Cara a cara tras la luna llena (Gabriel)

Otra noche mas llegaba y mi deambular se había desviado del bosque a la propia ciudad. Caminaba con el abrigo largo cerrado y las manos en los bolsillos de este, mis ojos ahora en el suelo mientras mis pies me guiaban entre la poca gente que quedaba por la plaza. Mi mente estaba en otro lugar, recordando mentalmente por cada sitio que había pasado en su busca... Desde la recepción de la nota y el comienzo de la búsqueda, apenas había dormido y comido, aun así no cesé en mi búsqueda personal de Jers. Del bolsillo del abrigo saqué la mano y con ella el paquete de tabaco y el zippo junto a el, sacudí un poco el paquete para hacer sacar uno de los cigarros y poder sujetarlo con los labios, con el zippo prendí la punta de aquel cáncer guardando paquete y encendedor de nuevo mientras daba una calada.

Estaba en contra de todo lo perjudicial para el cuerpo pero...la desesperación el agobio y el estrés de no encontrar a Jeremmy eran superiores y prefería morir por el cáncer de pulmón que amarillo de cirrosis. Di una larga calada alzando levemente la vista del suelo, no había nadie en aquel lugar, pero mis oídos se guiaron por el sonido de...¿una voz? caminé por el lugar buscando encontrar a quien emitía tan agradable sonido, deteniendo mi paso al llegar casi a la fuente, viendo sentada en ella a Eithne. La observé expulsando el humo de los pulmones, dando otra calada al cigarro.

Aun recuerdo el rostro de Eith el día de la caza aunque para ella pasó desapercibido el que me fijé en ella. Seguramente no se esperaba que fuera yo quien apareciera sobre aquella roca dando aquel discurso ceremonial y yo no sabía que reacción tendría ahora después de aquello. Simplemente la observé mientras cantaba, para luego acercarme dejando que resonaran sobre la piedra aquellos pocos pasos que nos separaban -Buenas noches...- Dije tras expulsar el humo por la boca, para luego darle otra calada al cigarro fijando la mirada en ella esperando que sus ojos se encontraran con los míos.

Mis ojos continuaban buscando los suyos sin llegar a encontrarlo, en su lugar, apartó el pelo mostrando su cuello, sin pasar desapercibidas aquellas marcas... aparté por un momento la vista de ella para darle una calada al cigarro, supongo que el descubrimiento de quien era la había hecho comportarse así aunque yo no lo quisiera -Gabriel...- Indiqué que me llamara por mi nombre como aquella noche en la que ambos nos deshicimos de nuestras corazas y nos hablamos mirando directamente a los ojos, dejando que el otro viera lo que en nuestro interior había.

Expulsé el humo lentamente regresando la mirada a ella -Puedo...explicarlo...- Dije medio en un susurro ¿Explicar? si tenía que explicar el por que no había revelado mi verdadera "ocupación", ante sus ojos yo era a penas hace unos días el dueño de un local muy famoso que abrió las puertas de su casa a una desconocida con intención de saber quien era aquella loba, pero que descubrió algo mas en el interior de ambos, por que aquella noche ese hombre aprendió algo que nunca creyó que era capaz de hacer, sincerarse. Aquel hombre -osea yo- ahora se encontraba frete a alguien completamente distinta a aquella muchacha que baló sobre la barra gracias a la absenta que a la que le invité, a la muchacha que supo escucharme y hacerme en su punto de vista, a la muchacha que arropé como a mu propio cachorro la mañana siguiente antes de irme.

Expulsé el humo lentamente, pareció una eternidad hasta que no quedó mas aire en mis pulmones -Debería habértelo dicho...- Susurré nuevamente sin saber por donde empezar realmente, tenía tantas cosas en la cabeza y aquello no era mas que otra preocupación mas, pues en Eithne había encontrado alguien que me escuchaba o al menos antes haría eso...

Finalmente y mientras daba otra calada al cigarro nuestros ojos se encontraron, pudiendo apreciar en los de ella un velo transparente estaba frente a mi pero al a vez la veía muy lejos. En cambio mis ojos expresaban el cansancio acumulado de días atrás sin dormir y apenas sin comer por la intentas búsqueda. preguntó por qué, tras aquella pregunta con tantas respuestas, un suspiro acompañado del humo que albergaban mis pulmones, quería pensar bien las palabras pero no hacía mas que tomar rodeos y no quería.

-Por que por una vez en mi vida...- Hice una leve pausa pensando cada palabra -Quería sentir que era ser uno mas...sin protocolos de por medio...- La miraba directamente, dejando que viera en mis ojos la honestidad, tal y como aquella noche. Di una calada mas al cigarro al cual le quedaba poco, sujetaba este con el dedo indice y pulgar -¿ Hubiéramos pasado aquella noche si lo hubieras sabido entonces?- Pregunté aunque no esperaba respuesta, así que continué hablando -Lamento no haberte informado antes...pero entiende a lo que me someto cada día...- Expulsé el humo para darle luego una ultima calada al cigarro, bajando la mirada dejando caer la colilla para luego pisarla.

