Rol Global: La Manada se reune...

La loba herida parecio ir mejorando gracias a la ayuda del Alfa y el otro lobo que le ayudaba. Mire intrigada como Kyrie se acercaba sin pensarlo dos veces al lobo negro, avance un paso pero me quede quieta y comtenple al lobo desde donde me encontraba.
Me fije en el Alfa Junior, parecia meditar interiormente, sentir todo tipo de ilusiones en su interior en milesimas de segundo. En un momento se dio la vuelta y dijo algo al pasar junto al Alfa, demasiado bajo para quue lo oyese pues me encontraba lejos, pero siguio caminando dando algun que otro golpe con el hombro a algun otro licantropos curioso que hacia corrillo cerca de donde estaba el Alfa y los otros dos lobos.
Despues me fije en la loba, la joven loba supuesta de la profecia, sus ojos aun permanecian ambarinos y la sangre de su nariz caia con lentitud. Parecia al igual que el Alfa Junior, debatir en si misma, reprimia emocione; la misma loba que antes le pego el puñetazo ahora la empujo, y la loba cayo de forma poco digna al suelo, pero parecio no darle importancia. Cuando se levanto parecio meditaar algo, se dio la vuelta para internarse entre los arboles sin decir una sola palabra; todo se desvanecia, cada lobo se separaba, y si seguiamos en este plan todos moririamos, nuestros enemigos cada vez se unian mas y nosotros todo lo contrario, nos separabamos mas y eso tan solo significaba la perdicion para la raza.
Entonces, el enorme lobo nos miro fijamente a todos, le devolvi la mirada, pero no me espere que empezase a hablar, era una voz potente, que resonaba en todo el claro, a la vez que azotaba uun fuerte viento, que removia mis cabellos rubios, a lo que no le ddi importancia.

La sostenía entre mis brazos y notaba como se iba…el cómo se iba y no podía hacer nada al respecto ¿Por qué? Impotencia, miedo, no, miedo no, terror, pavor, era lo que recorría mi cuerpo el cual tiritaba como presa del frío. Mis manos se cerraban sobre su ropa queriendo apresarla no dejarla ir, siendo solo aquel gesto el que podía hacer para retenerla -No te vayas…- Susurré mirándola, acertando a escuchar alguno de esos murmullos que provenían de sus labios y, al estar tan cerca, tan solo Jeremmy yo podríamos escuchar. Las lágrimas no salían, quizás mi subconsciente estaba presente y decidió por su cuenta, el privarme de aquello por el mero hecho de estar entre otros lobos, pero interiormente, lloraba, lloraba impotente con su cuerpo entre mis brazos.

Mis ojos bien abiertos se alzaron ante las palabras de Tyler, revisando todos sus movimientos como el que toca un tesoro preciado y es que Eithne se había convertido en aquello para mí, un tesoro que no debía ser perturbado. Aun antes sus intentos de relajarnos no consiguieron absolutamente nada. Por un justo instante mis orbes se desviaron ante las únicas iguales en aquel instante mientras las palabras de sanación de Eith resonaban una y otra vez en mis oídos “lo siento…” Era lo que decían mis ojos queriendo transmitir aquel mensaje a mi cachorro, por que por mucho que para otros fuera un lobo adulto, para mí sería mi eterno cachorro.

Mis ojos siguieron sus movimientos de forma pasiva, pudiendo ver aquel acercamiento que transmitía algo más que cariño aprecio preocupación, conocía ese sentimiento. Así que dejé que acortara aquella distancia con el rostro de ella sin impedir en ningún momento gesto alguno, siendo finalmente lo que esperaba, pero no donde lo esperaba, pequeño gran detalle que podría significar nada para unos, mucho para mí.

Eithne despertó, unos instantes para poder observarnos y de nuevo desmayarse, la estreché contra mi queriéndola hacer saber de mi presencia, de que estaba con ella, de que seguiría manteniendo aquella promesa. Aquellos cansados cristales ámbares se alzaron con los de Jeremmy con el cual compartí aquel cruce de miradas. Mis labios se entreabrieron tras escuchar sus palabras, mi rostro se relajó en la medida de lo posible asintiendo con firmeza, aunque no hiciera falta.

Seguidamente, me alcé con Eith en brazos, viendo entonces a aquel lobo sobre la roca observándole de manera sorprendida, no me había dado cuenta de su presencia hasta que no me puse en pié. Habló y nombró a Jeremmy que se marchaba, cosa que me dolía por el miedo de que volviera a desaparecer. También nombró a Liah, a la cual no pude ver de un vistazo. Acomodé mejor a Eithne entre mis brazos, arropándola, sosteniéndola y no solo de manera física, descendiendo la mirada para observar su “dormido” rostro –parece un ángel…- Pensé.

-¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?- Me adelanté a preguntar aun estando en aquel circulo entre hermanos. Tardé unos minutos en hablar, pues aquella figura era realmente intimidatoria y mi aun nerviosismo no ayudaba en un principio a hablar.

El lobo empezo a hablar de nuevo, nuevamente su potente voz resonaba entre los arboles, como si el viento arrastrase sus palabras para que todos le oyeramos a la perfeccion. Cuando unos rayos de luna ilumiracon al animal, pude darme cuenta al igual que todos que en su pelaje habia zonas vaporosas en torno a todo su cuerpo ¿Era como un espiruto algo corporeo? Es como si espiritus de otros lobos cubriesen su cuerpo, dandole ese aspecto vaporoso.
Cuando nombro a Kyrie, a Lilith, la loba que habia visto antes ser como empujada por el mismo bosque y a mi, le mire y cuando poso su mirada en mi despues de posarla en ellas dos me senti como una novata, como un inocente y debil cachorro ante un lider; podia notar el poder que transmitia.
Nos critico por nuestra poca educacion al no saludar como hicieron el resto de los lobos al alfa, que insultamos a toda nuestra raza y a nosotras mismas, aunque despues nos "felicito" por nuestro sentido de la union y que lo habiamos comprendido antes que todo.
Siguio hablando, nombrando a otros lobos, me centre en todo lo que decia sobre cada lobo al que nombraba. Cuando termino de hablar alce la vista para mirarle fijamente, a pesar de sentirme como una simple cachorra ante el, mi mirada era tranquila y pensativa.

-¿Nos quieres decir que la loba de esa tal profecia puede ser cualquier loba huerfana con origenes de lider? ¿Y quien nos asegura que loba podria ser? Podria estar en este lugar, en este claro entre nosotros, o estar en la otra punta del mundo. ¿Quien nos asegura que Liah es la elegida de la profecia? Nadie sabe si ella es verdaderamente la elegida, lo unico que tienen es fe ciega, y de poco nos servira la fe ciega contra la realidad si Liah no resulta ser la elegida. ¿Y si la elegida no tiene que engendrar un hijo con el Alfa? Que lo que quiera decir esa profecia es que con su union, se una el resto de los lobos, los que estan de parte de Liah y los que estan de parte de Gabriel, para que todos luchemos juntos contra la amenaza, incluidos los lobos o lobas que no pertenezcan a esta manada, pues como tu mismo has dicho, todos somos licantropos, hermanos, en una minuscula parte llevamos la misma sangre, sangre de lobos. El verdadero orgullo de un lider no es ser el mas fuerte, ni el mas listo, ni el que mejor mande sobre su manada; el verdadero orgullo para un lider es saber que protege a su manada de los peligros, que siempre vela por su seguridad y que nunca deja que nada malo les ocurra, y que no desvelen el secreto, pues desvelarlo significa la muerte- dije, en todo momento con voz serena y el rostro inexpresivo

No sabia si alguien habria escuchado ese largo discurso, pero por fin empece a soltar las cosas que pensaba y opinaba, era libre de ello.

Seguí mirando a aquel lobo, que nos estaba ¿riñendo? por no saludar a Gabriel... En ese preciso momento, me sentí una traidora. Me sentí como si toda mi raza fuera mal por culpa de aquel saludo.... No pensé que fuera para tanto. Pero sus próximas palabras levantaron algo mi ánimo. Casandra Lilith y yo éramos las que habíamos comprendido el espíritu de la unión..... Su voz sonaba tan imponente y poderosa... Me encogía el corazón con las primeras palabras, y lo alivió con las últimas.

Seguí sintiéndome traidora, pero esta vez una traidora aceptada.
Miré más fijamente al lobo. Sus ojos eran del color de la luna, y su cuerpo estaba cubierto de... ¿humo? algo no muy concreto ni material....
Levanté un momento la vista de aquel ser para dirigirla a Casandra cuando habló. La escuché con atención. Era una chica lista.... Había expuesto lo que yo creía que unos cuantos allí pensábamos, incluyendome a mi. Sonreí ligeramente. Supongo que no era el mejor momento para hacerlo, así que no la marqué demasiado.

Volví a mirar al gran lobo negro cuando Casandra dejó de hablar, esperando su respuesta.