Campeando el temporal. [Libre]

Lobo Mensajes : 341

Hoy sí, es una de esas noches en las que pensar, cavilar, buscar inspiración o cantar está fuera de lugar. Hoy toca divertirse, sin más, y no hay mejor sitio que este, quizá algo más cochambroso que las dos caras de la luna, al menos para su gusto, pero ilegal, lo que significa que puede encontrar lo que le venga en gana...

Aunque aún no tiene decidido meterse nada excepto alcohol. Botas de cuero altas, pantalones del mismo material, camiseta de uno de sus grupos preferidos y su particular gabardina negra, aunque esta vez larga y no corta, son el atuendo que porta.

Va mirando a su alrededor, dejándose mover por una música que, si bien es insulsa, cumple el cometido de crear movimiento entre los que han decidido salir hoy. No es nada raro ver más de un magreo o a más de una nueva "pareja" conociéndose más a fondo, cosa que le hace mucha gracia.

Sin embargo, su objetivo es la barra, a la cual llega tras un par de codazos y empujones. Se planta en la misma, codos apoyados y ligeramente inclinado, buscando a la camarera con la mirada. Una vez capta su atención pide un ron con cola, y se voltea, observando la pista de baile "infernal" con suma diversión.

Humano Mensajes : 162

¿Acaso no se podía mantener lejos de aquel lugar? La respuesta a eso era un rotundo no al parecer ya que desde hace días había dicho o más bien se había puesto la meta de no tomar más o meterse alguna extraña sustancia en su cuerpo, pero al parecer eso era imposible ya que siempre terminaba pisando aquel lugar... Lugar que atormentaba sus sueños y que le hacía querer olvidar todo su pasado y mirar un no tan buen futuro. Había salido de su apartamento colocandose una pequeña falda negra que le llegaba hasta la mitad de sus muslos y una blusa que había comprado azul... Realmente le gustaba la apariencia que tenía aquel día por lo cual bueno había llegado de nuevo a aquel lugar.

Al entrar simplemente miro por todos lados para ver si llegaba a ver a alguien conocido, pero al ver no encontraba nada se escabullo hasta la barra pidiendo un martini, algo ligero que no le haría recaer en sus vicios ¿O sí? bueno esperaba que no fuese así. Cuando la bebida llego simplemente dió un pequeño trago a esta dandose la vuelta sobre el taburete para mirar a la gente bailar, algunos chicos estaban en las esquinas, siempre pensando en sexo ¿Cierto? Bueno no eran culpables aquel lugar podría decirse también que olia a no solo drogas y sudor, sino también se respiraba tranquilamente el sexo, extraño ¿No?

Lobo Mensajes : 341

No tarda demasiado en llegar su bebida, que agarra con rapidez y se bebe con bastante tranquilidad. La noche es larga, mucho, y no tiene ninguna prisa en coger una buena, más bien lo contrario. Viendo que el espectáculo de la zona de baile no varía, vuelve a girarse, observando a la fauna de la barra...

Hasta que ve a una figura que, para su desgracia, reconoce. Rueda los ojos al verla, con unas pintas bastante provocativas, muy ideales para alguien parecida a una araña, atrayendo a las presas... Aunque esta no se las comía, más bien se divertía con la atracción.

Quizá por eso no la tragaba demasiado, por no ser honesta y terminar lo que empieza, o quizá porque esos aires manipuladores le resultan conocidos... Sólo que él no se los admite la mayor parte de las veces. No dice nada, emitiendo un chasqueo de lengua y volviendo la mirada a la colección de bebidas, sumamente interesante.

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Siente la mirada de alguien por lo que lentamente voltea simplemente para encontrarse con alguien que quería, aquel chico alto y de fría mirada le observa como si fuera un objeto algo que no le gusta, suspira largamente mientras toma un trago de su bebida para no hacer caso a la lasciva mirada de aquel chico, al ver como deja de mirarle sonríe de medio lado terminandose la bebida y deja el vaso en la barra levantandose de donde estaba para poder dirigirse a la pista de baile.

Las personas le miran y ella no puede evitar sonreír empezando a mover sus caderas al ritmo de la música para relarjse, sus ojos grisáceos se cerraron al instante dejano que su cuerpo empezara a moverse la música era buena tenía admitirlo y sabnía que estaba enfrente de su querido "amigo" Kiefer por lo que de manera alegre o quizá eso aparentaba siguió bailando hasta que algún chico se acerco a ella tratando de mantener aquel ritmo que elal tenía.... Sin exito por lo que la chica le pidió que se retirara por lo cual se gano una mirada de odio de parte del chico y también que él chico no se moviera ni un solo centimero.. Que molestia.

