No...eso no...(Jacqueline)

Me levanté a eso del medio día después de conseguir dormirme, la persiana estaba bajada si dejar ver el sol que ya estaba alto. Me incorporé lentamente pasando la mano por la cara -Otro día…la misma mierda…- Susurré pasando luego la mano por la cabeza peinando el alborotado pelo de recién despierto. Puse los pies en el suelo mirando hacia la ventana oscura, me puse en pié caminando esos pocos pasos que me separaban, levantando la persiana, apartando la mirada ante la repentina aparición del sol, apreté los ojos abriéndolos lentamente para que estos se acostumbraran a la luz del luminoso.

Caminé hacia el armario, abriendo las puertas sacando nos vaqueros y una camisa, de la parte baja cogí la ropa interior y unos zaparos, luego caminé hacia el baño para darme una dicha de agua fría quedándome bajo la “catarata” de la alcachofa dejando que el agua descendiera por mi rostro y el resto de mi cuerpo. La ducha era uno de los lugares donde me para a meditar en el corto tiempo que pasaba en ella, era una zona X donde nadie ni nada podía molestarme.

Salí del baño y me sequé con una toalla vistiéndome luego, poniéndome esos vaqueros y esa camisa y los zapatos, la misma rutina de siempre, quería intentar que cada día fuera distinto. Abrochándome la camisa salí del baño bostezando, agitando luego un poco la cabeza sacudiendo el cabello húmedo, mi mirada se posó en la puerta de entrada, algo en el suelo blanco llamó mi atención y caminé acercandome. Me agaché para cogerlo mirando que era -Un sobre…- Susurré, sin saber que contendría mire por ambos lado y no tenia remite, mis pasos me hicieron regresar al salón, cruzando esta para ir a la cocina sirviéndome una taza de café solo y doble para poder despertarme completamente, tras servirlo me senté en una de las bancas de la pequeña mesa que junto a la cocina había.

Di un trago al café mirando el sobre que sostenía aun en la mano, dejando luego la taza sobre aquella mesa. Doble el costado del sobre, para poder rajarlo y sacar el papel que contenía, dejando el sobre la mesa, desdoblando la…¿Carta? Alcé la ceja comenzando a leerla. Fruncí levemente el ceño, la letra era claramente la de Jeremmy. A medida que seguía leyendo mi respiración se agitaba y mis ojos se abrían mas y mas, sujeté la carta con ambas manos sintiendo como u nudo se hacía en mi estomago y –sin verlo- notando como mis ojos se volvían amarillentos a la vez que el color blanco del ojo se enrojecía y además cobraba un brillo…¿lacrimoso? Me levanté rápidamente golpeando sin querer la taza de café que cayó al suelo y la banqueta casi corre la misma suerte. Pasando por delante de la mesa agarré las llaves de la moto, mi paso era apresurado salí de la casa dejando incluso la puerta abierta.

Los muchachos me saludaron, recibiendo como respuesta mi ignorancia y mi carrera atravesar el local, para salir a la calle y rápidamente montar en la moto arrancándola. Un chirrido sonó en el callejón donde la aparcaba saliendo luego yo deprisa de aquel lugar. En una mano estrechaba aquel papel contra el puño de la moto, la velocidad era extrema saltaba semáforos y demás señales consiguiendo que casi me tirara un coche. Ignorando todo eso pasé por el puente algo más despacio mirando a los lados con mis descarados amarillos y lobunos ojos…nada…no estaba… Di otra vuelta por si lo veía por allí…nada…Aceleré girando hacia la dirección contraria, poniendo rumbo entonces a casa de Jacqueline, de igual manera saltando semáforos y todas las señales, recibiendo gritos de peatones y otros conductores. Llegue al edificio de la casa de Jacqueline, Mia y Jeremmy. Dejando la moto sobre la acera empujando la puerta del portal subiendo a zancadas por la escalera, al llegar al piso me paré frente a la puerta llamando con la mano, manos que temaban ligeramente sosteniendo aquella nota. Mi respiración era acelerada y mis ojos rabiosos como si mi bestia pidiera caza pero…no era la furia lo que estaban reflejando…brillaban…brillaban como nunca lo habían hecho…luchaba por que aquello que tanto deseaban mis ojos no ocurriera. Esperé a que abrieran la puerta cruzando los dedos por que estuvieran TODOS allí. Al abrirse la puerta, miré fijamente a quien lo hiciera, deseando enormemente por primera vez en muchos años, que fuer…mi cachorro…

Aguanté la respiración cuando la puerta se abrió esperando que fuera Jeremmy…por primera vez lamenté que fuera Jacqueline quien abriera, nuestras miradas se cruzaron, yo estaba nervioso mi pecho se alaba de manera rápida, los que me conocían vagamente podían pensar que estaba muy pero que muy cabreado, pero…aquella no era la sensación ni el sentimiento que me recorría, o quizás si…No aparté la mirada de Jacqueline y simplemente estiré la mano que portaba el papel arrugado, mi mano temblaba… a ojos de otros por el propio enfado, a los míos de nerviosismo.

