Rol global: MOON FESTIVAL

Y la pregunta del millon era ¿Qué hacía yo aquí? si mi hermano me viera podría haberme matado pero él estaba muy lejos, seguramente con algun asunto importante de nuestra empresa y yo tenía ganas de pasar una buena noche de fiesta. No era muy dada a la bebida, ni tampoco a las juergas de perder el control y todo eso pero una noche era una noche y me apetecía romper con la rutina de siempre. Llegar del trabajo ducharme, cenar y tirarme en el sofá con una tarrina de helado y mirando en la televisión alguna cosa que pudiera calificarse como interesante.

Había tardado dos horas enteras en terminar de arreglarme y poder mirarme al espejo y decir "Estoy perfecta" pero el tiempo había merecido la pena, o eso pensaba yo. A decir verdad no iba demasiado arreglada pero si lo justo para la ocasión. Había elegido un vestido en tonos morados con algunas lentejuelas grandes que brillaban por debajo al darle la luz y cuello de barca enseñando los hombros. Como complementos me había puesto unas medias de rejilla rojas al igual que los tacones y el pelo semi recogido. Para terminar había elegido una correa roja para el cuello, al principio no la veía muy de mi estilo pero bueno en conjunto creo que me quedaba bien.

Cuando lo tube todo listo salí de casa. Primero iba a coger el coche pero luego pense que sería mejor ir en Taxi por si bebía... Cuando llegue había algo de cola para entrar al local pero supongo que una de las ventajas de ser "algo" rica es que te cuelan. Así que despues de ni esperar tres minutos, servidora estaba entrando por la puerta del local.

Dentro ya estaba todo perfectamente decorado y había más personas de las que podía contar con una sola mano. Al contrario que otros muchos que había por allí no tenía mucha prisa en correr a la barra para beber algo así que con detenimiento me quede mirando el lugar. Primero para ver la decoración y segundo para ver si reconocía alguna cara de por aquí...

Spoiler:

Y el día llegó. Tenía mucho tiempo sin tocar en el lugar el cual me di a conocer gracias al dueño de aquel local; Gabriel. Revivir recuerdos fue lo primero que hice al pensar en que iba a volver a cantar. Estaba fuera de Buscarest dando concierto en otras ciudades. Me ilusionaba vover a cantar en aquel lugar y estaba contenta aunque no lo aparentaba el de volver a esta ciudad. Pero ya tenía un buen tiempo en el lugar.

No había llegado temprano solo antes de dar el concierto, volvi a ver el escenario. Aunque si no era la primera vez que cantaba podía saltarme aquel paso pero ya era algo automático. No iba hacer la única que cantaba y los otros dos conciertos no me lo perdería, aunque sea lo vería desde lejos.

En la entrada había aún gente intentando pasar, esperando su turno para poder entrar. Pero nada más poner un pie en la acera muchas de las personas se acercaron a mi para firmarle algún autografo hasta tomarse alguna foto y muchas de las que no iban a obtener una foto conmigo tan solo las tiraban desde lejos. Con ayuda del guardia entre hacia el interior del local. El lugar se iba llenado, había mucha gente en el lugar. No me quede mucho tiempo allí más bien fuí a prepararme. Me vesti de la siguiente manera: Totalmente negra. En principio llevaba una cazadora de cuero-pero esta no me la puse, hacia calor en el lugar-, una blusa de tirantes -Los tirantes no muy finos- pantalones negros, anchos y a su lado derecho una cadena colgada y un cinturon. Llevaba mis complemento que siemrpe solia llevar, cadena para el cuello, anillos en mis dedos -tres en tres dedos seguidos en una mano y dos en la otra-, y pulseras en mi muñecas -tres, una en una muñeca y dos en la otra.-

