Lo has hecho a posta ¿Verdad? (Kiefer)

Estaba cansada de dar conciertos de quedarme hasta tade, esto empezaba ha convertirse en algo monótono. Pero había anulado algunas cosas tras quedar en que iba a cantar en el local de Gabriel. Pero nada más leer la noticia y leer quien iba a dar aquel show no me lo podía creer. Tan solo no me lo creía pero no me había quedado sorprendia. Asi que aquel grupo el cual Gabriel se referia era a ese. Sonreí por dentro ante aquel pensamiento.

Estaba en casa sin nada mejor que hacer que mirar el techo de la pare de mi habitación con la guitarra encima de mi vientre, tocando un par de cuerdas pero sin llegar a tocar bien, tan solo la hacia sonar para romper el silencio de aquella casa tan espaciosa que tenía. Aun no me explicaba el porque escogi una casa de dos plantas y de dos habitaciones, no era tan grande pero... ¿Dos habitaciones cuando solo eras una persona? Ni yo misma se la respuesta.

Mientras miraba el color de aquel techo viendo practicamente nada y dejar la mente en blanco, seguir tocando la guitarra ajena a lo de mi alrededor. Pero cuando baje la vista vi aquella gabardina de Kiefer, dejando de tocar la guitarra y dejarla en un lado de la cama. Me incorpore para caminar donde la tenía colgada. No había visto desde hace un par de días desde aquel encuentro inesperado. Tampoco había tocado aquella gabardina hasta ahora. La tenía en mis manos hasta llegué en a tocarla bien y encontrar un pequeño abultamiento, al sacarlo resultaba ser el DNI de él. Suspire levantando en mi rostro una sonrisa. Me dejo la gabardina insconcientemente o ya lo tenía preparado ante mano.

Simplemente se me ocurrio seguir el juego en llevarsela personalmente. Podía enviarsela pero le quería ver. Quería ver su rostro y escuchar su voz. No quería escuchar aquella voz en un CD. Vale, había estado escuchando algunas de sus canciones mientras estaba sola sin nada mejor que hacer.

Vestia con ropa ligera, una falda de color negra con unos leggins del mismo color pero estos estaban algo rotos. Llevaba una camisa blanca pero una de las mangas estaban rotas. Tenía puestos mis anillos en ambas manos además de unas pulseras negras. ¿vestia siempre así? No, pero hoy me aptecia vestirme de aquel modo. Por suerte no hacia mucho frío.

Tras ver donde vivía me dirigí hacia el lugar pero sin avisarle. No tenía su número así le daba una sorpresa. A él al parecer le gustaban. Tarde un poco pero ahora el único problema es que no este en su casa. Toque un par de veces y espere a que él o alguien me abriera.

Y cuando ya empezaba a impacientarme después de dos timbrazos, tenía ya pensado en girarme y en volver por donde había venido. Había hecho un ademán cuando escucho la puerta abrirse y esuchar aquellas palabras aunque no fueran las esperadas pero ¿Qué podía ser si se trataba de él?
Tenía dibajada un pequeña sonrisa que apenas se podía ver. Por un lado traía agarrada en unas de mis manos su chaqueta que sin decir ni una palabra la saque de la bolsa de plástico donde la había hechado, nada más sacarla se la lance.

-¿No me vas ha invitar a pasar? ¿Qué modales son esos? -Pregunte yo alzando ambas cejas al ver que después de esas palabras que había dicho antes no había dicho ninguna otra. ¿Era algo importante? No. Simplemente tome la gran excusa típica en traerle su gabardina. Pero estaba claro que no
aquello había sido una sorpresa. Pero aun me preguntaba el porque estaba aquí parada después de entregarle lo que me había dejado. -Te has olvidado eso. Y bueno, algo que tal vez deberías hechar de menos -Añadi refiendome a su DNI que si no fuera por eso no creo que hubiera búscado el lugar donde vivia. Pero algo tarde había dicho aquellas últimas palabras, por lo menos esas deberían haber ido antes que las primeras. ¿Qué más daba?-

Guarde silencio llevandome un mechón de pelo de tras de la oreja sin quitarle la vista de sus ojos esperando alguna acción o respuesta por su parte. ¿Qué pasaría ahora? por lo menos estaba claro que me iba a quedar un rato más. Pero... ¿saldría algo bueno de esta visita? tan solo había que esperar, esperar para ver lo que sucedia. Si por fin le sacaba algo más sobre él, sobre aquel misterio y derribar aquellas barreras que se han convertido en un reto para mí tras aquel encuentro. No sabía si estaba yo dispuesta a responderle aquella pregunta, mejor dicho, si estaba preparada en hablar.

Iba hacer algo prudente en apartarle y en entrar por mi propia cuenta, pero estaba vez es distinto ya que me quede parada esperandole, solo eso. No me atrevia a entrar, ya que al igual que a mí yo no dejaba pasar a casi nadie a mi casa, tendría que ser una gran ocación para dejar hacer algo así. Tampoco no me pare a pensar lo que dirian los medios de comunicación si me han visto salir de mi casa o verme aquí parada.

