¿Trágico accidente? {Libre]

-U yy uaa bin ban soy lacasito, uy uaaa bin ban vera que bueno que estoooyyyy- cantaba yo solo mientras buscaba en mi mochila de Star Wars mi barrita de chocolate. Parecía que aquel día pasarían muchas cosas ya que por la mañana se me había olvidado echar mi barrita de chocolate y de lacasitos. Me maldije a mi mismo por ese pequeño, pero jodido, detalle. Cerré la mochila de SW y me lo puse a la espalda.

La había estado buscando agachado en el suelo y al levantarme me limpie mis vaqueros rotos y me puse bien mi camiseta verde. Me miré es un escaparate. Me faltaba llevar gafas y ser gordo para parecerme a los frikis que salían en la tele. Reí. Nuna me pondría gordo, nunca engordaba. ¡Y mira qué comía tabletas de chocolate!

Segui contemplando mi look en el espejo riendome de mi mismo guando esuché a mi espalda un pitidu de un coche. Vi, gracias al reflejo del crital, que era una chica la culpable. El coche casi la atropeyaba. Se me puso la piel de gallina y me gire para ver si la chica estaba bien. Sin saber porque me recordó al accidente que tuve años atrás. Pero claro, aquel accidente si había llegado a ser un accidente de verdadad. Donde había habido muerte.... Me acerqué más hasta que vi a la chica mejor. Esta me empujo sin saber porque.- Olle!!!- le dije . Pero la chica me ignoró totalmente. Bufé. ¿qué se había creido qué era? Vi vomo se caia de culo y se llevaba la mano a la cabeza. Desde luego no estaba bien. La agarré del brazo y la saqué de la multtiud de la gente. ¿Ahora me había dado por ser spiderman? ¡dios1 ¿a quien se le ocurría ayudar a alguien que te había empujado?. Pues al bueno de Allen.

La senté en un banco que había y saqué de mi mochila una botella de agua.- Toma.- no sabía porque pero recordaba que a mi me habían dado agua el día del accidente. Aunque aquel día se cometieron muchas estúpideces.

Esperé que esos dolores de cabeza y mini quejidos no fueran nada más que resultado de una migraña. Odiaría llevarla al hispital. No me gustaban. Me traian demasiados malos recuerdos. Miré a la chica sorpendido. ¿pensaba qué era una farmacia? Bueno... podía llegar a serlo. Abrí mi muchila y busque en el bolsillo pequeño. Me encontré dos o tres condones y, por suerte para ella, un pard e pastillas para el dolor de cabeza.- Creo que hoy es tu día de suerte. Primero por encontrarte conmigo y segundo por tener pastillas en mi mochila.- No sabía porque me comprotaba tan suertamente con chicas. Supongo que tenía una especia de bipolaridad en ese tema.

Me senté al lado de la chica y le tendí una de las pastillas para que se la tomara.- Tienes que tener más cuidado cuando cruces la calle, no todo el mundo tiene buenos reflejos para frenar. Una milésima de segundo más para pisar el freno y el coche te habría dado.- se me ocurría miles de explicaicones pero no era el momento. Miré a la chica.- Por cierto me llamo Allen , ¿y tú?.- le rpegunté con curiosidad. A pesar de tener un aspeco bastante desaliñado era muy guapa. Le sonreí.

Alcé una de mis cejas que no se veían debido a flequillo.- Pues si intentaba suicidarte tengo que decir que ha sido realmente patético. Creo que habría sido más útil haberte cochado contra el coche en vez de cruzar sin mirar. Creo que deberías haberte agachado cuando el coche se acercaba para que te diera en la cabeza y así las posibilidaddes de morir hubieran sido mayores... pero bueno. Supongo que la proxima.- le solté toda una explicación. No es que quisiera morir pero me paraba a pensar esas cosas. Quizás para la creación de mis videojuegos o cosas de esas. giré mi rostro hacia Nat.- Bueno, no me eches cuenta. No ando bien de la cabeza. Tengo demasiada imaguinación con algunas cosas.

Guarde la botella de agua en mi mochila y miré hacia delante. Las cosas habían vuelto a la normalidad y seguramente Nat estaría en la boca de mucha gente durante un tiempo.

