Rol global: MOON FESTIVAL

Había leído por las calles de Bucarest los carteles acerca del concierto.... Y pensé que sería una buena oportunidad para relajarme, y quizá, conocer gente. No es que tuviera muchos amigos, precisamente...

Entro en el local, lleno de gente, y trato de buscar algún sitio libre.... No es que se me de demasiado bien entablar conversaciones o conocer nuevos amigos.... Pero tenía que intentarlo. Aunque probablemente esta noche me pueda la timidez.... Hay muchísima gente, y tampoco estoy muy cómoda entre multitudes, asi que busco un lugar más o menos libre... Con un poco más de espacio, aunque no encuentro demasiado. Al final, me tendré que contentar con la multitud....

Espero que, al menos, esta noche encuentre a alguien que me acompañe... Eran conocidas las leyendas de lobos en Bucarest. Entre todos ellos, alguno debería de haber que pudiera ayudarme mínimamente... Esperaba encontrarlo esta noche... aunque me podía la timidez. Me dije a mí misma que si alguien se acercaba, y trataba de hablar conmigo, respondería sin dudarlo... Pero sabía de sobra que no sería capaz de comenzar yo misma una conversación. Al menos... esperaba poder intentarlo.

Tal y como habían dicho el lugar estaba lleno, a rebosar... y por eso me había costado meterme dentro sin llamar mucho la atención. Aproveché justo cuando entraba mucha gente para colarme sin problemas. Pensé en entrar por algún sitio más discreto pero aquello estaba lleno de seguratas que me sacaban más de dos o tres cabezas y como que no...mejor hacerme pasar por alguien completamente normal que iba allí a disfrutar de la velada.

Llevaba unos pitillo vaqueros negros con unos botines planos oscuros combinados con una sudadera negra con letras doradas con la capucha cubriendo mi cabello dorado. Bajo la sudadera llevaba una simple camiseta blanca de tirantes bastante cómoda. No había ido precisamente a disfrutar de la noche... había trabajo por hacer como siempre. Quizás hubiera sido más cómodo ir con las botas militares por si la cosa se ponía fea y asi poder correr mejor o patear a alquien.

Mi mirada azul celeste vagaba curiosa y nerviosa por aquella atmósfera en la penúmbra, tratando de no llamar la atención, de no sobresalir, de no tocar ningún punto con demasiada luz, no había porque montar ningún escándalo así porque sí.

Bajo la pálida capa de maquillaje del tono de mi piel marfil se ocultaban algunos cortes o arañazos aún recientes así como bajo la ropa. Al menos el negro contorno de mis ojos disimulaba mis ojeras, no solía dormir mucho y si lo hacía mejor por la mañana, era algo nocturna... pero últimamente había habído bastante acción y esta noche sería el doble o triple según decían. Más me valía no salir con muchas marcas, no me gustaba ir llena de cortes o arañazos...vale que a veces era algo normal, ''recuerdos'' de las misiones... pero como a toda chica, me gutaba mantener una imagen perfecta y coqueta ¿A quién no?

Reconocí algunas caras familiares...algunas más cercanas que otras, las demás simplemente me eran conocidas por haber visto fotos suyas en informes y demás, parece que aquella noche había acudido allí la ''jet set'' lobuna...a parte de varios civiles.
Con bastante normalidad fui hacia la barra tratando de relajarme, de serenarme y actuar con la mente fría...
-Vodka con limón...
No creo que bebiera, quizás un par de sorbos o hacer como si disfrutara de mi copa mientras por encima del vaso no le quitara ojo a los presentes.

Spoiler:

Le di un sorbo a la bebida y me entró la tentación de acabarmelo de un solo trago...mas no podía ni quería, tenía que estar sobría esta noche. Tratando de quedarme con cada lugar y cada rostro del lugar estaba tan abstraida que no me di cuenta de que la gente ya se aglomeraba también en la barra, a mi lado.

Una joven me dijo algo que no llegué a escuchar por la música, me incliné un poco y entonces asentí sin mucha más comunicación.
-Todo tuyo...
Le cedí el taburete que parecía reclamar y seguí a lo mío sin desconcentrarme.