Esperé que cogiera la nota y si no lo hacía insistiría en que lo hiciera con un leve gesto, mis ojos seguían encendidos mostrando la furia –por costumbre- que era, No aparte los ojos de los de Jacqueline o de su rostro cuando leyera aquello. Era una carta de Jeremmy…donde me daba la enhorabuena y me daba las gracias por demostrarle lo poco que valía, y que gracias a mi había decidido irse para siempre…describía las vistas desde el puente de la ciudad… las dudas sobre que se sentiría cuando no se sintiera nada, ni odio, ni decepción, ni angustia…ni la respiración… Aquella nota describía el cómo había arruinado su vida y el cómo me “quitaría el peso de encima” de una vida sin sentido, “las aguas cobijaran ahora mi cuerpo, no tu oscuridad” esas eran las últimas palabras justo antes de su firma.

Recordaba cada una de las palabras de la carta como si de un solo vistazo me la hubiera aprendido, apreté los labios manteniendo la tensión mirando aun a Jacqueline -Le he…matado…- susurré tras un largo silencio, siendo esa las únicas palabras que mi boca puede emitir, pues aquel nudo en el estomago seguía apretando. Mi figura estaba inmóvil tensa y mis ojos brillantes llenos de la bestia y enrojecidos de…tristeza…

Los amarillos ojos que gobernaban mi rostro junto con aquella aparente impasibilidad observaban a Jacqueline mientras leía aquella carta. Mi corazón latía aprisa, no podía tragar saliva por culpa de un nudo en la garganta y estomago que me impedían reaccionar demasiado aprisa -Puedo pasar…- Susurré bajando la mano que hace un momento sujetaba la nota, apretando los puños teniendo el resto del cuerpo en tota tensión.

No avancé hasta que Jaque me diera permiso y apartara, en otra ocasión hubiera entrado simplemente con la llave que aun tenía en mi poder, pero el impacto de lo que aquella nota decía había bloqueado toda o casi todo raciocinio en mi cabeza. Mis nudillos palidecieron ante la presión que ejercía sobre aquel puño cerrado mientras esperaba. Tras unos minutos avancé un paso para hacer insistencia en aquello, acercándome más a la posición de Jacqueline separándonos tan solo un paso entre ambos

Nuevamente nuestros ojos se cruzaron para luego separarse al hacerse a un lado, entré cerrando detrás de mí de manera lenta y “tranquila” no con un portazo como alguna que otra vez que había ido a aquella casa… Avancé luego de que Jacqueline se sentara sobre el sofá acercándome a ella acuclillándome justo en frente alzando la mirada para fijarla nuevamente en ella, de sobra sabía el dolor que estaba sintiendo pues yo también lo sentía aunque no se viera reflejado en mi rostro.

Estiré una de las manos llevándola hasta su rostro sosteniendo este –Lo siento…- Susurré lleno de culpabilidad, aunque aquello no fuera visible por las múltiples mascaras de mi rostro. Acaricié su mejilla sin dejar de mirarla, demostrándole que a pesar de los pesares yo estaba ahí...y si necesitaba consuelo, quería ser yo quien lo hiciera, ya que yo también lo necesitaba y no quisiera que otra persona que no fuera Jacqueline me diera aquello.

Pude tragar saliva gracias a un pequeño ceder de mi garganta mojando mi boca, seca por todo aquel cumulo de sensaciones y mal estar que me abordaban, aquellas fueron las únicas palabras que pudieron salir de mi boca totalmente chocado por todo. Definitivamente había perdido a Jeremmy sin posibilidad alguna de recuperarle aunque fuera para unas simples palabras de no odio.

Perdí la mirada en los ojos de Jacqueline dolidos, los míos solo mostraban mi bestia interior teniendo aquel amarillo y brillo característico de la bestia. Ella me abrazó, al no esperar aquello tardé unos instantes en responder a aquel abrazo. Estreché a Jacqueline entre mis brazos arrodillándome frente al sofá, alcé una de las manos para ponerla sobre su cabeza acariciando su cabello, consolándola. Escuché su lastima y la noté al sentir sus puños cerrarse sobre mi ropa, alcé la mirada al techo tragando saliva, ahora estando ella cerca podría notar el desenfrenado ritmo de mi corazón. Mi rostro mi voz mis gestos…aquello podría usarlo para ocultar lo que realmente sentía casi sin darme cuenta creando aquel muro de indiferencia fingida, pero mi corazón revelaba mi verdadero estado alterado, al igual que mi pecho, que se hinchó en u inevitable y profundo suspiro.