Me quede en silencio, quizás demasiado tiempo, quería buscar las palabras adecuadas y no las encontraba, normalmente vivía de eso de mi forma de hablar y de saber manejar situaciones, pero aquello se me iba de las manos y no sabía como recuperar el control o al menos centrarme en el asunto

Me mantuve en silencio tentándome por un instante cuando ella se puso en pié pero sin retroceder, la tensión se relajo mientras comenzaba a hablar. Sus palabras si vinieran de otro u otra parecerían envenenadas, pero realmente no me dejaban ver al principio lo que pensaba. Mis ojos seguían clavados en los de ella ignorando en parte sus gestos, fruncí levemente el entrecejo al escuchar que le habían robado pero aun no dije nada, he incluso mi entrecejo recupero su posición normal. Cuando acabó de hablar y se sentó continué mirándola dejando que el silencio estuviera entre nosotros.

Tras un largo rato entre abrí los labios con afán de romper aquel cristal llamado silencio -Entiendo que... llevas una carga a tu espalda...si después de esto decides seguir con tu vida, no soy quien para obligarte, aunque no lo creas- Hice una leve pausa, gesticulando mientras hablaba con las manos -Yo no ordeno por mi placer, mi trabajo es mirar por los nuestros protegerlos, el no dejar que como antaño el hombre nos persiga...- A día de hoy no estaba seguro siquiera de aquello, no era capaz de proteger a mi propia familia ¿Cómo iba a ser capaz de sobrellevar a una manada completa? En el tiempo que Jeremmy llevaba desaparecido estaba auto juzgadome mi posición como líder, pero claro, eso solo lo hacía en la soledad de mi apartamento y en silencio, me hubiera gustado que Eithne me acompañara en alguna de esas reflexiones, pero ahora también dudaba de todo aquello.

De nuevo el silencio, necesitaba explicarme pero no encontraba todas las palabras que quería decir. Aparté la mirada llevando la mano de nuevo al bolsillo, notaba como la sensación de mi cuerpo pidiendo aquella asquerosa nicotina me llamaba, así que encendí otro cigarro con premura. Mientras daba la primera calada, mi teléfono sonó, lo saque del bolsillo mirando quien era -...disculpa...- La miré por un momento tenía que cogerlo, era uno de los muchachos que había dejado en la eterna búsqueda de Jeremmy. Con rapidez descolgué -Si...- Respondí con desanimo pues siempre era para darme ninguna noticia, ya que les tenía dicho que cada 3 horas me avisaran de cualquier cosa -¡Pues seguid buscando!- Fruncí el ceño alzando levemente la voz estando de espaldas a Eith gesticulando con la mano libre con un movimiento brusco -Revisad todo una y otra vez...- Dije con voz un poco mas calmada -¡Me da igual que ya hayáis mirado ahí!- Le di una calada al cigarro de manera rápida, para luego colgar -Disculpa... tengo ciertos...problemas por así decirlo...- Dije girándome guardando el teléfono en el bolsillo del abrigo expulsando luego el humo por la nariz en un apreciable suspiro. De nuevo el silencio sin saber que mas decir, algo ido del lugar ante las vagas noticias de mis hombres, al no encontrar nada sobre Jeremmy.

Alcé la mano para dar una calada al cigarro escuchando sus palabras -Precisamente, he de proteger que el hombre o sepa de nosotros, créeme yo he vivido la época de lapidaciones... y no es agradable...- Expulsé el humo negando lentamente a su , puede decirse, pregunta sobre rebeldes y demás -La gente que caza fuera de la llamada...es controlada para evitar tales cazas...los rebeldes..pocos son como para preocuparse...- Le di otra calada, estaba nervioso por la falta de saber de Jers y esa llamada no ayudó a nada -Es algo...mas personal...- Dije bajando por un momento la mirada al suelo expulsando el humo por entre los labios, dejando que la brisa se llevara aquel resto de cáncer -Mi...hijo ha desaparecido...- Dije costosamente sin llegar a mirarla, no quería que sintiese lastima por mi, tan solo necesitaba hablar con alguien sobre todo aquello, aunque solo fuera para decir que Jers había desaparecido. Otro secreto mas por digerir para Eith, en ningún momento de la noche tan agradable y confortante que pasamos había hecho mención de que tuviera un hijo y mucho menos que estuviera casado, eso ultimo era incierto pues yo estaba divorciado de la madre de Jeremmy desde hace ya un tiempo...

De nuevo otra calada al cigarro -Prefiero morir de cáncer antes que amarillo por la cirrosis...- Dejé escapar una leve forzada, y cansada sonrisa de mis labios -Todos queremos morir de viejos y yo ya he llegado a casi el centenario...- Dije a modo de ¿Defensa? Cierto era que hacía poco que había comenzado a fumar, desde todo lo sucedido con Jeremmy, su distancia, la propia distancia de Jacqueline la cual no iba a ver desde hace ya casi dos meses en las que eran visitas habituales nocturnas...