-Ni eso ni nada -Respondí dejando claro que no sabía muchas cosas de él, que no me había dicho practicamente aquello ni ninguna otra cosa mas. Pero ese comentario también iba para mi dado, que ni siquiera le respondi a una pregunta que me había formulado.

Y como era de esperar aquellas palabras. Si fuera al contrario yo también las diria. Pero no, solo estaba aquí por ese motivo pero eso era algo que no se lo diria por lo menos a la primera. -Tienes razón no es mi único motivo. -Dije con media sonrisa.- Si te soy sincera, he venido hasta aquí porque vi un anuncio en el periódico. Al parecer cantaras en el bar de un buen amigo mío. -Ladee la cabeza un poco tras dibujas una sonrisa que provenia de una sastifación en responderle con aquella cuartada pero no era tan satisfactoria que la verdadera razón. No mentia en aquello, pero se me veía tan creíble. Eso queria decir que no fui lo bastante siencera. Pero no iba a negar que estando aquí estaría en riesgo a que dijera algo de lo que me era difícil contarlo. Tal vez si otra persona viera mi situación no lo entenderia, pensaria que es una tonteria pero en realidad no lo era. Esta bien, daba gracias por no tenerla aun peor pero aquello me había afectado más de lo que se podría imaginar.

Pude notar que cambio la expresión pero no duro demasiado. Los pequeños detalles podía verlos y más cuando me interesaba una personas. -Por favor, no te sientas obligado al dejarme pasar. -Dije caminado al interior tras escuchar aquellas palabras. Que a mi parecer sonaron a una obligacion que a otra cosa. Interpretaciones eran y es era una de ellas que puede ser cierta y no tiene porque. Pero de todas formas había pasado, girandome y ver como se quedaba apoyado en la puerta. Y sin rodeos, pregunta aquello.

-Creo que no estas aconstumbrado a tratar a una chica. -Dije girandome para ver aquel lugar, con las manos en la cintura mirando cada detalle y preparandome para empezar a caminar, por lo menos hasta llegar a sentarme en el salon. Aquellas palabras habían venido por su pregunta pero claro yo le entendia pero lo unico que hacia era prepararme para buscar fuerzas en donde no las había, y poder responderle o intentar hablarle hacer de mi y así el tuviera la confianza en abrirse conmigo y contarme algo. -¿Puedes darme un vaso de agua? -Pregunte girandome antes de sentarme o dar algún otro paso. Ni siquiera tenía sed para pedir un vaso de agua. ¿Por qué la pedia?

No dije nada de como ignoro el primer comentarío que había hecho, me esperaba uno, en eso no iba a mentir pero de todas formas podía ignorar cuales quiera. Yo había hecho lo mismo anteriormente. Pero al escuchar el supuesto motivo de la inspiración no sabía si creermelo o no. ¿Estaba componiendo y yo he sido tan inoportuna? pero no dije nada en respuesta aquello. Lo sabía, sabia perfectamente como uno se sentia cuando pasaba algo así.

Tan solo me le quedo mirando tras escuchar lo siguiente que dijo. Pero, era algo difícil de creer que solo he estado con humanos tras sufrir el abandono de aquel marido que tenía.. pero en ese momento se me vino a la mente que no sabía cual era la edad que tenía kiefer era otra cosa de la que tenía que saber.

Poco después el olor de la nevera salia desde la cocina hasta llegar a mi nariz. Tan solo me lleve la mano a la nariz moviendomela y a la vez arrugandola. No me gustaba el olor a pescado por lo tanto comerlo no podía. Y eso que tenía raíces de un lugar donde comían bastante pescados pero eso era otro tema aparte, del que no queria ni saber mucho de ello.

Cuando pregunto aquello tan solo sonreí por la ultima pregunta que había hecho. Sin duda alguna tenía una pequeña partge de gracia pero para el tal vez no, simplemente es que no esperaba que mensionara nada. Pero no quería hacer nada o decir algo estando bajo el efecto de ningun alcochol.

-Solo agua. Y no, no soy abstémica -Por lo menos respondi Por lo menos no ignore esa pequeña pregunta pero tampoco era algo del que debía hacerlo.- Simplemente no me apetece tomar. -Me conocia bien además de que si empezaba a beber luego podría irme más de la lengua pero tal vez en otra cosa y no en lo que el espera.

Ahora era a mi a quien le tocaba hablar decir algo, preguntar pero lo haria si. Cuando estaba mirando a un lado pude ver a un gatito negro, me quede sorprendia totalmente. ¿Tenia gato? encima era un gato negro. Pero no salia a abrazarlo ya que se escondio por algun lado. No dije nada simplemente me quede a la espera.- También he venido por eso. -No sabía como decirlo si de un sopetón, hacerlo por sorpresa o simplemente como lo estaba haciendo ahora. De todas maneras era igual. ¿Desde cuando hacia tanto rodeos? si estaba aqui era porque iba hablar ¿no? Espere a que el estuviera en frente y así poder hablar mejor. Tal vez no tenía que conformarme con el agua pero asi lo preferia.

Pero... ¿Por qué no me daba el vaso en las manos? Ni que fuera a morder.
Antes de mirarle, mire hacia el lugar de donde había venido. Había escuchado una puerta cerrarse. Eso para mi era más curioso. Había pensando que tal vez no quería que pasara al interior. Pero aquello no estaba aún en mis planes. Por lo menos no en ese momento.

