Rol global: MOON FESTIVAL

Seguía sirviendo y atendiendo a lo clientes, a la vez que se movía y contoneaba al son de la música de FallOut. Kiefer se estaba luciendo, así que disfrutaba a cada segundo de las canciones mientras preparaba combinados, servía y charlaba con la gente.

Suelto una carcajada divertida al escuchar a Eith rajar de otros petardos que tenían como compañeros, poco le falta para ponerse a aplaudirla, así que sencillamente le guiña un ojo con complicidad cuando se la cruza para acercarse a Axel. – Pues vaya con la rubia. – Menea la cabeza aún divertida, un cliente, más uno menos. No venía de uno. Al volverse para coger una botella de licor para preparar un combinado que le acababan Ax le roba una de las que ya había preparado y le pilla dándole un sorbo. - ¡Oye, tú! Paga eso. – Regaña con el ceño fruncido, alarga el brazo en un rápido movimiento pero él se da cuenta y se aparta. – Maltida barra… - Masculla medio gruñendo. – Oh, ook, se hará lo que se pueda, flacucho. – Sonríe cómplice, no promete nada, pero sabe que será fácil, tiene a clientes habituales por ahí que ya le habían pedido y posibles víctimas, así que no va a haber mucho problema. Con disimulo recoge el paquete y se lo esconde dentro de la falda.

Termina de servir, y reponer la que Ax ha robado y que descontará de sus ganancias de esta noche, cuando se vuelve a cruzar con Eith y escucha lo que le dice. Otra vez suelta una carcajada divertida y toma un par de vasos. – Cierto, lo tendré en cuenta para el siguiente. – Y así se vuelve a sus tareas, cantando la última de las canciones de Kief. Con un ‘tarda lo que quieras, Hachi’ le despide hasta que les haya endosado nada y menos, y les saque el doble de lo que es.

Terminada la última canción, se une a los aplausos, gritos y silbidos del público. Pero debía volver a sus botellas porque que hubiese terminado solo significaba una cosa. Momento descanso para ellos… Estrés para ella. Por lo que, manos a la obra.

Poco a poco no podía ver muy bien, y se debía al hecho de que las luces empezaban a parpadear quedandose en plena oscuridad. Frunci el seño dandole un golpecito a la barra girandome para ver el escenario. Pense como muchos de las personas que se encontraban en el lugar que era lo mismo de antes, que no han podido arreglar nada. ¡Menudos tontos! Bufé, pero en ese momento escucho una pequeña explosión. Me pare de la banqueta en la cual me encontraba sentada mirando como arriba del escenario los cables estaban locos, saltando algunas pequeñas chispas. -Pero..Que, demonios...-Susurré mirando hacia todas partes y al escenario donde apenas se podía ver algo pero si escucharse algunos ruidos raros. No alcance a ver mucho ya que después se escucha otra pequeña exploción cerca de la barra. Todo empezo a arder y la gente estaba como loca, yo simplemente abri los ojos de lo sorpendida que estaba. No sabía que pasaba pero rápidamente me aparte de la barra no quemarme. Mire a todas partes viendo como ya en el escenario nohabía nadie. Todo ardia en el lugar la gente se ponía insterica. Los fans qeu tenía al lado salieron corriendo, unos trpezandose y otros logrando salir.

No podía creer lo que estaba pasando, aquel lugar el cual guardaba muchos recuerdos de muchas de las personas que estaban en el lugar, incluida a mí, estaba quemandose en llamas. Llamas que empezaron ha estenderse rápidamente. Escuché como muchos las voz de alguien, aquella voz no sonaba de muy buena manera. Pero quería ayudar a los demas, pero no pude. No pude. Senti como algo me quemaba por dentro y no se trataba del fuego. Mire con los ojos abiertos de para a par algo temblorosa por aquella extraña sensación que no había sentido nunca. Mire hacia mi brazo derecho el cual empezaba a ponerse de un color oscuro. Como si fuera quebrandese poco a poco la piel y extendiendose poco a poco. La herida de la plata no fue muy profunda pero ya estaba dentro de mi piel y si no me daba rápido podía morir. Pero era la primera vez que sentia la plata dentro de mí. Estaba sorprendida, lo primero que pense es que iba a morir en aquel lugar. Me deje caer hasta que mis rodillas tocaron el suelo, llevandome la otra mano a la derecha que se encontraba herida, aun con mis ojos puesto en mi brazo. Mi boca estaba entreabierta, y sentia como poco a poco perdia fuerzas, un gran escalofrío recorrio mi cuerpo. Estaba muerta de miedo. Sabía lo que hacia la plata y al tener mi primer contacto con ella era algo que nopodía explicar. Mi cara se puso aun más blanca, pálida.

