Una tarde como otra cualquiera

Un día de sol, tiempo libre y la vegetación de uno de los parques más grandes de Bucarest.Aún tenía tiempo libre antes de regresar a casa, acababa de pasar por la librería,había comprado un libro de fantasía y aventuras, y me apetecía leer un rato al aire libre ; y eso hice, primero paseé por el parque, mientras me dedicaba a admirar los colores de la naturaleza.Cuando me cansé de pasear decidí buscar un lugar tranquilo dónde leer mi libro y descansar un poco.

Todo el camino viendo bancos y ahora no encontraba ninguno en el que sentarme...miré de un lado a otro, nada, seguí caminando un poco más y...¡Bingo! un banco, lástima que estuviera ocupado por un hombre y su perro.Pero allí no parecía haber nadie más, y cabíamos los tres perfectamente así que me acerqué y pregunté-¿Le importa qué me siente?-Antes de que me diera una negativa con sutileza me senté abriendo el libro.

Alcé la vista cuando me preguntó, el chico parecía querer entablar conversación cuando preguntó que estaba leyendo, algo no muy común ultimamente, la gente iba a su rollo en las grandes ciudades, normalmente el uno pasaba del otro sin importarle quien pasa por su lado.
Así que le miré y le contesté amablemente.-Em...ah...el libro..lo acabo de comprar.Al parecer son varios relatos fantásticos.El primero habla sobre la licantropía, pura novela fantástica.-Le contesté mientras cerraba el libro mostrándole la portada.-Siempre me gustaron este tipo de historias, te entretienen evadiéndote de los problemas del mundo real-Contesté mientras cerraba el libro y le mostraba la portada, entoncés el perro pareció moverse hacia mi lado, le acaricié la cabeza suavemente.Su pelaje era brillante y bonito se notaba que estaba sano, y bien cuidado.-¿Y tú como te llamas precioso?-Dije mientras lo acariciaba.

Miré al perro con desconfianza...aunque la verdad no tenía pinta a mi parecer de irse a tirar a morderme.Pero haciendo caso a la advertencia del dueño dejé de hacerle monerías no vaya a ser que me llevara un feo recuerdo en la mano o en cualquier otro sitio.Con semejante dentadura seguro que luego dejaba una fea cicatriz.-Pues si, es un bonito gran Danés-Sonreí mientras lo afirmaba.Seguí escuchándole, hasta que me preguntó por mi nombre...ah si, había olvidado hasta presentarme.Eso no estaba bien.
-Me llamo Kelly...¿Y usted es...?-Le pregunté mientras le tendía la mano para estrechársela, me acerqué un poco más mirando con desconfianza la reaccion del ¨pequeño perrito¨ mientras me acercaba a su dueño para saludarle de esta forma cortés.

Reí un poco cuando dijo lo de su peso, así que era eso, solo era un cachorro enorme con ganas de jugar.Me quedé extrañada cuando me besó la mano, pero me hizo gracia, así que sonreí.Entendí la aclaración del país de procedencia, normal con semejante nombre estarían preguntándole a todas horas.-Yo tampoco soy de aquí, soy inglesa, ¿Llevas mucho tiempo en la ciudad?-Últimamente solo conocía extranjeros como yo en esta ciudad,¿Dónde estaba la gente de Bucarest?me pregunté algo divertida en el interior de mi mente.Mi gesto se torció un poco cuando preguntó en que trabajaba, no me gustaba afirmar a lo que me dedicaba cuando no estudiaba, por el concepto que tenía la gente de las personas que nos dedicábamos al modelaje.-Bueno...ahora mismo saco dinero como modelo de fotografía, pero en lo que en realidad quiero trabajar es en el periodismo, estoy acabando la carrera ahora-Contesté abiertamente al final.

Vaya así que también era nuevo en la ciudad, ultimamente venía mucha gente a vivir aquí.-Yo vine hace un par de meses, no llevo mucho más que tu, pero tranquilo, le pillarás rápido el truco a este sitio,es un buen lugar para vivir-Afirmé con seguridad, llevaba poco tiempo aquí pero en el poco tiempo, lo había pasado estupendamente,me había divertido, había encontrado trabajos esporádicos, me había integrado en la universidad facilmente y había hecho buenos amigos-la gente por lo general es bastante acogedora-Luego me dejó algo perpleja al alagarme tan pronto-Pues si miramos los ceros que entran en mi cuenta corriente, no debo de serlo tanto-Comenté mientras hacía una mueca divertida de negatividad.No me gustaba mucho que la atención se centrara en mí, así que cambié rapidamente de tema-¿Y tu ?¿A qué te dedicas?-Por su corpulencia pensé que se trataría de un deportista, un atleta o algo así, quizás un jugador de fútbol americano...aunque no tenía ni la menor idea.-¿Te dedicas al deporte?-Pregunté con curiosidad para ver si en mis pensamientos había acertado.

-¿Intentas flirtear conmigo?-Le pregunté alzando una ceja, yo no era de las típicas chicas que se sonrojaban, es más solía ser yo quien llevaba la inicitativa en esas cosas,el tono no fue tan de pregunta, sino más bien un tono de ¨los que juegan con fuego se acaban quemando¨ y yo era fuego en estado puro.Dejé que contestara y luego escuché su respuesta, sobre que trabajaba en el Nibelheim-He pasado por la puerta alguna vez pero al final nunca he entrado ¿Qué ambiente hay allí?-pregunté, tenía ganas de conocer el lugar siempre estaba bien tener contactos antes de entrar en el local, sonreí amablemente cuando me invitó entrar-Está bien, si algún día paso por allí no dudaré en avisarte.Creo que no he acertado para nada con lo de tu profesión.-Comenté mientras reía, deportista...no tenía ni idea, aunque claro lo de su corpulencia también cuadraba con lo de seguridad, incluso podría pasar por un policía.
-Así que tú serías el hombre que se dedicaría a no dejarme entrar ¿Eh?-Bromeé haciendo el gesto de sacar músculo en mi brazo, intentando sacar algo dónde no había mucho.