Me acerque hasta el sofá al ver aquella señales. Preferiria quedarme parada pero también estar sentada en aquel lugar. Antes de sentarme cogi entre mis manos aquel vaso de agua llevandomelo a la boca para beber tan solo un poco. Tenía razón. Yo era la que decidia si contarselo o no, pero lo que no quiero hacer es que termine por derribando otro muro. Había dado en el clavo con aquella pregunta, seguro que sospechara porque no era ningun tonto como para hacerlo. Pero pronunciar aquellas palabras de mis labios era algo difícil para mi. No a todos le he hablado de mi vida.

Tras escuchar aquellas palabras aun tenía en mis manos y esta vez con las dos, el vaso de agua, mirando el contenido, aquella agua tan trasparente. Pero en ese momento el pequeño gato que había visto antes empezo a rodear mis pies, ronroneado. Baje la vista para verlo y dejar el vaso de agua encima de la mesa y coger aquel gato y acariciarlo. -No pense que tendrías un gato. -Comente alzando el gato para ver su rostro.Esbozando una leve sonrisa. No me imagine como era el lugar en donde vivía. Pero claro, cambie de tema cosa que siempre hacia pero cerre los ojos levemente. Me costaba admitir que estaba sola, que me sentia de aquel modo. Que dentro de mi preferia seguir sola, pero por otro lado y a la vez y por muy raro que parezca, no queria estar sola. Ni siquiera me permiti el lujo para mirarle, miraba hacia mis piernas, hacia aquellos leggins que tenía y el e como entrelazaba mis manos. -La respuesta aquella pregunta. -Trague algo e saliva pero sin hacer un ruido molesto.-Es sí...-Murmure, aun sin mirarle. Hasta me temía que volviera a girar mi rostro para verlo, para ver aquella expresión en mi cara. Una expresión e tristeza, con la misma mirada en ese momento, en que me cotaba pronunciarlas- Me siento sola... Y más de lo que te puedes imaginar -EStas palabras si que las dije mirandole a la cara. Con los ojos entrecerrados y sin bajar ni desviar la mirada.

Ahora sí, sentia un gran alivio al decir aquellas palabras aunque sean una afirmación a su preguntas. Pero me sentia que mejor, sin tener un pequeño nudo en la garganta del cual no podía deshacer. Pero aun tenía más de esos. Ahora sentia como otro gran nudo y más grande se instalaba en el mismo lugar.

El no tenía porque esperar en que iba ha decir algo más pero para querer algo hay que dar algo a cambio y suponía que saber de él,l implicaba hacer eso pero, no me sentia con las fuerzas necesarias para hacer aquello. Queria saber de él, me tenía con una gran curiosidad, en que tal vez el motivo de aquella curiosidad sea el que pensaba que era parecido a mí. No igual, porque nadie es igual a nadie pero parecidos sí. Aquella gran melancolía que tenía era mi Rock, porque así lo consideraba. De hay podía plasmar mis sentimientos sin que naie me dijera algo.

-Ya me di cuenta -Le interrumpi a sus primeras palabras. Pero al final logre acariciarlo un poco suerte tuve en que no sacara sus garras y me arañara. Pero era raro ver que a un gato sabiendo que estos no se llevan bien con los perros pero nosotros no lo eramos. Ya me gustaría estar en el lado de aquel gato. No por el hecho de que entrara a este lugar cuando estuviera solo que me gustaría que el ganase el puesto de amigos como yo el suyo.

Pero al decir aquello, no sabái distinguir aquella expresión en su rostro. ¿Qué reflejaba en su rostro? era algo confuso para mi, no sabía que pensar tras ver su rostro. Tal vez sentiria pena pero eso era lo unico que noquería que sintiera por mí. Que ni se le ocurriera pensar aquello, sentir aquel sentimiento. Pero no aparte la vista de él esperando si iba ha decir algo o simplemente quedarme callada hasta que algo rompiera ese silencio pero estaba claro que no lo romperia yo. Y en ese momento tras la espera corta él hablo. Con un tono diferente al de siempre. Si me parecia que iba ha decir aquello. Suspire profundo cerrando lso ojos y al cabo de poco segundos abrirlos.

-Estoy sola porque, todas las personas cerca de mi terminan por abandonarme. -Suficiente razón era para mí. Tanto como mis padres biologicos a los que no conoci, como aquel marido que tuve y ahora no hace mucho mis padres adoptivos. Sí, estaba claro que mi destino era estar sola.

Ahora lo que temía es en abrir a una persona más un lugar en mi vida para que este o esta me abandone como lo han hecho. Toda mi vida había sufrido un abandono y tras lograr aquelsueño otras personas más me abandonan. No quería volver a sufrir ningun abanono mal. ¿Qué era lo malo que hacia? ¡Que alguien me hiciera el favor de decirmelo! solo quería eso, saber que error cometi para poder remediarlo y no volver a pasar por eso. Y como cabe esperar todas aquellas personas que me abandonaron eran de mi propia raza. Por eso estaba más metido con los humanos, porque ellos no habían hecho eso. Por lo menos no he dejado que lo hicieran. Pero aun así y con aquel metodo de ocultar lo que hay en mi, en evitar que me conozcan era la mejor manera de evitar otro abandono.