Mire hacia los lados viendo a otras personas más, viendo como Eithene estaba en el suelo al igual que otra chica conocida. Ellas eran las que estaban más cerca de mí. Así que era algo imposible no verlas, no reconocerlas. Me levante del suelo y empece a caminar, aun no estaba del todo extendido y fuerzas tenía, solo que el miedo siempre podía conmigo. Pero no podía, ya que había respirado humo y empezaba a tocer quedandome en el mismo lugar. Por suerte las llamas aun no me alcanzaban.-¡Maldición! -Dije ocn desesperación al sentirme de aquel modo. Pero no podía pensar en que iba a morir a cuasa de la plata ya que a cierta persona le había dicho que miriría con él.-

La gente parecía estar disfrutando con la música con el ambiente, yo daba la última calada al cigarro dejando caer la colilla al suelo pisándolo luego. Di un trago a mi casi acabada copa sin prestar demasiada atención a nada concretamente, simplemente estando ahí apoyado en la barra ahora simplemente estando ahí, lugar en el que duraría poco tiempo.

Una vez más la luz se fue tras un parpadeo idéntico al anterior -Serán idiotas…- Gruñí retirándome de la barra para igual que antes ir hacia la cabina de control, esperando que como hace un rato la luz regresara. En su lugar, una explosión es audible y visible. Aun a oscuras comencé a avanzar a tientas entre la gente, cuando regresó la iluminación, -quedándome a tan solo un par de pasos de la barra- dejando a la vista aquel caos formado en cuestión de segundos. El escenario en llamas, la gente gritaba aterrada por lo acontecido, pero yo estaba inmóvil con los ojos posados en aquel infierno que había llegado al escenario del local, observando aquel cadáver colgando del techo sin reparar en un principio en los otros que en el suelo estaban .la gente moviéndose por delante impedía ver aquello- .El tiempo pareció ralentizarse a mi alrededor escuchando gritos y carreras de manera lejana -esto no puede estar pasando…- Era la frase que pasaba por mi cabeza y mis labios no conseguían decir.

Mi cuerpo giró sobre si mismo observando todo lo que ocurría alrededor, el reflejo de las llamas en mis orbes les daba aquel color animal sin necesidad de que estos estén así. En aquel recorrido mis orbes ambarinas se encontraron con unas iguales, mi rostro de impotencia estaba visible pero ahora se añadía la ¿Sorpresa? -Jeremmy…- Susurré hasta que mis ojos le perdieron de vista. La barra... ¡Eithne! Fue entonces cuando regresé por completo a la situación, haciendo amago de salir en carrera a colarme tras la barra, pero un tirón del brazo brusco desesperado me interrumpió… -¡Hay heridos de plata necesitamos el antígeno!- Uno de mis hombres reclamaban de manera desesperada aquella medicina que contrarrestaba aquella contaminación -¿Plata?- Fue mi respuesta. Aquello no era un simple sabotaje de un enemigo empresarial, no era una casualidad que la plata fluyera por sus venas ahora. Un nombre, un rostro, fue lo que en aquel momento vino a mi mente.

Iba a emprender una carrera en busca de aquel antígeno cuando otra explosión proveniente de la barra resurgió de nuevo, por suerte y por la distancia de un par de pasos de los que estaba de ella, aquel fuego no logró alcanzarme del todo, llegando solo a tener algunas quemaduras, pero si los cristales que saltan de las botellas, realizando cortes aleatorios por mis manos –Las cuales alcé para protegerme- y algunas partes descubiertas del rostro. A pesar de aquello de las pocas quemaduras que tenía y aquellos cortes, emprendí la carrera escaleras arriba seguida desde cerca de aquella pocos que se habían acercado a mí.