Entré en el local que estaba a reventar despues de comerme una de esas interminables colas. Ya era la segunda vez que visitaba este sitio, no era un sitio de etiqueta, pero me arreglé para la ocasión, unos cuantos conciertos de rock, algo divertido con lo que pasar el rato tomando algunas copas , un lugar perfecto para empezar a conocer gente en la ciudad.
Mi atuendo, constaba de un minivestido en color rojo,con escote en pico de satén, con unos altos tacones a juego, en mi cuello un colgante también rojo, con forma de corazón en un cristal de swaroski y el pelo recogido a un lado de forma elegante.Caminé con la elegancia digna de mi profesión hasta llegar al final de la sala. la decoración había cambiado desde la última vez, me fijé en ella por un momento.
Busqué a la persona con la que había quedado , pero sin éxito.Así que me dirigí a por una copa para amenizar la espera.Pensé por un momento dónde me encontraba, un concierto de rock, el sitio al que solía ir siempre con mi hermano, me acordé de cuando iba a verle tocar con su banda, lo estaba extrañando muchísimo, quizás era a la persona de mi familia que más extrañaba, después de haber venido a este lugar.Seguro que le hubiera encantado compartir conmigo esta noche.Me acerqué a la guapa chica rubia con un vestido morado con lentejuelas, que parecía tan perdida como yo.-Hola, em...perdona, ¿Sabes cuándo empieza el espectáculo?-Le dije mientras daba un trago a mi copa y esperaba una respuesta.

No estaba nerviosa para salir a cantar, ya había superado aquel nerviosismo cuando empece a cantar, cuando aun era una principiante. Ahora mismo iba a cantar algo distinto pero no tanto, por lo menos la segunda no lo era. Suspire. Todos estaban preparados, el guitarrista, el bacterista y el chico del bajo. Como siempre a preferencias de ellos antes de salir juntabamos la mano y deseaban suerte a cada uno. Todo por hacer que el concierto estuviera bien y guste a la gente. Pero siempre a mi me lograban sacar una sonrisa tras hacer eso.

Primero salieron ellos y yo unos segundos después. Las luces se apagaron dejando tan solo ilumidado el escenario donde iba hacer acto de presencia al público. Era una entrada especial la cual había hecho. Y aun quedaba mucho por hacer. Nada más pisar el escenario salude con la intención de empezar rápidamente el concierto. Había una una musiquita nada más al salir algo baja, pero que a medida fue aumentando hasta dar el sonido real de la canción. Tenía el microfono en la mano para poder moverme con más fácilidad.

Are you ready? *Canción*

Juegos de luces era lo que había, luces rojas, amarillentas..., miraba a cara al público que con ganas de escucharme cantar y aplausos me resivieron. Y como siempre descargando todo en mis canciones. Como también recordando haciendo vivir la primera vez que estuve en el lugar cantando otra canción. Distinta a esa, con monton de resentimiento, y odio al mundo. Iba de un lado para otro a, hacercandome a mis compañeros y al publico.

En un principio no mire todas las caras de los presentes, algunas eran conocidas y otras no como era de suponer. Entre tanta gente era difícl distinguir a alguien pero aun así lo hice; Como Kiefer cerca de la barra y a Eithene de tras. No le di importancia donde estaba ella ya que volvi a concentrarme en prunciar todas las letras pero no me desconcentraba tan fácilmente.



-

OFF:
(Entrada de Aitanna se puede ver en el video =)

La fiesta prosigue su curso. La primera artista, Aitana Eminescu, comienza su actuación siendo recibida por una gran ovación del público cercano al escenario que aplaude de pie, mientras que otros toman asiento en la zona apartada para escuchar o lo hacen desde la barra.

Nadie parece percatarse de ningún movimiento sospechoso. La gente pasea con sus bebidas y charla entre ellos. Los empleados de seguridad se mantienen vigilantes, algunos muy cerca del escenario, otros en las entradas y escaleras... Lo normal. Parece que en una de las esquinas, oculto, está el jefe de los contratados especialmente para el evento, porque de vez en cuando algún segurata se acerca a preguntarle y desaparece asintiendo varias veces.

Todo parece ir con normalidad...

Sobra decir que nadie repara en la presencia de Mikhail más allá de un empleado de seguridad. Nadie sospecha nada, y todos estáis pendientes de la fiesta y el concierto... Paciencia ^^

Estaba totalmente embobada mirando la decoración y la gente en general. Tan solo una voz que me pareció que se dirigia a mi fue la que me saco de mis pensamientos. Le sonrei con cordialidad como siempre era yo - Pues la verdad no tengo ni idea - respondi encogiendome de hombros con simpleza. Debía estar apunto de empezar pero no sabía cuando exactamente. Bueno realmente tampoco me preocupaba mucho no tenía prisa y pensaba quedarme en la fiesta... pues hasta el amenecer osea hasta que terminara.