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Desgraciadamente las botellas le aburren, y el único espectáculo es el de Natasha, así que, a regañadientes, se vuelve a girar, de forma muy pero que muy disimulada,, mirando a la pista aunque con un ojo fijo en la muchacha.

La cual no tarda en comenzar sus andares, moviéndose como si de un pavo contoneándose se tratase. Por supuesto, los otros chicos, la mayoría sin cerebro, bien de nacimiento o bien por el efecto de lo que se hayan metido, se acercan viendo una presa sumamente fácil y dispuesta...

Recibiendo sendos rechazos como torres. Y encima la chica sonríe, se divierte... Su rostro no varía ni su expresión cambia, mostrándose tan inmutable como antes, incluso más, dejando que haga lo que le da la gana.

Se engaña a sí mismo, porque realmente no le gusta demasiado ver eso, ni siquiera se deja tocar, simplemente atrae y rechaza, satisfecha de ver que puede conseguir lo que quiere cuando quiere. Si tuviese la oportunidad le enseñaría un par de cosas, al menos él más bien mentía para conseguir algo o mantener algo, no por jugar...

Cuando ve a otro chico que va picando decide intervenir, avanzando en su dirección hasta plantarse detrás de Nath y delante del chico, que parece mirarle con odio:

-Es mía. -Susurra de forma casi amenazadora, pero más que suficiente para que el chico se replantee sus posibilidades y se marche. Ahora se gira hacia ella, aún teniéndola de espaldas. -Eres una zorra, ¿lo sabías? -Le suelta con un tono falsamente meloso, como si la estuviese halagando.

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Escucha una voz familiar por lo que se voltea -No digas estupideces- murmuro negando y volteandole a ver escuchando su segundo comentario y encogiendose de hombros -Esa es tú opinión y a mi poco me importa esa opinión- dijo con una amplia sonrisa en sus labios mientras pasaba sus dedos por el flequillo del chico para poder ver mejor sus ojos y así guiñarle un ojo de manera divertida tratando de hacer enfadar a aquel chico que realmente era molesto... Molesto y manipulador como nadie.

-Ahora si te piensas quedar ahí parado mejor te vas y me dejas hacer lo que hacía antes, sino ponte a bailar o traeme un trago- dijo acomodandose la falda que traía puesta para dspués acomodar su cabello un poco. Su mirada estaba fija en la del chico, mirándole con aire divertido y con esa chispa de vida en la mirada era algo divertido de hacer, molestar a Kiefer era realmente uno de sus pasatiempos favoritos.

Se quedo ahí de pie mirándole mientras su mente pasaba por otras cosas, era algo extraño estar pensando en tantas cosas diferentes y estar aún así estar concentrada en la mirada de su compañero el cual había dicho que era "suya" algo que le había hecho enojar de sobremanera ¿Quien se creía para llegar así y decirle aparte zorra? Bueno aquello no era completamente mentira, pero tampoco era completamente la verdad ¿Cierto? Se quedo pensando en eso mientras trataba o esperaba conseguir la respuesta de él.

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Mi opinión y la de media Rumanía, casi seguro estoy de ello. -Le responde, sin dar su brazo a torcer, y sonando sincero, porque realmente lo piensa así. Echa la cabeza hacia atrás cuando hace amago de tocarle el pelo, algo que si bien le permite a poca gente, a ella bastante menos, se siente otro juguete y no es nada agradable.

No puede evitar soltar una risa entre dientes, cargada de sarcasmo, cuando básicamente le manda cosas, lo cual le hace ladear la cabeza de forma irónica:

-Siento decirte que no tengo por qué acatar tus órdenes... puede que seas bonita y que encandiles a más de uno, pero tu hechizo conmigo no funciona, Nat. -Le espeta, aunque hablando con una calma bastante chocante. Le gustaría darle a probar su misma medicina, pero el problema es que aún no ha descubierto como, cuando lo haga...

Se da cuenta de que, de forma indirecta, está cayendo en el jueguecito, por lo que se aparta y se coloca en la barra, a su lado. No dice nada más, aunque tiene más que claro lo que va a hacer a partir de ahora. Con un amago de sonrisa que no deja ver lo que piensa, sigue bebiendo de su combinado, mirándola de esa forma tan fija, ideal para inquietarla y tocarle un poco la moral.