No paraba de entrar gente y lo que me preocupaba era que entre tantos...¿Sí se armaba bien gorda como saldría? Eso si iba a ser una misión imposible, quizás alguna salida alternativa... bueno, las cosas por órden, primero aguardar, aún no había visto a ningún aliado.
Eso podía ser bueno o malo: bueno por lo bien que se habían camuflado o malo por si ni habían llegado todavía... me gustaba ser puntal y llegar incluso antes, y esta fiesta era importante como para llegar tarde.

Disimuladamente me alejé de la demás gente quedándome apoyada en la barra con lso codos apoyados encarando a la multitud. No estaba allí para ''hacer amigos''.

Iba con más retraso de lo previsto. Antes de ir al festival tenía que pasar por casa, comer algo, pasear a la perra, ducharse, cambiarse y salir por patas al local. Y dicho y hecho. Corriendo llega a casa, abre apresurada y algo torpemente la puerta debido a las prisas, y ahí estaba su cachorrita dándole la bienvenida, como de costumbre. Le acaricia la cabeza y le rasca detrás de las orejas amorosamente antes de dirigirse a la cocina para prepararse algo de cenar, pues la noche iba a ser larga y prometía trabajo. Tras cenar medio corriendo, deja todo en la cocina y sale a por las llaves. Con un silbido la perra ya está preparada para salir, así que salen de casa y se están en la calle unos minutos hasta que la perra ya ha hecho todas sus necesidades. A la velocidad del rayo vuelven y Sonja se ducha en tiempo record. Se arregla y maquilla yendo de un lado para otro y en media hora está.

Tras dejar comida y bebida a la cachorrita sale a la calle ya preparada con una de sus ultimas creaciones y cerrando con llave. Con un silbido al más puro estilo Carrie de Sex & the city para un taxi que pasaba. No tenía tiempo para perder haciéndole un puente a un coche. No había cogido dinero así que durante el trayecto escribe un móvil inventado en un trozo de papel, deja la marca del claro pintalabios y se lo da como pago al baboso del conductor guiñándole un ojo.

De un salto sale y entra corriendo, saludando a los porteros con la mano. Se dirije a la barra sin perder tiempo, no reparando en quién se cruzaba, no hasta que estuviera aposentada detrás de la barra. Con un suspiro deja sus trastos guardados y se dispone a servir todo aquello que le pidieran, tomando el lugar que una de las camareras había estado cubriendo.

Y aun estaba en la barra tomando aquella bebida. Me gire para ver todo a mi alrededor, mirando a todo el mundo. Viendo por un lado a Eithene y Kiefer más adelante y a Gabriel con la mirada perdida en otra parte. O ese me parecia a mi.
Tras beberme lo que quedaba en el vaso de un solo trago empece a andar pero a mitad de camino la luz parpadea hasta que se apaga dejandonos en todo oscuridad pero al pararme alguien tropezo conmigo o pizandome los pies pero por suerte no fue un duro golpe, solo escuche la disculpa de la persona. Tras murmollos de la gente o más bien eran quejas por aquel pequeño apagon me quede quieta en el mismo lugar cruzada de brazos. Hasta que la luz volvio y en el escenario se encontraba un hombre anunciando el retraso que habrá en el proximo concierto. No sabía cual de los dos iba a cantar de los ultimos grupos qeu quedaba. Frunci el seño y volvi a caminar hacia la barra pero esta vez hacia otra parte distinta. En ese momento al estar cerca de la barra escuche lo que le pedia una de las fans de Kiefer. sonreí de lado, acordandome también de lo que paso unos días atras, una pena por el estado en el que estaba pero algo bueno se había sacado en ello. El de conocer un poco más a la otra persona. Pero no pude reprimir hacer lo mismo que su fan.