Mis ojos estaban posados ahora en la fuente, sosteniendo entre los dedos de una mano aquel cigarro -Cuando le encontremos... no creo que se quiera detener a mirar si se encuentra o no con un cáncer...yo soy su cáncer desde hace mucho tiempo...él es de quien te hablaba la otra noche...el ser que he hecho que me odie desde lo mas profundo de su corazón...- Mi voz era susurrante intentando no demostrar nuevamente la derrota, pues con el "cuando le encontremos" di por sentado que le encontraríamos, de eso estaba seguro, lo que no estaba seguro de el cuando ni cómo...aun que las esperanzas que nos daba Tyler eran consoladoras.

Estoy viejo, eso nadie lo dudaba, aunque dentro de lo mayor que fuese Eithne tenía razón, aunque me quedaba mucho por vivir, pero lamentablemente el sabor del tabaco y sus consecuencias estaban en mí, además daría igual si muero antes o después, seguiría estando igual de solo. Mi aura era totalmente pesimista a pesar de los pensamientos positivos que me imponía tener presente.

Mis ojos regresaron a Eithne al escuchar su ultima proposición, sin preocuparme en ocultar el cansancio en estos. Tardando en reaccionar ante aquella pregunta con un pestañeo breve -No quisiera molestarte, ya hiciste suficiente por este viejo lobo en la vez anterior- Dije sin afán de forzar nada, realmente si deseaba pasar un largo rato con Eith hablando como la vez anterior, me encantó aquella situación de peleas e en murallas imaginarias que el alcohol debilitó en ambos, aunque dudaba que algo así pudiera repetirse, no se aleja de mi mente el deseo de que si fuera así

Con sus palabras me sentí un poco mejor, enmendar mis errores...realmente eso quería corregir los errores que durante muchos años había cometido...contaría todo a Jeremmy le solucionaría sus dudas sus quejas sus reproches...por que tenía la respuesta a todas aquellas preguntas que atacaban su cabeza, revelaría el secreto que durante tantos años me ha asaltado e mis pesadillas y en mi día a día como líder de una manada que no debí revivir...

Mis ojos seguían en Eithne pero mi mente se había trasladado al pasado, cuando todo iba bien, Jeremmy era un niño feliz, Jacqueline una madre y esposa igualmente feliz y yo... sonreía de manera sincera, habitual y constante. Fue entonces cuando las palabras de mi padre resonaron en mi mente y esta vez no eran producto de alcohol ninguno -Es por el bien de la manada- Decía con su voz firme -Tu abuelo lo hacía yo lo hice y tu lo harás- Imposición, imposición a alguien que vivía su momento mas feliz. Tras el resonar de aquellas palabras un jaleo en mi mente se avivó, el jaleo propio de la lucha entre animales. Lenta e inconscientemente alcé la mano para dar una nueva calada al cigarro cayendo la parte de ceniza acumulada por aquel largo periodo de ensimismamiento

Desperté de aquel estado cuando dijo aquello de andar -Llevo todo el día caminando- Dije aun algo perdido sin saber realmente a lo que se había referido, pues solo escuché "andar durante una hora". Con mis palabras regresé totalmente a la plaza y mis ojos continuaba fijos en los de Eithne ahora si presentes en aquel lugar, pero sin saber realmente en que circunstancia.

Sus palabras me hacen reaccionar, y sin darme cuenta había comenzado a caminar con ella sujetándome de la muñeca, descendí la mirada a aquel agarre estando ciertamente desorientado, agité levemente la cabeza alzando luego la mirada a la nuca ajena centrándome poco a poco de donde me encontraba -He venido andando desde casa…- Dije ahora respondiendo a sus palabras sin dejar de caminar -Podría llamar para que trajeran el coche pero… No quiero…- Mi paso se hizo más vivo por así decirlo, ya que había recuperado el estar. Con la mano libre agarré con cuidado la muñeca de ella moviendo la mano que ella me agarraba de aquella forma para liberarla notando aquellas gotas de lluvia alzando la mirada al cielo. Con las manos libres me quité el abrigo quedando con aquella camisa negra, sujetando el abrigo con ambas manos lo puse sobre sus hombros alzando el cuello de este para abrigarla, tras aquello puse una mano alrededor de sus hombros para mantener el abrigo sobre estos -Deprisa, o acabaremos empapados…- Dije acelerando el paso hacia algún techillo para resguardarnos, mantenía la mirada al frente deteniéndome un momento para cruzar la calle. Aquel era nuestro día de suerte un taxi se paraba para dejarnos paso y alcé una de las manos para que no se fuera mientras lo rodeábamos y abría la puerta para que Eithne entrase, sentándome a su lado cerrando la puerta del auto. La miré para que ella decidiera el lugar de destino mientras el taxista esperaba