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-Hum.. No me importa la opinión de ustedes solo son un cero a la izquierda para mí- comento encogiendose de hombros y mirándole con cierta diversión en los ojos, era realmente divertido jugar con chicos como él, chicos que se hacían los duros y al final siempre resultaban ser lo mismo. Todos los hombres siempre buscaban lo mismo en la chicas, aunque había excepciones claro, pero eran muy pocas.

Escucho su risa y arqueo una de sus cejas sin desaparecer de sus labios aquella sonrisa de satisfacción -Eso esta a punto de verse Kiefer, no eres diferente a los demas- susurro seductoramente invadiento aquella línea entre ambos para estar más cerca de él simplemente para molestarle aunque también buscando engatusarle con cada una de sus palabras.

Se apoyo a su lado sentandose en el taburete para poder estar un poco más a su altura -Cuentame querido ¿Qué has estado haciendo que no te he visto?- pregunto con algo de curiosidad en su voz y con una sonrisa amplia en sus labios mientras apoyaba sus brazos en la barra para estar más comoda y dejar que el chico tuviera una muy buena vista de su cuerpo... Quizá si era un tanto zorra, pero hasta un punto porque no se acostaba con todos, simplemente con los que merecían la pena, ahora se arrepentía de lo que había hecho con su compañero de ahora.

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-Pues para ser un cero a la izquierda bien que disfrutaste aquella noche... Tendría que haberlo grabado, una lástima, la verdad. -Comenta con ironía, dándole un largo trago a su bebida y terminandósela, va a necesitar alcohol si quiere hacer lo que tiene pensado. No se inmuta lo más mínimo ante su cercanía, sabe controlarse cuando quiere y esta es una de las ocasiones, más biens e la queda mirando de forma desafiante:

-No puedo decir lo mismo de ti, la verdad... Eres igualita a la gran mayoría de las que rondan por aquí. -Y, aunque por su tono de voz parece que la halague, su mirada dice todo lo contrario. Al menos se aparta y no llegan las tentaciones de mandarla callar, por muy insinuante que se coloque en la barra. No se sorprende ante su pregunta, pero tampoco es que le responda de forma directa:

-No veo que te importe... Acomodarme en la ciudad. -Comenta de forma escueta, mirándola de soslayo antes de pedir otra copa de lo mismo.- Y ahórrate lo de querido, no somos nada... No te conocía y pasó lo que pasó, punto. -No es tan hipócrita de negar que disfrutó, pero tras coincidir varias veces después se dio cuenta de que no era una chica a la que pudiese adjuntar, a no ser que quisiese ser jodido vivo, que entonces sí.

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-Esa noche fue algo que deberías guardar en tú memoria será lo único que tendras que tendras de mí- se encogió de hombros para después voltear y pedir otro martini realmente lo necesitaba el chico era una molestía que le sacaba de sus casillas mil y una veces. Se estaba aburriendo de la charla y realmente esaba pensando en irse, pero el deseo de seguir picando a aquel chico era mayor.

Rió un poco encogiendose de hombros -Como dije poco me importar tú opinión- ella era mil veces mejor que las chicas que estaban en aquel lugar y ella lo sabía a la perfeccion. Su bebida llego por lo cual se dió la vuelta tomando un trago de esta y soltando un pequeño sonido de satisfacción gracias a la bebida que había bajado por su garganta haciendole sonreír un poco más normal.

Arqueo una de sus cejas ante su comentario y se volvio a encoger de hombros -Como quieras- susurro sin darle la más miníma importancia a aquello realmente no le importaba él en lo general y lá cortesia que habían tenido había durado lo que había durado el sexo... Realmente poco si se lo preguntaban a ella ¿Placentero? claro que sí, pero no iba a más que eso.

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-Tampoco he dicho que quiera algo más de ti, Nat, creo que deberías ES-CU-CHAR. -Deletrea las palabras, como si fuese tonta, porque principalmente cree que lo es, moviendo su dedo índice de derecha a izquierda para así darle más énfasis a sus palabras.

Vuelve a darle con lo de "no me importa tu opinión", dejándole claro con una carcajada que lo que es a él tampoco le importa la suya:

-Bueno, la tuya tampoco es que sea muy relevante... Si te molesta es porque sabes que llevo razón, aunque te creas la diva del lugar. -Llega su segunda copa y le da otro trago, bastante largo, dejándolo a la mitad de su capacidad. Emite un suave suspiro en señal del satisfacción, apoyando los codos en la barra y quedando de cara a la zona de baile:

-¿Y tú, aparte de engatusar, has hecho algo de interés? -Se aburre, y por mal que le pese, aunque no la trague demasiado, desde un punto de vista algo masoquista resulta divertida, más que el resto de aficiones que ha visto aquí por el momento.