Le sonreí otra vez y me acerque a la barra para pedirme algo. Despues de unos segundos para decidirme opte por un mojito con su pajita y todo. Y justo cuando acababa de sentarme en un taburete en la barra las luces se apagaron y comenzaron a moverse luces de colores en el escenario para minutos despues hacer su apareción estelar una chica con aspecto realmente curioso pero la verdad es que cantaba muy bien.

Le di un sorbo a mi mojito mientras movia mi pie al son al ritmo de la música y veía a la gente que estaba cerca del escenario y saltaba de alegria además de corear las canciones a la par que la chica que habían presentado como Aitana Eminescu.

Aquella era la noche del anunciado festival de música. Yo estaba en mi apartamento sobre el local, totalmente aislado de ruido alguno gracias a las planchas de lana de roca que actuaban de aislante tanto acústico como térmico. Estaba sentado en el sofá fumándome un cigarro, estaba a medio vestir sin saber realmente si tendría que poner los pies abajo esta noche o no, por un lado era mi local tenía que estar allí para hacer acto de presencia, pero por otro no tenía ganas de mezclarme con la gente para no mantener ninguna conversación o si mantenía alguna seguramente no me llevaría a ningún interés.

Di una calada al cigarro, sobre la mesa, una botella cerrada de absenta con un vaso limpio al lado. Había un tercer motivo y ese apoyaba el que descendiera por aquellas escaleras y bajar a dejarme ver, ese motivo tenia nombre y apellido… Expulsé el humo lentamente por la nariz para luego sostener entre los labios aquel cilindro cancerígeno para ponerme en pie y abotonarme la camisa color tinto que había escogido, me calcé los zapatos que estaban junto al sofá, los cuales eran del mismo color del pantalón, negro.

Tras meter la camisa por dentro del pantalón, agarré el cigarro entre los dedos índice y corazón dándole una corta calada, caminé en dirección a la puerta, palpando las llaves en un bolsillo y el paquete de tabaco en el otro. Abrí la puerta y la música ya sonaba, me quedé unos instantes escuchando, sonreí levemente reconociendo la voz de Aitana, la cual estaba entusiasmada con volver a cantar en el escenario que la vio nacer.

Cerré tras de mí descendiendo luego las escaleras, a los pies de esta un par de mis hombres custodiaban que nadie pasara a irrumpir en mi casa. Tras las escaleras esaba el pasillo donde se encontraban los almacenes y del cual, a pesar del jaleo del concierto, proviene un jaleo de voces y risas. Dando una cala al cigarro me giré para ver de quien se trataba, si eran clientela no podían estar allí pero…cual fue mi sorpresa cuando parte de la plantilla de camareros estaban ahí tranquilamente fumándose un cigarro o simplemente no haciendo nada, Fruncí el ceño caminando hacia aquella péquela congregación -¿Qué se supone que hacéis aquí? ¿Quién está atendiendo la barra? La gente está entrando ¿Qué vais a dejar que se si van solos?-

Ante mis palabras y mi presencia acompañado del fruncir de mi ceño y el expulsar el humo por la nariz, ayudó a la imposición de mis palabras y que aquel grupillo se quedara en silencio tirando los cigarros al suelo y poniéndose en pie cual soldados con cabezas gachas -Responded- Insistí.

-La put…- Uno comenzó a halar pero otra le dio un codazo y le interrumpió -La nueva…- Entrecerré los ojos caminando hacia ellos de manera lenta deteniéndome frente por frente ladeando el rostro para darle una calada al cigarro y expulsar el humo por entre los labios proyectando este hacia al primero que habló -¿Qué has dicho...?- Pregunté tras expulsar todo el humo -La nueva…- Susurró aquel con la mirada baja y agarrándose las manos apretando estas con notable temor -Id a servir la barra…- Me hice a un lado para dejarles paso, ellos aun temerosos comenzaron a caminar para ir con prisa a su puesto de trabajo -Y olvidaos de cobrar esta noche los extras- Concluí caminando por detrás de ellos.

Aquellos camareros entraron como alma que lleva el diablo tras la barra multiplicándose la efectividad de esta liberando del estrés de los pocos que había en ella. Yo observaba desde el otro lado de la barra que efectivamente hacía su trabajo, aunque en sus segundos libres miraban por si continuaba ahí. Entre ellos pude ver a Eith atendiendo a un grupo de personas, entre ellos al cantante del siguiente grupo y…una melena rubia bastante reconocible, aunque no recordaba su nombre.