-¿Por qué? -Pregunte como si él supiera la respuesta. Como si él supiera todo lo que he pasado, pero en realida no queria hablar de ello porque terminaria llorando. Pero, era ya tarde. Tarde para hecharme para atras y evitar que de mis ojos resbalara una lágrima y así otra. Sin decir nada me levante del sofá con la intención de irme. No queria que por aquellas lágrimas el se viera obligado hacer algo, ha consolarme por pura pena a decir las mismas palabras que cualquiera iba a decir. Pero si él no tenía la respuesta no queria escuchar nada. Simplemente recordar todo me sentia aun más triste, desconsolada como si nadie pudiera ayudarme de aquella oscuridad en la que estaba envuelta y no podía escapar, no veía ninguna luz. Poría decirse que aquello se trataba de un trauma para mí. Algo de lo que no estaba segura si podría escapar.

Nada más levantarme del sofá camine hasta la puerta, sin despedirme ni nada. No queria que me viera en este estupido estado. ¡Joder que estaba llorado! delante de él. Si al final era una chica que solo aparentaba ser dura, que podía con tood pero nada más recordar aquello las lágrimas se me salian. Como aquel día en la azotea del local de Gabriel. Pero si he llegado hasta donde estoy es que eso queria decir que era alguien fuerte ¿no? o solo lo pensaba para autoconvencerme de que no era tan debil.

Ya había habierto la puerta, ni siquiera sabía si volverçia a verle pero no quería que me compadeciera, que sintiera pena y tristeza por lo que me estaba pasando o lo que me había pasado. He estado llevandolo sola dese hace mucho tiempo, no podía derrumbarme ahora mismo. Pero la puerta no se habrio de par en par porque hay estaba la mano de Kiefer quien la había cerrado y apenas pude reaccionar cuando ya tenía uno de sus dedos y coger una de aquellas lágrimas que salian de aquellos ojos rasgados y de color marrones. Simplemente me le quede mirando escuchando lo que había dichona. Sintiendo como me cogia la mano pero de una forma distinta a las que estaba aconstumbrada a sentir pero apenas duro unos pocos segundos.

Yo ya sabía que no podía contestar a esa pregunta. No sabía practicamente nada de mi como yo de él. Pero ¿Por qué he de dar el primer paso en contarles mis cosas? Tal vez por las últimas palabras que él había pronunciado algo que no me atrevía a decirselo yo.

-¿Para luego que? -Pregunte desviando la mirada. -¿Para qué una vez sepas el del porque, me aislarles completamente de tú vida? -Volvi a mirarle para clavar mis ojos llorosos aguados a aquellos ojos suyos - No, gracias. -Agregue a esas palabras. No quería volver a pasar lo mismo pero también queria conocerle, queria saber porque es así pero... el miedo estaba en medio y no me dejaba ser tan abiertamente como debería ser. Finalmente me limpie las lágrimas, no quería que siga mirandome de aquella manera tan fragil, debil... Tal vez sea cierto que si me iba aquello no valdría la pena, no pasaría nada. Pero era difícil o es que lo hacia de ese modo.

Al final delante de él parecía nada. No era nada comparado con lo que era él. Me sentia en ese momento mal. Pero por más que intentaba no querer decirle nada, dentro de mi queria contarselo todo. Todo y así saber acercarme a él para saberlo todo de esa persona que tenía delante mía pero una vez más el miedo era una de las muchas barreras que impedian hacer aquello. Pero no lo sabré ni lo entendere, no creo que pueda perdonar aquellas personas que en su día me dejaron sola sin lograr enterderme, sin hacer un esfuerzo en conocerme. ¡Por favor! Si alguien no esta dispuesto a hacerse cargo su responsabilidades en este caso en tener a un bebe, que no lo tenga. Que no lo tenga. Aunque eso significara el de no haber existido. Y luego aquellos quienes me adoptaron no entendieron como era, lo que quería, me cerraron la puerta en toda la nariz. ¡No estaba programada para olvidar y perdonar a la gente que me han hecho daño! y eso lo llevaba muy adentro, algo que cada vez iba agrandandose más y más.

Lo único que pensaba es que tan solo él tenía la simple curiosida de saber lo que me había pasado o como era para satisfacer su gran curiosidad y luego cerrarme la puerta. No estaba dispuesta a algo así. Pero, ¿Por qué había venido? ¿Por qué queria hacer lo mismo? Además no había dicho que me dejara ir, que se apartara de la puerta para así irme por donde había venido. Más bien no opuse resistencia y me había quedado frente a él, dejar que quitara una lágrima. Él no podía ayudarme, a ayudarme a quitar el dolor que tenía. Nadie podía. No le dejaría. Quería que capaz de hacerlo pero lo dudaba. Aquellas corazas eran tan fuertes como las suyas, como aquellas que intentaba derribar pero que aun no había empezado hacerlo. ¡Menudo el empeño que tenía! pero no pretendía hacer que el me lo contara por si solo, esa no era la manera pero abrirle mi camino, dejarlo limpio para que el pudiera entrar era lo que tenía que hacer pero y si luego quería caminar por el suyo.. mejor dicho quiero poder llegar hasta el final de su camino y ver lo que hay en su interior.