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Uno, dos, tres, cuatro... No servía de nada contar hasta diez, ni siquiera contando hasta el millon lograría encontrar la calma con aquel chico que para ella realmente era una molestia, dejo pasar su primer cometnario encogiendose de hombros y dandole un trago a su bebida para pedir otra en lo que se acababa esa. Se queda mirando la barra para después levantar la mirada y ver a Kiefer sin emoción alguna en su rostro.

-No me creo nada, deja de hablar como si me conocieras cuando no es así- susurro suavemente aunque con obvia molestía en la voz ¿Quien se creía el para hablar de ella así? suspiro un poco tomando lo que sobraba de su bebida para después tomar su otra copa dandole un pequeño trago, dejando que al alcohol descendiera por su garganta haciendole sonreír de medio lado y que su corazón latiera apenas muy rápido, estaba cómoda de esa manera.

Escucho su pregunta por lo que volteo a verle y suspiro -No, de hecho lo más productivo es venir aquí a hacer nada- murmuro por lo bajo tratando de sonreírle sin exito alguno por lo cual se acomodo un poco el cabello tomando de nuevo otro trago de su bebida sin dejar de ver al chico por lo menos de reojo para ver sus facciones y claro estar saber cada uno de sus actos, miradas, etc.

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Ahora es él quién empieza a divertirse al escuchar la respuesta de ella. Por muy indiferente que intente sonar no lo consigue, él sí sabe lo que es la indiferencia de verdad, el pasar de todo, y lo que acaba de decir a Nat le ha molestado...

Lo que quiere decir que tiene por donde atacar, cosa que le hace sonreír, de forma algo más chulesca tal vez. Le gusta sentir que tiene las riendas ahora mismo, y el hecho de que puedan cambiar las tornas resulta estimulante:

-¿Y entonces por qué te molestas...? Si fuese mentira te daría absolutamente igual, y tu voz no parece querer decir eso... El primer paso es admitirlo, el segundo, arreglarlo... --Aunque parezca un consejo no lo es, más bien busca hundir en la llaga, eso sí, con mucha educación, que cambie o no le importa más bien poco.

Si ve productivo venir aquí a ver con quién juega es que está peor de la cabeza de lo que imaginaba, la verdad, aunque eso al mismo tiempo le plantea una duda que aún no ha conseguido responder:

-¿Y cómo te ganas la vida para mantener esos... Caprichos tan raritos que tienes? -Pregunta con voz curiosa pero indiferente a la vez, demostrándole que si le da conversación es por mero aburrimiento, y no por interés.

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La chica escucho lo que dijo el chico y se levantó de donde estaba para poder encararle, se estaba desesperando de los comentarios del chico y no iba a dejarle salir con las suyas por lo que simplemente le miro con una amplia sonrisa en sus labios -Y si me molesta a tí ¿Qué demonios te importa?- pregunto con un tono de voz bajo y con esa sonrisa en sus labios que solía tener siempre. Su cabello estaba despeinandose por lo que se paso una mano por este para dejarlo detrás de su oreja y dió un paso hacia atras para no estar tan cerca de aquel chico.

Se estiró un poco para tomar su vaso y darle un trago, manteniendo el vaso entre sus manos para no lanzarse al chico en un momento de enojo. Escucho su pregunta y miro al suelo soltando un leve suspiro -Eso a tí no te importa en lo más absoluto- murmuro tratando de esconder sus emociones, realmente le molestaba esa pregunta ya que recordaba que todo el dinero que tenía lo había obtenido por la muerte de sus padres aparte de que cada uno de sus familiares se empeñaba en mandarle por lo menos un cheque al mes.

Se queda mirando a un lado por unos segundos más para después levantar la mirada para encontrarse con la de Kiefer y sonreír un poco haciendose a un lado y continuando tomando un poco de su martini, se sentía realmente relajada con la bebida aunque tenía que dejarla para poder seguir adelante ¿Cierto? Bueno aún no estaba segura de lo que quería.

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Y de nuevo la vuelve a tener enfrente. Parece que, en efecto, ha dado en el clavo, cosa que le resulta entretenida. Realmente a él no le importaba demasiado si le molestaba o no, exceptuando el hecho de querer hacerle ver ciertas cosas...

