Un buen café por la mañana [Libre]

Me había levantado aquella mañana con el pie derecho, y por ello me había levantado temprano, demasiado temprano. Aún quedaba una hora para poder entrar en comisaria y yo ya estaba en la calle, caminando con tranquilidad, con esa sonrisa siempre presente en mi rostro.
El uniforme estaba en una bolsa colgada de mi mano derecha, no me gustaba abusar de mi puesto en las fuerzas del orden así que prefería llegar para cambiarme allí y ir por el mundo relajado sin tener que ponerme la placa para todo. Hacía tiempo, desde que mi padre había desaparecido que mi vida había cambiado por completo. Ahora me sentía muchísimo más lleno y más feliz me sentía bien a pesar de todo. Incluso después de saber que tenía una hermana de la que nunca supe su existencia.

Mis pasos eran lentos y acompasado, no tenía ganas de llegar y quedarme esperando como un idiota a que llegaran mis compañeros. Entonces, frente a mi pude ver una cafetería, estaba algo llena por lo tanto seguro que harían cafés exquisitos, y a mi, aún me quedaba tiempo, lo cercioré mirando mi reloj, si, efectivamente aún me quedaba tiempo.

Rápidamente me dirigí al local no sin antes haber estado apunto de estar atropellado por un par de coches, siempre me pasaban a mi estas cosas.
Entre en la cafetería y busqué una mesa libre, en realidad me costó unos quince minutos, ya que prefería que se sentara la gente mayor que lo necesitaban muchísimo más que yo, yo podría incluso estar de pie si no encontraba sitio.
Al fin, conseguí sentarme y revisé la carta aunque en realidad ya sabía lo que quería tomar, un café de buena mañana.

Dia..pues no recordaba que dia era..Hora..a juzgar por el sol, diria que era de mañana..Como me sentia?..un tanto fatal. La cabeza me mataba, y sentia un poco de nauseas, pero esto era normal..La noche anterior, habia concurrido a una fiesta bastante interesante, por supuesto que el alcohol y las drogas no habian faltado, y aqui estaba el resultado de diche convinacion.
Pero en fin..la vida es una sola, y hay que vivirla. No queria estar como muchos de los otros tontos, corriendo de un lado a otro solo porque llegaban tarde a un trabajo que les pagaba mal..Nunca le vi el sentido a eso..Solo me quedaba un poco de dinero, y despues me las arreglaria de alguna forma..

Entre a una cafeteria, esperando que un cafe caliente me ayudara a despejarme..pensaba pedirlo para tomar, pero mejor me sentaba un rato.. Luego de una espera de unos minutos, tome el cafe que pedi en una especie de barra que habia y me dirigi a una mesa que habia detras de un chico guapo...Pero no me habia dado cuenta de una bolsa en el suelo, con la cual tropeze..El cafe salio volando, casi empapando a este guapeton, y yo cai al suelo...Dios! no podia ser tan torpe!!
Trate de levantarme, pero me volvi a resbalar por el cafe en el suelo, y me quede sentada alli..como una tonta, esperando mientras me tranquilizaba un poco..Luego mire al tipo y me fije si lo habia manchado, pero no podia notarlo bien desde mi posicion .. -Lo siento.. - Dije un tanto irritada por todo lo ocurrido.

Al fin, después de mucho esfuerzo y un tanto de esperar me encontraba en una mesa un tanto apartada tomando mi café caliente, con tranquilidad y sin prisas, la verdad es que no me importaba si, después de levantarme más temprano de la cuenta llegaba un poco tarde a trabajar. Ser policía, quizás era lo que más me gustaba en aquella vida, lo mejor que me había pasado. Disfrutaba con mi trabajo como muchos otros y era algo realmente perfecto e increíble el estar satisfecho con todo lo que hacía por el simple hecho de hacer lo que de verdad te gusta.

Le di un sorbo a mi taza, un sorbo que acabó derramándose por mi camisa al asustarme cuando una chica se cayó delante de mi dándose un buen culetazo. Su café casi no me había rozando aunque había alguna que otra mancha en mi camisa, en la manga concretamente, la verdad es que la mancha central se encontraba en mi corbata ya que mi café se había derramado ahí por el susto.
Yo, como buen caballero que era, cordial y buena gente, me levanté con tranquilidad al ver que la chica volvía a caer resbalándose, me sonaba de algo... parpadeé un par de veces, sí, de alguna noche en las que no iba demasiado sobrio, la miré de nuevo parpadeando un par de veces ¿Me había acostado con ella, cierto? No lo recordaba muy bien, el alcohol siempre acababa borrando la mitad de mi memoria.
Aún así, siempre era bueno con todos así que me agaché para ayudar a la señorita que había caído tendiéndole una de mis manos.
- No se preocupe - le dije con una sonrisa ladeada, amable, cordial, simpática, una sonrisa de las mías.