-Bueno- fruncí el ceño.- en realidad te iba a echar la bronca por empujarme pero al verte mal se me fue la idea y decidí ayudarte. Porque, creo, que si te hubiera dejado allí tirada no habría podido dormir esta noche. .- le confesé simplemente y busqué en mi mochila la cartera.- ¿me acompañas a comprar algo de chocolate? Te invito. Es que tengo la cabeza en Plutón y me he olvidado de meter mis barritas en mi mochila.- Me levanté y extendí mi mano para que me la agarrase. Vi que tardaba y se la agarré yo y tiré de ella suavemente.- Vamos! ¡Qué este clon necesita energía!- Bueno, me refería al clon de las Guerras de las Galaxias pero yo... también era una especie de clon. Un clon de un tipejo bastante raro.

Una vez los dos de pie la arrastre hasta la tienda de dulces más cercana y entré con ella, aún agarrada. Miré los dulces... había muchas cosas pero yo simplemente quería una barra de chocolate. Cogí una que contenía lacacitos y la puse en el mostrador.- Venga, Nat, elige algo. A mi siempre se me quita el dolor de cabeza cuando como algo dulce.- le aconseje.

Vi sus comitas. Tenían buena pinta pero el chocolate los ganaba a todos. El chocolate era la forma corporea de Dios. Reí ante eso. Realmente era adcito.- Esta bien.- le sonreí y le pedí al dependiente. Un viejesito adorable. Que me dijiera cuanto era. Le pagé y me di emdia vuelta.- Ya nos podemos ir...- salimos de la tienda y la miré mientras abría mi chocolatina.

-¿Eres de aquí?- le pregunté con curiosidad. Miré la chocolatina y le pegé el primer bocado. Que me sabió a gloria.- rico rico.- sonreí.

Aquella chica aprecía simpática a pesar de habernos conocido en uan circunstancia un poco rara. La mirñe de reojo. Yo era más alto que ella. Aunque eso era normal media 1.90. Era más alto que cualquiera. Bueno exeptuando a otros lobos que eran más grande

-No, soy de un pueblecito de Esocia y acabo de llegar. A si que no conosco mucho del lugar.- ni tampoco conosco la razón de porque estaba allí.

Le pegé un bocado a mi rica barrita y la saboreé completamente. Odiaba haberme olvidado mis chocolatinas. Me llevé una mano al bolsillo. Noté el peso de la mochila hacerse mayor. Por lo que me giré. Pille a un tio intentando abrirla. Lo miré- ¿qué haces?.- el tio se quedó todo pillado al verme preguntar y no a ir a pegarle. Éste se puso rojo como un tomate. ¡Vaya ladrón! La verdad es que no parecía ser muy mayor. El tio se fue corriendo. Levanté los dos dedos en forma de V.- ¡Qué la fuerza te acompañe!.- dije con sarcasmo y miré mi mochila. No me había quitado nada.- Se... ya veo... preciosa ciudad....- dije riendome de lo que acababa de pasar.

-Si te refieres que traigo en mi mochila pues tengo: un paquete de pañuelitos, pastillas bueno una apstilla, mi medicación, mi cartera con todo lo que lleva una cartera, un comic, mi portatil Obi... es el más pequeño por el que mejor cabe en mi mochila...- había conseguido arreglar a Obi.- una linterna. No pregunte para que es y condones. Nunca se sabe, siempre te tiene que estar prevenido. Ah se me olvidaba el movil y el mp3 tuneado.- dije de broma. Lo único que había echo era pintarlod e plateado y ponerle cartón simulando una nave espacial.

-Bueno, sé que es bonito depende de donde ande. Pero entiendeme. Vengo de un pueblecito. Esto se me queda grande. Pero menos mal que no me he ido a un Nueva York. Entonces si que em sentiría perdido.- dije asintiendo con la cabeza. No era una ciuda fea y molaba.

-Vaya, nunca me creí capaz de llevar más cosas que una chica en un bolso.- reí y le pegé otro bocado a mi chocolatina la cual se acabó. Vi una papelera cerca y tiré el embolrotio. ¡Había que cuidar la naturaleza!.- Bueno, se la puse por mi personaje favorito de Star Wars Obi Wan Kenobi. Tengo otro que e sun portatil amarillo y ese se llama Pikachu. Llamame friki por ponerle nombre a los ordenadores si quieres.- le sonreí.