Quizá porque, pese a que no la tragaba, tenía orientación a pensar que igual no era tan zorra como aparentaba, o que quizá podría serlo menos de lo que lo es. En un único movimiento, y antes de que ella se haga a un lado, sin haber perdido detalle de la reacción a su pregunta, pasa el brazo por la cintura de ella, impidiéndola separarse por el momento.

Clava sus irises verdes en los de ella, esbozando una sonrisa enigmática y, en cierto modo, siniestra:

-Claro que me importa, Nath... Si te hago sentir molesta entenderás lo que sienten algunos chicos de este local cuando haces lo que haces... ¿A que jode un poco sentirse una mierda? -Pregunta de nuevo con ironía, usando su mano libre para darle un trago al combinado, sin dejar de mirarla ni por un segundo.

Quizá alguien pueda considerarlo cruel por hablar así, pero a base de golpes aprende la gente, él lo hizo en este tiempo, de hecho la diferencia entre ambos hace un tiempo no era demasiada... Y por eso mismo tenía era capaz de decir lo que decía.

Sin más, la suelta, despacio y con calma, sin preguntar el motivo por el cual ha bajado la cabeza. Deduce que debe ser algo que le afecta... Vaya, Natasha la "Araña" con sentimientos, esto sí que es nuevo.

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Cuando nota como uno de sus brazos se pasa por su cintura se queda mirándole molesta y quizá hasta colocando su peor cara, al escucharle niega molesta empujandole un poco -No me conoces en lo más minímo no sabes porque actúo como lo hago, no sabes nada de mí... No me digas nada si no sabes nada- le dijo molesta mordiendose su labio inferior con fuerza para evitar gritarle cualquier tipo de groserías, sintió una pequeña punzada en su labio por lo que dejo de morderlo y dejando la pequeña cortada a la vista.

Cuando le solto simplemente se hizó hacia atras lo más que pudo y luego se le quedo mirando frunciendo los labios -Antes de criticarme deberías verte a tí mismo- susurro por lo bajo mientras le miraba molesta y acomodaba un poco su cabello y luego su ropa para que esta se viera completamente bien, aunque realmente estaba acomodandose solamente para estar más tranquila.

Le desesperaba que ese chico le criticara y le dijera cosas cuando el era sumamente parecido a ella, y si ella hacía lo que hacía era para olvidar... Si quizá lastimaba a la gente en el camino, pero por lo menos ella dejaba de sufrir por lo menos por un momento ¿Cierto?

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Interesantes palabras las que le ha dedicado, aunque vengan promovidas por algo de molestia o de ira... Así que ahora tiene un motivo para hacer lo que hace, se la queda mirando, escuchando ese susurro por lo bajo y, tomándose el comentario a lo literal, se mira de arriba a abajo, irguiéndose para ello antes de volver a mirarla:

-Ya lo he hecho... ¿Y? -Por primera vez en toda la noche hace una pregunta, la respuesta de la cual le puede interesar, no como todas las demás que ha hecho hasta ahora... Aunque, siendo sinceros, le llama más la atención esos motivos que ella parece ocultar a ojos de todo el mundo, tanto que intuye que se los inventa:

-Así que ahora existen motivos... Ilumíname, Natasha, si es que puedes hacerlo. -Pone en tela de juicio, de forma sutil y educada, su inteligencia no, porque inteligente es, sino más bien su... Moralidad. Quizá tenga buenos motivos y logre entender su actitud, o quizá sean unos motivos de mierda y le caiga aún peor...

Se decanta por lo segundo, la verdad.

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Mira lo que hace y simplemente se limita a roda los ojos, toma un trago de su vaso para poder tranquilizarse un poco realmente necesita un poco más de calma para tratar con personas como él -No me refería a eso tú pedazo de inútil, tú manipulas a tú justo y mientes... No me juzgues cuando eres igual o peor que yo- dijo seria mientras pasaba una de sus manos por su corto cabello para acomodarlo y daba el último trago a su bebida para después dejar el vaso a un lado de él tratando de concentrarse en la calma, la calma es lo más importante ahora ¿Cierto?

Al escucharle sus ojos se vuelven un poco más oscuros ante el recuerdo de la perdida y niega -No tengo porque contarte nada de mi vida- dice sincera mientras desvía la mirada, aparte quizá a él se le haga estupido que su cambio haya sido debido a la muerte de sus padres.... Muerte de la cual se culpaba. Se quedo mirando a un lado notando como la gente les observaba haciendo que la chica se sintiese incomoda, trata de mantener un perfil bajo y lo único que logra es que la gente le observe de manera extraña -Maldita sea- murmuro por lo bajo.