Nunca me había parecido tan eterna aquella escalera, a pesar de estar saltando los escalones de dos en dos. En el ascenso sacaba las llaves de la casa abriendo de manera eficaz, sin preocuparme que al entrar se quedasen las llaves en la cerradura. Aprisa entré en mi habitación parándome frente a la ahora descubierta caja fuerte, con sangre fría conseguí marcar el código acertando a la primera abriendo sacando una caja del interior, retomando luego los pasos, para fuera de la habitación, encontrarme con los que me habían seguido.

Sin palabra alguna extendí la caja hacia ellos tomándola uno entre sus manos -gra…- No le dio siquiera tiempo a acabar la palabra cuando yo ya había salido por l puerta y descendía aprisa las escaleras. Llegué a la planta baja con la respiración agitada por todo el correr, mirando a un lado y a otro, el fuego continuaba pleno y extendiéndose, y una vez más mis ojos se posaron en la barra desde donde, momentos antes, la observaba de manera tranquila. Troté la distancia que separaba el pié de las escaleras hasta la entrada de la barra, apartando a los camareros que salían de ella. Detuve a una de ellas (Sonja) -¿Dónde está Eithne?- Pregunté mirándola, pero sin esperar respuesta alguna me giré hacia él la barra. El humo estaba presente y me provocó una repentina tos. Coloqué el brazo por delante del rostro cubriendo la nariz y boca, agachándome para evitar aquel asfixiante humo en la medida de lo posible. Con vistazos rápidos buscaba, la buscaba, avanzando pegado al mueble que se quemaba, tras unos minutos de búsqueda la encontré -Eith…- Hable retirando el brazo, tragando mas humo provocado de nuevo una escandalosa tos. Sin revisarla en aquel momento sin intentar reanimarla, solo me acuclillé tomándola entre mis brazos, intentando alejarnos de todo aquello en dirección a la puerta de salida de emergencia que ya habían abierto para facilitar la salida de la gente.

Empujando a quien se ponía por delante y siendo ayudado en parte por alguno de los hombres, conseguimos salir del local pudiendo respirar aire limpio. Cagando a Eithne, mis ojos le buscaban entre la multitud ¿De verdad había estado allí o era producto de mi enemiga la imaginación? No encontré respuesta y detuve mi paso arrodillándome en el suelo, dejando reposar a Eithne aun sujetadora, observé su rostro, llevé una de las manos a su mejilla rozándola -Eith…- La llamé con nerviosismo por todo lo ocurrido, añadiendo aquel encuentro de Jeremmy tan fugaz y el encontrarla en aquella situación no dejaban aclarar mi mente en aquel momento. Palmeé de manera no violenta su mejilla, para reanimarla, esperado que aquello fuera suficiente para volver a ver en aquel momento aquellos ojos azules, dejando a un lado –por el momento- todo el caos del local.

Se había quedado escuchando a la banda que tocaba, cuando de repente, la luz se cortó, dejando el lugar en una obscuridad absoluta. Scarlett no se alarmó, seguro era una imperfección que no tardarían en arreglar. Pero luego, observó varios chisporrotasos producidos cerca del escenario, y unos ruidos extraños en la barra. El olor fue lo primero que sintió, madera quemada. Su nariz estaba particularmente familiarizada con el aroma, por algunos incidentes ocurridos cuando vivía en el circo, el fuego se extendió por toda la barra, con una velocidad algo lenta, pero no por ello poco destructiva.

Logró escapar victoriosa de la zona de la barra, antes de que algunas botellas explotaran, sin embargo, entre los empujones de la gente que buscaba una salida, cayó al suelo siendo pisoteada varias veces. Levantarse fue una tarea no muy sencilla, pero afortunadamente no se llevó más que algunos cardenales y una pequeña cortadura en el brazo.

