Basta {Libre}

Alfa Junior Mensajes : 172

FdR:Pido que se me solicite por MP la entrada a este post, dado que es parte importante de la trama de mi personaje. Gracias.

Y allí estaba él. De pie en la pequeña azotea del edificio en el que vivía su madre. No era un lugar de difícil acceso, y menos aún para un licántropo. Cualquiera podía haberlo seguido, confuso e intrigado por esa mirada perdida que había mantenido durante todo el trayecto en el que sus pies se habían movido de forma autómata para llegar hasta el lugar en el que diría basta. El viento azotaba su rostro una vez estuvo ya en la zona más alta del lugar. Sus pies habían echado raices en el borde del edificio. Sus ojos ambarinos yacían clavados hacia abajo. No lloraba. Ya no le quedaban más lágrimas. Tampoco sabía el porqué, pero había sido incapaz de soportarlo más. Las circunstáncias eran superiores a sus fuerzas. Ya no le encontraba sentido a nada. Ni Jacqueline, ni Gabriel, ni Suzette, ni Sophie, ni nadie. Nadie podía remediar ese sentimiento híbrido entre frustración e impoténcia. Un cuervo negro detuvo en seco su vuelo para aterrizar a un lado de los pies descalzos del chico. Los ojos dorados se posaron en el pelaje negro del pájaro. Pudo ver, de forma admirable, su reflejo en esos pequeños pero vivaces ojos negros del animal. Estaba hecho un mapa; despeinado, con unas acentuadas ojeras, un par de heridas mal curadas por los brazos, la camisa entreabierta y rebelando viejas cicatrices. Pero la cicatriz que más le dolía, la herida que más lo marcaba no se podía ver desde fuera... dado que estaba en su corazón. Tal vez el único lugar de su cuerpo aún virgen, aún por explorar.

Tema: Re: Basta {Libre} Dom Feb 28, 2010 1:42 am

La tarde comenzaba a caer en Bucarest, salí del Luna conduciendo la indian en dirección a casa de Jacqueline, como otros tantos días. Quizás este fuera distinto porque necesitaba hablar con ella, si luego ocurría o no algo mas realmente me daba igual. Sin casco y con las gafas de sol puesta conducía por las calles que me llevarían más rápido a la casa de la que un día fue mi mujer.

Mientras conducía, recordaba aquel infortunito encuentro en el bosque con Jeremmy. Apreté mi mandíbula acelerando recordando la poca conversación que mantuvimos, muchas fueron las dolorosas palabras que ambos nos dijimos, pero él no me creería si dijera que no eran ciertas, tampoco podía dejar que lo supiese pues eso significaría un punto débil ante él. Detuve el sonoro motor frente al edificio de apartamentos donde –supuse- Jacqueline estaba, no esperándome -o quizás si- No había llamado antes de ir y cabía la posibilidad que no estuviera en casa, en ese caso me iría para regresar en otro momento sin más.

Aparque y bajé del vehículo dejándolo frente a la entrada, mis pasos se dirigieron directamente al portal empujando la puerta, al estar cerrada saqué el pequeño manojo de llaves, en el estaban las llaves de mi casa y las de Jacqueline, por si algún di ocurriese algo, ella igualmente tenía un juego de llaves para poder entrar por la parte de atrás del local y poder subir a mi casa. Introduje la llave en la cerradura, empujando la puerta para poder entrar, escuchándose el cerrarse detrás de mí al pasar. Tras ascender hasta el apartamento me acerqué a la puerta y -como siempre que hacía cuando llegaba- picar la puerta dos veces, para luego abrir, era una especie de señal para saber que era yo.

Penetré en el silencioso apartamento -¿Jacque?- Cerré dejando las llaves sobre algún mueble caminando por la estancia. No encontré respuesta, lo cual en cierta manera no me sorprendió, caminé por los pasillos de lo que un día fue mi casa. Fruncí el ceño escuchando el sonido metálico de unas pisadas provenientes de…la habitación de Jeremmy. Me asomé para mirar, la ventana estaba abierta y la cortina ondeaba hacia fuera, me acerqué con afán de cerrarla, pero el ver las escaleras de incendio cerca, sumado al fuerte y reciente olor de Jeremmy, me hizo abrirla más y pasar a través de ella.

