¿Desde cuando no piso este lugar? *Libre*

Ladeé levemente el rostro para mirarla de reojo notando el como tocaba aquella cicatriz -Diría que fue un accidente, pero mentiría. Fue una pelea por un osado que pretendió hacer que abdicara de mi posición como alfa...- Regresé la mirada al frente dando una calada al cigarro -Evidentemente perdió...- Entrecerré los ojos notando sus manos sobre la espalda.

En realidad aquello no era una total mentira, por un lado si era cierto que fue en una pelea, eso no podía esconderlo, pero por otro, no fue precisamente por un intento de quitarme mi rango. Con los ojos cerrados, pude ver aquel enfrentamiento desde la misma posición que en aquella ocasión. Expulsé el humo lentamente por la nariz alzando una de las manos para rozar con las yemas de los dedos aquella cicatriz de aquel garrazo que parecía doler como si estuviera recién hecho. Aquel gesto acompañaba al silencio que ahora simplemente se rompía por el sonido del viento y los típicos ruidos de una ciudad activa por la noche.

Cuando escuche su voz me expante un poco quitanto rápidamente los dedos de auqella cicatriz. Escuche lo que dijo. Iba ha decir algo pero preferi guardar silencio. Tras unos segundos de silencio puse mis manos en su hombro totalmente planas y empece a masajearle aquella zona suavemente. Había algunos nudos de tensión que me entretuve en deshacerlos. Seguí apretando la piel entre mis manos como si estuviera amasando pan, con un movimiento de apretar y levantar secesivamente no fuí demasiado fuerte en hacerlo solo lo necesario. Hice las mismas acciones que anterior mente hice cuando estabamos dentro del bar, agregando dandole pequeños golpecitos en cada hombro conservando la muñeca flexible.

Después de repetir aquellos movimientos una y otra vez, baje con las manos juntas a su espalda cada vez separando mis dedos hasta llegar a su cadera donde fui subiendo las manos. Recorri toda su espalda con mis manos, que estaban suaves, algo frías pero por los movimientos que había hecho ya estaban más calientes. En cambio su espalda no, pero poco a poco iba entrando a calor.

-¿Estas mucho mejor? Sí, estoy haciendo mucha presión dimelo -Pregunte por si hacia algo mal o si le hacia algo de daño en hacer aquellos movimientos. Aquel silencio que había lo rompi con aquellas palabras, y no era porque me sentia incomoda al no decir nada, no era de las que rompia el silencio. Solo queria asegurarme de lo que estaba haciendo-

Mantuve la cabeza inmóvil mirando al frente con los ojos entrecerrados, haciendo ascender la mano que portaba el cigarro para darle una lenta calada, en mi cabeza ausente de todo, escuchaba el eco de las voces gritando unas de vítores otras de prejuicios personales. Una vez mas mi pasado atacaba y sorprendentemente no era por gracia o desgracia del aporte alcohólico, últimamente aquello ocurría sin necesidad de ello, el simple silencio hacía que mi mente divagara en los recuerdos del pasado, con la ausencia de Jeremmy había tenido tiempo a pensar en todo lo que antes no había reparado, como el refrán dice "No sabes valorar lo que tienes hasta que lo pierdes".

Apenas notaba las manos de Aitana sumido en la defensa mental que quería presentar ante aquellos recuerdos dolorosos, no negaba lo que había pasado muchos años atrás, pero todo aquello era un recuerdo doloroso e inútil de ver ahora. El humo salió lentamente de entre mis labios y me pareció escuchar la voz de Aitana pero de una manera lejana como con eco, la mano que sostenía el cigarro actuó por inercia, llevando el cáncer hacia mis labios para dar una nueva calada.

Mi espalda seguía tensa, aunque no tanto como antes, para poder relajar aquella dura espalda con tal peso sobre ella haría falta mas de un simple masaje, aquel peso era inmenso como para poder quitar así como así, sólo había una manera de desquitarme de todo aquello y era contándolo todo pero no a cualquiera...Sólo había una persona a la que debía y podía contra esto...Sólo Jeremmy podía ser receptor de tal "historia".