Nos mantuvimos en aquella postura durante…no se cuanto tiempo, no era consciente en aquel momento del tiempo que pasaba ni de la hora que era. Tras ese silencio escuché su voz –“no esculpa tuya”- dijo, pero sí lo era, era mi culpa por ello Jeremmy… -Si lo es…- Me castigué con palabras, continuaba abrazándola y acariciando su cabello en aquel consuelo mutuo. Bajé la mirada despacio con afán de mirarla desde aquella posición -No…no he podido dar con el…- Susurré costosamente tragando algo de saliva para poder humedecer mi seca garganta. Dar con el…con aquello quería decir que yo mismo había ido hasta el río a buscarle. -Aun…- Añadí dando a entender que removería cielo tierra y mar para encontrarle y así sería… los contactos policiales me ayudarían a hurgar en el río y hasta en el mar, era necesario.

Nuestros ojos se cruzaron, y ella habló exculpándome, me silencié ante aquel gesto, olvidando de quien nos tratábamos jerárquicamente, ahora éramos simplemente Gabriel y Jacqueline, padres de Jeremmy. Continué acariciando su pelo de manera lenta, consoladora. Notaba sus manos y la estreché más cuando hundió el rostro en mi pecho posando un beso sobre su cabeza.

Cuando quiso separarse no se lo impedí soltando aquella “presa” que tenía entre mis brazos, de nuevo la miré -Te prometo… te juro… que le encontraré… yo mismo removeré aire tierra y…agua…para encontrarle…- Dije podando las manos en sus rodillas -No descansaré hasta hacerlo…- Realmente no descansaba bien desde hacía tiempo y ahora menos iba a conseguir conciliar el sueño…Muchas eran las noche que pasaba en vela en la oscuridad de mi gran lujosa y…solitaria casa, aunque eso nadie lo sabía, no dejaba que nadie lo viera, esa era mi vida privada a margen de los de la manada y de todo el mundo.

Negué ante lo del descanso -No me hace falta estoy bien…- Lo cual era mentira, no dormía bien desde hace tiempo pero eso ahora no importaba, lo que importaba era encontrar a Jeremmy -Aun así tengo que encontrarle lo antes posible…- Me puse en pié -Siento tener que dejarte pero…voy a ver a Tyler para la búsqueda…- Miré a Jacqueline sabiendo que comprendería mi marchar, aun así lo hacía dificultosamente. Giré sobre mis talones recorriendo de manera pesada la distancia que me separaba de la puerta, ahora tenía prisa, aunque lamentaba profundamente irme y dejar a Jacqueline, pero quería comenzar con todo para acabar cuanto antes. Alcé la mano para agarrar la maneta de la puerta con afán de salir.

Primero iría directamente a la comisaría a buscar a Tyler, si no lo encontraba allí iría a su propia casa y mientras condecía aquella moto le llamaría para averiguar dónde demonios se mete si allí no le encontrase, ahora mismo mi prioridad era Jeremmy me daba igual lloque hiciesen los demás, pondría a todos a trabajar en su búsqueda.

Me detuve en la puerta escuchándola -Claro…- Susurré sin siquiera pensar en a que se refería, mi mente estaba algo más tranquila pero abstraída sin centrarse realmente en lo que contestaba -Cuando sepa algo…te llamo…- Con aquellas palabras abrí la puerta para luego salir del apartamento apoyando ambas manos sobre la pared de enfrente a la puerta, mis ojos se posaron aun amarillentos sobre el suelo, fue entonteces, en la soledad de aquel pasillo que una lagrime emergió del perfil de uno de mis ojos recorriendo la línea de la nariz hasta quedar en la punta cayendo sobre su propio peso. Apreté los puños retrayendo una de los brazos para desatar la rabia en un golpe sobre la pared, atravesando el papel de esta y llegando a dejar un boquete.

Me pasé la mano por la cara queriendo calmarme sin conseguirlo, limpié aquel rastro de sentimientos que se había escapado entre mis mascaras, una lagrima había escapado y ahora me ocupaba de ocultarla. Bajé hasta el vestíbulo del edificio, para salir y acercarme a la moto en la cual me monté para poner rumbo a…alguna parte, acelerando cuanto más pudiera.


Off: si quieres postea tu por último y cierro.

Escuché cerrarse la puerta y noté que la soledad me invadía, me sentía dentro del propio agujero de mi pecho, seguía llorando, pero apenas me daba cuenta cuando pestañeaba, me quedé quieta, no estoy segura de cuanto tiempo, escuchaba mi propia respiración que se había logrado calmar, pero seguía sonando ahogada, mis ojos clavados en el sueño…cuando llevaba así un rato me levanté, no hacia ruido, probablemente así tenía que ser, como un alma en pena…

Caminé unos cuantos pasos silenciosos por el pasillo cuyas paredes de colores claros se me hacían molestas a la vista…finalmente me pare frente a la habitación de Jeremmy, ya no era la habitación de bebe o de niño, que había sido hacía muchos años, Jeremmy ya era mayor…o al menos, el ya se lo consideraba, pues para mí siempre seria un cachorrillo o lo habría sido…, abrí la puerta con las manos temblorosas como si guardara la esperanza de que estuviese allí, pero no… dentro aun podía sentir su esencia, su olor, me deslicé dentro de la habitación sin encender la luz y me dejé caer sobre su cama cerrando los ojos.

Mi Jeremmy…


Off: cierra.