Estaba en mi casa tumbada sobre la cama revolviendome de un lado a otro, no era capaz de poder dormirme cada vez que cerraba los ojos volví a las dos caras de la luna. Cada vez que cerraba los ojos veía los cadaveres por los suelos, sobre el escenario aquel lobo colgado del techo, era simplemente horrible. La gente herida y sangrando, horrorizada el fuego sobre la barra que dicho sea de paso podría haberme herido suerte que me aparte en cuanto el alcohol comenzó a derramarse para no mancharme.
Tan solo había pasado una noche y cada vez que cerraba los ojos era como si todavía estubiera allí. Definitivamente había sido una experiencia que prefería olvidar y mientras antes mejor.
Despues de varias horas sin poder dormir opte por levantarme y dar un paseo. Así que me vesti, cogi una chaqueta y salí de casa sin un rumbo fijo. Serían las cuatro o las cinco de la madrugada una hora bastante imprudente para salir de casa pero despues de lo pasado la noche anterior no podría haber nada peor.
Camine sin rumbo fijo hasta que llegue al parque de Cismigiu, el cual estaba en completo silencio algo normal dada la hora. Camine hasta encontrar un banco y me sente allí con la vista perdida. Estaba totalmente ausente aun dandole vueltas a los sucedido. No me lo podía quitar de la cabeza.