Mis ojos se agrandaron al escuchar el espantoso ruido de la puerta. Mire la puerta y después a él algo sorprendida. Como para no estarlo después de aquello. Su mirada volvio hacia la mía aun triste. Era distinta en eso me di cuenta. No fue nada penetrante ni daba la sensación de intimidar. Pero ¿Qué podía pensar si no era eso? ¿Hacer que nada más abrir la puerta a mi corazón vengan y le traícionen ? Dejar que me abandonen sin ninguna explicación salvo una tonta excusa. ¿Cómo pensar en otra cosa que no sea aquella? Esa era la única forma en la que no me hacía gran daño, pero aun así me lo hacia aunque sea poco pero me lo hacía. Nadie quería estar sola.

Pero no dije nada ante esas palabras. Vovi a quedarme callada como siempre. Pero no me costaba nada en decirle lo que pensaba en esos momentos sin embargo, otorgue el silencio. Pocos después senti como me cogía de la mano algo suave, sintiendo el calor de estas, me quede mirando unos instante aquel agarre que nada más sentir el tirón que me dió desvie la mirada al frente dejandome llevar hacia aquel sofá. Me sente escuchando aquellas otras palabras que al final tan solo le mire quedandome pensando en su problema. En mi mente estaba aquelal pregunta vagando una y otra vez "¿Cual era su problema?" Pero estaba segura que si preguntaba algo no iba a decirme nada. Era parecido a mí y seguro que más fuerte y unos muros bastante fuertes en comparación con los míos.

No voy a mentir que aquellas palabras me consolaron pero, solo eran plabras que sabía que deseaba oirlas pero saber si en verdad lo decía no estaba del todo segura. No confiaba tan fácilmente pero si no arriesgaba no conseguía nada. Si en esta vida para obtener algo debes dar algo a cambio. Así ha sido y seguira siendo. ¡Joder! no sabía por donde debería empezar.

-No se por donde empezar. -Fue lo único que había dicho tras sus palabras. Apretando los puños que se encontraban encima de mis pieras. Desvie la mirada hacia el frente para respirar hondo y vovler a girarla para mirarle. -

-Desde que nací he sufrido un abanono. El de mis padres biológicos.
-Dije con un hilo de voz, tras un gran silencio. Ahora sabía algo más. El principio de lo que era mi sufrimiento. Pero no le mire al decir aquello más bien cruce los pies y mire hacia abajo y así seguí- No tengo ni idea de como son mis padres. Pero igual no me importa. Tal vez esten muertos en alguna esquina. -Dentro de mí no había ni la más mínima curiosidad de saber como eran mis padres, a que se dedicaban, si estaban vivos o muertos. Sólo había una única pregunta ¿Por qué me habían abandonado? Esa era la única cosa que quería saber de ellos. Después de lo demás me daba igual. Pero al decir aquello me entraron ganas de fumar, de calmar aquellos nervios pero lo que si había hecho era en no derramar una lágrima mientras decia aquello. Tan solo lloraba por dentro y eso se podía notar en mi tono de voz, algo apagado, triste.-Hay después entraron mis padres adoptivos,. Sabía desde un principio que era diferente nada más verme al espejo pero no tardaron en decirmelo, en decir que era en realidad. Hay todo empezo, desde mi adolescencia hasta ahora he sufrido el abandono. -No sabía que era de otra raza, es más creí que aquello no existia pero en lo que no creía acabo en convertise en verdad y yo formar parte de ello. -

Negué a esas palabras. Nunca me arrepenti de ser lo que era. Solo sabía que era diferente y eso de algún modo u otro me gustaba. Me gustaba ser diferente al resto de la gente. Supongo que penso que me arrepentia que sea lo que soy en realidad una loba. Pero nunca había pensado en aquello. Por suerte.

-No. No lo entiendes. -Segui negando con la cabeza e incluso pensaba en levantarme del sofá pero más bien me gire hacia él mirandole dejando una mano de apoyo en el sofá, en aquel hueco que había entre los dos. Por suerte estaba más cerca, y por las respuetsa que me había dado me escuchaba. Y se lo agradecería pero aquello era parte de mi pequeña historia abrumadora, la cual me ha atormentado durante muchos años.- ¡Todos los que me abandonaron resultaron ser los de mis propia raza! -Exlcame casi dando un pequeño grito llevandome la mano libre a mi pecho. Mi pelo se movio un poco por aquel movimiento tan ligero pero a la vez un poco brusco. Hay me hizo pensar en otra persona en Tyler ¿Dónde se había metido? ¿Dónde estaba? Fue hace tiempo que le vi y me entere de aquella noticia, en la que sería padre pero no lo volví a ver. Desde aquel encuentro en la plaza. Tal vez por eso fuí aquella noche encotrandome a Kiefer. Y ahora mismo estaba sentado en su sofá contandole un rollo. Un rollo que solo debería importarme a mí, un problema que llevaría encima. -Pero, aún estoy orgullosa de ser lo que soy. A pesar de que siempre acaban por darme la espalda. -Agregue sugundos después, quería que aquello estuviera claro para él. No quería confusiones alguna después de lo que conte. Simplemente ya que había dicho aquello quería que lo entendiera sin llegar a confundirse o pensar aquello.