Una vez mas de entre mis labios salió el humo de aquel cigarro sin dar respuesta a las ,ignoradas inconscientemente, palabras de Aitana.

No recibí respuesta alguna a mi pregunta. Estaba totalmente ido o simplemente no contesto porque no quería. Segui haciendo un poco más de presión con mis manos a sus hombros. Pero no sabía si aquel masaje estaba sirviendo de algo. Su mente tal vez ya no estaba aquí y lo único que parecia era un robo que levantaba el brazo para llevarse le tabaco a la boca. Negué con la cabeza. No tenía ni idea de como se sentia en estos momentos pero podría imaginarme. Eso era lo qeu pensaba en la noche entera y en conseguir relajarlo unos segundos. Pero mi impresión era que no lo conseguia. Deje de dar presión a sus hombros para ver si por lo menos decia algo.

Me quede mirando al frente escuchando aquella brisa que resvalaba por mis oidos y hacia que mi pelo se volviera reberde. No sabía porque hacia esto si lo que debería ser ahora mismo una persona algo fría y distante aunque, tal vez sea porque en algunas cosas podría indentificarme en él. Pero claro que no era el peso de ser el jefe de la manada ni el der ser padre en ese estado, nunca había tenído hijos y ni siquiera se me había pasado por la cabeza tener uno. No ahora. Poco a poco me iba unos segundos, dejaba que mi mente pensara en aquellas cosas, en mis padres biologicos y en los que me habían adoptado. Además también había recordado aquella otra persona que decidio abandonarme. Hacia tiempo que no pensaba en ello o mejor dicho no de este modo. Sentia como algo mojado se resbalaba de mis mejillas, eran unas gotas de lágrimas que salian de aquellos ojos rasgados y un tanto expresivos. Pero cuando quería retirarmela aquella lagrima se dio prisa por caer. Por caer en la espalda de Gabriel. ¡Genial! No tenía ni idea él porque lloraba en estos momentos cuando quien deberia hacerlo era Gabriel? pero llorar ¿él?

Mi pecho se hinchó lentamente manteniendo los ojos cerrados, para poco después ese mismo aire salir en un profundo y lento suspiro mientras por mi mente pasaban aquella época feliz de mi vida, una vida pasada una vida que no regresará nunca...Una vez más alcé la mano para llevar al cigarro a los labios dando una de las ultimas caladas, entreabriendo los ojos reaccionando en la actualidad, regresando al presente a aquella azotea, notando aquel viento que acariciaba mi torso desnudo y alborotaba mi cabello.

Expulsé el humo para luego medio girar el rostro y mirar a Aitana de reojo en aquel silencio roto por el viento. Ella tenía una mano sobre el rostro, fruncí momentaneamente el ceño comenzando a gira para quedar en el mismo lugar pero ahora de cara a ella. -¿Qué te ocurre?- Pregunté dando luego la ultima calada al cigarro dejando caer la colilla luego al suelo expulsando el humo a un lado sin dejar de mirarla. Realmente no se por que pregunté aquello, podría ser debido a la curiosidad que siempre tenia en mi interior puesto que yo no era muy dado a mostras preocupación por otros que no fuera yo, a los ojos de los demas era aquel alfa egoista que no miraba por nadie mas que por él, cuando en mis planes entraban tanto Jeremmy como Jacqueline.

Rápidamente me había limpiado las lágrimas de las mejillas pero ya él se había dado cuenta. Pero en fin mentir iba hacer. Cerre los ojos como si tratardo de retener una lágrima más d emis ojos. Era increible que me estuviera pasando eso en esos momentos. ¿por qué lloraba? tal vez lo sabía y no quería reconocerlo. Respire porfundo y abri los ojos pero estaban entrecerrados mirando levemente los ojos de Gabriel quien había preguntado. Algo sorprendente la verdad. Tenía las piernas extendias y las junte ya que él se había movido para girarse y quedar frente a mi.