-¡Cuando termines con ella, me gustaría que me firmaras en el mismo lugar ! -Dije con ironia, inclinado mis pechos hacia delante y haciendo presión con mis manos en ellos. Pero sin esperar respuesta me aparte y me apoye en la barra dando la espalda, viendo a Eithene la cual salude con una sonrisa. Después se acerco un camarero y pedi algo de beber. Pero me habían entrado más deseos de fumar. Tan solo suspire un rato esperando la bebida. Estaría bien pedir algún cigarrillo aunque bueno podía ir a la maquina y sacar un paquete. La segunda opción era más probable hacerla. Pero luego tres chicas se acercaron hasta mi pidiendome que le firme el ultimo disco que haía sacado. Asenti a su petición, tomando el boli que me pasaron y una a una fui firmando. Poco después al estar sastifecha se fueron del lugar dando las gracias y murmurando entre ellas. Tras eso ya tenía la bebida que había pedido. Le di un leve trago dejandola de nuevo en la barra.

Sí, había llegado mas o menos tarde, por no decir que siempre era impuntual en todo. Que estresante era aquello. Andar como loca recorriendo la ciudad con un mapita del año de quién sabe cuanto que le dio su abuela para que no se perdiera, y que encima, era patético aún no saber ubicarse del todo bien con los meses que llevaba aquí.

Llegó al sitio del concierto, y al parecer ya había alguien hecho su actuación.
- Genial, me lo perdí - dijo poniendo los ojos en blaco, pero tratando de no fastidiarse, y simplemente, encontrar alguien conocido con quien pasar el tiempo, hablar, reir.. o por qué no conocer a alguien nuevo.

Caminó entre la multitud con pasos lentos pero sublimes, intentando abrirse paso con sus brazos, de manera delicada para nada brusca, mientras su cuerpo menudo intentaba mirar algo mas allá de cabezas, caras desconocidas, espaldas gigantes..

Repentinamente, sus compañeros regresan de cualquiera sabe donde, por lo que el trabajo es menor y puede centrarse algo más en Kiefer y el resto, al menos unos segundos… Aunque no le da demasiado tiempo a intervenir:

-Encima de puta, chivata... -Uno de sus compañeros pasa por su lado mascullándole esas palabras, antes de dirigirse a la otra punta a atender a un par de jóvenes que, seguramente, ya van bastante contentas a decir verdad. Algo que probablemente el camarero querrá aprovechar…

Eithne enarca una ceja, mirándole de reojo y encogiéndose de hombros para volver a ladear el rostro hacia Kiefer, con la mirada fija en él:

-Sí... Mucho mejor -Responde, contemplando ahora a sus verdaderos ojos, algo que le gusta mucho más puesto que se pueden leer más cosas que con las lentillas tapando sus irises y opacando cualquier emoción- Pierdes expresividad cuando las llevas puestas y, por tanto, pierdes magia... Algo que tiene que primar en una actuación...

Aplaude calurosamente a Aitana al final de su actuación y, cuando parece que Kiefer va a irse a cantar, se apagan las luces y la gente parece ponerse nerviosa, aunque estas vuelvan enseguida y los extras de seguridad y técnicos parecen debatir, anunciando el retraso del próximo grupo… Y, cuando se gira para decirle algo al respecto a Kiefer, escucha las palabras de este.

Alza la mirada, dirigiéndola a la dirección hacia la que él parecía haber mirado antes y… Vale. Sus irises azules se fijan en los ambarinos de Gabriel, unos segundos. Una forma muda de decirle que le ha visto, que sabe que está ahí y que, de no ser porque hay demasiada gente mirando, saldría de detrás de la barra para acercarse a él.

Por suerte o desgracia la aparición de Son hace que rompa finalmente el contacto visual para saludar a su compañera con un gesto, agradeciendo que alguien menos gilipollas que los que estaban acompañándola tras la barra se hubiera unido a ayudarles:

-Me alegra que por fin hayas aparecido -Le dice a la chica, viendo como enseguida se pone a servir, y volviendo a girarse a Kiefer mientras una fan histérica le pide autográfos en sitios pervertidos- Bueno, imagino que quiere saber como se desenvuelve la nueva -Le comenta en un susurro como explicación a que haya sido observada, pese a que él no se la haya pedido- Espero que salgas pronto… -Añade, sin ocultar que realmente quiere verle actuar, aunque sea lejos y desde la barra- Felicidades Aitana, has estado estupenda -Comenta al verla acercarse, aunque no le da tiempo a añadir nada más…