Su mirada regresa a la del chico no dejando ver emoción alguna, de nuevo regresaba con esa mirada perdida que siempre tenía, la chispa de diversión se había apagado gracias al recuerdo de sus padres... Todo era igual siempre, nunca cambiaba aquello siempre todo era opacado por la perdida que había sufrido.

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Eso sí es una contestación borde, todo hay que aceptarlo, aunque no muy infundada y con una base bastante escasa, también hay que admitirlo... Puede que haya manipulado algunas veces, que también sepa mentir si así lo necesita, pero algo falla en todo el reproche de Nat, como se demuestra cuando ladea la cabeza, manteniendo el amago de sonrisa indescifrable:

-No está mal, Natasha, no está mal... Aunque partes de una base equivocada. Al contrario que yo a ti, no me conoces tanto. Puede que ni siquiera sepa qué eres en realidad, pero tú no sabes ni lo que soy en apariencia, mucho menos puedes saber si me gusta mentir y manipular o no..

La fluidez con la que habla, la calma con la que arrastra cada una de sus palabras, parece estar destinada a meterle todo el discursito en un lugar hondo de su mente para que así tarde en salir, dándole una mayor veracidad de la que realmente pueden tener. Se guía por intuiciones y algo de lógica, no hay nada totalmente supuesto o al azar, y eso le da fuerza.

La situación cambia de rumo cuando detecta el cambio que ella sufre, bastante cantoso. No es tan hipócrita de pedírselo cuando él no lo haría...

Aún así, el hecho de que la observen como un espectáculo de circo tampoco le gusta, no es tan cruel y Natasha, aún teniendo sus diferencias, que son bastantes, no se merece algo así, por lo que decide actuar. Con un suspiro que camufla perfectamente y de pura resignación, porque después de esto se odiará un poco, la toma de la mano y la atrae hacia él, probando sus labios y besándola durante varios segundos.

Abre un único ojo durante el acto, y cuando está seguro de que ya nadie más mira, al haber perdido el interés, la suelta, relamiéndose el labio superior y mirándola con un amago de sonrisa:

-De nada.

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La chica se quedó mirando a aquel chico al cual simplemente no podía soportar era demasiado molesto y aparte nunca se le veía sonreír por lo menos por satisfacción como le desesperaba realmente. Escuchó su comentario y nego molesta -"Al contrario que yo a ti" repitió sus palabras de manera molesta -No me conoces en lo más minímo Kiefer, no sabes nada de mi ¿Entiendes? Absolutamente nada- dijo lo último entre dientes queriendo golpear al chico para poder estar más tranquila, pero algo le decía que eso no estaría bien, golpear a las personas estaba mal y ella lo sabía.

La manera en la que hablaba era como sí se metiera entre sus huesos queriendole hacer creer cosas que quizá eran ciertas o quizá no... No sabía como reaccionar de manera correcta ante aquel chico, pero jamás dejaría que el supiera como se metía con su meta confundiéndola a todo momento con sus palabras. Se queda callada dejando sus labios firmemente presionados para no decir algo equivocado.

Le molesta... Le molesta que sus cambios de humor sean demasiado obvios y que la gente los detecte de un segundo a otro ¿Por qué sucedía aquello? Recordaba una de esas noches en la que se quedaba charlando con sus padres, su madre le había dicho que había heredado la misma manera de expresar sus emociones que su padre, no era algo que le agrada a la chica aunque con eso podía decir que tenía cerca algo de su padre.

Sintió como la mano de él toma la suya para atraerle a su cuerpo haciendo que su mirada se quede fija en la de él, nota como su rostro se acerca y de pronto sus labios estan sobre los suyos haciendole soltar un pequeño gritillo el cual se ahogo en los labios de aquel chico. Sus ojos grisáceos esttaban abiertos por la sorpresa y así quedaron durante el lapso del beso, al separarse el chico de ella se quedo callada contando del uno al diez "controlate, controlate, respira, respira" sus pensamientos le indicaban no reaccionar de mal manera contra él.

-No te estaba dando las gracias- murmuro mirándole fijamente con aquellos ojos perdidos ahora un poco oscurecidos por la rabía de haber sido callada por un beso de parte de él. Se queda ahí de pie con las manos en la caderas y una de sus cejas ligeramente levantada, parecía una de esas madres regañando a sus hijos.