Las luces relampagueaban, iluminando por momentos todo lo que pasaba. Su mirada se centró en el escenario, del cual colgaba el cuerpo de un animal ¿Un lobo? Un grito se le escapó al ver los cadáveres de personas distribuidas azarosamente por todo el escenario. ¿Qué demonios estaba pasando?. Otro empujón la hizo mirar para otro lado. Esvásticas. ¿Acaso los nazis estaban detrás de esto? Por su cabeza pasaban millones de preguntas. Pero ninguna tenia respuesta.

Quería huir de ese lugar, pero la salida estaba repleta de gente, intentar colarse por allí, seria peor que cualquier cosa. Sus opciones era limitadas, quedarse o intentar escapar, sabiendo que la lastimarían en el intento. El humo llenaba sus pulmones, pero se percató de que alguien había apagado las llamas. Algo reaccionó en ella, haciendo que el shock se extinguiese. Habian demasiados cadáveres, entre ellos, buscó a los que tenían pulso para poder ayudarlos. No iba a quedarse de brazos cruzados. Tomó por el hombro a una chica y la sentó en una silla mientras le indicaba que se tapase el rostro con tela para que el humo no le afectase. Una que estaba a salvo. Ahora había que seguir buscando sobrevivientes..

-¡Fraiah! ¿Estás bien? - miré a mi alrededor buscandola, y la encontré a mi lado. No habíamos sufrido ningún daño grave, solo el caos de la multitud.

Eché un vistazo al local. Llamas, heridos, muertos.... mire el cadaver del lobo, y empecé a apretar fuertemente los puños.... No podía soportar aquel tipo de muerte de un compañero, de un hermano... El local estaba repleto de esvásticas de plata. No había visto ese símbolo antes, pero intuí que a partir de ese momento, estaría mucho más presente en mi vida.

Miré a los heridos. ¿Habría algo que pudiera hacer? No estaba herida, necesitaba hacer algo productivo, útil... Mientras pensaba en todo esto y en lo que haría después. Era una locura, debería encontrar a alguien primero.... Pero no importaba demasiado.

Habia oido por ahi que habia una fiesta aquella noche, me pase todo el dia pensando en pasarme o no, todo estaba muy aburrido y queria distraerme un poco, alejar mi mente de mi particular mundo y volver a la realidad.
Cuando la noche ya estaba algo cerrada me puse unos pitillos y una simple camisa de color blanco marfil y sali a la calle, como normalmente me pasaba, sabia llegar a los sitios con facilidad.
Aunque cuando llegue lo que vi no fue precisamente lo que yo pensaba sobre una "fiesta"; olia a quemado y pude ver como salia humo, olia a carne chamuscada, humana y de lobo.

= Dios mio...= susurre

Eche a correr al local y abri una de las puertas de emergencia de una patada, al hacerlo salio gran cantidad de humo y me pillo desprevenida, por lo que tosi un poco y mire confusa el interior, la barra estaba incendiada y otras partes del local, habia gente herida, humanos y lobos, me quede paralizada sin saber como reaccionar.

Mi mano continuaba en su mejilla, pero mis ojos se alzaron mirando alrededor de nuevo buscándole sin éxito. A nuestro alrededor todo era un caos, la gente se iba, otros intentaban sacar a los que estaban dentro para ayudarlos a salir.

Mis brazos sostenían a Eithne a quien regresé la mirada encontrándome con sus ojos, ahora encendidos con el color de la bestia -Estoy aquí…- Aparté los cabellos que por delante de su rostro estuvieran molestando acariciándole la mejilla -Estoy contigo…- los pequeños hilillos de sangre salían de los pequeños cortes de mis manos y algunos por las mejillas. Desvié la mirada de ella, observando su cuerpo su piel intentando calcular el daño recibido.

El olor a sangre estaba presente, a sangre y a quemado, aunque mi preocupación se centraba ahora mismo en el estado de Eithne. Los daños del local se verían después, el de los hermanos también, ahora mismo no podíamos hacer nada más que salvar a los que quedábamos. El antígeno estaba en mano de uno de mis hombres y él se encargaría de administrarlo a quien lo necesitara. No podía hacer nada…

El recuerdo de la imagen de Jeremmy dentro del local hace tan solo unos instantes regresó a mi mente, había estado allí… ¿o no? Quizás solo era producto de mi mente causado por la situación, quizás el sentimiento de culpa de haber desistido en su continua búsqueda y haber retomado en gran parte mi vida, fuera lo que fuera había pasado.