-Nada. -Conteste haciendo un leve movimiento con la cabeza tratando de negar aquello.- El viento levanto algo de polvo de sta pequeña azotea -Dije extendiendo los brazos como haciendo que mirara al suelo. Una tonta exucusa y típica. Aunque me hubiera gustado que no me haya visto derramar una lagrima, pocas son las personas que lo habían visto bueno Tyler lo había visto pero era porque ha estado conmigo durante mucho tiempo y era mi mejor amigo. Me lleve la mano a la nariz unos segundos por aquel pequeño humo del tabaco. No me pasaba nada por lo menos no ahora solo eran los recuerdos que me invadieron por un momento pero me había quedado algo sorprendia por su pregunta, creí que nisiquiera se iba a dar cuenta de ello tal vez si no lo hubiera hecho fuera mejor. Tuve el atrevimiento de bajar la cabeza unos momentos pero al darme cuenta de ello la alce levamente para retirarme un pelo de la cara,me dificultaba verle de ese modo. -¿Te ha servido de algo el masaje? -Pregunte pero como siempre hacia desviaba la conversacion a otra parte. -¿Quiere sque siga? -Agregue entrelazando mis manos.-

Ladeé levemente la cabeza cual animal curioso manteniendo aquel silencio tras sus palabras. No tenia ningún motivo para no creer aquella respuesta, así que simplemente me limité a contestar a las preguntas. -Si algo mejor estoy, hace tiempo que no me tocaban unas manos tan delicadas- Parecía una ñoñez pero era la verdad, hacía mucho que unas manos femeninas no rozaban mi cuerpo.

Continuaba mirándola con rostro tranquilo pensando en al respuesta a al segunda pregunta -Si sigues tendré que acabar pagándote un extra- Dije como respuesta, en un oculto "si quiero que sigas". Aun habiendo dicho aquello para que siguiera, no me volteé, lo cual contrariaba mis palabras, o quizás no, quizás lo que quería era que cambiase la zona a dar el masaje ¿Podría darse un masaje frontal?

En esos momento no me percataba de lo que estaba haciendo, estaba desinhibiendome de los deprimentes pensamientos de la ausencia de Jeremmy, quizás sería esto lo que necesitase para al menos distraer mi mente un rato del constante pensar en todo lo malo que había hecho.

Era algo imposible de creer, el de que tenía mucho tiempo sin que unas manos femeninas o en este caso delicadas, no tocasen aquel cuerpo, pero no pude reflejar en mi rostro una sonrisa ladeada. Lo bueno es que no pregunto más y aquel pequeño momento de relajación no se iba a romper. Esperaba que aquello hubiera servido de algo y que se estuviera relajando. Aunque si no mal recordaba era la primera vez que tenía a Grabriel tan cerca además de hacer aquel masaje.

Me quede mirandole a la espera de la segunda respuesta que le había hecho, no tenía la cabeza demasiada alta pero podía mirarle a los ojos. Hasta que segundos después esccuhe aquella respuesta que simplemente ladee la cabeza ya que pensaba que iba a girarse para continuar aquel masaje por esa respuésta que había hecho. ¿Entonces, qué tenía que hacer ahora? ¿Darle un masaje frontal? Nunca lo había hecho, aquello no tanto pero si algunas veces -muy pocas- Mi miraba bajo hasta su pecho desnudo que antes no me había fijado en aquellas cicatrices que tenía en su pecho. La del cuello la había visto ya que trabajaba en esa zona pero no creí que tuviera aun más. Levante mi mano izquierda para tocar aquella cicatriz o una de ellas, con la llemas de mis dedos. Mi vida no había sido tan agitada como la de él y suponia que era normal tener esas cicatrices.