Y en cuanto a mis letras. Sí, podían sonar triste pero a mi me hacia llevar todo bien y a muchas personas le gustaba sino no estaría en donde estaba. Tal vez si algún día dejara de llevar todo el resentimiento en confiar en alguien más, en alguien de mi raza, tal vez mis canciones dieran un giro. Pero por ahora lo llevare como pueda, como lo he estado haciendo sola. Solo me bastaba con mi guitarra la cual sabía tocarla entre medias y sobre todo con mi voz.

Había muchos tipos de abandonos pero lo mío era algo que se repetia una y otra vez. ¿Dónde quedaba la esperanza ? No entendia a los humanos en aquel aspecto, en mantener la esperanza siempre. ¿Cómo podían hacerlo?

Me le quede mirando mirando aquella cara de sorprensa que había tenído anteriormente. Tal vez pensaba algo distinto a lo qeu se debía pero aquella era la verdad y no mentia en nada. Simplemente me limite en decir parte de ella. Pero por suerte no escuche las mismas palabras de siempre "lo siento" a mi parecer nadie podía sbaer que se sentia algo si no lo había vivido. No tenía esa experiencia para pronunciar aquellas palabras. Por lo que veo que son innecesarias. Y me daba rabia escucharlas.

Un movimiento de cabeza negando ante mis palabras fue lo pirmero que pude ver. Segundos después vi como se quitaba aquel gorro de su cabeza dejando ver su pelo algo riso, era la primera vez que lo había visto de aquel modo, sin aquel gorro. Y sin decir nada me lo puso en la cabeza. Mi mirada se desvio unos segundos hasta mi cabeza al ver aquel gesto de él. ¿Aumentaba la confianza? Mi mirada volvió a su rostro nada más al escuchar aquellas palabras salir de sus labios. No dije nada ante el gesto solo deje estar aquel gorro que sin darme cuenta fue lo que me tranquilizo un poco.

Pero así era como lo creía, pensaba que sólo los de mi razas eran los únicos que podían abandonarme tal vez, el miedo a comprabar si aquello era verdadero no me dejaba. Posiblemente esa sea la cuasa del cual no dejaba que ningún humano supiera muy bien como era en relaidad, solo saludos, pocas palabras y si eso sólo pasaba un momento de placer y listo. Pero con los de mis razas apenas podía saludar sin estar a la defensiva.

-Lo se. -Dije cerrando la mano que me servia de apoyo a aquella inlinación a la que estaba. Baje un poco la cabeza pero después la volvi a levantar.-Se que no se puede hacer eso, pero no creo que sólo haya tenído mala suerte. -Dado el hecho de que no creía en la buena suerte o en la mala suerte.

Aparte la mirada de él para dejarla puesta en aquel vaso de agua que se encontraba encima de la mesita. Pero nada más sentir aquel estiramiento de brazos, mire de reojo los dedos que se veían de aquel brazo estirado detras del respaldo del sofá, de tras de mí. Gire mi cabeza para volver a mirarle, viendo otra mirada distinta pero nada más hacerlo me quede sorprendida por sus palabras; "Yo abandoné a mi familia natal" esas palabras se repitieron una y otra vez en mi mente. Mi corazón se acelero de pronto. Aquella palabra ya empezaba a odiarla mejor dicho odiaba aquel verbo, su significado y salir de sus labios me dio de lleno. Pero ¿Por qué? tal vez sea el hecho de que me sentia amenazada a otro abandono. Al de él. Pero sólo aparte la mirada tan rápidamente como pude. Mirando otra vez a mis piernas pero sin verlas a al vez. Solo pensando en aquellas palabras.

Hubo un gran silencio por parte de ambos. Apenas se escuchaba otro sonido más que nuestra respiración y dentro de mí, mi corazón latiendo fuerte que pense que con aquel silencio pudiera oirlo. No sabía que decir, que hacer o si irme del lugar pero entonces quien abandone este momento sería yo. Pero me quede, me quede aunque sea callada, buscando alguna palabra o tal vez reproche, algo que rompiera el silencio. En este momento me gustaría que fuera roto. Pero aquel deseo fue consedido ya que él hablo de nuevo. Era la primera vez que decia algo de si mismo, algo de su historia la cual quería saber. Pero no quise darle importancias a esas últimas palabras ya que las que me importaban era la otra.

-¿Por...Por qué lo hiciste? -Titubee. No sabía si hacer esa pregunta pero siempre quería saber porque las personas terminan por abandonar a la gente. Podía sacar mis propias conclusiones sobre él porque me habían abandonado pero había montones de posibilidades que me hacia un lio. Quería saber aquello. Además de que esperaba que me respondiera. Le mire tras decir aquella pregunta algo dudosa. No sabía si me contestaría o no, si estaba abierto para contestarme.

No era una chica que soltaba cosas lindas para intentar animar a la gente. No sabía como solo brindaba mi ayuda y si eso decia alguna que otra cosa. Pero mayormente miraba por el lado malo. No veía el bueno pero eso no era siempre.
Y sí, era mucha mala suerte lo que me había pasado. Bastante que apenas creo que pueda ser real. Pero al parecer cogi el palito más corto y esto fue lo que me toco al ser la "ganadora" No dije nada a eso. Solo guarde silencio ya que estaba de acuerdo con esas palabras, pero claro, yo no creía en la suerte pero aún así creía estar de acuerdo.