Me acerqué a un hombre que acariciaba la mejilla de una chica, tratando de reanimarla. Alguien administraba una medcina que no conocía a los lobos con aquel extraño color, provocado por la plata. Fraiah estaba bien... Supuse que no le importaría que me alejara un momento. No podía quedarme ahí en medio.
-Disculpe... ¿Puedo ayudarle?- lo miré esperando respuesta. - ¿Hay algo que pueda hacer? No sabía si era el hombre más adecuado para preguntarle, pero.... había algo en él que infundía respeto. Parecía más fuerte que un lobo normal, porque obviamente, era un lobo.... ¿Quién sería? Dejé las preguntas para más adelante, y me centré en tratar de ayudarle, si él me dejaba....

Mire a los lados del local, habia humanos y lobos inconscientes, otros se estaban ayudando unos a otros, y yo estaba hay como una pelele sin saber que hacer; el olor de la sangre penetraba mi nariz pero eso era un segundo plano. Alce la vista para ver el escenario y se me cayo el alma a los pies al ver a un lobo colgado y muerto.

= No es el...no es el...= me repeti a mi misma

Intente relajarme y concentrarme para saber si ese era mi hermano o no, pero su olor graciaas a dios no era el de el, si no el de una loba, aunque me daba pena la loba, me sentia aliviada de que no fuese mi hermano. Mire los cadaveres de los lobos con gran tristeza, aunque no los conocia me recordaba mucho a lo que me habia pasado tiempo atras y me estremeci; mire los simbolos que habian dibujados en las paredes, eran de cazalicantropos, sabia que eso era muy raro para ser un accidente.

Sin hacerme esperar mas entre en el local caminando con paso firme entre los cadaveres y algunos heridos, pasaba de largo de los humanos y me centraba tan solo en los de lobos, algunos estaban muertos, me concentre solo en los heridos, sobre todo de plata, si algun otro lobo me ayudase a llevarlos a algun lugar seguro seria mejor.
Mire a un hombre que estaba que tenia a una mujer entre sus brazos y a una chica acercarse. Les mire atentamente, algo en el hombre me resultaba familiar, me recordaba a mi padre, o mejor dicho al respeto que infundian, seguramente era un alfa; me acerque con paso rapido y seguro hasta ellos y les mire algo dudosa, a lo mejor me rechazaban al no conocerme, pero en fin, todos eramos lobos.

= ¿Que puedo hacer para ayudar?= dije con voz inexpresiva= puedo intentar conseguir antidoto para las heridas de plata= dije

Entonces se apagaron las luces, chisporroteos parapadeaban y rudos extraños que indicaban pelea,cerca de dónde estaba del escanario estaba todo muy oscuro empecé a ponerme nerviosa.La gente empezaba a alborotarse, pero entonces se hizo la luz, mi primera vista fue de nuevo hacia el escenario, horror, un animal masacrado, parecía tratarse de un perro, pero no, era un lobo.
Mi mirada siguió buscando respuestas para encontrarse con cadáveres sobre el escenario algunos de ellos de un color inquietante.-¡joder!-me tapé la boca horrorizada con lo que había pasado, la gente empezó a agolparse a dar empujones, debido al fuego y la conmoción recibí magulladuras y un corte en el brazo seguramente provocado por algún vaso de alguien que se había roto, pero gracias al cielo nada importante.
Enseguida empezé a intentar ayudar a la gente que parecía peor parada que yo,esto no me gustaba en absoluto, levanté a una chica del suelo que parecía haberse roto alguna pierna o algo, pues no podía caminar...la ayudé a incorporarse e intentamos salir de allí. En las paredes esvásticas ....¿Es que acaso había sido obra de algún grupo de neonazis?..al cabo de un rato los bomberos llegaron intentando apagar el fuego y las sirenas de los ambulancias.Un escalofrío recorrió mi cuerpo, llevé a la chica hacia un lugar seguro, porque sino entre el mogollón al final la gente nos arroyaría parecía que no iba a ocurrir nada más pero aún estaba horrorizada, incluso perdí el bolso y uno de mis zapatos entre el gentío, mi vestido estaba rajado por un costado desde abajo hasta la altura de la cintura...me intenté cubrir un poco.La fiesta se había convertido en una masacre en apenas unos segundos, parecía sacado todo de una extraña película, o obra de algún psicótico asesino en serie, ahora me temblaba todo el cuerpo de miedo.

