Los lobos feroces no tienen porque serlo (Laszlo)[+18]

Nuestros alientos fundiéndose hace que mi cuerpo se estremezca de placer mientras le siento dentro de mí y mis jadeos quedan acallados por sus dulces besos mientras él se va convirtiendo cada vez más en mi prioridad, en mis pensamientos todo lo que hay ahora es él, él, él, él, como una obsesión de la que no me quiero librar como si un fino hilo, una conexión, nos uniese irrevocablemente algo que iba más allá del simple sexo y que no me desagradaba, al contrario, me hacía sentir bien. Nuestros besos siguen prolongándose al igual que las caricias mientras mis ojos le miran intensamente perdiéndome en las profundidades de sus pupilas mientras continúo moviéndome al ritmo que el marca y que me enloquece mientras noto como mi cuerpo se acerca peligrosamente al orgasmo mientras mis gemidos aumentan de volumen siendo acallados por nuestras bocas fundidas en un apasionado beso, si tenía algo claro es que no quería olvidar anda de lo ocurrido esta noche ni ahora ni dentro de mil años mientras cierro mis respiración sigue alterada debido a sus embestidas y al placer que me proporciona.

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Sus jadeos hacian que me excitara aun mas, haciendome acercarme al climax peligrosamente, aun a sabiendas de que no era el momento, aun no, primero era ella, primero queria que ella llegara al final y gozara, me sentia en deuda con ella por todas las sensaciones que me estaba haciendo sentir aquella noche y eso era lo mas minimo que podia hacer por ella. Una cosa tenia clara, si llegaba a conseguir otra oportunidad de estar con ella, la trataria como a una princesa de las peliculas. Sus ojos ahora mismo me parecian mas hermosos que las estrellas del cielo que tanto me fascinaban, si las estrellas eran hermosas, ella superaba a todo el firmamento de sobra. Nuestros besos, mas intensos a cada uno que pasaba me hacian perder el poco sentido de la realidad que aun me quedaba, me encontraba en una nube en la que solo estaba ella y ni podia ni queria dejar de besarla, mi droga, sus besos serian mi droga, ni el tabaco ni el alcohol, a partir de ahora ella seria la unica droga que necesitaria el resto de mi vida. Subi sus piernas a mis hombros, para conseguir que mis movimientos fueran mas profundos, tan solo queria que no olvidara este rato que habia pasado conmigo de la misma manera que yo lo recordaria para el resto de mis dias.

Al sentir como sube mis piernas a sus hombros y sus embestidas se intensifican nuevos gemidos brotan de mi boca mientras mi cuerpo sigue estremeciéndose sin control debido al placer y mi respiración sigue irregular por el mismo motivo gravándose a fuego en mi mente mientras le sigo acariciando los hombros y la mejilla con suavidad. Aun no nos habíamos separado hoy y ya quería volver a verlo. Poco a poco siento como cada vez estoy más cerca del éxtasis hasta que este llega como una explosión por todo mi cuerpo obligándome a arquear la espalda de puro placer mientras mis manos se aferran a sus brazos para sostenerme brevemente antes de aflorar el agarre y volver a acariciar sus brazos nuevamente mientras mi respiración sigue entrecortada por el intenso placer mientras mis ojos se clavan en los suyos con mis mejilla aun azoradas y mis labios ligeramente entreabiertos con la necesidad de volver a besarle nuevamente, definitivamente se había convertido en una droga de la cual no quería desprenderme ni voluntaria ni involuntariamente, me gustaba demasiado.