Sonreí mientras mirando hacia el suelo negaba con la cabeza-Veo que no te rindes facilmente-Aparté el libro un poco dejándolo a un lado, vi al perro correr divertido por la hierba así que dejé el bolso a un lado y fui un poco más lejos a por un palo, lo llamé para que me prestara atención y se lo lancé lejos, el enorme perro salió corriendo por el palo moviendo el rabo de forma exagerada me dí la vuelta para mirar a Lászlò esperando alguna indicación, pero entonces sentí como se aproximaba hacia mi a toda velocidad, solo me dió tiempo a darme la vuelta, cuando dos grandes patas me tiraron sobre el césped dándome un golpetazo en el culo al caer de sopetón, y un enorme perro ahora en el suelo me llenaba la cara entera de lametones.-Agg..nooo...suelta...sueltaaaa.....-decía mientras pataleaba intentando escapar del efusivo saludo del animal, muerta de cosquillas soltando carcajadas sin poder evitarlo.

-Ya...no...no pasa nada...culpa mía...no controla su fuerza-
Dije mientras me iba secando la cara con la manga, después me agarré de su mano para levantarme-Gracias...al menos es obediente-Comenté al ver que se quedaba sentado sin hacer nada más, mostré una sonrisa, y volví hacia el banco mientras me tocaba el trasero...el culetazo seguro que me costaba un buen moratón.-¿Qué le das de comer?Tiene una fuerza increíble-Reí mientras me sacudía la hierba de la ropa-Tiene que hacerte mucha compañía, está bien tener mascota, yo vivo sola, y estoy pensando en comprarme alguna.
Seguramente, me haría con algún animal de compañía en poco tiempo, no me gustaba pasar tanto tiempo sola en casa.

-Vaya si que ha salido exquisito el amigo,ten cuidado o cualquier noche acabará devorándote.-Rodé mis ojos cuando volvió al ataque de nuevo, no se cortaba ni un pelo-Vas a ofender a Snoozers, pobrecillo-Dije quitándole importancia-Además...no soy buena compañía...te lo aseguro,me rigo por impulsos, y suelo desafiar a la ley cuando me aburro,soy una mala influencia; un jefe de seguridad, sería demasiado tentador tan cerca.-Le guiñé un ojo y sonreí-Aborrezco las leyes...-luego le saqué la lengua de forma algo infantil pero graciosa.Me volví a sentar en el banco echándome hacia atrás y admirando las copas de los árboles.No iba a dejarle llevar las riendas, si existía algo contrario a las palabras sumisión e introversión, esa era yo.
Balanceé mis piernas sobre el banco y luego las subí arriba recogiéndolas con mis brazos haciéndolas un ovillo mientras miraba al horizonte.

-Malas influencias....tentaciones...me suena demasiado a novela erótica-Dije alzando la vista mientras ponía una cara de picardía mezclada con una cara de estar pensando algo o haber tenido alguna idea-Y no suelo leer ese género, me gusta más interpretarlo-Me llevaba ventaja pero no iba a dejar que me ruborizara de ninguna manera antes lo conseguiría yo-No deberías jugar...quien juega con fuego se acaba quemando-Dije seriamente mientras sacaba del bolso una botella de agua y le pegaba un trago largo, tras aclararme la garganta continué-¿Qué te hace pensar que podrías someterme?-Pregunté en un tono perspicaz-He dicho que no sigo las reglas, voy por libre-Le dije mostrando una pequeña sonrisa susurrándole en el oído esta última frase, el juego empezaba a tornarse interesante, y mi competitividad aumentaba por momentos, la verdad no había conocido a nadie que le pusiera tanto empeño sin haber empezado a tartamudear después de todas las que le estaba soltando

-¿Siempre?¿Siempre?Te recuerdo que esto es un sitio público, y que has venido acompañado-Dije señalando al danés -Pareces tan seguro de tí mismo que hasta empiezas a asustarme-Me mordí el labio inferior mientras sonreía y expulsaba aire en un suspiro, era realmente bueno, tenía aguante.Me gustaba la gente luchadora.
-Bueno...digamos que solo tengo una norma: y es...di no a las normas...sigue a tus instintos-Le contesté mientras ahora yo le aguantaba la mirada fijamente.Sus ojos oscuros parecían estar buscando una respuesta diferente a la que acababa de darle.No sabía porque pero tenía la impresión de que estaba jugando todas sus cartas contra mí.Al fin y al cabo era libre de hacer lo que quisiera, pero no quería darle lo que buscaba, o al menos si lo lograba conseguir no se lo iba a poner nada facil.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, tal que se me erizó el vello de la piel, no sabía si era que me estaba empezando a sentir intimidada, o porque no me esperaba esa caricia pero esos instintos de los que ahora hablara me decían que tuviera cuidado con él.Así que adopté una posición algo defensiva derrepente.Había algo en él que me hacía desconfiar, tanta confianza y seguridad no era muy humana, ni yo misma era tan imperturbable.
-¿Y no te dicen que vas demasiado... deprisa?-Le dije arqueando una ceja, claramente no me iba a dejar manipular en el momento que él quisiera, no lo había hecho con nadie y no lo iba ha hacer con él.Tragué saliva.
-No nos conocemos de nada-dije claramente, no iba a negar que me gustara lo que había visto de él, pero no me iba a lanzar a los brazos del primero que me dijera cuatro tonterías en el primer sitio que pillara.No, ese no era mi estilo, no estaba tan desesperada como para eso.