Oi la respuesta de la chica que estaba en los brazos del hombre y asenti, me asome pero pude ver que habia un licantropo administrando el antidoto a aquellos lobos con heridas de plata.
Oi las sirenas de ambulancia y bomberos cerca y frunci el ceño, no queria tener ningun problema, y menos con la policia.
Mi vista se clavo en un cuerpo inmovil en el suelo, era un humano, parecia estar inconsciente, me acerque a el y lo mire, si aun vivia, pero no parecia que estuviese en condiciones de echar a andar; con sencillez pase su brazo sobre mis hombros y sali fuera del local, vi a una humana con otra chica tambien herida y me acerque arrastrando al chico.

= Sera mejor que lo miren, parece estar intoxicado por el humo= dije con tranquilidad mientras dejaba al humano sobre el suelo.

Mire mi ropa con desagrado, ahora manchada de ceniza y humo, y despues al humano ¿por que lo habria ayudado? era solo un humano, pero me recordaba a mi hermano, se le parecia. Agite la cabeza y me aleje de alli, metiendome en un callejon totalmente oscuro y quedandome apoyada en una pared, intentando entender como habian podido caer lo lobos en aquella trampa la cual habia costado la vida a tantos lobos.

La música, el ambiente, la compañía.. sin duda sería una gran noche.
- Pues tu nombre me suena a películas de Disney - confesó entre risas, divertida. Ya estaban entrando en confianza, y eso era bueno, quién sabe si no terminaban siendo buenas amigas, además al parecer, ambas necesitaban alguien en quién confiar, con quien hablar..

Escuchó lo que dijo acerca de dónde venía, y la verdad, que demasiado similar resultaba ser.
Fraiah tampoco esperaba terminar aquí, realmente.
- Pues a mi también me gusta, no lo se, es tranquilo..- comentó ingenua, sin saber lo que se venía.

Correcto, sin saberlo.
Una explosión provenía de la cabina, se volteó a mirar, pero varios hombres de la seguridad impedían ver.
Miró a Kyrie con los ojos como plato, confundida y sorprendida, pero de repente, una llamarada de fuego se adueñó de la barra, y como ambas estaban cerca de allí hablando, instintívamente, Fraiah la empujó un poco para hacerse a un lado.
- Dios mio - dijo asustada y miró a Kyrie - tenemos que salir de aquí - gritó viendo como todos estaban corriendo de un lado a otro, alborotados, pero su mirada se fijó en algo mas, algo que la hizo estremecer y taparse la boca con una mano, mientras apoyaba la otra en el hombro de su compañera.

Un animal colgado, putrefacto, en el escenario.
- Ay por favor..- murmuró tratando de respirar con naturalidad, y lo peor de todo, que aparecieron esvásticas por todos lados ¿qué era esto? ¿un sacrificio? ¿aún quedaban Nazis y no se había enterado? ¿era una secta? Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.

Miró a Kyrie de nuevo, pero vio que había personas que necesitaban ayuda.
Su amiga se acercó primero, y ella quedó sola, mirando hacia todos lados, en medio de aquel loquero de gente desesperada.
Pasaban y la chocaban, hasta que llegaron a hacerla caer al suelo y cortarse con un vidrio.
- Ouch - se quejó por lo bajo tratando de levantarse, y así lo hizo, pues si se quedaba allí tirada probablemente no saldría viva, pero por suerte, sólo tenía unos rasguños y moretones, y bueno, la mínima herida en su mano. Necesitaría desinfectante, pero antes que eso, había que ayudar.

Se acercó a donde estaba Kyrie y observó al dueño del local junto con dos muchachas, de las cuales una se veía realmente mal.
- Si necesitan algo, también podría ayudar..- mencionó acercándose, mientras ellos hablaban y hablaban, pero ella no prestaba mucha atención a sus palabras, pues tratana de que nadie se los lleve por delante..