Y es que de nuevo se acerca alguien a pedir en su zona y ella suspira, haciéndole un gesto a Kiefer, Aitana, Nicole y Axel a modo de disculpa por tener que apartarse de la conversación. Lo último que ve, es a la joven diciéndole que le firme en el mismo sitio que la fan… Niega con la cabeza, divertida. Toca volver a su trabajo de servir copas y, sin embargo, saber que la observan, que ÉL la observa… Hace que se desconcentre.

-Eh, tú, te he dicho Negro, no Rojo, Neeeegro -Le dice un tío que ya va algo contento y al que, por error, le ha servido el Vodka equivokado.- ¿Es qué eres sorda?

-Sí… Disculpa, enseguida te lo cambio… -Responde , algo distraída, haciendo el cambio de copa, ante lo cual el chico se aleja hacia la pista. Sus ojos se clavan en el líquido rojo que hay dentro del vaso que ahora sostiene con una mano, haciendo un esfuerzo por centrarse y no levantar la vista de nuevo para ver si él sigue ahí… No, mejor centrarse en las chicas que le acercan a pedir, es más adecuado para su salud cardiaca y mental...

...Eso se dice a si misma mientras, contradiciéndose, vuelve a mirar hacia el frente una vez en lo que comienza a servir los chupitos ordenados.

Axel y Nikki, perdón por saltaros... Me aburría ^^U.

Observa a una muchacha que pasa a su lado bastante atariada, y no por molestarla, pero se acerca caminando, y mirando hacia atrás, hacia un lado y otro, en busca de algún rostro, pero nada.

- Disculpa - dice a aquella mujer que parecía perdida en aquel líquido que servía -..pero ¿ya ha pasado mucho tiempo del festival? - preguntó por no decir 'qué parte me he perdido' Siempre tan impuntual, pero no lo hacía apropósito, sino que, simplemente, era algo que ya tenía incorporado en sí, y no respondía a sus actos. Le salía naturalmente, como ser tan torpe a veces, por lo que cuidó mantenerse lejos de todas aquellas copas y bebidas. No vaya a ser que hoy haga el ridículo, aunque ante tantas personas.. ¿quién lo notaría?

Suspiro. Nadie se acerca.... cada uno parece preferir vivir su vida. Quedarse solo, o con sus amigos.... Esta noche no parece que vaya a ser una velada precisamente... emocionante. Un concierto no es tan divertido si se está sola.... Pero no quedaba otro remedio. Me resigné y me dirigí hacia un lugar un poco más concurrido... detestaba eso, pero no quedaba otro remedio.... Al darme la vuelta, choco con una chica (Fraiah) .
-¡Oh, lo siento! A veces parece que ni veo por dónde voy....
Sonrio amablemente. Hay mucha gente por allí, y todos están chocando unos contra otros.... Pero tal vez sea la únca manera que consigo poner en práctica para hablar con la gente... Aunque sólo sea una simple disculpa.... Al menos habré dicho algo en toda la noche.... Me quedo mirnado a la chica con una mirada curiosa y a la vez amable, esperando respuesta.

La fiesta parecía animarse a pesar de los problemas técnicos que parecía sufrir el concierto, pero la gente seguía bebiendo, bailando y disfrutando de la música ambiental.
Se podía ver como los excesos iban dejando huella en todos, la gente empezaba a socializar más, bailaban todos con todas, servían muchas rondas seguidas de chupitos.

Sin darme cuenta me había bebido la mitad de mi copa.
-Mierda...-farfullé maldiciendo entre dientes mi poco aguante al tener alcohol entre mis manos.
Dejé el vaso en la barra tratando de alejar la tentación. Justo al volverme dos tipos me rodearon, mas no temí, simplemente sonreí de lado invitándoles a apostarse en la barra.
-¿Dificil la entrada chicos?-murmuré para que solo ellos me escucharan.
Eran furtivos de La Camada Sangrienta, como yo. Precisamente eran dos de lo más agresivos y sanguinarios, espero que fueran pacientes y esperaran, no quería una carnicería allí tan pronto, yo era más de misiones limpias, rápidas y letales. A ellos les iba más el rollo destroy total.