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Se queda observando esa postura que ella adopta, como si fuese su madre regañándole por romperle la bici a su vecino en un accidente... Tiene que contener a duras penas una carcajada, ya que reírse en su cara quizá resulta algo ofensivo.

Lo que no entiende es por qué no se lo agradece, cosa que le hace alzar una ceja en señal escéptica, le ha salvado el ser la mirada de todo el mundo, y no precisamente por su mini falda, si no más bien por la forma en que se había puesto:

-Pues deberías, si esa palabras existe en tu vocabulario... -En el suyo tampoco existe, no la gran mayoría de las veces, pero bueno, ella no parece aún preparada para ser capaz de atacarle de forma tan directa. -Te estaba mirando media sala y al besarte conmigo han perdido el interés y han desviado la atención... A tiempo de no verte hundida.

Comenta eso último en voz algo más baja y sin sorna de por medio, más bien recalcando algo obvio, girándose hacia la barra y recogiendo su vaso, el cual se termina de otros tres tragos. Vuelve a girarse hacia ella, analizando esos iris grises que antes lo miraban con suma sorpresa cuando le ha besado. Justo en ese momento le surge una duda muy interesante que, al mismo, tiempo, encierra una pregunta trampa:

-Ahora que lo pienso... Si juegas con los chicos, ¿cómo es que conmigo te acostaste? -Pregunta con voz melosa... Le responda lo que le responda ya es consciente de que, en ese momento, le atrajo lo suficiente como para pasar de un juego a otro, y eso le resulta tremendamente divertido.

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Nota la mirada que tiene aquel chico, sus ojos brillaban con la burla y por lo menos podía deducir que el porque era la posición que tenía como madre enojada, se queda callada mordiendose el labio inferior tratando de controlar todas esas emociones que querían salir con fuerza de su cuerpo, los golpes y gritos jamás resolvian nada por eso sabía que tenía que controlarse.

Escucho su comentario y una leve sonrisa apareció en sus labios de manera inmediata-No lo entiendes Kiefer- comento con ligera diversión en la voz y negando de nuevo -Poco me importa lo que piense de mí total ellos solamente estan de paso por aquí, mañana habra otras personas que no me conocen y tampoco les interesara conocerme... No me importa lo que piense de mí esta gente, pero si es tan importante para tí, gracias- suspiro largamente acomodandose un poco la falda bajando esta para que le cubriera algo más de piel.

Se queda mirándole, notando como acaba su bebida de otros tres tragos -si, los conto- sonrió un poco ante la rápidez con que termina su trago, pero calla. Se pasa una mano por el rostro para relajarse por completo aunque no lo logra algo que le hace suspirar suavemente.

Escucha su pregunta y se encoge de hombros -No me acuestro con cualquiera, siempre hay una razón por lo cual lo hago... Tú te me hacías interesante en aquel momento, ahora ya no tanto- comento sincera y acercancose de nuevo a la barra para sentarse en el taburete, quitando de manera literal al joven que estaba sentado... Siempre se le cedía el lugar a una dama, eso le habían dicho alguna vez.

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No es un mal razonamiento el que Natasha le dedica, si no fuese porque queda como un "Zorroneo todas las noches porque cada día son distintos, y así no repito"

Por supuesto eso es lo que él cree, demasiado desconfiado como para ver otro tipo de significados o intenciones en la muchacha, por mucho que alguien se lo pudiese indicar con cartelitos luminosos... Aunque hay algo que sí que le pica, y son esas palabras de ella, como si a él le importase, las cuales le hacen soltar una carcajada, amarga y vacía, como lleva siendo él durante bastante tiempo:

-Me preocupan ellos, no tú. -Tsk, si fuese así probablemente la habría dejado que sufriese la observación y el ridículo, pero supone que, en el fondo de eso que llaman pecho, también tiene eso otro que llaman corazón, aunque esté negro y ponzoñoso por el rencor.

Presta atención a las posteriores palabras en lo que él pide dos chupitos de absenta con una mano, volviendo a girarse hacia ella ya con los vasos, alzando una ceja de forma divertida:

-¿Eso es un piropo? -Pregunta, con algo de escepticismo en un tono de voz indiferente. que le piropee o no no es que le importe demasiado, al fin y al cabo no se tienen en cuenta el uno del otro... Peor es que joder, sin conocerla no es difícil caer en las garras, y él lo hizo de buen gusto, vaya.-Venga, Natasha, es tu momento... Ten el valor de decirme las cosas vomo te las digo yo a ti, si es que sabes que decirme, claro... Demuéstrame lo que vales.