No interrumpí el trabajo de ninguno de los trabajadores, pero mis ojos ambarinos se posaban en ella en un “mírame, mírame, mírame” queriéndole hacer saber de una manera telepáticamente imposible que estaba allí.

Aquella canción termino dando paso a otra. Cada vez se podía ver más personas dentro del local , muchas de ellas aplaudiendo y otras a lo suyo. Simplemente yo seguía pronunciando cada letra de las canciones que estaba tocando en el momento.

-U- *cancion*

La siguiente fue aquella canción. Una canción no muy vieja de las que había sacado. Los que me conocian o antes habían escuchado las letras de las canciones sabían que eran algo fuertes y si no te gustaba el rock duro era mejor que no la escuchara. Pero dudaba que alguien atendiera a las letras. Después de todo solo una persona pudo preguntar lo que quería desde hace mucho que lo hicieran y su respuesta se la había dado, algo tarde pero la tenía.

Tras esa canción, sali un rato del escenario para cambirme de ropa rápidamente: vistiendome con una blusa negra pero por delante con cuadritos, una falta y unos leggins acompañado con una bota. Entrando de nuevo al escenario de otra forma distinta, pero no entraba sola sino también con tres bailarinas:

*Ultima cancion*

La canción como siempre decia algo más. Pero era más entretenida y a pesar del ritmo que era algo pegadiza y luego el baile para entretener al publico. Era una ocación especial en poder cantar otra vez. Y no solo lo hice para la gente del publico sino también para mi. Al final pude hacer un gesto que tal vez mucho no se lo esperaban, era el de levartar la falda y en los cortos pantaloncitos que llevaba puesto estaba escrita una frase "Good Bye" tras eso las luces se apagaron y yo me baje del escenario para caminar hacia el interior y beber un vaso de agua que me hacia falta. Después camine hacia aquella multitud de gente, aun vestida de la misma manera, con aquella falda y demas. Esperando la gente el siguiente grupo que cantaba al igual que yo ya que tenía la intencion de verlo.

Me acerque a un lado de la barra para pedir algo de beber y así resfrescarme la garganta. No me acerque a nadie, es más nisiquiera me di cuenta si alguien conocido estaba al lado mio. Tan solo pedi, y me quede hay tranquila esperando mi bebida. Que no tarde mucho en tener la bebida entre mis manos y darle un trago.

Aitana Eminescu termina de cantar, recibiendo una gran ovación por parte del público y calurosos aplausos. Sin embargo, cuando la joven desaparece del escenario, las luces del local parpadean un par de veces y… Terminan por apagarse, sumiendolo todo en la oscuridad. Se escuchan susurros, ruídos tras el telón en la cabina de los técnicos y, al cabo de un par de minutos, se hace de nuevo la luz.

Un hombre asoma de la cabina, apartando las negras cortinas, y diciéndole algo a un empleado de seguridad, que asiente varias veces y se dirige al empleado que antes se encontraba sumido en las sombras (Mikhail), comentándole algo, aunque no se entiende por estar apartados y en una zona ensombrecida. El empleado regresa, dirigiéndose al supuesto técnico, que asiente a su vez y sube al escenario, cogiendo el micro.

-A ver, por problemas técnicos que estamos solucionando el próximo grupo va a tardar un poquito más en salir a actúar… -Anuncia, ignorando las quejas- Solo será un breve espacio de tiempo, no se retardará demasiado… Mientras tanto les dejamos con la música del DJ y les recordamos que pueden disfrutar de la barra libre y el autoservicio de aperitivos. -El técnico abandona entonces el escenario y las cortinas se cierran del todo, mientras que los seguratas que se encontraban cerca vuelven a recuperar su posición habitual

Tras las quejas, la gente parece encogerse de hombros y asentir, algunos acudiendo a la barra o a la mesa de snacks, y otros bailando en el escenario al son de la música que se pincha. La repentina incorporación del resto de la plantilla de camareros agiliza el proceso y el ambiente parece animarse pese a la noticia de la espera.

De nuevo, todo recupera la normalidad…

Una vez más, no reparáis demasiado en ningún empleado de seguridad en concreto, no llaman la atención y su comportamiento es el habitual ante casos de fallo técnico como este. La barra libre y la pista de baile acaparán la mayoría de protagonismo. Repetimos, paciencia… ^^