Bien, era momento de ser sinceros y corregirse: este lugar le gusta, pero no es tranquilo. Dijo que esta noche iba a ser una 'gran noche', y bien, lo estaba siendo, a su manera, pero al fin y al cabo, lo estaba siendo..

Su acto de generosidad no era nada planeado, improvisado, nada. Simplemente, una benevolencia que venía incorporada en ella desde hace tiempo, desde que nació.
Sin embargo, su intento de ayudar al parecer era en vano, pues una muchacha se voltea dirigiéndose tanto a ella como a Kyrie y a una que otra chica mas que se había acercado a brindar ayuda, les dice que es mejor que se vayan, que quieren intimidar.
Bien, ahora la pregunta del millón: ¿cómo pueden querer intimidad en un momento así? No es tiempo de pensar ¿en qué mundo de locos vivimos?

Suspiró y asintió. Si así lo quería qué mas podría decirle. Deberían tener todo bajo control..

Miró a ambas chicas que estaban a su lado, y se encogió ligeramente de hombros, mientras cada vez le costaba un poco mas respirar, y mas aún con aquellas cenizas y el tisne que rondaba sus pálidas mejillas.

-Tranquila relájate…- Dije calmándola sin soltarla acariciando su mejilla. Mi caricia se detuvo y mi s ojos se abrieron mas al escuchar sus palabras -¿Jeremmy? ¿Tú también lo has visto?- entonces no fue producto de mi imaginación… Había estado allí no había sido el único testigo, algo que me alivió, la situación no me había jugado aquella mala pasada con mi subconsciente…

Un par de chicas se acercaron un par de chicas, lobas me decía mi olfato, mi cuerpo reaccionó atrayendo más hacia mí a Eithne anteponiendo mi cuerpo en un gesto sobreprotector acompañado de un leve gruñido alzando la mirada a ambas, no dije ni una sola palabra, tan solo mis ojos se clavaron en una y otra como si de amenazas se tratasen. Una tercera se acercó, una humana, pude olerla, pero poco tiempo permaneció allí cuando una llamada de atención a mi espalda me hace desviar la mirada hacia aquel lugar, mis orbes se mostraron plenas al descubrir quién era -¿Liah? -¿Qué hacía aquí? La daba por desaparecida, es mas ni siquiera me había preocupado en saber si eso era así. Fruncí el ceño ante su comentario aparentemente natural y de manera tan sutil…Pero yo podía leer entre líneas su verdadero pensamiento. Dejé de prestarle atención para regresar la mirada a Eithne ya que Liah se dedico a espantar a las jóvenes que nos rodeaban cosa que en el fondo agradecí.

Relajé en parte la presión que ejercí sobre Eith cuando esas lobas se acercaron –Los cazadores…-Fue la respuesta que Liah obtuvo ante lo que había pasado, aquello estaba claro, el lobo…los contaminados con plata… no había que atar mas cabos.

Separé la mano de la mejilla de Eith manchada con la sangre y el hollín, buscando en el bolsillo derecho si por casualidad tenía algo pañuelo, la dejé reposar sobre mis piernas sujetándola ahora con el brazo diestro, buscando en el bolsillo izquierdo con esa misma mano algún pañuelo, pero lo que palpó fue algo rígido, nada parecido a la textura de la tela del pañuelo, saqué aquello del bolsillo ¿Un papel? Iba a desecharlo pero algo me dijo que antes de deshacerme de él comprobara lo que era y así hice, desdoble aquel trozo de papel, su contenido era breve pero lleno de significado. Apreté la mandíbula leyendo y releyendo aquello, mi ceño se frunció arrugando el papel en una sola mano, mi mirada se hizo a un lado notando como la rabia el odio el desprecio ascendían quemándome por dentro, quemándome como a todos los que aquella noche habían perecido en aquella trampa, mis ojos se iluminaron de rabia, llenándose de salvajismo. Una reacción arriesgada en un lugar como aquel, pero una reacción que no podía contener, me limité a posar aquella amarilla y brillante mirada en el asfalto, maldiciendo el nombre de Vladimir Mijalkov mil veces o más