Esperando a la respuesta a mi pregunta, mirandole pero al principio creí que no diria nada, por aquel esfuerzo que suponía para él. El contestar se le veía en aquella expresión, quería hablar ya que tenía los labios entreabiertos. Solte un suspiro apenas inaudible tras ver como retiraba el rostro y aquel leve golpe del sofá. Ahora los papeles se habían intercambiado en ese momento. Antes era yo la que no podía decir nada, pero lo hice tras apartar la mirada. Entonces fue cuando dijo aquellas palabras. De todas las cosas que me podía imaginar no era esa. Creí que sería algo que podía comprender fácilmente pero lo que escuchaba no me gustaba. Por el simple hecho de que se comporto de un modo cobarte. Pero podía notar aquel tono de voz, pero aun así tenía muchas cosas que decirle, mejor dicho gritarle pero me trague aquellas palabras que sonarían mal, duras. Cerre los ojos aun sorprendia por aquella frase que aunque no sabía el motivo real, es decir el cargo que le habían dado.

No sabía decir nada más que una burrada, palabras duras que puede que no sería buena idea decirselo, pero... pero él era una de esas personas que odiaba. ¿Qué podía hacer? ¿Apartarle yo de mi vida? No. Eso era lo único que no iba hacer, ya que estaría convirtiendome en lo que odiaba.

Me levante del sofá. Me quede quieta de pie. Sin mirarle. Teniendo aun aquel gorro que me había puesto. Me gire hacia él quedando de frente y segundos después me agache hasta quedarme arrodillada frente a él. Dejando mi mano apoyada en las suyas que estaban puestas enciama de sus piernas. Para abrir la boca y decirle:

-Eres un cobarde. Pero eso lo sabes. -Dije aquellas palabras duras, sin arrepentirme de haberlas dicho. No podía decirle otra cosa que eso. Le dije lo que pensaba pero yo era también una cobarde al no enfrentarme a msi propios miedos, así que igual la cobarde era yo y no él. Con un movimiento algo rápido pero delicado a la vez, rodee mis brazos en su espalda, atrayendole hacia mí sin decir nada más. Tan solo dandole un abrazo. Podía imaginarme lo que estaba pasando ya que el tono de sus palabras le delataban. Le abrece fuerte. Quería consolarle.-Puedes desahogarte. Puedes hacerlo si quieres. No te presionare.-Susurre a su oido con un tono suave mientras apretaba los ojos fuerte. No me creía lo que estaba haciendo. Pero también me refería a aquellas palabras que dije no solo a que hablara, sino que desahogara todo con aquel abrazo. Tal vez él también ha estado solo durante este tiempo. Solo quería que tuviera la confianza en contarme aquello. En que dijera algo más tras aquello. Pero me parecia que solo un abrazo no iba a bastar. Pero pude sentir su olor más fuerte, aquel olor que no iba a admitir que me gustaba, y aquel pecho fuerte aparentemente pero que por dentro estaba mal herido.

En principio había notado como estaba hasta ver como se derramaba aquella cerveza que ninguno de los dos puso caso a ello. Tanto la mesa como el suelo estaba manchado de aquel líquido pegajoso. Aquello no era lo importante ahora.

Simplemente creía que después de las primeras palabras tan dura y sin haber dado ningun rodeo al decirlas, que puede haberle hecho daño. Pero no podía haberme callado, no podía morderme los labios y aguantar en decirlas. Porque aquello era doloroso tanto para él como para mí. Tal vez menos pero seguía siendo doloroso. Y de lo que estaba segura era en no convertirme en lo que más odiaba. Pero no solo por eso me quede. Quería saber todo hasta el final y no quedarme entre medias. Me sorprendí. Me sorprendí mucho al notar que aquel abrazo fue correspondido, que no hubo ningun intento de rechazo por su parte. Notar después su cabeza enterrada en mi cuello y la mía en la de él. ¿Dos personas que han sufrido mucho podían consolarse solas? Quien sabe, pero sabían como era aquel dolor como ninguna otra persona por lo menos intentar comprender cada caso. Sus de sus manos los note en mi espalda, en como lo crispan agarrando la tela de mi camiseta. Tal vez algo que quería reprimir, que no quería sacarlo a la luz y quería dominarlo.

Aquel abrazo no solo le servia a él, también a mí. Tan solo me quede abrazandolo hasta el tiempo necesario, en silencio, con los ojos aun cerrados y sin pensar casi en nada, solo en intentar apagar aquello que me torturaba y si lo lograba poder hacer lo mismo con la tortura de él. Suponía en ese momento que no solo las personas abandonadas son las que sufren, también sufrian los que abandonaban. Pero esa pequeña teoria no se aplicaba en todo los casos. Ni siquiera podía aplicarla al mío.

Los segundos pasaron y aun estabamos descargando aquello. Pero que quería saber como estaba después de lo que acababa de pasar. Así que pase a retirar mi rostro de su cuello, algo lento, para mirar aquel rostro que antes no había visto. Con mis manos las lleve delicadamente hacia el comienzo de su cuello cogiendo parte de su rostro.