Ascendí por las escaleras, mirando en un par de ocasiones hacia abajo, cada vez más alto. Finalmente, llegué a la azotea caminando por esta hasta, mirando por si Jeremmy hubiera decidido el esconderse allí para relajarse o algo parecido pero…Mis pasos se detuvieron viendo entonces la silueta de Jeremmy cerca del borde, demasiado cerca del borde -Je…Jeremmy…- Acerté a decir abriendo bien los ojos, dejando ver el color ambarino de estos, ahora fijados en la espalda de mi cah… de Jeremmy

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Miró hacia abajo. No había muchos metros, pero los suficientes para morirse, seguro. Sus ojos dorados volvieron a mirar el cuervo negro, que graznó como animándolo a decidirse. Animándolo a que se diera cuenta de que no pintaba nada ahí. Había sido incapaz de hacer nada de provecho... y cuando decía nada, era nada. Nunca llegaría a ser Alfa, nunca llegaría a poder aceptar que su madre estuviera con otro que no fuera su padre, y a su vez nunca aceparía que Gabriel volviera a acercarse a Jacqueline. Era un total, sumo y completo idiota. Idiota, idiota e inepto. Eso era lo que Jeremmy siempre había sido. Siempre hasta ahora.

Sintió una voz a sus espaldas y se volteó para clavar esos ojos desgarrados de confusión, tristeza y dolor en esa persona a cuya parte de infelicidad debía. Su padre, el perfecto líder tirano, Gabriel. Ya no sabía como reaccionar. Se medio volteó, quedando ladeado pero aún pegado al borde. Su padre estaba a unos diez o doce metros de él, prácticamente al otro lado de la azotea. Parpadeó lentamente y extendió un poco los brazos a modo de crucifijo resignado. Quería hablar, pero un poderoso nudo en la garganta se lo impedía. Tras unos instantes de silencio logró decir con voz ahogada en resignación, indiferéncia, cansancio y dolor - Felicidades papá... has ganado - Susurró de forma clara y entendedora, pero con voz cada vez más quebradiza a medida que se acercaba al final de la frase.

Tema: Re: Basta {Libre} Dom Feb 28, 2010 2:33 am

Se volvió y me miró, era evidente había dicho su nombre. Entrecerré levemente los ojos mirándole, avanzando lentamente un paso con afán de acercarme -¿Qué quieres decir Jeremmy…?- Pregunté quizás a modo de distracción. Note como mis pulmones se hinchaban respirando profundamente un poco más rápido de lo normal. Normalmente no lo haría, pero el ver en aquella situación a…mi cachorro me hacía sentir algo que nunca había sentido, verdadero miedo. Adelanté otro paso igualmente lento, sin dejar de mirarle. Podía notar el vacío en sus ojos en su ser y en gran parte era culpa mía.

No quería que la situación cambiase de un día para otro, pues era consciente de que todo estaba saliendo mal, aunque mi subconsciente me decía cada noche -sin dejarme dormir por ello- que estaba equivocándome que estaba destruyendo mas de lo que conseguía y cada vez sentía alguna duda sobre todo aquello, buscaba a mi antecesor para pedirle consejo y él siempre me explicaba lo importante que era toda la profecía… lo importante que era el conseguir que los eternos lideres de manada descansaran sobre el mismo lecho…

Pero…mi padre nunca tuvo que enfrentarse a una situación como la que yo enfrentaba, mi hijo al borde de un edificio desilusionado, desengañado, triste y enfadado. Teniendo en su mente y en su corazón aquella mezcla de sentimientos que ciertamente no podía comprender puesto que nunca había sentido aquello. Toda mi vida había confiado a la palabra de mi padre de mi abuelo…

Mis ojos estaban en Jeremmy, gracias al graznido de aquel cuero que a su lado estaba posado regresé a la azotea del edificio, mi mente se había ido a divagar en el momento que más sereno había de estar.

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