Como alma en pena [Privado]

Suspiré pesadamente, el hecho de que a Jacque no le importara no descansar no me hacia demasiada gracia. Yo quería que ella estuviera descansada pues por lo menos durmiendo un poco se le haría más llevadero, aunque seguramente tendría alguna que otra pesadilla. Eso era lo que me preocupaba de verdad.

- Jacqueline... Hazlo por mi aunque sea, intenta descansar un poco. Si quieres puedo acompañarte y quedarme contigo en tus horas de descanso. -En mi voz se notaba toda la preocupación que sentía en aquel momento por ella.

Sé que era abandonar la búsqueda y perder tiempo, pero Jacque me preocupaba y además tenía a toda la policia buscando a su hijo, pero aun así me parecía mal hecho mi ofrecimiento. Volví a besar su mejilla, me gustaba buscar consuelo y alegría en aquella suave piel, me gustaba mirarla a los ojos y ver su alegría, pero esta no parecía querer aflorar del todo en aquello momentos.

Me quede pensantivo un instante, si con descansar con ella conseguía que ella descansara también estaba claro que iba a hacerlo. Tomé sus manos y las sostuve entre las mias con cuidado, besandola.

- Esta bien, descansaré, pero si no te veo descansar a ti yo tampoco lo haré. -Apostaba a que quisiera o no seguramente acababa completamente dormido en sus brazos o apoyado en ello.

En Jacqueline había de todo. Podía estar feliz o triste segun sus emociones y sentimientos o podía quedarme dormido con tan solo oler el perfume de su piel. Acabaría yo dormido primero seguramente. Estaba muy preocupado por la búsqueda de Jeremmy aun, pero ambos necesitabamos descansar y estar un rato con el otro aunque fuera para disfrutar de la compañía del otro.

Era egoista, muy egoista, pero la verdad era que lo necesitaba. Necesitaba a Jacque a mi lado después de tanto tiempo trabajando, tanto tiempo sin verla. Además, solo era un descanso de una hora o menos, no podría dormir demasiado con el estres del trabajo.

El camino hacia casa de Jacqueline fue silenciosos, pero anduvimos con las manos entrelazadas. Yo necesitaba su compañía, necesitaba estar junto a ella para poder relajarme aunque fuera solo un rato abrazado a ella. Apenas hablamos, quizás por el momento o por que no había demasiado que contar. Aquel camino lo había recorrido varias veces solo, demasidas veces quizás. Recordaba perfectamente mis primeros dias en Bucarest, había sido dificil acostumbrarme a la gente de aqui, pero a Gabriel le había caido bien y el necesitaba un contacto en la policia. No recuerdo el momento en el que surgió tanta confianza entre ambos, pero bueno...

También recordé el primer encuentro con Jacqueline. Había aparecido en el Nibelheim de forma imprevista y ninguno de los dos pintabamos nada allí. Habiamos coincidido en que eramos nuevos en aquel local y se había forjado una extraña confianza en cuestión de segundos.

Después y poco a poco todo cambió hasta que alfinal terminamos juntos. No me arrepiento de nada, en ningun momento lo he hecho y no pienso hacerlo. Adoraba a Jacque y la quería más que a nada.

Llegamos a la puerta de su piso, era de las pocas veces que iba. La verdad es que cuando Jacqueline introdujo la llave en la puerta esperé que esta fuera abierta por Jeremmy y nos mirara de forma extraña al vernos juntos. Quería que su madre se enfadara con el por aparecer, que todo se arreglara, pero nadie tiró para abrir la puerta.

Entramos y cuando Jacqueline cerró todo me pareció muy tranquilo. Estabamos acostumbrados a la calma al estar juntos, pero normalmente bromeabamos por el camino o haciamos alguna tonteria como crios, pero esta vez la calma se quedaría tal y como estaba, no parecía haber animos para reir o bromear.