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Aprete los dientes aumentando el ritmo de mis embestidas todo lo que pude cuando note que estaba apunto de llegar al orgasmo. A los pocos instantes de que ella llegara al orgasmo, viendo como su cuerpo se arqueaba de placer, llegue yo, derramandome dentro de ella sin querer, no habia usado proteccion y aquello podia causar un accidente inesperado. Todo mi cuerpo se estremecio de placer, soltando sus piernas y cayendo desplomado a su lado, extasiado y cansado, dandole un largo beso mientras la abrazaba. Habia sido lo mas maravilloso que me habia pasado en la vida - Lilith, esto ha sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, me alegra mas de lo que puedo expresar con palabras el haberte conocido, eres la mujer mas maravillosa que he tenido el placer de conocer - le dije sonriendo, acariciandole la mejilla antes de volver a besarla, pero ahora mucho mas tiernamente, pensando que lo mejor seria irnos a algun sitio mas confortable - Lilith, ¿quieres que vayamos a algun sitio mas comodo? - le pregunte, pensando que tal vez podria invitarla a mi casa, poco me importaba que supiera donde estaba, por mi mejor, asi podria venir cuando a ella le viniera en gana y darme una alegria.

Noto como me llena mientras mi respiración sigue irregular todavía aunque correspondo a su beso con ternura dejándome abrazar por él sintiendo su calor dándole un suave beso en el hombro mientras le escucho mirándole a los ojos con dulzura ruborizándome un poco ante sus palabras, me sentía a gusto entre sus brazos, protegida, relajada, feliz.

-Eso mismo puedo decir yo Laszlo, a mi también me alegra muchísimo el haberte conocido, eres el hombre más maravilloso que he conocido jamás, te lo aseguro, el poder estar contigo es como un sueño se podría decir- le digo con suavidad sintiendo como acaricia mi mejilla y luego me besa, beso al cual correspondo con la misma ternura y dulzura con mi cuerpo aun estrechado entres su brazos, sintiéndome completamente relajada.

-Si, claro, por mi no hay ningún problema ¿Dónde quieres que vayamos?- contesto a su pregunta con dulzura mientras inconscientemente sigo acariciando su brazo, como un acto reflejo mientras mis ojos observan su rostro, sus bellos y profundos ojos y sus labios que me volvían completamente loca, aunque después de esto debería tomar la pastilla del día de después, debería recordarlo, me había encantado todo lo que había ocurrido pero también sabía que podía quedar embarazada y con eso debía tener cuidado.

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Sonrei, acariciandole la mejilla, perdiendo mi mirada en la suya, estaba ansioso por ir a algun sitio mas tranquilo con ella, a un sofa por ejemplo, era bastante mas comodo que aquel suelo y yo lo unico que queria era que Lilith estuviese lo mas agusto posible.

- Si quieres podemos ir a mi casa, alli estaremos mas comodos - le conteste sonriendo, dandole un beso y comenzando a recoger nuestra ropa. Le di la suya, vistiendome y poniendome de pie, dandole la mano para ayudarla a incorporarse, pensando en como ir a mi casa, ella seguramente tambien habria venido en coche por lo que o me seguia o tendriamos que ir los dos en el mismo y despues traerla para que recogiera el suyo - ¿viniste en coche Lilith? - le pregunte sonriendo tomandola de la cintura para comenzar a caminar hacia donde estaba mi coche, el suyo no sabia donde estaba pero el mio si y suponia que si habia venido en coche habia aparcado en el mismo sitio que yo, no conocia otro lugar para aparcar cerca del bosque y a mi parecer era el sitio mas cercano.

Le devuelvo tiernamente la sonrisa mientras dejo que acaricie mi mejilla mientras sigo acariciando suavemente su brazo todavía completamente relajada entre sus brazos, sonriendo suavemente al escucharle hablar, su voz también me gustaba, era muy agradable.

-Me parece bien… sino te molesta claro- respondo devolviéndole el beso mientras cojo la ropa que me entrega y comenzando a vestirme de nuevo aceptando su mano cuando me la ofrece para levantarme. La verdad una de las ventajas de vivir cerca del bosque es que solía venir andando hasta aquí, era raro que me trajese el coche para ello y podía dar un largo paseo disfrutando de la noche en general sin demasiadas preocupaciones.