-¿Estas bien? -Pregunte con mucho interes mirandole con serenidad y sin ningún rencor hacia él. Por lo menos aun no lo tenía pero no podía seguir sintiendome amenazada a que suceda lo mismo. Pero por como le había notado antes quería escuchar otra vez algo de su voz para dejarme aun más tranquila. Si había huido por algo que no le gustaba, algo que no deseaba hacer, no sabía lo que pasaría después conmigo. Que tras estas pequeñas "confesiones" no volvamos a dirigirnos la palabra pero esperaba y deseaba que no fuera así. Pero era increible que estuviera pensando en lo que pasaría conmigo después aunque había ampliado a nosotros.

Tal vez deseaba que una vez en la vida no me sintiera tan solo como me había sentido siempre. En encerrarme en un mundo hecho para mí, del cual todo me parecía mal, en que no podía dejar de pensar en lo falso que son las personas en algunas ocaciones. Un mundo lleno de oscuridad, un mundo en el que nadie me podía salvar pero aun así no dejaba de pedir ayuda por si alguien escuchaba aquellos gritos de dolor. Los gritos de una persona que deseaba ser salvada cuanto antes.

Quería ver su rostro quería que me confirmara como estaba. Quería que siguiera hablando, hasta saber el porque. No hacia falta decir aquello o tal vez si, pero como había dicho antes no lo iba apresionar. Cuando alcanze ver sus ojos estos no tenían la ninguna mirada de las que antes había visto. Era totalmente distinta y era algo de suponer tras lo que dijo. Pero a la pregunta que le había hecho no respondió. Solo senti aquella respiración tan agitada que provenia de él.

Sin duda alguna me sorprendi a sus palabras. Me había quedado con la boca entreabierta al escucharla, al escuchar cada sonido de aquellas plabras que salieron de sus labios. Era cierto. Estaba delante de una de las personas que odiaba. Mis ojos se deviaron a mi mano cuando senti aquella leve presión. ¿De verdad lo decia en serio? ¿Quería que acabara con él? Aquellas palabras sin duda me dolieron. ¿Cómo podía pedirme algo así? Mis ojos se humedecieron pero sin llegar a votar ninguna lágrima.

Me safe de sus manos rápidamente y aquel movimiento fue algo brusco, soltandole una dura y fuerte bofetada en su cara. En aquella mejilla palida, que poco a poco se pudo notar el rojecimiento de aquel golpe, dejando algo de marca a consecuencia de mis dedos. No dije nada despues de un largo rato. Solo me quede mirandole unos segundos. No me importaba si se iba a poner rabioso porque si es así yo estaría aun más.

-¡Seras idiota! -Grite con rabia. -Si, lo eres. -Afirme. No entendia nada. Tan mal se sentia. ¿Estaba tan mal como para desear que le mate? Esta vez las lágirmas no se resistieron a salir de mis ojos. Y yo no hice nada para retenerlas por mucho más tiempo dentro de aquello rasgados ojos. Me deje caer hacia atras hasta llegarme a sentar en los talones de mies pies. Lleve mis manos a mis piernas conlos puños cerrados, con la cabeza hacia abajo, dejando caer una que otra lágrima más a mis piernas, a aquellos leggins negros. Se podía escuchar un sonido ahogado, la respiración algo más lenta, como si evitara que pegara un grito.

-No... entiendo...-Dije con un hilo de voz al escucharle. No, lo entendia. No entendia el porque, hasta otras ideas se me llego a pasar por la mente, tal vez el hecho de que intentara quitarse la vida. Negué con la cabeza, apretando mis ojos. Pero las ultimas palabras que dijo no pude dejar de repetirlas en mi mente. Tal vez, si me hubiera mordido la lengua no soltaría aquello, si no fuera tan directa, tan dura con mis palabras...

-Lo que te mereces es otra bofetada al decir aquello. -Dije con la intención de darle otra cosa que no tarde en darsela. En darle otra bofetada al otro lado de la mejilla. Pero sin darme cuenta estaba refugiada en su pecho. Llorando desconsoladamente por aquella petición, no podía evitar sentirme culpable. No podía dejar de llorar. ¿Por qué? ¿Por qué no podía parar de llorar? Es que... ¿Se estaba ganando un hueco en mi vida? Que tras escuchar aquellas palabras sentia una gran angustia dentro de mí. Pero ¿Quien le ha dicho que los cobardes no merecian vivir? ¿Quien? Porque si era así yo tampoco debería vivir.

Alce mi cabeza lentamente, dejando apoyada mis manos en su pecho. Mirandole desde arriba. -Si mueres, tendré que morir contigo. -Dije aquellas palabras con los ojos llorosos, con toda la sinceridad, en que si el estaba dispuesto a morir y dejar que yo muera entonces así sera. Si no le importaba nada ahora mismo, no le importara lo que haga con mi vida. -Moriré contigo -Repeti aún más claro. Para que se le grabara en la cabeza, para que se le quitara aquello de la cabeza. Para que no dijera otra vez esas palabras tan duras, las que nadie quería escuchar.-