Suspiré y saqué un paquete de cigarros del bolsillo de la sudadera dejando uno entre mis labios. No tardaron en ofrecerme fuego permitiéndome dar una primera calada que me relajara y me envolviera en aquel humo irregular.

La capucha hacía que las sombras cubrieran mi rostro hasta la mitad dejando mis ojos celestes brillar vigilandolo todo a la perfección.

Vaya esa chica había tocado realmente bien y evidentemente cuando termino su actuación aplaudi como hicieron buena parte del local. Aplaudir y vitorear a la cantante. El ruido era enorme pero aun así logre oir o mejor dicho sentir la vibración del movil en el interior de mi bolso. Suerte que era un mensaje y no una llamada por que con la cantidad de gente que había me hubiera sido imposible oir algo. Leí el mensaje era de mi hermano y no decía nada importante a decir verdad tan solo que estaba en Korea cerrando un trato... que mania tenía en mandarme mensajes para que le dijera como estaba en cada momento. Aveces era demasiado controlador y sobreprotector suerte que la mitad de las veces no le contestaba...

Estaba terminando de contestarle el mensaje, esta vez me había dado pena no hacerlo, cuando levante la vista de la pantalla del movil iluminada. Al parecer había problemas en el escenario o mejor dicho en lo que había sobre él. Bueno yo no entendía mucho de esas cosas así que suponía que los técnicos podrían arreglarlo,

No tenía mayor interes, o al menos para mi, seguir mirando el escenario así que devolví la vista a mi movil terminando por fin de escribir el mensaje y enviarselo a mi hermano. Despues de eso volví a guardarlo y mire hacia la pista de baile donde ya había cantidad de gente aprovechando que no había concierto por el momento para bailar con alguna chica guapa o para simplemente divertirse. Yo por mi parte prefería quedarme sentada en la barra con mi mojito por delante bebiendo de vez en cuando.

Tras unos instantes de espera, el cruce de varios camareros por delante y el llegar hasta delante de mí de una copa de absenta, mis orbes ambarinas encontraron lo que buscaban, los ojos brillantes de Eithne para deleitarme con ellos aunque fuera tan solo cuestión de segundos. Tras aquel encuentro de miradas, interrumpido por otra de las camareras, agarré la copa de absenta haciendo que el azúcar cayera al fondo y luego alzarla para beber aquella mezcla que había adquirido un color blanquecino. Intenté recuperar aquel “duelo” pero la oscuridad se hizo en toda la sala y con ella el revuelo y las consiguientes quejas.

Las luces regresaron, y al regresar la mirada a la barra Eith ya estaba de espaldas atendiendo a otra gente, di una calada al cigarro dejándolo caer al suelo y pisándolo al comenzar a andar hacia la cabina donde el técnico o técnicos se encontraban dirigiendo los juegos de luces y demás utensilios electrónicos referentes al espectáculo. Sin llamar sin pedir permiso, irrumpí en aquel cuartucho lleno de aquellos chismes -¿Qué es lo que ha pasado?- aquella preguta acompañó mi “entrada en escena” mirando a los que (o al que) allí estuviera buscando una explicación. A aquello añadía la aun presente frustración de haber estado tan cerca, relativamente, de ella y no haber podido decirle ni hola.

En ese instante frente aquellos hombres era simplemente el dueño que miraba por las ganancias de su local y que solo buscaba el beneficiarse de aquel evento, solo un empresario…solo un hombre más… Aunque esperaba que aquella noche no fuera eso, una mas para no recordar…

Abajo del escenario, en una cabina cubierta por negros cortinajes, se encontraba el cuarto del servicio técnico, donde preparaban el equipo de luces y sonidos que daba lugar a las luces de pista o a la amplifiación de los conciertos. Y los cuatro hombres que allí se encontraban, ataviados con uniforme, parecían estar en torno a un mueble sobre el cual había un teclado con diferentes interruptores y cables conectados.