Comenta, algo hastíado, bebiéndose el chupito de un trago. Le cansa ser siempre él el que ataque y ella la que reciba, le gusta ser atacado, ser criticado, para poder liberar todo lo que guarda en pequeñas dosis.

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Escucha su comentario y simplemente asiente divertida encogiendose de hombros de manera distraida -Bien, preocupate por ellos personas que no conoces y seguro que tú a ellos les das lo mismo... Es más puedo asegurar que más de uno aquí te tiene miedo por tú pura apariencia- aseguro dejando ver una media sonrisa sobre sus labios, aunque aquella chispa que se supone debe alcanzar la mirada cuando sonries jamás aparecería en los ojos de la castaña, ella de cierto punto estaba perdido dentro de su pequeño mundo, sabía lo que pasaba a su alrededor y respondía a cada comentario, pero era algo más como una reacción siempre respondía por instinto no por otra cosa.

Rió de manera amarga ante su pregunta y nego un poco moviendose en el taburete donde estaba sentada de un lado a otro como niña pequeña en un columpio teniendo a sus padres detras empujandole -No, no ando ofreciendo a personas como tú cumplidos- murmuro pasando la punta de su lengua por el labio superior y volteandose para pedir de nuevo un martini claro estaba esa sería su bebida para toda la noche, era ligera y con eso no se emborrocharía o eso era lo que esperaba Nat. Se vuelve a voltear sobre su asiento y escucha la voz de Kiefer de nuevo por lo que le voltea a ver con una sonrisa en sus labios -No- le dice segura encogiendose de hombros -No tengo que demostrarte nada a tí Kiefer- comento dandole un trago a su bebida y acomodándose un mechón de su cabello detrás de la oreja.

-¿Te gusta cierto?, Te gusta que la gente te ataque esa es tú forma de sentirte mejor- afirma con una sonrisa de satisfacción al averiguar aquello, el tono de su voz y su mirada hacían que puddiera deducir cosas de manera sencilla, realmente se alegraba de por lo menos haber prestado atención en aquellos pequeños detalles que había mostrado Kiefer.

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La escucha detenidamente, con toda seguridad esta es la vez en la que más atención presta a la chica, llegando a la conclusión de que tampoco puede esperar mucho más cuando parece una cría todavía, al menos en comparación con los años que él tiene...

Parece que no va a ser la noche de desestresarse un poco por otros métodos que no sea el alcohol, el cual comienza a hacerle algo de efecto cuando cae su segundo chupito de absenta. No reconocerá jamás, ni tampoco muestra, lo nervioso que le pone ese último comentario de ella, escuchándolo de principio a fin.

"Crash" El vasito vacío estalla entre sus dedos, rompiéndose en pequeños pedazos, algunos de los cuales se incrustan piel y originando cortes que no tardan en sangrar.. Aún con las pequeñas gotas resbalando por su mano y cayendo al sucio suelo no se mueve, su mirada estática y ciertamente inquietante fija en la de Natasha:

-Me importa una mierda lo que piensen los demás, tanto o más como lo que piensas tú. -No hay ironía, no hay sarcasmo, simplemente violencia camuflada, agresividad oculta y a duras penas controlada. Prácticamente sisea, escupe las palabras. La mano le escuece, pero ahora, con la rotura de ese pequeño objeto, ha conseguido saciar una pequeña parte de sí mismo. -Me tienen miedo, sí... No es un mal método de control, si sabes como utilizarlo... Creo que a ti te pega más lo que haces. -Murmura con una mueca de evidente fastidio, casi asco, aunque no llega a esta última sensación.

Se ve tentado de tirarle algo a alguien o de romper una botella, cualquier cosa, pero, sin decir absolutamente nada más, se gira como un vendaval y se encamina a la salida. Casi hubiese sido mejor un ataque, porque la cobardía, el no saber lo que piensan de él, es algo que no lleva demasiado bien, mucho menos cuando el trato con esa persona es algo más que tenso...

Lo que nunca admitirá es que ella ha acertado, necesita sentirse atacado en algunas ocasiones para poder liberar, hacer daño y sentirse mínimamente mejor... Demasiado rencor acumulado que no sabe como dosificar, al menos no de otra forma menos violenta o dañina.

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