Me rpegunto aquello. Bueno, había estado muchos años diciendome que no me debía de avergonzar por tener dicha enfermedad. No me la había contagiado precisamente por como se la conocía asi que no debía a vergonzarme.- tengo sida.- dije simplemente.- Lo contube por culpa de un residente de un hospital.- me encogí de hombros. No odiaba a aquel chico. Si yo no me hubiese empeñado ese día en ir al cine no habría pasado nada de lo que pasó aquel día.

Me llevé una mano a la cabeza y me arrasqué. Me picaba.- Estoy bien, siempre y cuando tome la médicación. Sino... se me baja als defensa y me puede entrar cualquier enfermedad.- me encogí de hombros.

-Si un residente el pobre se confundió y cogió una aguja usada. Por lo visto de alguien que ya padecía la enfermedad. Pero no le culpa. Lo hizo con prisa, creo que si él no hubiese actuado tan rápido, y se hubiese parado a buscar un aguja limpia... ahora mismo no te estaría contando esta historia.- Le sonreí cálidamente.- No le culpo de lo que paso. Ya que todo acontecimiento viene de otro. Y hay uno principal que si yo no hubiera hecho no habría pasado nada. Es así.- me quedé callado un momento. Era extraño todo aquello.- No sé porque te cuento esto. No creo que te interese. Simplemente lo llevo callado muchos años. No se lo cuento ni a mi hermano.

No me esperé que me agarrara del brazo y me sorprendió bastante. La miré sorprendido pero después sonreí al ver que me contaba eso. Era una buena chica al fin y al cabo y me gustaba como era. Quizás podíamos llegar a ser bueno amigos.- Me lo tomo bien porque yo tengo la culpa de todo. No me tengo que deprimir por eso. Yo empecé yo asumo....- dije simplemente

Esuché lo de mi hermano.- Bueno a veces da alegría otras veces no. Mi hermano es mi gemelo. Somos gemelos y aunque por fuera somo como dos gotas de agua por dentro somo el día y la noeche.- la miré curioso.- ¿no tienes hermanos? Bueno eso no es tan malo. No te pierdes mucho... si consiges un buen amigo puede llegar a ser como un hermano. Y se puede cuidar igual.. creeme.- Dije para animarla. no quería que pensara que no tener hermano era horrible o algo de eso.

Ahora que lo decía mi estomago también rugía de hambre. La simple chocolatina solo había hecho abrirme el apetito. Miré pensativo a Natasha.- Bueni natillita vayamos a rellnarnos los estómago.. bueno eso si tú tienes hambres si no... pues me ves comer.

Tomé dirección a un bar que había visto desde el otro lado de la calle. Le agarré el brazo suavemente.- Bien, vamos a cruzar la carretera. No cometamos locuras...- dije también refirioendome a mi. Ya que como me diera la pica haría una verdadera locura. Esperamos a que el semáforo se pusiera en rojo para cruzar tranquilamente. Al cruzar el paso de cebra un perrito se me quedó mirando y me empezó a ladrar. No le eché cuenta porque era normal. Era un lobo y supuestamente un depredador aunque yo no me consideraba uno...

Entramos en el bar y la conduje hasta una mesa.- Yo te invito a si que pide lo que quieras.- me ofrecí amablemente.

Le sonreí.- No te preocupes hoy es de esos días que me encuentro rico. A veces voy acomulando dinero en la cartera y cuando me doy cuenta tengo para paga run banquete.- pero claro eso me había llevado meses. Pero no tenía porque saberlo.

El camarero llegó y yo le pedí una cocacola con una cuchara y un sandwich de queso,jamón york y tomate. Solo de pensarlo se me hacía la boca agua. Miré a Natasha esperando a que ella pidiera y la contemplé. Era una chica realmente bonita con unos ojos preciosos. Y también me había fijado que tenía una bonita risa. Pena que solo sonriera tímidamente.

Tras que ella pidiera el camarero se marchó y miré a Natillita.- ¿Cuentame más cosas de tí?.- le pregunté con curiosidad mientras habría damáticamente muchos los ojos para después sonreí y poner mi cara nomral. Se me iba muchísimo la pinza. Como siempre me planteaba el psicólogo.