Al oír pasos, sin embargo, dos de ellos se giran, adelantándose, en lo que los otros dos continúan junto a la mesa, de espaldas a Gabriel, debatiendo en voz baja.

-Señor, señor, tenga cuidado... -Dice uno de ellos, advirtiendo un cable que el dueño del local ha estado apunto de pisar- Los fusiles han saltado y han provocado un pequeño cortocircuito en una de las mesas de sonido, así que estamos esperando a que nos traigan el repuesto, no tardará demasiado... -Se explica el primero, con rostro serio- Pero, aun sabiendo que es usted el dueño, le aconsejo no permanecer aquí, nosotros llevamos guantes y un equipo protector, usted es vulnerable a cualquier otro fallo eléctrico...

A simple vista solo parecen unos empleados preocupados, mientras que los que se mantienen al margen parecen ocupados reparando un error, ocultando tan solo eso, un simple mueble... Nada fuera de lo común en este mundillo.

Fuera algunos empleados de seguridad comienzan a cuchichear entre ellos, recuperando su posición en cuanto alguien les presta algo de atención...

Sobra decir que solo Gabriel, dueño del local, está presente en esta conversación. Fuera podéis notar algo de ir y venir entre seguratas, pero no es algo que llame tampoco la atención en exceso...

Y en eso de que ella esperaba respuesta de aquella mujer, que pensaba que era una camarera o algo por el estilo, algo, o mejor dicho, alguien, choca contra ella, haciendo que se sobresalte y se voltee rápidamente.
- Oh, vaya.. no, no te preocupes - dijo sonriendo amigable ante la disculpa de aquella joven.

Era una muchacha sonriente, bonita, y por lo que respecta, parecía amigable y educada. Quizás ella estaba tan perdida entre este lío de gente al igual que Fraiah, por lo que la suerte, se podría decir, que las unió en medio de aquel choque para que al menos entablaran una conversación y no estén solas como dos inadaptadas sociales e.e
- ¿Un poco perdida? - pregunta luego, sonriendo, encogiéndose ligeramente de hombros, mientras rodaba la mirada, pues ella también lo estaba. Se fija en una joven de capucha en la barra, a la cual dos hombres se acercaron, y le pareció algo medio raro, mas aún con las cosas que sucedían en el pueblo y lo paranoica que era ella.

Había leído el períodico, y aquellas noticias no eran para nada lindas. Una modelo asesinada, y juntop a su cadáver, el del presunto asesino. Genial, hermoso, precioso.. la verdad.
Hoy en día, ya no se sabía en quién confiar.

Una vez dentro de la sala de control dos de los controladores salieron a mi encuentro en plena puerta, los miré a ambos escuchado las explicaciones del primero que habló. Con rostro serio les miraba -Procurad no hacer arder mi local…- Dije echando un rápido vistazo al interior de la sala, no iba a pararme a mirar de algo que no entendía y para algo estaban esas personas allí, ellos eran los supuestos expertos, pero no podían prever un cortocircuito en un fusible…

Satisfecho por la respuesta, asentí levemente -Arregladlo cuanto antes, u os dejaré que esa aglomeración de gente sea la que se os eche encima- La molestia de aquellos contratiempos estaba perfilada en aquellas palabras, sin más preocupación que ese error técnico, me giré abandonando aquella zona, para regresar a mi “sala de control” particular, la barra pidiendo una copa sacando del bolsillo luego el paquete de tabaco extrayendo uno de aquellos cilindros llenos de cáncer que sostuve entre los labios mientras lo prendía dándole una lenta calada.

Cuando me sirvieron aquella copa –Whisky con agua- expulsé el humo a un lado para darle un sorbo, observando a la gente cercana sin reparar en nadie realmente, bueno… en casi nadie…una vez más cuando Eith era visible mis ojos se posaban en ella buscando aquel contacto en la distancia, tan necesario, tan deseado, tan esperado…