-No, vine andando, vivo cerca del bosque de modo que cuando vengo lo hago siempre dando un paseo- contesto inocentemente con una sonrisa mientras dejo que me tome de la cintura comenzando a caminar junto a él, no había mayor problema, para volver era solo cuestión de llamar un taxi, ya que si bien no había traído coche si que había traído mi bolso, era una manía nunca me separaba de él… creo que ninguna mujer se separaba de su bolso. La noche seguía extendiendo su manto sobre nosotros mientras la Luna sigue andando por el firmamento, no hacia especial frío pero si lo suficiente como para que estuviese pegada a Laszlo para no helarme puesto que sólo llevaba el vestido, el frío que no había sentido antes ahora si que lo sentía.

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Sonrei contento al ver que aceptaba mi proposicion para ir a mi casa, no tenia intenciones ocultas, simplemente queria seguir disfrutando de su compañia en un lugar mas comodo y confortable, que aunque para un rato aquello del prado silvestre estaba bien, acababa destrozando la espalda, a parte de que la humedad podia ser tambien bastante perjudicial.

- ¿Molestarme? Al contrario - le dije con una sonrisa en el rostro tras levantarnos ambos, comenzando a caminar por el bosque, sabia donde tenia el coche perfectamente asique estaba seguro de no perdernos, aunque si me perdia con ella tampoco insistiria mucho en volver a la civilizacion, que tampoco es que tuviera prisa ninguna.

Note como se pegaba a mi debido al frio, era normal que a estas horas hiciera algo de frio, por las noches solia refrescar y mas si se levantaba algo de brisa como estaba haciendo asique me quite la chaqueta y se la puse sobre los hombros, para que la resguardara un poco del frio, volviendo a rodearla por la cintura mientras caminabamos hacia mi subaru. Al cabo de no mas de cinco minutos caminando entre la maleza, salimos a una zona asfaltada donde habia varias plazas para aparcar, aunque tan solo estuviera mi coche. Meti la mano en el bolsillo derecho de mi cazadora, que le habia dejado a Lilith, abriendo el coche y abriendole la puerta a Lilith para que entrara, dirigiendome despues a la puerta del conductor, entrando y poniendo un poco la calefaccion de los asientos para que no siguiera teniendo frio - ¿mejor? - le pregunte sonriendo, arrancando el coche y escuchando el ruido del motor, me encantaba el sonido de mi coche.

Comenzamos a caminar hacia su coche, yo dejándome guiar con tranquilidad, a su lado me sentía segura y protegida de modo que estaba sumamente tranquila sintiendo como rodea mi cintura y como pone su chaqueta por encima de mis hombros al sentir que tengo frío.

-Gracias- digo con voz dulce y cantarina mientras seguimos caminando hacia su coche el cual se vislumbra al cabo de unos cinco minutos, espero tranquilamente a que abra el coche para luego abrir la puerta del copiloto y acomodarme tranquilamente mientras veo como pone la calefacción lo que hace delinear una sonrisa en mis labios de manera agradecida, no era ya invierno pero por las noches refrescaba y no llevaba más que el vestido y ahora la chaqueta de Laszlo, la cual me que quitado antes de entrar en el coche para que no se arrugue.

-Sí, bastante mejor, no recordaba que antes hiciera frío- le respondo sonriente mientras el coche se pone en marcha rugiendo sacándonos de allí con ligereza.

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Vi su sonrisa y le di un suave beso en la mejilla - tranquila, no pasa nada, si tienes frio dimelo y subo mas la calefaccion - le conteste con una sonrisa, saliendo de la plaza y acercandome a su oido mientras metia primera - lo que sea por ti, princesa - le susurre dandole un beso en el cuello y acelerando para entrar en la carretera, a cada poco mi mirada se desviaba hacia ella, para comprobar que estuviera comoda, a parte de que no podia evitar admirar su figura, no todos los dias conocia uno a la mujer mas maravillosa que habia tenido el placer de conocer y no la iba a dejar con mal recuerdo si es que ella no queria que se repitiera, aunque si era por mi, se repetiria todos y cada uno de los dias que me quedaban, estaba mas agusto con ella de lo que lo habia estado con nadie probablemente en toda mi vida y eso ya era mucho. Tras unos veinte minutos conduciendo, intentando no correr mucho por ella, llegamos a mi casa, seguramente era bastante mas modesta que la suya, pero era lo que tenia.

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