Simplemente me deje llevar deslizando aquella mano hasta el centro de su pecho dejandola verticalmente sin perder de vista aquel recorrido qeu hacia con mis ojos. Empece a dar una ligera presión en su pecho al tiempo que iba coordinando el ritmo de su respiración. No sabía si queria que siguiera o si queria aquello pero me arriesgue, de todas formas si no le gustaba podría apartarme la mano de aquel pecho, aquel pecho que estaba totalmente formado, y aquellos brazos musculosos, que intentaba deshacer aquellos pensamientos de mi mente. Pero claro había llegado el punto de ponerme roja o simplemente era una extraña sensación que tenía; sentia que mi cara ardía. Vamos Aitana concentrate. Esas eran las palabras que decia en mi mente.

Mis manos se mantenían a cada lado de mi cadera relajadas, mis orbes ámbar la observaban. al de nuevo notar de su mano, mi pecho se inchó plena y lentamente y de igual manera el airé fue expulsado por mis fosas nasales. Con la yema de sus dedos delineaba la forma de aquella cicatriz, pudiendo ella notar la rugosidad y una leve diferencia con la piel normal, una piel castigada era la que podía palparse en esas lineas agresivas.

-Tienes buenas manos...- Dije tras un largo silencio, sin querer interrumpir aquel poco común masaje. Necesitaba aquel momento que estaba teniendo, despejarme dejar todo a un lado, aunque fuera por un periodo de tiempo no muy largo. Entrecerré levemente los ojos esforzándome en aquello, evadiéndome de todo, pensando tan solo en pasar un buen rato. Alcé el mentón sin dejar de mirarla -Dime una cosa Aitana...- Hice una leve pausa levantando una de las manos para rozar con el dorso del dedo indice para así rozar de manera lenta y casi imperceptible su brazo -¿Que precio tendré que pagar por este tratamiento extra?- Ladeé levemente la cabeza.

Di un paso al frente acercándome un tanto mas hacia donde ella estaba, moví la mano que sostenía la camisa para dejarla sobre el borde donde estaba sentada Aitana apartando por un momento la mirada y acertar a poner bien aquella prenda y no hacerla caer cornisa abajo. De nuevo puse la mirada en ella, ahora mi rostro reflejaba serenidad y no severidad ni seriedad, estaba tranquilo, por fin había conseguido el hacer a un lado casi todo.

¡No sabía que hacia! No, sabía que hacia con su pecho en este masaje, nunca había dado uno así. Aunque en este momento he conocido algo más de aquella persona que se encontraba delante mía. Seguí haciendo lo de antes, acariando más que dando masaje a su pecho, pero después de aquel largo silencio que había entre los dos, el dijo aquellas palabras. Venga, hazme volver a pensar aquellas cosas que tenía en mi mente pero intente ser la misma de siempre.

-Gracias... -Musite tras unos segundos. Poco después escuché decir mi nombre. Le mire. -¿Hum? -Deje escapar aquel sonido mirandole. Me había espantado un poco pero logré disimularlo bien. Pero al rato senti una pequeña sensación en el brazo pero no baje la mirada para ver que era puesto que me había imaginado que se trataba de su mano. Pero en cuanto escuché la pregunta que me hizo, tan solo cerre los ojos levemente y sonreí de manera que no se notaba mucho. ¿Qué como me tendrá que pagar aquel extra? Abri mis ojos al sentirlo algo más cerca de mí y le seguí con mi mirada hasta ver lo que hacia. Le tenía más cerca y su olor impregnaba en espacio que no separaba.

Le mire otra vez viendo su rostro distindo al de antes. Esta vez me acerque yo un poco más hacia él. Cortando aquella distancia que sobraba entre nosotors dos- Hmm, No se, sencillamente creo que no podrás pagarlo.-Susurre con un tono seductor, mirandole, con una sonrisa algo ladeada y juguetona. Aun tenía mis manos puestas en su pecho a modo de apoyo para no caerme encima de él. Pero no sabía porque dije eso o hice aquello, aunque lo que dije no era nada del otro mundo. Simplemente me había acercado más a él. Tampoco es que me arrepintiera.-

Segundos depués me levante del suelo. Ya había terminado de su masaje así que soponía que estaba mejor relajado. Ya estaba algo cansada en estar sentada en el suelo. ASí que tan solo me quede de pie mirando hacia la luna-