba deseando no haber aparecido, pero por otro lado, la sensación de de estar libre no podía compararse con nada, amaba estar allí en ese momento, quería correr, así no me sentía presionada.

-Ja, la vida humana me hartó por ahora, quise salir a dar un respiro- viré los ojos hasta un montón de hijas que estaban allí encrespadas, mi pelo grisáceo se destacaba entre los alumbrados de la luna pues daba la pauta a hacerlo parecer algo platinado, me erguí apuntando con el hocico hasta ella cegándome.

-Soy Bianca, vine para no estar sola cuando te escuché- hablé presentándome con algo de educación confesando mi horribl verdad, odiaba la soledad y la vida humana no lo hacía mucho mejor.

El bosque estaba plagado de sonidos extraños e intrigantes, no podía descubrir cuáles eran unos y cuáles eran otros, sabía que aún tenía mucho por aprender y eso era exasperante hasta cierto punto; odié la idea no tener suficiente siendo una humana torpe sino también una loba sin saber serlo correctamente.